Introducción
Pese a todas las dificultades (crisis económica internacional, terrorismo, conflictividad social, intentos de involucionismo), durante la Transición política se estableció en España un régimen democrático que se fue consolidando gracias a la nueva estructura social del país (predominio de la clase media) y al consenso alcanzado por las principales fuerzas políticas, reflejado en la Constitución de 1978. Se consolidó así un periodo de normalización política, crecimiento económico y modernización social, en especial, tras el intento de golpe de Estado de 1981 y con la subida al poder en 1982 de uno de los partidos perdedores de la Guerra Civil, el PSOE de Felipe González.
La Constitución de 1978
Elaboración y Aprobación
Las nuevas Cortes se convirtieron en Cortes Constituyentes, designándose una Comisión compuesta por representantes de todas las fuerzas políticas para elaborar el anteproyecto de la Constitución. Esta se basó en el consenso, pues fue elaborada por una Ponencia integrada por miembros de los principales partidos políticos, con la excepción del PNV:
- Manuel Fraga de AP
- Miquel Roca de PDC
- Gregorio Peces Barba del PSOE
- Jordi Solé Tura del PCE
- Gabriel Cisneros, Pedro Pérez-Llorca y Miguel Herrero de Miñón de UCD
El anteproyecto fue aprobado por las Cortes el 31 de octubre de 1978. El 6 de diciembre de 1978, la Constitución se sometió a referéndum del pueblo español, siendo aprobada por el 87% de los votos emitidos. El 27 de diciembre del mismo año fue sancionada por el rey y entró en vigor el día 29 del mismo mes.
Características Generales y Contenido
Respecto a sus características generales, la Constitución de 1978 se compone de un preámbulo, un título preliminar y otros diez títulos constitucionales; en total, la conforman 169 artículos. Tiene un carácter progresista en cuanto a sus principios, y la imprecisión y ambigüedad que presenta en algunos de sus artículos sirve para que la mayoría de los españoles pueda identificarse con ella.
Principios Fundamentales (Título Preliminar)
El título preliminar contiene los principios generales en que se basa la Constitución. En su artículo primero se define a España como un «Estado social y democrático de Derecho», se proclama que la soberanía nacional reside en el pueblo y que la forma política del Estado es la Monarquía Parlamentaria.
Derechos, Libertades y Deberes (Título I)
El título I contiene los derechos, libertades y deberes de los españoles. El Estado debe garantizar la igualdad y la libertad. Reconoce una serie de derechos como:
- El derecho a la vida
- Libertad ideológica y religiosa (estado aconfesional)
- Derecho y libertad de enseñanza
- Protección a la familia
- Vivienda digna
- Derecho al trabajo
- Protección de la salud
- Derecho a participar libremente en la vida política
- Pluralismo político
- Libertad de mercado, etc.
Instituciones del Estado (Títulos II, III, IV, VI, IX)
- La Corona (Título II): El rey es el jefe del Estado, se le otorga la representación del Estado en las relaciones internacionales y arbitra el funcionamiento regular de las instituciones.
- Las Cortes Generales (Título III): Elegidas mediante sufragio universal, representan al pueblo español, tienen el poder legislativo. Son bicamerales, formadas por el Congreso de los Diputados (Cámara de representación popular) y el Senado (Cámara de representación territorial).
- El Gobierno (Título IV): Tiene el poder ejecutivo (formado por el presidente, vicepresidentes y ministros). El presidente del gobierno es investido por el poder legislativo.
- El Poder Judicial (Título VI): Imparte justicia mediante jueces y magistrados. Los órganos más importantes son el Tribunal Supremo (órgano superior de justicia) y el Tribunal Constitucional (vigila que las leyes y actos jurídicos se ajusten a la Constitución).
Economía y Hacienda (Título VII)
Define el sistema económico español como una economía social de mercado.
Organización Territorial (Título VIII)
Aborda la organización territorial del Estado, estableciéndose los cauces para que pudieran constituirse comunidades autónomas. Establece un Estado unitario pero descentralizado, articulado en autonomías, provincias y municipios. Esta configuración recibe el nombre de Estado de las Autonomías.
Reforma Constitucional (Título X)
Establece que los proyectos de reforma deberán ser aprobados por mayoría de tres quintos de cada una de las cámaras o por referéndum.
El consenso alcanzado por las principales fuerzas políticas, reflejado en la Constitución de 1978, explica que esta continúe estando vigente en la actualidad sin apenas reformas de importancia y que, en general, siga siendo considerada como un punto de encuentro de la mayor parte de las opciones políticas.
Evolución Política: Primeros Gobiernos Democráticos
El Segundo Gobierno de Adolfo Suárez (1979-1981)
Tras la promulgación de la Constitución de 1978, se convocaron elecciones para marzo de 1979. Los resultados fueron muy parecidos a los de 1977; volvió a ganar por mayoría simple la UCD, seguida cada vez más de cerca por el PSOE. La actividad reformista continuó con la aprobación del Estatuto de los Trabajadores en 1980 (regulación de los derechos laborales) y de los Estatutos de autonomía del País Vasco y Cataluña en diciembre de 1979 (más adelante, en 1981, se aprobaron los de Galicia y Andalucía y entre 1982 y 1983, con el gobierno socialista de Felipe González, los del resto de comunidades autónomas). Se llevó a cabo un desarrollo legislativo constitucional, adaptando las normas legales al nuevo marco político: reforma del Código Civil, Ley Orgánica de Libertad Religiosa, la Reforma Fiscal, etc.
