Evolución del Estado Liberal y la Restauración en España (Siglo XIX)

El Modelo del Liberalismo en España

Tras la muerte de Fernando VII, en España se inició la **construcción del Estado liberal**, un proceso marcado por intensos conflictos. La vida política se caracterizaba por la escasa participación popular, estando el control centralizado en Madrid y los partidos políticos articulados en torno a líderes militares.

Partidos Políticos del Reinado de Isabel II

Aparecieron dos grandes formaciones políticas:

  • Partido Moderado: Gobernó durante casi todo el reinado de Isabel II. Eran liberales con tendencias conservadoras, defendían el orden y contaban con el apoyo de la nobleza, la alta burguesía y los altos mandos militares. Su ideario se plasmó en la Constitución de 1845, que otorgaba mayor poder al rey, limitaba derechos y restringía el cuerpo electoral.
  • Partido Progresista: Gobernó en periodos más cortos. Defendían la soberanía nacional, abogaban por una mayor participación política y más autonomía para los ayuntamientos. Contaban con el respaldo de la pequeña burguesía, los trabajadores urbanos y sectores militares. Su visión se reflejó en la Constitución de 1837, que reconocía más libertades.

El Papel Decisivo del Ejército

El ejército adquirió un papel clave tras las guerras carlistas, convirtiéndose en la fuerza decisiva del Estado. Los pronunciamientos militares eran frecuentes y podían alterar el gobierno, como ocurrió con la asunción de la regencia por Espartero. En las ciudades, las Juntas y la Milicia Nacional facilitaban la organización de levantamientos, siendo un ejemplo la Revolución de 1868.

Fases de la Construcción del Estado Liberal

La edificación del Estado liberal se desarrolló en dos etapas principales:

  1. Fase Progresista: Caracterizada por la Constitución de 1837 y la Desamortización de Mendizábal. Esta última consistió en la venta de bienes eclesiásticos con el doble objetivo de debilitar al clero carlista y crear una base social de nuevos propietarios afines al liberalismo.
  2. Fase Moderada: Marcada por la Constitución de 1845, que reforzó el centralismo, limitó las libertades, controló ayuntamientos y provincias, y declaró el catolicismo como religión oficial. Durante este periodo se fundó la Guardia Civil (1844) y se uniformó la educación mediante el Plan Pidal.

Finalmente, los moderados impulsaron obras públicas y el desarrollo del ferrocarril, inaugurándose el primer tramo entre Barcelona y Mataró en 1848.

Intentos de Democratización: El Sexenio Democrático (1868-1874)

La Revolución de 1868: La Gloriosa

En 1868 estalló la Revolución conocida como La Gloriosa, motivada por la crisis del régimen isabelino, el bloqueo político y una severa crisis económica. Los progresistas (liderados por Prim) y los demócratas, unidos por el Pacto de Ostende, sumaron a la Unión Liberal. El pronunciamiento se inició en Cádiz con Prim y Serrano y fue respaldado por Juntas revolucionarias que exigían sufragio universal y libertades.

Tras la derrota de las tropas leales a la reina en la batalla de Alcolea, Isabel II se exilió en Francia.

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1869

Se estableció un Gobierno Provisional, con Serrano como Regente y Prim como jefe de gobierno. Aunque se suprimieron las Juntas y se desarmó la Milicia Nacional, se aprobaron medidas democráticas significativas, como la libertad de prensa y la introducción del sufragio universal masculino. Las Cortes redactaron la Constitución de 1869, considerada la primera constitución democrática de España, que establecía la soberanía nacional, amplias libertades y una monarquía democrática, lo que obligó a buscar un nuevo monarca.

El Reinado de Amadeo I y la Primera República

El elegido fue Amadeo de Saboya, quien llegó al trono en 1871, justo después del asesinato de Prim. Su reinado estuvo plagado de dificultades: conflictos económicos, oposición de carlistas, insurrecciones republicanas, la guerra de Cuba y tensiones sociales. Sin apoyos, Amadeo I abdicó en 1873.

A continuación, se proclamó la I República. A pesar de ser aprobada por las Cortes, careció de apoyo y estuvo marcada por la división republicana entre federalistas y centralistas. En menos de un año gobernaron Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar. Pi y Margall intentó establecer una República Federal, pero el estallido del cantonalismo forzó el uso del ejército para restaurar el orden, agravado por la guerra carlista y la guerra de Cuba.

El Fin del Sexenio

En enero de 1874, el general Pavía dio un golpe de Estado disolviendo las Cortes y estableciendo un régimen autoritario bajo Serrano (República unitaria). A finales de ese mismo año, otro pronunciamiento militar, liderado por Martínez Campos, restauró la monarquía borbónica con Alfonso XII, poniendo fin a la inestabilidad.

