El Congreso de Viena y el Sistema de Restauración (1815)
El sistema de Restauración se diseñó en el Congreso de Viena con el objetivo de restablecer el equilibrio entre las potencias europeas. La figura clave fue el canciller austriaco Metternich. Para ello, se diseñó un nuevo mapa político de Europa.
Consecuencias territoriales y políticas
- Extinguido el Sacro Imperio Romano Germánico, se creó la Confederación Germánica.
- Prusia y Rusia incrementaron sus territorios. Polonia siguió sometida a Rusia.
- Se decretó la creación del Reino de los Países Bajos con la unificación de las Provincias Unidas y Bélgica.
- Suecia se anexionó Finlandia y Noruega.
- Austria amplió sus posesiones por Italia.
- Francia volvió a sus fronteras de 1792 y sus plazas militares fueron ocupadas.
Finalmente, se formó la Cuádruple Alianza entre Austria, Rusia, Prusia y Gran Bretaña, destinada a mantener el orden establecido.
La Revolución de 1830: El Liberalismo Nacionalista
La Revolución de 1830 comenzó en Francia y se extendió por Bélgica y Polonia. Fue una revolución de carácter liberal con un fuerte componente nacionalista. Se inició en París en medio de una crisis agrícola y financiera, y bajo la presión de los partidarios de cambiar la dinastía de los Borbones.
Las Cuatro Ordenanzas y el estallido
El detonante fue la aprobación de las Cuatro Ordenanzas de 1830, que:
- Suspendieron la libertad de prensa.
- Disolvieron las Cámaras.
- Redujeron la base electoral.
- Permitieron gobernar por decretos.
Las Tres Gloriosas Jornadas (28, 29 y 30 de julio), con barricadas en las calles de París y la complicidad del ejército, obligaron a Carlos X a exiliarse. Esto inició el reinado de Luis Felipe de Orleans, quien, aunque inicialmente se opuso a los principios de la Restauración y se mostró dispuesto a apoyar los movimientos revolucionarios que surgían por toda Europa, se alejó de los principios liberales y aumentó sus tendencias autoritarias una vez en el poder.
Las Revoluciones de 1848: La Primavera de los Pueblos
Estas revoluciones se debieron a un conjunto de causas económicas, de política internacional y sociales. El movimiento comenzó en Francia por la prohibición de unos actos revolucionarios en París.
Francia: De la Monarquía a la Segunda República
La presión popular obligó a Luis Felipe a abdicar, y el 24 de febrero se proclamó la Segunda República. El nuevo gobierno adoptó medidas de carácter revolucionario:
- Convocó elecciones por sufragio universal masculino.
- Abolió la esclavitud.
- Creó los Talleres Nacionales para dar trabajo.
- Redujo la jornada laboral y reconoció el derecho a huelga.
El triunfo moderado en las elecciones de abril limitó estas medidas, lo que provocó motines populares. Los propietarios apoyaron la candidatura de Luis Napoleón como presidente de la República. Su régimen tuvo fuertes tendencias autoritarias y, en 1851, dio un golpe de Estado. Se proclamó emperador con el nombre de Napoleón III y asumió plenos poderes.
Impacto en otros territorios
Península Itálica
La revolución se basó en la petición de constituciones liberales, del sufragio universal y del fin de la ocupación austriaca.
Estados Alemanes
Las revueltas sociales se extendieron a varios territorios, lo que obligó a convocar un Parlamento Alemán. Este se proclamó soberano, nombró un gobierno, elaboró un proyecto de constitución y llegó a discutir sobre qué territorios debían formar Alemania.
Imperio Austriaco
Francisco José I tuvo que hacer frente a los movimientos nacionalistas de húngaros y checos.
Los Procesos de Unificación Nacional (Italia y Alemania)
Unificación Italiana
Víctor Manuel II dirigió el proceso unificador, contando con la ayuda del primer ministro Cavour desde 1852.
Primera Fase (Lucha contra Austria)
El Piamonte se alió con Francia para luchar contra Austria, país que dominaba buena parte del norte de Italia. Austria fue derrotada en las batallas de Magenta y Solferino. Francia redujo el alcance de los acuerdos. En 1860 se produjo la anexión de Parma, Módena y Romaña al Piamonte tras un referéndum. Se creó un parlamento común para las zonas de Italia que dominaba Víctor Manuel II, que se declaró Parlamento Italiano.
Segunda Fase (Incorporación del Sur)
Campaña de incorporación de Sicilia, para lo que Cavour contó con el apoyo de Garibaldi. En 1860, los campesinos se sublevaron contra el rey de Nápoles. Cavour aprovechó esto y envió a Sicilia los Mil Camisas Rojas al mando de Garibaldi. Sicilia, Las Marcas y Umbría fueron incorporadas al Reino de Piamonte. El nuevo parlamento reconoció a Víctor Manuel II como rey de Italia.
Tercera Fase (Roma y el Véneto)
Faltaba incorporar los Estados Pontificios y el Véneto al nuevo estado italiano. La guerra finalizó con la derrota de Austria, que cedió Venecia a Italia. Roma quedó unida a Italia y se proclamó capital del nuevo estado tras la derrota de Francia en Sedán. Sin embargo, el Papa no reconoció el nuevo estado hasta 1929, con los Tratados de Letrán, que crearon el Estado de la Santa Sede en el corazón de Roma.
Unificación Alemana
Prusia era el principal estado alemán y pretendía liderar el proceso de unificación. Para ello, inició un proceso acelerado de industrialización, de reforzamiento del ejército y de reformas políticas. En 1862, Bismarck fue nombrado canciller de Prusia. Él defendía el aumento de la autoridad del rey frente a las tendencias democráticas y el predominio social de la aristocracia terrateniente.
Primera Fase (Liderazgo Prusiano)
Prusia se enfrentaba a la rivalidad de Austria. Aprovechando que Austria estaba ocupada, Bismarck propició la invasión del ducado austriaco de Holstein.
Segunda Fase (Guerra contra Austria)
La derrota de Austria en la batalla de Sadowa materializó la anexión y la creación de la Confederación de la Alemania del Norte.
Tercera Fase (Guerra contra Francia)
Bismarck firmó una alianza militar con los estados alemanes del sur. Napoleón III se oponía a su anexión a Prusia por el peligro que un país unificado podía suponer para Francia. Bismarck provocó una guerra con Francia, la cual fue derrotada en Sedán. Alemania se anexionó Alsacia y Lorena. Así nació el Segundo Imperio Alemán, cuyo rey era Guillermo I.