Antonio Machado: Poesía y Reflexión
La poesía de Machado tiene una doble raíz: el Simbolismo y el Romanticismo Tardío, aunque presenta preocupaciones del Noventayochismo. El tema central de su obra es la angustia por el paso del tiempo y la pérdida del pasado. Su poesía busca mitigar esa angustia e intuir que algo perdurará más allá de la vida. Utiliza un lenguaje sencillo y estructuras gramaticales claras. Sus poemas hablan de paisajes sobrios; este le sirve para plasmar sus estados de ánimo.
Soledades (1903)
El primer libro de Machado, donde es evidente la influencia del Modernismo. Métricamente, se reducen los tipos de estrofas y predomina la silva arromanzada. También desaparece el léxico modernista. El libro se caracteriza por la introspección, la sugerencia y los símbolos. Uno de los temas principales del libro es la búsqueda del yo más íntimo y verdadero, una búsqueda condenada al fracaso. Abundan los versos alejandrinos, octosílabos y la rima asonante.
Campos de Castilla (1912)
En esta obra, Castilla es contemplada desde actitudes regeneracionistas. La dureza de la vida rural ofrece una visión crítica del presente español que contrasta con el esplendor de su pasado. La decadencia política, social, científica y cultural de Castilla lleva al poeta a pensar en la acción destructora del tiempo en la vida personal, las lamentables consecuencias de la oscuridad al progreso científico, social y político de la modernidad, y la sencillez de la vida en armonía con la naturaleza.
Nuevas Canciones (1924)
Publicado en 1924, es un libro breve y heterogéneo. Se pueden encontrar nuevas composiciones intimistas, poesías de circunstancias, como sonetos a amigos suyos… Y lo más característico de este ciclo es el centenar de nuevos “Proverbios y cantares”. Consisten en sentencias o pensamientos, frecuentemente paradójicos, aunque algunos encierran también profundas inquietudes filosóficas. Conviven la métrica popular (copla, romance) y culta (soneto), así como algunos viejos símbolos (el camino y el viaje).
Últimos Poemas
En los años posteriores a 1924, su producción poética es más bien escasa. Publica diversas ediciones de sus Poesías completas con algunos poemas añadidos cada vez. En todas incorpora una sección titulada De un cancionero apócrifo, donde incluye poemas que atribuye a poetas distintos, inventados por él, los llamados ‘heterónimos’, que representan a autores que pudieron escribir de una determinada manera pero no existieron.
Machado significa la hondura en el enfoque de graves problemas humanos, una singular identificación de un poeta con una tierra, un ejemplo de fidelidad a sí mismo y a su pueblo.
Ramón del Valle-Inclán: Evolución y Esperpento
La producción de Valle-Inclán es considerable y variada. En todos esos géneros se observa una singular evolución, paralela a su cambio ideológico: de un Modernismo elegante y nostálgico a una literatura crítica, basada en una feroz distorsión de la realidad. Esta última orientación hizo que Salinas viera en él a un “hijo pródigo del 98”.
La obra teatral de Valle-Inclán se considera una de las más originales de la escena española y europea de principios del siglo XX. Debido a su constante deseo de crear un teatro distinto, el teatro de Valle-Inclán evolucionó considerablemente a lo largo de sus diferentes etapas, que discurren paralelas a las de su obra narrativa:
Etapas del Teatro de Valle-Inclán
Los inicios dramáticos: Dramas decadentistas
Con estas obras, Valle aplicó el Modernismo al drama. En El marqués de Bradomín y El yermo de las almas, dramatiza el tema decimonónico del adulterio. Aún no se percibe una ruptura con el teatro de la época, pues los personajes presentan un lenguaje y actitudes realistas. Su estilo está muy influido por el Modernismo, aunque llevado a un nivel de refinamiento extremo.
Dramas de ambiente galaico
Las obras de esta etapa tienen por escenario una Galicia rural y arcaica, en la que la existencia del hombre se rige por los instintos primarios y lo irracional.
Las farsas
Este ciclo es más crítico respecto de los valores y costumbres de su época y se caracteriza por el uso de personajes de la farándula, el uso de disfraces y el teatro dentro del teatro. Ya se pueden ver trazas de lo que será el esperpento, como la deshumanización de los personajes y la degradación del ambiente y del lenguaje.
El esperpento
La técnica del esperpento es la culminación de una carrera literaria en permanente renovación, y supuso una de las revoluciones más profundas en la escena española y europea. La técnica consiste en someter a lugares, personajes y situaciones contemporáneas a una visión crítica y deformadora, que revela el carácter grotesco de la realidad, como si esta perspectiva fuera su reflejo en un espejo cóncavo. Ello revela una visión ácida y violentamente disconforme con la realidad.
Obras Destacadas
La acción de Divinas palabras se construye en torno a Laureaniño el Idiota, un enano hidrocéfalo cuyos familiares lo exponen en las ferias para ganar dinero. Cuando su tía Mari-Gaila lo deja para encontrarse con su amante, un grupo de gente emborracha al enano hasta la muerte, hecho que desencadenará el drama. El marido de Mari-Gaila la librará de la agresión popular al pronunciar en latín las palabras.
La trilogía Comedias bárbaras representa el final de la decadente estirpe de los Montenegro y de su mundo, dominado por el mal, la lujuria y la muerte.
En estas obras destaca la peculiar utilización de las acotaciones, de forma descriptiva y narrativa, cuyo estilo elaborado las sitúa muy por encima de su función dramática elemental.
