Diferencias entre la Pintura Cantábrica y Levantina
El arte rupestre nos ofrece la muestra más directa del pensamiento de los antiguos pobladores del Paleolítico medio-superior y periodos posteriores, alrededor del 9.000 a.C., con claras diferencias entre las manifestaciones artísticas.
En las cuevas de la Cornisa Cantábrica, el arte paleolítico se centra predominantemente en la representación de la fauna existente, especialmente los grandes herbívoros que eran objeto de caza.
Por otro lado, la pintura rupestre levantina, desarrollada en la zona oriental de la Península Ibérica, se extiende por casi toda la costa mediterránea, desde Lleida hasta Almería. Emplearon colores como el rojo, el negro y el blanco, obtenidos de diferentes minerales. A diferencia del arte cantábrico, no mezclaron los colores, por lo que sus pinturas carecen de bicromía, policromía o gradación de tonalidades.
Una novedad fundamental del arte levantino es la incorporación de la figura humana como protagonista de sus obras. Podemos establecer tres tipos:
- Las bélicas, con escenas de combate, desfiles y danzas guerreras.
- Las que reproducen actividades relacionadas con la caza.
- Las de la vida cotidiana, que se centran en la recolección de alimentos, la organización jerárquica y las danzas rituales.
El hombre se representa desnudo, con adornos en cabeza, brazos, piernas y cintura, y portando arco y flechas. La figura femenina, por su parte, se muestra con el tronco desnudo y una falda acampanada que puede llegar hasta la rodilla o los pies.
Diferencias entre la Economía y la Organización Social del Paleolítico y el Neolítico, y las Causas del Cambio
El Paleolítico
El Paleolítico, dividido en Inferior, Medio y Superior (aproximadamente 1.200.000 a.C. – 10.000 a.C.), se caracterizó por una economía nómada y depredadora. Los grupos humanos se refugiaban en cuevas, con una división del trabajo donde los hombres se dedicaban a la caza y las mujeres al cuidado de los niños y la recolección.
La sociedad paleolítica era nómada, organizada en pequeños grupos de 15 a 20 individuos. No existía una jerarquización marcada, predominando la igualdad entre sus miembros y el trabajo comunitario, sin concepto de propiedad privada.
Desarrollaron el curtido de pieles para protegerse del frío. La tecnología era rudimentaria, basada en herramientas de piedra tallada como hachas de mano y raederas de hueso, utilizadas para la defensa y la caza.
El Neolítico
El Neolítico (aproximadamente 5.000 a.C. – 4.000 a.C.) marcó un cambio trascendental. La cerámica surgió por la necesidad de almacenar excedentes de producción, especialmente para épocas de escasez, y se recubría de barro para impermeabilizarla. Las herramientas de piedra se pulimentaron, y se inició el uso de los metales para actividades agrícolas y la fabricación de utensilios.
Con el Neolítico, se observa el origen de la diferenciación social y la especialización del trabajo, donde la riqueza comenzó a distinguir a los individuos. La población experimentó un crecimiento continuo gracias a la mayor disponibilidad de alimentos.
El uso de pieles animales fue gradualmente sustituido por el tejido. El sedentarismo se consolidó, con la construcción de hogares permanentes de ladrillos de barro y paja. La agricultura y la ganadería se convirtieron en las bases económicas, dando origen a la industria artesanal y al trueque como forma de comercio. Un hito importante de este periodo fue el descubrimiento de la rueda en Mesopotamia, hacia el 5.500 a.C.
Sistemas de Repoblación en la Reconquista: Ámbito, Características y Consecuencias
La Presura
La Presura fue el modelo de repoblación aplicado principalmente en el Valle del Duero, la primera de las grandes áreas conquistadas que requería ocupación efectiva. Se desarrolló fundamentalmente durante los siglos IX y X.
Desde el siglo IX, se documenta la ocupación de tierras por pequeños campesinos en lo que se conoce como “repoblación espontánea”. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo IX, la monarquía y los grandes magnates asumieron la organización de la ocupación, dando lugar a la “repoblación oficial”, donde los poderosos entregaban tierras a los campesinos para su cultivo.
Este modelo también se aplicó en el área pirenaica bajo el nombre de aprisco. Los campesinos que se asentaban en estas tierras solían ser individuos desheredados de sus lugares de origen o mozárabes (cristianos procedentes de Al-Ándalus) que buscaban refugio en territorios bajo control cristiano. La llegada de gentes del Norte a la zona superior del Valle del Duero dejó una importante huella en la toponimia, con nombres de localidades como Gallegos o Asturianos.
Repoblación Concejo
La Repoblación Concejo implicó la división del territorio conquistado en municipios, compuestos por una ciudad amurallada y su término municipal, a los que se les otorgaban fueros. Estos fueros establecían el marco jurídico del concejo, concediendo el rey privilegios a sus habitantes para atraer población a las peligrosas zonas fronterizas.
Dirigida por los monarcas cristianos, este sistema fomentó una sociedad basada en la mediana propiedad. La caballería villana se encargaba de la defensa y se configuró como el grupo social hegemónico en los nuevos núcleos de población. En regiones con abundante población musulmana, como Zaragoza o Toledo, esta fue reubicada en zonas rurales o en los arrabales de las ciudades.
Repoblación de las Órdenes Militares
La Repoblación de las Órdenes Militares se llevó a cabo mediante la encomienda de vastas extensiones de tierra a las grandes órdenes militares (Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa), compuestas por monjes-guerreros. Este proceso dio lugar a una zona caracterizada por grandes latifundios ganaderos, salpicados de fortalezas para la defensa de la frontera.
Repoblación por Repartimientos
La Repoblación por Repartimientos consistió en la concesión de grandes territorios por parte de los reyes a los nobles y soldados que participaron en la conquista militar. Estos podían ser donadíos (grandes latifundios para la alta nobleza) o heredamientos (propiedades de menor tamaño). Esta estructura se basó en la gran propiedad, mientras que en las ciudades se organizaron concejos.