La Epistemología en la Filosofía Contemporánea: De Kant a Nietzsche
Introducción: La Relevancia de la Epistemología en la Filosofía Moderna
A partir de la Edad Contemporánea, el foco central de la filosofía pasa a ser el conocimiento: qué es, cómo se justifica y cuáles son sus límites. La epistemología se vuelve el punto de partida de los sistemas filosóficos modernos, marcando cómo se concibe la realidad, el ser humano y la sociedad. Pensadores como Kant, Marx y Nietzsche representan etapas clave de este desarrollo, abordando el conocimiento desde la crítica racional, la influencia de las condiciones materiales y la desconfianza hacia sus fundamentos.
Kant: Crítica de la Razón y Límites del Saber
Immanuel Kant da inicio a la filosofía crítica con su obra Crítica de la razón pura, centrada en delimitar qué puede conocer el ser humano y en qué condiciones. Con su “giro copernicano”, propone que no es el objeto el que estructura al sujeto, sino que el sujeto organiza el objeto a través de estructuras mentales previas como el espacio, el tiempo y las categorías.
Esta combinación de experiencia y estructura mental permite el conocimiento científico sin caer ni en el empirismo ni en el racionalismo absoluto.
En cuanto a la metafísica, Kant sostiene que no puede considerarse ciencia, ya que trata con ideas no empíricas (como Dios o el alma). Sin embargo, estas ideas tienen un valor orientador en la ciencia y la ética.
Su influencia fue enorme: reformuló el papel del sujeto y sentó las bases para el idealismo alemán y nuevas visiones de la ética y la antropología.
Marx: La Ideología como Crítica del Saber
Karl Marx recoge la actitud crítica de Kant, pero la enfoca hacia lo social y lo material. Para él, el conocimiento es producto de su contexto histórico y económico. Lo que se considera saber en cada época suele responder a los intereses de la clase dominante.
A través del materialismo histórico, Marx explica que las ideas (religión, derecho, filosofía) son parte de una superestructura que oculta las verdaderas condiciones materiales.
Su epistemología no busca una verdad objetiva, sino una herramienta para transformar la sociedad. Para Marx, la teoría debe estar al servicio de la acción, no quedarse en la reflexión.
En el capitalismo, incluso el saber se convierte en mercancía, y el conocimiento se aleja de quien lo produce.
Su visión convierte la epistemología en una vía para la emancipación social.
Nietzsche: Desconfianza Radical y Creación de Sentido
Nietzsche lleva la crítica al extremo, considerando que toda afirmación de verdad universal esconde una voluntad de poder. La búsqueda de conocimiento no es neutral, sino que refleja deseos, pasiones y estructuras de dominación.
Mediante su análisis genealógico, sostiene que conceptos como verdad o moral son invenciones surgidas del resentimiento.
Con la “muerte de Dios” y el cuestionamiento del sujeto racional, Nietzsche abre la puerta al nihilismo, pero también a una nueva posibilidad: el superhombre, que crea sus propios valores.
Para él, el conocimiento debe centrarse en el cambio constante y en la afirmación de la vida, no en verdades eternas.
Su legado inspira corrientes como la hermenéutica, el posmodernismo y el pensamiento crítico, marcando un giro hacia la sospecha como fundamento epistemológico.
Conclusión: La Epistemología como Resistencia Actual
Desde Kant hasta Nietzsche, la reflexión sobre el conocimiento ha pasado de lo formal a lo político y simbólico. Hoy, corrientes como el constructivismo, el posmodernismo o la epistemología feminista retoman estas preguntas desde nuevas perspectivas: ¿quién genera el conocimiento? ¿Con qué fines? ¿Desde qué lugar?
Esta evolución muestra que la filosofía contemporánea no puede desligarse de una visión crítica del saber. La epistemología ya no es solo teoría del conocimiento, sino una herramienta para cuestionar, resistir y construir nuevas formas de entender el mundo.
Karl Marx: Pensamiento y Crítica Social
Contexto Histórico y Filosófico
Karl Marx fue uno de los pensadores más influyentes del siglo XIX, cuyo pensamiento surge en un contexto marcado por la Revolución Industrial, el auge del capitalismo y la filosofía alemana. Su obra combina influencias de Hegel, Feuerbach y la economía política inglesa. A partir de esto, desarrolla una crítica profunda a la sociedad capitalista y plantea una teoría orientada a la transformación del mundo.
El Materialismo Histórico
Uno de los ejes centrales de su pensamiento es el materialismo histórico, una concepción de la historia basada en la idea de que las condiciones materiales y económicas determinan el desarrollo social, político e ideológico de las sociedades. Para Marx, la historia es esencialmente la historia de la lucha de clases. Cada época está caracterizada por un conflicto entre clases sociales opuestas: esclavos y amos, siervos y señores, proletarios y burgueses.
Cuando las fuerzas productivas entran en contradicción con las relaciones de producción, se generan crisis que derivan en transformaciones revolucionarias.
Crítica al Capitalismo
Marx realiza una crítica contundente al sistema capitalista, al que considera responsable de la alienación y explotación de los trabajadores. En el capitalismo, el obrero produce bienes que no le pertenecen, en condiciones que lo deshumanizan y lo separan de su esencia. Esta alienación se manifiesta en la pérdida del control sobre el trabajo, el producto y el sentido de su actividad. Además, el capitalista obtiene ganancias gracias a la plusvalía: la diferencia entre el valor generado por el trabajador y el salario que recibe.
La Praxis Revolucionaria
La filosofía de Marx no es contemplativa, sino práctica. Defiende la praxis como acción transformadora de la realidad. No basta con interpretar el mundo: hay que cambiarlo. De ahí que proponga una revolución protagonizada por el proletariado, que derroque al sistema capitalista y abra paso a una nueva forma de organización social.
El Comunismo y la Emancipación
El objetivo final es el comunismo, una sociedad sin clases, sin propiedad privada de los medios de producción y sin Estado como instrumento de dominación. En esa sociedad, el ser humano alcanzaría su emancipación plena, viviendo libre de explotación y en condiciones de igualdad real.