El Siglo XVIII en España y América: La Monarquía Borbónica y sus Reformas
3.7 La Nueva Monarquía Borbónica. Los Decretos de Nueva Planta. Modelo de Estado y Alcance de las Reformas
Con la llegada de los Borbones se instauró un Estado absolutista de inspiración francesa. Felipe V implantó los Decretos de Nueva Planta, suprimiendo fueros e instituciones de Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca.
Solo Navarra y el País Vasco conservaron privilegios. Se centralizó la administración con provincias, capitanes generales e intendentes. Los Consejos perdieron peso en favor de Secretarías de Despacho. Se impulsaron reformas económicas y se limitaron los privilegios de gremios y la Mesta. La cultura se fomentó mediante Reales Academias y Sociedades Económicas. El Catastro de Ensenada intentó una reforma fiscal, frenada por la nobleza. Carlos III emitió los vales reales para enfrentar el déficit. Pese a los avances ilustrados, persistieron las desigualdades sociales y económicas.
3.8 Las Reformas Borbónicas en los Virreinatos Americanos
Tras perder territorios europeos, España centró su atención en América. Se crearon los virreinatos de Nueva Granada y Río de la Plata para una mejor administración. Se reforzó el control mediante un ejército colonial y funcionarios peninsulares. La exclusión de los criollos en cargos fomentó tensiones independentistas.
Económicamente, América debía suministrar materias primas y recibir productos españoles. Se trasladó la Casa de Contratación a Cádiz y se fundaron compañías comerciales monopolísticas. Posteriormente se liberalizó parcialmente el comercio con puertos españoles. El decreto de libre comercio de 1778 impulsó aún más la apertura. Pese al crecimiento comercial, el contrabando superaba al comercio legal. La limitada industria española no pudo satisfacer la enorme demanda americana.
3.9 Sociedad, Economía y Cultura del Siglo XVIII
La economía borbónica combinó ideas ilustradas y mercantilismo, favoreciendo agricultura, comercio e industria. El crecimiento demográfico impulsó el mercado interior. Se intentó modernizar la agricultura mediante reformas de propiedad y nuevos cultivos. Se promovieron cultivos industriales y productos como la vid, el maíz y la patata. La infraestructura mejoró con canales, carreteras y puertos para facilitar el transporte. Se crearon Reales Fábricas, aunque su rentabilidad fue baja al centrarse en la corte. El comercio creció gracias a medidas proteccionistas y la liberalización del comercio americano. El final del monopolio de Cádiz favoreció a regiones industriales periféricas. A pesar del auge, España enfrentó la competencia de Inglaterra y América. Las reformas modernizaron parcialmente, pero no rompieron las trabas sociales tradicionales.
La Guerra Civil Española: Evolución Política, Económica y Dimensión Internacional
10.2. Evolución política y económica en las dos zonas. La dimensión internacional del conflicto.
Zona Republicana:
- Gobiernos y divisiones políticas: La República estuvo marcada por una inestabilidad política. En los primeros meses, hubo un gobierno de coalición entre republicanos, socialistas y comunistas. A medida que la guerra avanzaba, el Partido Comunista se fue imponiendo, especialmente con la figura de José Díaz y más tarde Manuel Azaña. Las luchas internas fueron intensas, especialmente entre comunistas y anarquistas (que promovían una revolución social con colectivizaciones) y los socialistas.
- Negrín (1937) representó la línea más centralista y pro-soviética, mientras que otros como Largo Caballero defendían una política más radical. La falta de unidad política debilitó al bando republicano.
- Economía: En el territorio republicano, la economía estuvo marcada por la guerra total. Se establecieron racionamientos y se trató de hacer frente a las necesidades militares mediante una economía de guerra. Se intentó centralizar la producción y la distribución, pero las colectivizaciones impulsadas por los anarquistas en algunos lugares (especialmente en Aragón) también afectaron la producción. Las reservas de oro fueron enviadas a la URSS para financiar la lucha.
- Dimensión social: Hubo una fuerte participación de los sindicatos (principalmente UGT y CNT) en la organización de la resistencia. Las milicias populares tuvieron un papel crucial en las primeras fases de la guerra, aunque luego la estructura militar se organizó de manera más convencional.
Zona Sublevada (Nacionalista):
- Franco y el control político: Desde el principio, el bando sublevado estuvo dominado por Francisco Franco, quien, tras la victoria de la sublevación, se convirtió en el líder supremo de la zona. En 1937, estableció una dictadura personalista, eliminando a otras facciones como los monárquicos, carlistas y fascistas, para consolidar su poder. La estructura de gobierno fue de un partido único (FET y de las JONS), con control total sobre la sociedad, economía y medios de comunicación.
- Economía: En la zona sublevada, la economía fue más estable, gracias a la ayuda militar de Italia y Alemania. El régimen adoptó una economía corporativista, basada en el control estatal de la producción y distribución de bienes. Las industrias clave fueron nacionalizadas, y el trabajo forzoso y los campamentos de concentración fueron parte del control social.
- Represión: Durante la guerra, se estableció una fuerte represión contra los enemigos del régimen, con numerosas ejecuciones extrajudiciales y la creación de campos de concentración para los prisioneros republicanos.
Dimensión internacional del conflicto:
- No intervención: La Comunidad Internacional adoptó la política de no intervención, promovida por la Sociedad de Naciones. A pesar de esta política oficial, las democracias europeas (especialmente Francia y el Reino Unido) a.
- Intervención de la URSS: La Unión Soviética fue el principal aliado del bando republicano, enviando armamento, aviones y asesores militares.
- Intervención de Alemania e Italia: El bando sublevado recibió un apoyo crucial de la Alemania nazi y la Italia fascista. Ambos países enviaron tropas, armamento y aviones. La Legión Cóndor