La Física y Cosmología de Aristóteles: Causas, Teleología y el Universo Geocéntrico

Las Cuatro Causas Aristotélicas y la Teleología

Aristóteles estableció cuatro tipos de causas para explicar la existencia y la naturaleza de los seres:

  1. Causa Formal: Hace referencia a la forma del ser, la estructura que recibe una cosa. Es la que permite identificar la clase de ser que es, o de modo más preciso, decir a qué especie pertenece.
  2. Causa Material: Se refiere a la composición del ser que estudiamos.
  3. Causa Eficiente: Explica cómo un ser ha podido llegar a existir (el agente del cambio).
  4. Causa Final: Pretende descubrir el propósito que debe cumplir el ser (su «para qué»), es decir, la razón final de su existencia.

Aristóteles, con su estudio de la causa final (denominado técnicamente «teleología» o «enfoque teleológico»), pretende situar a cada ser natural en relación con los otros seres. Para Aristóteles, todo ser en la naturaleza obedece a una finalidad o propósito; existe «para algo» en el orden de la naturaleza.

Aristóteles como Filósofo Natural y Cosmólogo

Por otro lado, a pesar de su fama actual como metafísico, filósofo moral y pensador político, en su propio contexto, Aristóteles fue ante todo un filósofo natural. Se centró en cómo funciona y se organiza el universo, de qué se compone la materia, cómo y por qué se mueven los cuerpos, y cómo cambian los seres naturales.

Además, fue un estudioso de la historia natural (animales, plantas, minerales), lo que lo llevó a preguntarse por el concepto de vida.

La Cosmología Aristotélica: El Universo Geocéntrico

Aristóteles concibe el universo como una sucesión de esferas homocéntricas, con la Tierra esférica en su centro, resultando en un universo geocéntrico. Esta cosmología fue elaborada en su tratado Sobre el cielo.

El universo aristotélico está altamente compartimentado. Alrededor de la Tierra se sitúan sucesivamente las regiones del agua, del aire y del fuego. En conjunto, estas regiones asociadas a los cuatro elementos forman el mundo sublunar o terrestre. Más allá, está la esfera de la Luna, a la que siguen las esferas celestes, portadoras del Sol y los planetas, y, así, hasta la esfera más exterior, la de las estrellas fijas, que forman la región celeste. Todas las esferas giran en torno a la Tierra, que está inmóvil.

La Heterogeneidad del Universo

El universo resultante es heterogéneo, con dos partes completamente diferentes:

1. Mundo Terrestre o Sublunar

  • Composición: Compuesto por los cuatro elementos de Empédocles.
  • Características: Ámbito de la generación y la corrupción, de la caducidad, del nacimiento y la muerte, de lo transitorio.
  • Movimientos: Los movimientos son rectilíneos finitos. Cada cuerpo móvil, por su naturaleza (causa eficiente), tiende a ir hacia su lugar natural, es decir, la región del elemento que predomina en su composición.

2. Mundo Celeste

  • Composición: Compuesto por el éter o quintaesencia.
  • Características: Ámbito de la estabilidad, de la continuidad, de la permanencia, de la ausencia de cambio y de la perfección.
  • Movimientos: Los movimientos son circulares (símbolo de perfección) y continuos, causados por el Primer Motor, que mueve la esfera de las estrellas fijas y transmite el movimiento al resto de las esferas. Esta causa primera mueve el Universo en razón de su perfección.

Aportaciones Adicionales y la Historia Natural

Teorías Complementarias

Además, el filósofo propuso otras teorías, entre las que destaca la existencia de unas «esferas compensatorias», igualmente cristalinas, que no llevan ningún planeta pero que se mueven en círculo en sentidos diferentes a las portadoras de planetas. La resultante de movimiento de este sistema es la retrogradación.

El Naturalista Aristóteles

La Historia Natural es la tradición de conocimiento que estudia la diversidad de animales, plantas y minerales de un modo descriptivo e interpretativo. Sus practicantes son llamados «naturalistas». El más eminente naturalista de la antigüedad fue Aristóteles.

Aristóteles recogió gran cantidad de ejemplares y registró personalmente muchas observaciones. Sin embargo, el enorme volumen de información que recogen sus tratados de historia natural señala claramente que fue auxiliado en su tarea, tanto por sus propios discípulos, como por otras personas que, por razones diversas, estaban en estrecho contacto con la naturaleza y los seres vivos que la habitan: médicos, pescadores, granjeros, pastores, apicultores, viajeros, etc.

En general, Aristóteles era crítico con sus fuentes, y en sus escritos naturalistas queda poco espacio para la fantasía. De su obra, extraemos las siguientes características:

  • Los tratados de historia natural aristotélicos que nos han llegado son, básicamente, de contenido zoológico.
  • Se conservan cuatro grandes tratados de historia natural escritos por Aristóteles:
    1. Historia de los animales
    2. Partes de los animales
    3. Sobre la generación de los animales
    4. Sobre el alma

Además de estos grandes tratados de historia natural, Aristóteles escribió casi una decena más de obras menos extensas sobre temas concretos (el movimiento de los animales, la sensación, la memoria, el envejecimiento, etc.), conocidas conjuntamente como los Parva naturalia.

Conclusión y Legado

En conclusión, el conjunto de la obra de Aristóteles supone el legado más influyente de la Grecia clásica en la historia de la ciencia. Su filosofía perduró en la ciencia helenística, islámica y en la ciencia de la Edad Media cristiana.