Sistema de la Restauración: Estabilidad a través del Turnismo

El Proyecto de Cánovas del Castillo

Tras el caos del Sexenio Democrático y el fracaso republicano, se gestó el regreso de los Borbones al trono. Cánovas del Castillo fue el artífice de este plan, buscando una monarquía estable y alejada de los golpes militares. Isabel II renunció en favor de su hijo Alfonso, quien publicó el Manifiesto de Sandhurst (1874) expresando su intención de restaurar la monarquía “por consenso”. Finalmente, fue el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto (diciembre de 1874) el que lo proclamó rey como Alfonso XII.

Bases del Sistema Canovista

Cánovas diseñó un sistema político enfocado en la estabilidad, sustentado en los siguientes pilares:

  • Monarquía constitucional.
  • Soberanía compartida entre el Rey y las Cortes.
  • Alternancia pacífica de dos partidos en el poder.
  • Mantenimiento del Ejército al margen de la política.
  • Defensa de la propiedad privada y la religión católica.

La Constitución de 1876

Esta constitución, flexible y adaptable, recogía las ideas centrales del sistema:

  • Soberanía compartida entre el Rey y las Cortes.
  • Cortes bicamerales.
  • Declaración del Estado como católico, aunque con tolerancia para el culto privado.

El Turno Pacífico y el Fraude Electoral

Los dos partidos fundamentales eran:

  • Partido Conservador: Católico, tradicionalista y defensor del orden social.
  • Partido Liberal (Sagasta): Más reformista y laico.

Ambos se turnaban en el poder de forma pactada. Para asegurar el cambio de gobierno, se convocaban elecciones que el partido entrante ganaba mediante el fraude orquestado por el gobierno saliente.

En el ámbito local, los caciques (notables con poder local) controlaban el voto mediante favores, amenazas o pucherazos, invalidando la libertad real de las elecciones.

Desarrollo del Turno

Cánovas gobernó inicialmente, logrando poner fin a la Tercera Guerra Carlista y a la Guerra de Cuba. Posteriormente, gobernó Sagasta, quien impulsó diversas libertades y el sufragio universal masculino en 1890.

Tras la muerte de Alfonso XII en 1885, se firmó el Pacto del Pardo para garantizar la continuidad del turno durante la regencia de María Cristina hasta 1902. Este sistema perduró hasta la crisis de 1898 y colapsó definitivamente en 1923 con la dictadura de Primo de Rivera.

Transformación Económica: Consolidación de la Propiedad Privada

Durante la primera mitad del siglo XIX, los gobiernos liberales buscaron transformar la economía y la sociedad española para desmantelar el Antiguo Régimen y establecer una sociedad de clases basada en la libertad económica y la propiedad privada. Estas reformas, inicialmente rechazadas por el absolutismo de Fernando VII, se consolidaron tras la victoria liberal en la guerra carlista y durante la Regencia de María Cristina.

Fin del Antiguo Régimen Económico

Se eliminaron los gremios, se estableció la libertad de industria y trabajo, y se suprimieron las aduanas interiores.

Reforma Agraria y Desigualdad

En 1837 se suprimieron los señoríos jurisdiccionales, se eliminaron los diezmos eclesiásticos y se abolió el mayorazgo. Sin embargo, los antiguos señores conservaron la propiedad de la tierra, lo que impidió que los campesinos accedieran a la propiedad, manteniendo grandes desigualdades.

Las Desamortizaciones

Fueron procesos clave en la redistribución de la propiedad:

  1. Desamortización de Mendizábal (1835-1837): Se disolvieron casi todas las órdenes religiosas. Sus tierras pasaron al Estado y se subastaron en grandes lotes. Los objetivos fueron: financiar la guerra carlista, debilitar económicamente a la Iglesia y atraer a la burguesía a la causa liberal. La consecuencia principal fue que los campesinos no pudieron comprar y permanecieron en la pobreza.
  2. Desamortización de Madoz (1855-1856): Afectó a los bienes eclesiásticos restantes y a las tierras de los ayuntamientos, provocando la pérdida de terrenos comunales. Esto resultó en la ruina de muchos ayuntamientos y un aumento de la pobreza rural.

Reforma Fiscal

Se simplificó el sistema de impuestos, priorizando los impuestos directos, aunque se estableció un impuesto de consumos que perjudicó notablemente a las clases populares.

Consecuencias Generales de las Reformas

  • Se consolidó el capitalismo liberal.
  • La alta burguesía se erigió como la clase social dominante.
  • La nobleza mantuvo sus propiedades territoriales, aunque perdió sus privilegios estamentales.
  • Los campesinos perdieron derechos históricos y muchos cayeron en la miseria.