La Ley de Responsabilidades Políticas de 1939: Represión y Consolidación del Franquismo en España

Introducción: La Ley de Responsabilidades Políticas de 1939

Se presenta para comentar un texto histórico titulado «Ley de Responsabilidades Políticas (9-02-1939)». Por su contenido, podemos clasificarlo como político-legislativo e ideológico. Se trata de un fragmento de fuente primaria que se sitúa en el año 1939, a finales de la Guerra Civil Española, antes de la caída de Madrid en manos de las fuerzas sublevadas. El texto fue redactado posiblemente en Burgos, donde residía la Junta Militar que dirigía la guerra y el gobierno en la zona nacionalista. Fue decretado el 9 de febrero de 1939 y publicado el 13 del mismo mes. Aunque el autor no está especificado, se puede suponer que fue decretado por la Junta Militar dirigida por Francisco Franco, uno de los principales participantes en la conspiración contra la II República, iniciada el 17 de julio de 1936. El destinatario es público, el pueblo español, y concretamente aquellos que no habían apoyado el levantamiento nacionalista. En realidad, esta ley podría ser aplicada a la inmensa mayoría que había permanecido en la zona republicana. Su finalidad era crear un método de represión para la depuración total de las personas que habían colaborado de una u otra forma con la República, y difundir el miedo y el terror, buscando no solo castigar, sino también acallar cualquier intento de disidencia.

Contenido y Objetivos de la Ley

El tema central de este fragmento es la ley que, a través de una serie de artículos, pretendía depurar a las personas que habían colaborado de una u otra forma con la República; además de castigar, buscaba difundir el terror entre la población y evitar disidencias. En concreto, en el texto se mencionan las siguientes ideas clave:

  • En primer lugar, declara que todos los acusados serían sometidos a tribunales compuestos por militares o falangistas.
  • Además, esta ley se aplicaría a los opuestos al Movimiento Nacional, ya se hubieran opuesto con actos concretos o con pasividad.
  • Como consecuencia, quedarían fuera de la ley todos los partidos y agrupaciones políticas y sociales que conformaban el Frente Popular, así como las organizaciones nacionalistas y las opuestas a las fuerzas nacionales.
  • Por último, esos partidos, agrupaciones y organizaciones declaradas fuera de la ley perderían sus derechos y se les expropiarían todos sus bienes.

Contexto Histórico: La Configuración del Estado Franquista

Este texto se sitúa históricamente en 1939, en los últimos meses de la Guerra Civil, cuando se estaba configurando el Estado franquista en los territorios bajo la jurisdicción de las fuerzas nacionales. El Estado franquista fue legitimado únicamente por la Guerra Civil, y se caracterizó por un autoritarismo extremo, configurándose como un Estado totalitario, una dictadura inspirada en los modelos fascistas italiano y alemán. Con su imposición se suprimió la Constitución de 1931, y con ella, todas las garantías individuales y colectivas; se cerró el Parlamento y solo se permitió la existencia de un único partido y un sindicato vertical, al que era obligatoria la pertenencia. El jefe del Estado y del Gobierno era Franco, denominado Caudillo de España, quien también ostentaba el título de Generalísimo de todos los ejércitos y jefe nacional del partido. El franquismo abolió los estatutos de autonomía y fomentó la españolización de territorios con identidades nacionalistas, como el País Vasco (PV), Cataluña o Galicia, para conseguir un Estado unitario y centralista. Asimismo, inició una represión constante y planificada contra los simpatizantes de la República, e impuso un estricto control y censura sobre los medios de comunicación y la educación, de la cual se encargaba la Iglesia.

Los Pilares del Régimen Franquista

El franquismo se apoyó en tres grandes pilares:

  1. El Ejército: Fue el más destacado, participando activamente en el poder, dado que muchos ministros y gobernadores civiles eran militares.
  2. El Partido Único: Falange Española Tradicionalista y de las JONS, encargado de proporcionar las bases ideológicas, controlar los medios de comunicación y suministrar cargos administrativos. Este partido formó el Frente de Juventudes, la Sección Femenina, el Sindicato Español Universitario (SEU) y la Central Nacional Sindicalista (CNS) para conseguir apoyo social al régimen.
  3. La Iglesia Católica: Tuvo un papel importante en la legitimación y construcción del régimen, configurándose como un Estado confesional católico. Se encargaba casi exclusivamente de la educación y de fomentar los valores y la moral católica en la sociedad.