La UCD tuvo que enfrentarse a numerosos problemas, entre los que destacamos:
- La crisis económica que seguía provocando un aumento del paro, cierre de empresas e incremento de la conflictividad sociolaboral, agravada por las políticas de ajuste.
- El terrorismo de ETA y del GRAPO (muy intenso en aquellos días) generaba tensiones en gran parte de la sociedad española, así como en el Ejército y en la Guardia Civil, situación que fue aprovechada por los sectores más conservadores para alentar el golpismo.
- La crisis de la UCD, motivada por el fracaso relativo en las primeras elecciones municipales democráticas de abril de 1979 y en las autonómicas de Cataluña y el País Vasco en marzo de 1980.
- Las discrepancias en el seno de la UCD y la dura oposición que llevó a cabo el PSOE, que presentó una moción de censura que, pese a fracasar, erosionó mucho al gobierno.
Ante estas circunstancias, desilusionado y presionado por algunos sectores del Ejército, Adolfo Suárez dimitió como presidente del gobierno y de la UCD en enero de 1981.
El Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo (1981-1982)
En la sesión de investidura de Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, se produjo el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Fue dirigido por Antonio Tejero, teniente coronel de la Guardia Civil, y Milans del Bosch, capitán general de Valencia. Tejero ocupó el Congreso de los Diputados al frente de 200 guardias civiles. Paralelamente, recibió apoyos de Valencia, donde el capitán general Milans del Bosch declaró el estado de guerra y sacó las tropas a la calle.
El objetivo era volver a establecer un régimen de dictadura militar que acabara con la democracia, pero fracasó por la falta de apoyos sociales y la actitud del rey, que tras varias horas de incertidumbre, a medianoche se dirigió por televisión a la nación. Su discurso en defensa de la democracia y el orden constitucional desarmó el golpe y desautorizó a los golpistas. Los militares se retiraron a los cuarteles y, a la mañana siguiente, Tejero y los guardias civiles que ocupaban el Congreso se entregaron. Los días siguientes estuvieron marcados por las movilizaciones en defensa de la Constitución.
Durante su corto mandato, Calvo Sotelo llevó a cabo una decidida política exterior que propició el ingreso de España en la OTAN en mayo de 1982, con la oposición del PSOE y el resto de las organizaciones de izquierda. En política interior, el gobierno de Calvo Sotelo prosiguió con la política reformista: se intentó mejorar la economía, restituir la seguridad ciudadana gracias a la Ley Antiterrorista y se aprobó la Ley del Divorcio en 1981. En 1982, la situación de la UCD siguió degradándose, más aún con la fundación de un nuevo partido por Adolfo Suárez: el Centro Democrático y Social (CDS). La situación obligó a Calvo Sotelo a convocar elecciones generales para octubre de 1982; estas fueron ganadas por el PSOE de Felipe González, dando comienzo a la etapa socialista (1982-1996).
Práctica: Análisis de Textos Relacionados
Análisis 1
a) ¿A qué etapa histórica se refiere el texto anterior?
A la etapa de la España Democrática, en concreto, a la etapa socialista de Felipe González (1982-1996). Estamos ante el discurso de investidura de Felipe González, que ganó en las elecciones del 28 de octubre de 1982, iniciándose el primer gobierno del PSOE (1982-1986).
b) Resuma sus ideas principales.
El discurso comienza con la idea de que el gobierno cumplirá la ley y hará cumplirla. Además, expone que no permitirán ninguna actuación al margen de la Constitución, «ni el terror, ni el chantaje, ni intentos involucionistas» (refiriéndose al terrorismo o a los intentos de acabar con las libertades alcanzadas). También menciona que luchará por la plena integración en las Comunidades Europeas (España consiguió la entrada efectiva en la Unión Europea en 1986). Finalmente, alude a la revisión y el estudio de la decisión del anterior gobierno (el de Calvo Sotelo) de entrar en el Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Este fue un tema controvertido; una de las promesas electorales del PSOE de Felipe González fue sacar a España de la OTAN, sin embargo, el PSOE cambió de postura y defendió la continuidad de España en la alianza.
c) Explique el primer gobierno de Felipe González (1982-1986).
