KANT Y EL CRITICISMO TRASCENDENTAL
1. El Problema del Conocimiento: El Idealismo Trascendental
Immanuel Kant defendía el criticismo, es decir, el análisis crítico de las posibilidades y los límites de la razón. A partir de esta constatación, Kant intenta fundamentar la posibilidad de hacer ciencia y explicar las ilusiones que genera la física.
Distinciones Fundamentales en los Juicios
Para desarrollar su idea, Kant distingue entre dos tipos de juicios según su contenido y su origen:
- Juicio Analítico: Surge cuando el predicado se limita a afirmar alguna propiedad que ya estaba contenida en el sujeto; por lo tanto, no amplía el conocimiento (Ejemplo: “Un soltero no es casado”).
- Juicio Sintético: Afirma en el predicado alguna propiedad no incluida entre las características inherentes al sujeto; por lo tanto, sí amplía el conocimiento (Ejemplo: “La mesa es verde”).
Además, Kant establece una distinción basada en la experiencia:
- Juicios a Priori: Surgen cuando son necesarios e independientes de la experiencia (Ejemplo: “Un triángulo tiene tres lados”).
- Juicios a Posteriori: Surgen de la experiencia y, como tal, son contingentes (Ejemplo: “Hoy hace sol”).
La Búsqueda del Progreso Cognitivo
El problema central es que la única forma de obtener nueva información es mediante juicios a posteriori. Por ello, Kant intenta encontrar juicios que representen un progreso para el conocimiento, pero que no dependan de la experiencia.
La búsqueda de estos juicios lleva a Kant a realizar lo que él mismo denomina una revolución copernicana: se trata de buscar los fundamentos del conocimiento en nosotros mismos. El conocimiento no es resultado de la sumisión de la razón a las cosas, sino de la adaptación de las cosas a la forma de la razón. Por tanto, es en nosotros y no en el mundo exterior donde hay que buscar los fundamentos que sirvan para todo conocimiento humano.
El Idealismo Trascendental
Frente al realismo, que defiende que la realidad la aporta el objeto, y el idealismo, que atribuye la realidad a la actividad del sujeto, Kant propone un idealismo trascendental, en el cual el sujeto no aporta el contenido del conocimiento, pero sí la forma.
2. La Estética Trascendental: El Papel de la Sensibilidad
Kant define la sensibilidad como la capacidad de ser afectados por algo. Esta es el punto de partida del conocimiento, ya que si no somos afectados por algo, no tendremos conocimiento de ello.
Fenómenos y Noúmenos
El autor defiende que no conocemos qué son las cosas en sí mismas (noúmenos), solo conocemos el modo como se nos manifiestan (fenómenos).
Kant clasifica estas manifestaciones de la realidad como dos formas generales, inherentes a nuestra estructura cognitiva:
- Espacio
- Tiempo
Estas son formas a priori de la sensibilidad, es decir, están en nosotros. Visto así, los juicios sintéticos a priori se hacen posibles. Dado que el espacio y el tiempo son a priori, si hacemos juicios sobre ellos que nos aporten nuevos conocimientos, estos serán sintéticos y a priori, independientes de la experiencia, porque estas formas son condiciones necesarias.
3. La Analítica Trascendental: El Papel del Entendimiento
La sensibilidad es simplemente la capacidad de ser afectados, pero conocer no es solo ser afectado, sino establecer juicios sobre lo que nos afecta. Toda modificación que se produce en la sensibilidad es captada por otra facultad: el entendimiento.
El Acto de Juzgar y las Categorías
Todo conocimiento consiste en juzgar, y juzgar es unificar las intuiciones de la sensibilidad mediante categorías. Las categorías son las posibilidades que tenemos de hacer afirmaciones sobre lo que nos ha afectado.
El espacio, el tiempo y las categorías son formas trascendentales, es decir, formas a priori del sujeto que hacen posible el conocimiento.
La Causalidad como Categoría Clave
Entre las categorías, hay una más importante: la causalidad. No sabemos cómo están conectadas las cosas en sí mismas (noúmenos), pero el hecho es que el entendimiento dispone de una estructura a priori, la causalidad, que le permite establecer conexiones necesarias entre fenómenos. Así pues, las categorías hacen posible la ciencia empírica.
4. La Dialéctica Trascendental
La razón es la facultad unificadora del conocimiento, cuya función es reducir la enorme variedad del conocimiento al menor número de principios.
Los Ideales de la Razón
Estos principios unificadores son llamados por Kant ideales de la razón, y son tres:
- El alma o yo: Ideal de la razón que unifica todos los fenómenos de la experiencia interna.
- El mundo: Ideal de la razón que unifica todos los fenómenos de la experiencia externa.
- Dios: Ideal de la razón que integra la unidad absoluta de todo.
Los ideales de la razón son herramientas indispensables orientadas a la unificación del conocimiento.
La Ilusión Trascendental
Cuando la metafísica olvida este uso regulador y trata el alma, el mundo y Dios como si fueran objetos dados por la sensibilidad, cae en la ilusión trascendental. El hecho de que no podamos contestar científicamente las grandes preguntas sobre el alma, el mundo o Dios no los anula, sino que las remite a otro ámbito: el de la razón práctica.