La Visión del Mundo según Valle-Inclán
Valle-Inclán, en una entrevista de 1928, afirma que hay tres modos de ver el mundo artística o estéticamente: “Si se mira de rodillas, la literatura da héroes de condición superior a la humana; mirando de pie, los personajes aparecen a la misma altura que las personas; con una mirada desde arriba, los personajes resultarán como muñecos o peleles.”
Carmen Laforet: Realismo de Posguerra e Introspección
La producción literaria de la escritora no es muy amplia. La muerte de su madre y el casamiento de su padre con otra mujer que no era de su agrado, una “odiosa madrastra”, tuvo reflejo en tres de sus obras, que tienen a huérfanos por protagonistas: Nada, La isla y los demonios y La insolación.
El nombre de Carmen Laforet quedará siempre unido en la memoria colectiva a su más lograda creación, Nada. Como un trasunto de su propia vida, la novela sigue el itinerario iniciático de la joven Andrea, que, a finales de 1939, llega a Barcelona, cargada de ilusiones y dispuesta a emprender sus estudios universitarios. Pero sus ansias juveniles chocan con el mundo gris, cargado de violencia, que representan su abuela y sus tíos, que la acogen en su casa. Laforet supo transmitir en esta obra, escrita con un estilo literario que supuso una corriente de aire fresco en la prosa de la época, la lenta agonía de la pequeña burguesía de posguerra. Los personajes adultos de la novela caminan desorientados por un territorio cargado de temores y heridas mal cicatrizadas. Frente a ellos, Andrea y su amiga Ena representan una nueva generación que ve cómo sus ansias de crear un mundo diferente son sistemáticamente abortadas. Con su tono desesperadamente existencialista, Nada es una novela urbana y siempre moderna, pieza clave del realismo literario de posguerra.
En La isla y los demonios evocaba los años de su infancia y adolescencia en Canarias. Tres años después vio la luz La mujer nueva (1955), un título que podría ser la definición de su vida en esta época, pero que era en realidad el relato de su «reconversión» al catolicismo tras unos años de agnosticismo. Esta novela le valió a su autora el Premio Nacional de Literatura.
Asimismo, la intriga y el misterio son una constante en muchas de sus obras. Esta autora podría considerarse la precursora de la novela policíaca en España, ya que ella lo había hecho treinta años antes que el resto de autores.
En las obras de Laforet pueden vislumbrarse también aspectos de la sociedad en la que vivía, sobre todo en sus comienzos, cuando el sistema político impuesto era la dictadura de Franco. Todo esto es descrito por la autora en algunas de sus obras, como Al volver la esquina, que forma parte de una trilogía titulada Tres pasos fuera del tiempo. Se trata de una trilogía inacabada, ya que, a pesar de haber hablado de ella en su correspondencia con Ramón J. Sender, nadie sabe de la existencia de la tercera novela.
Nunca dejó de escribir, pero sus obras iban quedando incompletas, a veces olvidadas, porque su afán de perfeccionismo se convirtió en una obsesión.
Almudena Grandes: Memoria Histórica y Voces Femeninas
A los 29 años ganó el XI Premio La Sonrisa Vertical de novela erótica con su primera novela, Las edades de Lulú (1989). Con ella obtuvo un gran éxito de crítica y público, como demuestra que fuera traducida a más de 20 idiomas y llevada al cine por Bigas Luna. Lulú, la protagonista, es al comienzo de la obra una joven de quince años sin afecto que siente atracción por Pablo, un profesor de universidad, amigo de su hermano. Después de su primera experiencia sexual, Lulú alimenta durante años fantasías sobre aquel hombre. La pareja vive en un mundo de experimentación, fantasía y acuerdos privados hasta que Lulú se ve traicionada cuando su pareja la involucra en una situación donde termina teniendo sexo con su propio hermano, el cual siempre fantaseó con ella. Lulú, ahora mujer de treinta años, decide buscar nuevas experiencias fuera de ese entorno seguro, lo que la involucrará en relaciones diversas de sexo de pareja, tríos, personas transexuales y orgías.
En 1994, su tercera novela, Malena es un nombre de tango, la consagró definitivamente como escritora. También fue adaptada al cine, por Gerardo Herrero. Relata la historia de varias generaciones de una misma familia, en la que se enfrentan dos tipos de mujeres: las hadas y las brujas.
En 1997, Almudena Grandes recibió en Italia el prestigioso Premio Rossone d’Oro, otorgado al conjunto de su obra. Este galardón, que se concede a personas que destacan en las Letras, las Artes y las Ciencias, había recaído anteriormente en escritores como Alberto Moravia o Ernesto Sábato. Almudena Grandes fue la primera mujer en recibirlo, así como el primer autor español.
Después publicó varias novelas protagonizadas por mujeres, como Atlas de geografía humana, en la que cuatro personajes femeninos van alternando su voz para contar, en primera persona, su propia historia.
Con El corazón helado, traza un panorama emocionante de la historia reciente de nuestro país a través de dos familias. La novela fue galardonada con numerosos premios, que incluyen entre otros: Premio de Novela Fundación José Manuel Lara 2007, Premio al Libro del Año del Gremio de Libreros de Madrid.
En 2010 se publicó Inés y la alegría, primera novela del ambicioso proyecto novelístico Episodios de una guerra interminable. Este proyecto narrativo, a la manera de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, consta de seis novelas «independientes» que tratan de recorrer la posguerra y la dictadura franquista hasta 1964, y cuyos personajes principales interactúan con figuras reales y escenarios históricos.