Actitudes Sociales ante el Franquismo

La sociedad adoptó diversas actitudes hacia el franquismo:

  • Por una parte, el régimen contó con el apoyo de las élites económicas y sociales desde el principio, ya que estas recuperaron el poder que habían perdido durante la República. Además, los pequeños y medianos propietarios del Norte también lo apoyaron, al igual que en el alzamiento.
  • Por otra parte, las clases medias permanecieron pasivas, pues, a pesar de rechazar la dictadura, estaban traumatizadas por la guerra.
  • Por último, los sectores populares, perdedores de la Guerra Civil, rechazaron y se opusieron al franquismo. Aun así, la mayoría permaneció políticamente pasiva debido a la represión, el miedo, el control policial, el hambre y la miseria.

Grupos de Influencia o “Familias” del Régimen

El Estado franquista tuvo ciertos grupos de influencia o «familias» que lo sustentaban. Estos incluían a quienes habían apoyado el alzamiento (falangistas, carlistas, ultracatólicos, alfonsinos), a los incorporados durante la guerra (republicanos radicales, miembros de la CEDA) y a los grupos de presión creados por la Iglesia, como el Opus Dei.

La Represión Franquista: Mecanismos y Consecuencias

Durante el régimen se desarrollaron ciertas fórmulas para evitar la oposición, es decir, a todos aquellos que eran considerados «enemigos de España». Se inició una dura represión, que dejó claro que el fin de la guerra no significaba el fin de la violencia, sino la institucionalización de la represión. En la «zona nacional» se reprimió violentamente a los republicanos, y se elaboraron leyes restrictivas, quedando el poder judicial subordinado al Gobierno.

Leyes Represivas Clave

  • La primera ley fue la «Ley de Responsabilidades Políticas» de 1939, ley objeto de este comentario, creada para depurar a los colaboradores de la República.
  • En 1940 se añadió la «Ley de Represión del Comunismo y la Masonería», destinada a reprimir a los contrarios a la religión, la patria y las instituciones fundamentales.

El Ejército ejecutó una gran represión hasta 1963, cuando se creó el Tribunal de Orden Público (TOP) para juzgar los delitos políticos. Las causas de los primeros años de la posguerra fueron juzgadas por los «Consejos de Guerra».

El Terror como Instrumento de Control

Como consecuencia de estas medidas, que no solo pretendían castigar, sino también difundir el terror, se calcula que 150.000 personas fueron ejecutadas por razones políticas, un tercio de ellas durante la posguerra. Para 1940, la capacidad de las prisiones estaba saturada; incluso se crearon campos de concentración. La mortalidad aumentó debido a las precarias condiciones de vida, higiénicas y sanitarias de estos lugares. Una parte de los condenados fue enviada a «Batallones de Trabajadores» para que trabajaran en obras. Esta dura represión fue determinante para la pervivencia de la dictadura.

Confiscación de Patrimonios y Depuración Laboral

Además de las medidas citadas anteriormente, se inició una confiscación de patrimonios, como se observa en el segundo artículo del texto objeto de este comentario. Se requisaron los bienes de los exiliados y de los políticos republicanos, así como de los partidos, sindicatos y asociaciones declaradas ilegales por ser favorables a la República. También se expulsó del mundo laboral a los simpatizantes de la República, y se depuró a los funcionarios y trabajadores de la administración pública. Una ley de 1939 estableció que solo se mantendrían los puestos de trabajo de aquellos adheridos al Movimiento Nacional.

Represión de los Nacionalismos

Otro sector que sufrió la represión franquista fue el de los nacionalistas vascos, catalanes y gallegos. Sus manifestaciones lingüísticas y culturales fueron perseguidas y prohibidas, sus lenguas consideradas dialectos, y se publicaron normas que las desterraban de la enseñanza, la administración pública o los medios de comunicación, entre otras cosas. Aun así, no se anularon los sentimientos nacionalistas ni se impidió que se hablaran esas lenguas en privado. Esta represión obligó a exiliarse a muchos intelectuales nacionalistas, por lo que estas culturas quedaron vinculadas a los perdedores de la guerra y al antifranquismo.

Conclusión: La Institucionalización de la Represión

La importancia de este texto reside en que expresa el intento de institucionalizar la represión contra los opuestos al Movimiento Nacional. Por lo tanto, el fin de la guerra no significó el fin de la violencia ni la represión, que se mantuvo durante todo el régimen franquista.