Expansión Ultramarina Española: Descubrimiento, Conquista y Administración de América

Expansión Ultramarina y Creación del Imperio Colonial Español

El Descubrimiento de América: Orígenes y Primeros Viajes

El descubrimiento y la conquista de América fue una empresa castellana dirigida a la búsqueda de una ruta alternativa a las Indias Orientales. Cristóbal Colón pretendía llegar a las Indias por el oeste, apoyándose en la idea de la esfericidad de la Tierra. Los Reyes Católicos aceptaron la propuesta de Colón, quien firmó un acuerdo con ellos: las Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492). Colón partió del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 y el 12 de octubre llegó a las Antillas, a la isla de Guanahaní, a la que denominó San Salvador. Después descubrió Cuba y La Española y regresó a la península. En su tercer viaje descubrió la isla de Trinidad y la desembocadura del Orinoco, y en su cuarto viaje, la costa centroamericana.

Pero los portugueses, ante los nuevos acontecimientos, no estaban satisfechos, y los Reyes Católicos, interesados en mantener buenas relaciones con el reino vecino, propiciaron un nuevo acuerdo mediante la firma del Tratado de Tordesillas (1494), lo que permitió a Portugal la ocupación de Brasil. A partir de entonces, se procedió a la exploración y colonización sistemática del continente americano.

Conquista y Colonización de América

El proceso de conquista y colonización se inició en 1493 en las Antillas. En México, Hernán Cortés venció a los Aztecas (1519-1521). En Perú, Pizarro conquistó el Imperio Inca entre 1527 y 1533. También se conquistaron territorios como Venezuela y Chile. Un hito importante fue el descubrimiento del Océano Pacífico en 1513. Posteriormente, la expedición de Magallanes y Elcano encontró la vía marítima que comunicaba el Atlántico y el Pacífico, circunnavegando el continente sudamericano.

Los indígenas fueron reconocidos como súbditos de la Corona. En los primeros años se practicó el repartimiento de indígenas entre los colonizadores, aunque luego se aprobaron las Leyes de Burgos (1512) para evitar abusos. También se estableció la encomienda para las explotaciones agrarias. Los encomenderos debían ocuparse de la protección y cristianización de los indígenas asignados. Otra forma de trabajo obligatorio fue la explotación de minas. La llegada de conquistadores europeos supuso una catástrofe demográfica para los indígenas, indefensos ante enfermedades nuevas y sometidos a una esclavización muy dura.

Gobierno y Administración del Imperio Americano

Los asuntos americanos se gestionaban desde España a través de dos instituciones principales: la Casa de Contratación de Sevilla, que organizaba y controlaba el comercio y la navegación, y el Consejo de Indias, que se ocupaba de elaborar la legislación de Indias, de nombrar cargos y de los asuntos económicos relativos a América. Por otro lado, los territorios americanos se incorporaron a la Corona de Castilla, pero debido a la enorme distancia, su administración quedó dividida en virreinatos: el de Nueva España, con capital en México, y el del Perú, con capital en Lima. El límite entre uno y otro estaba en Panamá. A la cabeza de cada virreinato estaba un virrey, en calidad de representante del rey. Estos dos virreinatos se dividían en gobernaciones, cuyo número aumentó a medida que progresaba la conquista. En los lugares fronterizos o más conflictivos se establecieron corregimientos generales a cargo de un capitán general. Las ciudades, en las que residía la mayoría de la población colonizadora, estaban regidas por cabildos y su organización era similar a la de los municipios castellanos. Las ciudades y su territorio circundante formaban corregimientos a cargo de un corregidor. Por último, las Audiencias se ocupaban de impartir justicia, además de tener funciones administrativas.

Impacto de América en España y el Comercio Ultramarino

Desde el inicio del descubrimiento, se vislumbraron las vastas posibilidades que estos territorios presentaban para la explotación comercial. La conquista americana permitió un significativo intercambio de productos agrarios, muchos de ellos desconocidos hasta entonces en uno u otro lado del Atlántico. El maíz, la patata, el cacao, el tabaco o el cacahuete fueron algunas de las aportaciones más relevantes desde América. Sin embargo, el oro y la plata constituyeron las mayores riquezas extraídas de América. Estos nuevos territorios supusieron una importante fuente de ingresos para la Corona de Castilla. No obstante, el elevado endeudamiento de la Corona española para financiar la expansión, primero, y el mantenimiento del vasto Imperio, después, provocó que gran parte de este tesoro se gastara con la misma rapidez con la que fue adquirido. Durante la primera mitad del siglo XVI, se dio un importante crecimiento económico en la Península. Desde el punto de vista demográfico, se calcula que apenas unos 150.000 castellanos emigraron a América a lo largo del siglo. Aunque no eran muchos, en su mayoría se trataba de hombres jóvenes, lo que afectó tanto a la población peninsular como a la de América. El Nuevo Mundo supuso, además, un gran estímulo para la actividad intelectual y científica.