Ética y acciones moral

2.2. Moral, ética, metaética y filosofía de los valores:



-Distinción entre moral y ética:

moral suele designar en filosofía el conjunto de costumbres y de normas por los que debe regirse el comportamiento de una persona para que sea juzgada como moralmente buena. Por ética se entiende la reflexión acerca de qué se ha de considerar una conducta buena y cómo hay que fundamentar los juicios morales cuando se aplican a la distinción entre el bien y el mal. A la ética se la define como la ciencia de los principios de la moral, siendo la moral la aplicación concreta de estos principios en las acciones humanas.

-Ética de los valores:

Definen el valor como un modo de ser objetivo, simple y necesario que permite diseñar una ética material de los valores resistente al relativismo. Para Max Scheler y Nicolai Hartmann, el relativismo es una amenaza seria que afecta a las éticas del bien al poder ser considerado como mero objeto de preferencias subjetivas. La ventaja, es que se trata de algo anterior e independiente de las elecciones de las voluntades subjetivas de los individuos. El fundamento de la ética lo contituiría como la intuición inmediata de los valores y de sus relaciones jerárquicas, que són realidades metafísicas.

2.3. Éticas consecuencialistas y éticas formales:



-Ética eidaumonista:

Según la ética eidaumonista de Aristóteles, la felicidad es el bien supremo, y su búsqueda el fin de la acción moral. Se cree que el que conoce y practica lo bueno es feliz. La eudaimonía es una palabra griega que significa felicidad, es la consecuencia natural de la virtud. Obedecer las prescripciones morales y someterse a las leyes no solo es lo más seguro, sino el único modo de conquistar la felicidad duradera. No es que se proponga el acatamiento ingenuo e irreflexivo de las leyes, sino que se considera su obediencia como exigencia de lo más conveniente para el ciudadano.

-Ética utilitarista:

el utilitarismo considera que el bien supremo es la utilidad definida como el mayor bien para el mayor número posible de personas. Los defensores del utilitarismo consideran necesario, como criterio de toda acción, calcular y valorar la cantidad de placer y de dolor, de felicidad y de infelicidad, de satisfacción y de insatisfacción que se van a seguir de ella. El único criterio racional para apreciar la molaridad de un acto es, por tanto, la consideración de las consecuencias que se derivan de él para la felicidad humana. Se identificaba utilidad con placer y con felicidad. El utilitarismo ha adoptado, en cambio, expresiones más complejas. La felicidad con la que se identifica la utilidad debe comprender también la satisfacción de otras capacidades de carácter social, estético o existencial.
1. El utilitarismo de la regla, según el cual lo que hay que someter al principio moral de la utilidad es una regla general de acción, no las acciones individuales.
2. El utilitarismo de la acción, sostiene que una acción concreta puede ser moral por las consecuencias de bienestar para un mayor número, aún vaya en contra de alguna regla moral, como, por ejemplo, no mentir.

 • Ética formal kantiana:
El bien se define como mero objeto de la voluntad o de las reglas que la rigen. Se atiende, ante todo, a las normas que rigen la voluntad humana en vez de a sus consecuencias. Significa que se considera el bien supremo a aquello a lo que la voluntad tiende en cumplimiento de tales normas. La concepción de Kant es formal porque parte de que existe la ley moral como un hecho. Como algo constitutivo de lo humano, en toda sociedad existen normas y costumbres morales. Esto permite unir la obligación moral a la razón y considerarla formal, universal e igualmente obligatoria para todo ser racional.

 2.5. El sentido del deber:Según  Kant, el comportamiento de los seres humanos debe adecuarse a la moral porque lo que nos diferencia de los animales es que,  en nosotros, no coinciden generalemente lo que la razón comprende y lo que la voluntad quiere. En los animales esto no sucede, ellos nacen con un código genético que les prescribe, de manera instintiva, todos sus comportamientos. El ser humano nace como un ser libre que tiene que decidir en cada momento entre lo que comprende que es bueno y su tendencia a dejarse llevar por lo malo. Esta libertad es la causa de que sean necesarias normas morales racionales que, de manera imperativa, nos obliguen y guíen las decisiones de nuestra voluntad hacia cumplimiento del deber. El objetivo de la moral, es que nuestras acciones se realicen lo más posible de acuerdo con la razón y obedeciendo sus mandatos, en lugar de estar motivadas por nuestros impulsos. Lo moral es actuar de tal modo que nuestras acciones puedan resultar moralmente aceptables para todos los demás seres humanos. “Obra de tal modo que lo que motive tu voluntad pueda servir siempre como norma de leyes universales”. Se trata de un mandato imperativo, no de un consejo. La ley moral se tiene que expresar como obligación incondicional de que el individuo conforme sus acciones al deber moral. El reconocimiento de los demás seres humanos como sujetos morales.

2.6. Legalidad y moralidad:


Para Kant, el ser humano puede hacer uso de su razón para alcanzar bienes objetivos que lo són po sí mismos, no porque satisfagan los deseos subjetivos o las necesidades de los seres humanos. Esto es así porque el ser humano es capaz de formular juicios “desinteresados”, que no están obligatoriamente subordinados a los deseos,  a las necesidades materiales, a los impulsos, etc. Estos juicios desinteresados son los juicios propiamente morales, en ellos la razón es la que determina a la voluntad de manera inmediata, en vez de permitir que lo hagan los objetos del deseo. A esta voluntad, Kant la llama ” buena voluntad”.