Pueblos Prerromanos y Culturas Antiguas en la Península Ibérica
Pueblos Prerromanos
Tartesios
Procedentes del norte de África, se establecieron durante el siglo VII a.C. en el oeste de Andalucía y el sur de Portugal. Su principal fuente de riqueza era el comercio de metales (estaño, oro y plata).
Íberos
Ocupaban el litoral mediterráneo y los valles del Ebro y Guadalquivir. Alcanzaron su máximo nivel cultural entre los siglos V y III a.C. Poseían una lengua común y, junto a una abundante cerámica, una rica tradición artística (como las Damas de Elche y Baza). Los ajuares funerarios, repletos de armas, demuestran la existencia de una élite aristocrática y militar.
Celtíberos
Vivían en el norte y en la Meseta. Practicaban una economía agraria pobre, pero conocían la metalurgia del hierro. Se agrupaban en confederaciones tribales y construían poblados fortificados, como los castros gallegos o ciudades como Numancia.
Cultura Talayótica
Se caracteriza por la existencia de un gran número de poblados amurallados y por la construcción de edificios, entre los que destacan los talayots, que han dado nombre a este periodo histórico. Se desarrolla durante la Edad de los Metales en las Islas Baleares (Menorca y Mallorca).
Talayots
Hechos de piedra, tenían una función de vigilancia (por si el mar entraba en la isla). Se situaban en zonas elevadas, eran de forma circular y podían tener habitaciones. Eran torres de vigilancia.
Taulas
Representaban altares o lugares de rituales. Solían tener forma de T.
Navetas
Eran tumbas, zonas de enterramiento colectivo, con forma de barco invertido. También hacían la función de templos, donde se solían hacer rituales, sacrificios y danzas. Algunas también se utilizaban como vivienda.
Hispania Romana: Conquista y Transformación
Romanización
Proceso por el que los pueblos peninsulares adquirieron los modos de vida y de pensamiento de Roma. Fue un proceso lento que comenzó al mismo tiempo que la conquista de Hispania y se extendió desde las costas mediterráneas y del valle del Guadalquivir, zonas de más intensa romanización, hasta las tierras del interior y del norte, donde fue un proceso más lento e inacabado.
Etapas de Conquista de Hispania
1ª Etapa (Siglo II a.C.)
Coincide con la Segunda Guerra Púnica. Cuando se produjo el ataque a la ciudad de Sagunto, Roma y Sagunto se unieron (tenían una industria pesquera). El proceso de salazón fue muy importante, ya que los romanos compraban pescado y garum (salsa que se le echaba a todo, hecha a partir de las cabezas y espinas del pescado). Cuando los cartagineses atacaron Sagunto, estos pidieron ayuda a Roma, que acudió a la península.
Segunda Guerra Púnica
Aníbal (cartaginés) establece su base en Hispania para conquistar Italia. Atraviesa Francia, los Pirineos y entra en Italia sin que nadie se lo esperase. Se plantó en Roma con un ejército de elefantes. Aunque no se produjo el ataque directo a Roma, esta envió a Cneo y Publio Escipión a la península para que arrasaran la zona cartaginesa.
Tercera Guerra Púnica
Publio Cornelio Escipión acaba con el imperio cartaginés. Conquista Cartagena, Ampurias… Después, sigue a Aníbal hasta África, lo derrota y los cartagineses desaparecen.
2ª Etapa (190-150 a.C.)
Fase de conquista. Se ocupa el centro, el occidente peninsular y la zona del Ebro. Se crean las dos grandes provincias: Hispania Ulterior y Citerior.
3ª Etapa (154-29 a.C.)
Roma intenta centrarse más en el territorio de la zona de Castilla y León. Empiezan a encontrarse dificultades porque se adentran en territorio celta. Dos problemas principales:
- En Lusitania, con Viriato, quien hizo la vida imposible a los romanos mediante guerrillas. Roma decidió comprar a sus generales para que asesinaran a Viriato, y así fue.
- Los celtíberos conquistan Numancia.
4ª Etapa
Lucharon contra los cántabros y astures. El propio Augusto acudió a la guerra y finalmente los derrotó, con lo que toda la península quedó en manos de Roma.
Crisis del Siglo III
Se produjo debido a la falta de nuevas tierras para conquistar, lo que implicó una escasez de esclavos. Los bárbaros comenzaron a introducirse poco a poco, lo que provocó un aumento del ejército, al que se le pagaba con lo que producían, llevando a un aumento de los precios. La gente empezó a irse de las ciudades al campo. Se devaluó la moneda de oro con la aparición de las falsas monedas, que empezaron a desaparecer. Hubo un descenso demográfico, ya que no podían mantener a los hijos. Se crearon los colonos o bagaudas, que eran antiguos propietarios que trabajaban por un salario. El cristianismo empezó su auge junto con el mitraísmo, ya que la gente dejó de creer en sus dioses porque no les protegían.
El Reino Visigodo en Hispania
Asentamiento Visigodo en Hispania
En el año 409, alanos, suevos y vándalos se adentraron en Hispania sin encontrar resistencia. Para frenar su avance, el Imperio Romano autorizó a los visigodos a asentarse en el sur de la Galia y controlar territorios de Hispania. Entre 416 y 476, los visigodos expulsaron a los alanos y los vándalos, y confinaron a los suevos en Gallaecia (actual Galicia).
El Imperio Romano desapareció en 476, y los visigodos alcanzaron su independencia. En 507, tras la derrota en la batalla de Vouillé, los visigodos se desplazaron en masa hacia Hispania, expulsados de la Galia por los francos, conservando solo el control de Narbona y la Septimania en la actual Francia. El reino hispano-visigodo adoptó Toledo como su capital.
La monarquía visigoda se fomentó a partir de una unificación jurídica, política, religiosa y territorial. Leovigildo y su hijo Recaredo expulsaron a los bizantinos. Dominaron el territorio y estructuraron una monarquía hereditaria en la que el monarca se apoyaba en el Aula Regia y en los Concilios.
Leovigildo promovió la igualdad entre hispanorromanos y visigodos, y derogó la ley que prohibía los matrimonios mixtos. Posteriormente, en 589, Recaredo se convirtió al catolicismo, logrando la unificación religiosa.
Evolución Histórica Visigoda: Reyes Clave
Rey Leovigildo
Decidió que, a pesar de ser los invasores, no abandonarían la cultura romana. Derrotó a los suevos (rey Mirón), ocupando la región de Gallaecia. También derrotó a los vascones e intentó dominarlos, conquistando la plaza de Vitoria. Consiguió una unidad jurídica (todos bajo las mismas leyes) y una unidad religiosa (en la península había muchas religiones, pero impusieron el arrianismo, una vertiente del cristianismo; toda la población tuvo que pasarse a esa religión, ya que era una monarquía).
Rey Recaredo (hijo de Leovigildo)
Obligó a los visigodos a convertirse al catolicismo. Celebró el III Concilio de Toledo. El arrianismo fue considerado una herejía y el cristianismo se extendió por toda la península, logrando la unificación religiosa.
Rey Suintila
Expulsó a los bizantinos de la península. Su reinado se extendió desde principios del siglo VII hasta principios del siglo VIII, momento en que entran los árabes.