El Inicio de la Segunda Guerra Mundial: La Invasión de Polonia y la Expansión Alemana
El 1 de septiembre de 1939, los alemanes invadieron Polonia con la intención de liquidar rápidamente este frente para después concentrarse en el occidental. En la invasión a Polonia, los alemanes pusieron en práctica un tipo de ataque rápido conocido como Guerra Relámpago (Blitzkrieg). Sin previo aviso, Alemania invadió Polonia desde el norte y desde el sur. Desde el aire, los bombarderos se encargaron de sembrar el pánico. El débil ejército polaco, que solo contaba con una importante caballería, se estrelló contra los tanques y la maquinaria alemana. Pocos días después, la URSS invadió la parte oriental de Polonia. Tras la conquista de Polonia, Alemania y la URSS se repartieron el territorio y firmaron el pacto de no agresión entre sí.
La Campaña de Noruega y la Dispersión de Fuerzas
A pesar de la neutralidad de Noruega, Hitler invadió los países escandinavos. El punto de arranque tuvo lugar en febrero de 1940, cuando un incidente con prisioneros ingleses en aguas noruegas (el incidente del Altmark) sirvió de pretexto. A raíz de entonces, alemanes y aliados proyectaron simultáneamente la invasión de Escandinavia, siendo los primeros conflictos bélicos directos entre ambos en Noruega. Desde entonces, Alemania, aunque sufría una mayor dispersión de fuerzas, obtenía el hierro sueco, imprescindible para su industria bélica, y lograba aislar a la URSS de los aliados occidentales, además de asegurar una extraordinaria base de ataque contra Inglaterra.
La Caída de Francia y la Batalla de Inglaterra
La Estrategia de Von Manstein y la Brecha de Sedán
En 1940 se produjo la derrota de Francia. Se siguió el plan dado por Von Manstein que, en contra de lo inicialmente planificado por el Alto Mando alemán y, sobre todo, en contra de lo esperado por los franceses, preveía introducirse por las Ardenas. Después de la ofensiva en las Ardenas, donde los franceses creían que eran infranqueables, los alemanes abrieron la brecha de Sedán. Se produjo un avance relámpago desde Sedán hacia Abbeville. Los alemanes continuaron la ofensiva sobre el frente del Somme, y los franceses fracasaron. Solo hizo falta una semana para dejar fuera de combate a Francia. París, declarada ciudad abierta, sería tomada el 14 de junio. El mariscal Pétain, el viejo héroe de la Primera Guerra Mundial, no tuvo otra solución que pedir el armisticio.
La Entrada de Italia en la Guerra
La victoria alemana supuso la recuperación de Alsacia y Lorena, la ocupación militar de la costa atlántica francesa mientras durara la guerra contra Inglaterra, y la ocupación de las tres quintas partes del territorio francés. El 10 de junio, Italia entró en la guerra. Mussolini había dudado en participar, pero al ver clara la inminente victoria alemana, declaró la guerra a Francia e Inglaterra.
La Batalla Aérea por Gran Bretaña
Tras la victoria alemana en Francia, Hitler se convirtió en el potencial dueño de Europa. Solo era necesario batir a Inglaterra. Hubo un suceso que estuvo a punto de cambiar las alianzas: Inglaterra, temiendo que la flota francesa cayera en manos alemanas, la destruyó prácticamente por completo, lo que provocó una ruptura entre Francia e Inglaterra. Los alemanes intentaron destruir la defensa británica para invadir las islas. Así, desde el 8 de agosto hasta el 7 de octubre de 1940, la Luftwaffe bombardeó Inglaterra, causando gran frustración en la población civil. El gobierno británico estuvo a punto de evacuar a la población debido a la masividad de los bombardeos, que también destruían las industrias productoras de recursos para los británicos. Los británicos pidieron ayuda a los Estados Unidos, quienes los apoyaron con abundantes recursos. Estados Unidos también intervino porque temía que Hitler pudiera dominar el mundo y acabar con la democracia.
El Frente Oriental: La Operación Barbarroja y la Resistencia Soviética
El enfrentamiento con Rusia se produjo en 1941. El ataque a la URSS había sido planeado por los alemanes desde hacía mucho tiempo, ya que Hitler quería luchar contra el comunismo. El 22 de junio de 1941, se puso en marcha la “Operación Barbarroja”. Fue una brutal campaña, marcada por los abusos de las SS y el exterminio de eslavos y judíos. La sorpresa y la mala preparación de los rusos permitieron a los alemanes un avance espectacular: 430 kilómetros en 18 días, en los que ocuparon Letonia, Lituania, Bielorrusia, Ucrania, etc. Las bajas fueron muy abundantes. Aunque los rusos temían el poder alemán, Hitler no se percató de preparar provisiones para el duro invierno de 1941-1942, lo que impidió la toma de Leningrado y Moscú. Las pérdidas alemanas fueron innumerables. Stalingrado resistió, y con el duro invierno, la guerra dio un giro de 180 grados, marcando la derrota alemana en el frente oriental.
La Expansión Japonesa y la Globalización del Conflicto
Además, la guerra ya era mundial, con la presencia de Estados Unidos y Japón. Los aviones americanos fueron los encargados de los principales bombardeos en Japón. Estados Unidos participó en el conflicto bélico tras el encuentro entre Roosevelt y Churchill, quienes firmaron la Carta del Atlántico. Japón continuó su expansión por el Pacífico, lo que generó constantes conflictos con Estados Unidos, ya que ambos no podían llevar a cabo sus objetivos simultáneamente. Además, Japón reclamaba, al igual que Alemania, su espacio vital, el Gran Espacio Oriental. Los japoneses llegaron a apoderarse de todo el sudeste asiático.
La Neutralidad Española y la División Azul
Hitler se reunió con Franco en Hendaya el 22 de octubre de 1940, exigiendo la participación española para ayudarle a apoderarse de Gibraltar y controlar el Mar Mediterráneo. Franco se negó, y como “pago” por esa “neutralidad”, se envió la División Azul, tropas españolas al frente ruso.
El Avance Aliado y el Fin de la Guerra
La Campaña del Norte de África e Italia
En mayo de 1943, alemanes e italianos se rindieron en Túnez y todo el Norte de África pasó a manos de los aliados. Tras el fracaso de la última contraofensiva alemana sobre el Dniéper, tuvo lugar la ofensiva general rusa. En Italia se produjo el desembarco de Sicilia, y los aliados (británicos, franceses y americanos) comenzaron una marcha hacia el norte. La caída de Roma se produjo el 4 de junio de 1944. Mientras tanto, Mussolini fue liberado por paracaidistas alemanes, ya que había sido hecho prisionero tras la toma de Roma por los aliados.
El Desembarco de Normandía y la Liberación de Europa
En el norte de Francia se dio el Desembarco Aliado de Normandía. Esto ocurrió el 6 de junio de 1944. El bombardeo de Normandía “limpió” la zona para minimizar las bajas en el desembarco. La unión de los ejércitos del sur y del oeste en la región de Dijon conduciría a la liberación de Estrasburgo.
Las Últimas Ofensivas Alemanas y las Conferencias Decisivas
A finales de 1944 tuvo lugar la última contraofensiva alemana sobre el Danubio, en las Ardenas, en el mes de diciembre. Se produjeron dos conferencias importantes: la de Yalta y la de Potsdam, que supusieron la división de Alemania y Berlín, respectivamente.