En las elecciones del 28 de octubre de 1982, el PSOE, con el eslogan de «Por el cambio», las promesas de sacar al país de la OTAN y crear 800.000 puestos de trabajo, ganó las elecciones por mayoría absoluta. La oposición quedó sumida en una grave crisis: la UCD tendía a su disolución; el CDS no terminaba de cuajar; el PCE perdía la mayoría de sus diputados; AP, dirigida por Fraga, intentaba, sin conseguirlo aún, ocupar el puesto de UCD. Solo los nacionalistas (en Cataluña y País Vasco) consiguieron mantenerse. Este resultado sería revalidado en las posteriores elecciones de 1986 y 1989. Todo esto le permitió llevar a cabo en solitario un amplio abanico de reformas cuyas prioridades eran la lucha contra la crisis económica, la consolidación definitiva de la democracia y el avance hacia el Estado de Bienestar. Felipe González conformó un gobierno socialista en el que Alfonso Guerra, vicesecretario general del PSOE, fue vicepresidente. Felipe González inició un programa de reformas encaminadas a la consolidación de la democracia, la modernización de España y la lucha por la justicia social. Las elecciones municipales de 1983, con el dominio aplastante de socialistas, le dieron mayor fuerza para afrontar las medidas de reformas:
Política Interior:
- Se abordó la lucha contra la crisis económica: se realizó una reforma fiscal, y para reactivar la economía, se adoptaron medidas de austeridad. Se puso en marcha la reconversión industrial (siderúrgica, naval y automovilística), una serie de medidas económicas encaminadas a la modernización tecnológica de las industrias, con el fin de hacerlas más competitivas y adaptarlas a las exigencias de la economía europea. Se mejoró la protección por desempleo, pero no se consiguió frenar el paro, por lo que su promesa de crear 800.000 puestos de trabajo no se hizo realidad.
- También se llevaron a cabo una serie de reformas sociales: Ley de Reforma de las Universidades (1983), la despenalización del aborto (1985) y la LODE o Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (1985). Se aprobó también la Ley Orgánica del Poder Judicial en 1985.
- Desde el ministerio de Defensa, se procedió a la reforma y democratización del ejército (para evitar el golpismo) y se reformaron los Cuerpos de Seguridad del Estado, para adaptarlos a la democracia.
Política Exterior:
- Se produjo la incorporación de España en la CEE (enero de 1986).
- Respecto a la OTAN, el PSOE cambió de postura y defendió la continuidad de España en la alianza. En marzo de 1986 se convocó un referéndum, en el que los españoles aceptaron la permanencia en esta organización con el 52% de los votos favorables.
Análisis 2
a) ¿A qué etapa histórica se refiere el texto anterior?
A la etapa de la España Democrática, en concreto, la del Partido Popular de José María Aznar (1996-2004) tras el periodo socialista de Felipe González (1982-1996). Estamos ante el discurso de investidura de José María Aznar, que ganó en las elecciones en 1996, iniciándose el primer gobierno del PP (1996-2000).
b) Resuma las ideas principales.
En el discurso de investidura, Aznar, tras solicitar la confianza de la Cámara, expone que las elecciones del 3 de marzo abren una nueva etapa, tras un largo periodo de gobiernos socialistas (el PSOE de Felipe González estuvo cuatro legislaturas en el gobierno, de 1982 a 1996), donde los españoles han manifestado su deseo de renovación con el objetivo de modernizar el país y el funcionamiento de la democracia, con nuevas políticas para corregir los «problemas no resueltos y errores» (esto es una crítica al anterior gobierno socialista) y para alcanzar mayor libertad y bienestar. A continuación, hace referencia a que aunque no han obtenido mayoría absoluta en el Congreso, sí han obtenido la confianza de la mayoría de los españoles por ser la opción política más votada. Por último, expresa su voluntad de cambio político, haciendo alusión a la vía del diálogo, el compromiso y consenso («decisiones compartidas»).
c) Explique el primer gobierno del Partido Popular de José María Aznar (1996-2000).
Aunque los pronósticos vaticinaban una grave derrota del Partido Socialista, en las elecciones generales de 1996, el PP no obtuvo mayoría absoluta, por lo que tuvo que gobernar con el apoyo de las formaciones regionalistas y nacionalistas (CIU, PNV y Coalición Canaria), lo que le obligó a mantener una orientación centrista. En un contexto de bonanza económica internacional, Aznar dejó en manos de Rodrigo Rato (vicepresidente del gobierno) la política económica: se privatizaron numerosas empresas públicas (Telefónica, Endesa, Argentaria, etc.) y se llevó a cabo una reforma fiscal que redujo el IRPF con el objetivo de aumentar la demanda y activar el consumo. Se consiguió reactivar la economía, se redujo la inflación y la tasa de paro, basándose en el desarrollo de los servicios, las inversiones exteriores y la explosión del mercado inmobiliario. Esta recuperación del empleo favoreció la llegada de inmigrantes. Con todo ello se consiguieron alcanzar los criterios de convergencia en 1999 para su entrada en el euro (reducción del déficit público y de la inflación).
El problema del terrorismo de ETA seguía latente. Después de una primera etapa de entendimiento con el PNV, el secuestro y asesinato en 1997 de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua, provocó una reacción social sin precedentes, así como un endurecimiento de la política antiterrorista del gobierno. El Pacto de Ajuria Enea se rompió, optando el PP por acuerdos con el PSOE; y los nacionalistas vascos por el acercamiento a la izquierda abertzale (Pacto de Lizarra de 1998).