Años 70: Transición y Cambio
Durante los años 70, especialmente a partir de la muerte de Franco en 1975, la narrativa española experimentó un cambio importante. Si bien al inicio de la década aún se escribía novela experimental, esta tendencia empezó a moderarse. La llegada de la democracia y la apertura cultural del país favorecieron un nuevo enfoque narrativo. Se generalizó la cultura de masas y se dio una mercantilización de la literatura.
Autores como Gonzalo Torrente Ballester y Eduardo Mendoza marcaron el inicio del giro hacia un estilo más accesible. Por ejemplo, Ballester parodió lo experimental en La saga/fuga de J.B. (1972), mientras que Mendoza en La verdad sobre el caso Savolta (1975) mezcló recursos experimentales con elementos tradicionales como la intriga y la narración lineal.
En este periodo, las novelas volvieron a centrarse en la historia en sí, con tramas interesantes y comprensibles. Los temas se alejaron de lo político y colectivo y se enfocaron en lo íntimo y personal: la soledad, el amor, la infancia, las relaciones personales o el erotismo. Se impuso un estilo más realista y directo, con frases cortas y narrativas más claras.
Convivieron autores de distintas generaciones: desde narradores de posguerra como Camilo José Cela, Miguel Delibes, Gonzalo Torrente Ballester y Álvaro Cunqueiro, hasta autores de los años 60 como Juan Benet y Juan Goytisolo.
Años 80 y 90: Diversidad de Estilos y Temáticas
Durante estas décadas, el panorama literario español se diversificó enormemente. Ya no hubo una tendencia dominante, sino múltiples corrientes que convivieron e incluso se entremezclaron.
1. Novela Lírica o Poemática
Se trata de narraciones íntimas y existenciales, parecidas al poema en prosa, centradas en el proceso de formación del individuo (a veces llamada “memorialismo narrativo“).
Autores y obras destacados:
- La lluvia amarilla (Julio Llamazares): monólogo del último habitante de un pueblo abandonado.
- Obras de Javier Marías (por ejemplo, Todas las almas, Corazón tan blanco): caracterizadas por un estilo elegante, reflexiones sobre el lenguaje, el pasado y el mundo interior del narrador.
2. Novela Histórica
Fue uno de los géneros más populares. Reinterpretó hechos del pasado para reflexionar sobre temas universales o criticar la sociedad contemporánea.
Modalidad Paródica
- Crónica del rey pasmado (Gonzalo Torrente Ballester, 1989).
Recreación del Pasado
- No digas que fue un sueño (Terenci Moix, 1986): sobre Cleopatra y Marco Antonio.
- Urraca (Lourdes Ortiz, 1981), En busca del unicornio (Juan Eslava Galán, 1987), El hereje (Miguel Delibes, 1998).
- Octubre, octubre (José Luis Sampedro): sobre la Guerra Civil.
- Arturo Pérez-Reverte se consolidó como uno de los autores históricos más leídos, con obras como La tabla de Flandes (1990) y la saga de El capitán Alatriste (iniciada en 1996).
- También destacaron obras como La sombra del viento (Carlos Ruiz Zafón) y El último Catón (Matilde Asensi), que combinaron elementos históricos, policiacos y de aventuras.
3. Novela Intimista o de Memoria
Ambientadas en contextos urbanos actuales, estas novelas exploraron conflictos íntimos como la soledad, el desamor y la búsqueda de identidad.
Autores y obras destacados:
- Juan José Millás (La soledad era esto, El desorden de tu nombre).
- Rosa Montero, con un enfoque psicológico en personajes femeninos (Te trataré como a una reina).
- Almudena Grandes, quien retrató la infancia y juventud en Malena es un nombre de tango (1994).
- Manuel Rivas con El lápiz del carpintero (1998), sobre sentimientos republicanos.
- Bernardo Atxaga, con un enfoque rural y legendario en Obabakoak (1989).
4. Otros Géneros y Tendencias
- Metanovela o novela especular: reflexiona sobre el propio acto de escribir.
- Novela neorrealista: vuelve al realismo pero desde una óptica actualizada.
- Novela policiaca: muy influenciada por la novela negra americana y el cine.
Ejemplos destacados:
- Manuel Vázquez Montalbán con su detective Carvalho.
- Antonio Muñoz Molina (El invierno en Lisboa, Beltenebros).
- Eduardo Mendoza (El laberinto de las aceitunas).
- Arturo Pérez-Reverte (El Club Dumas).
Siglo XXI: Continuidad y Eclecticismo
En la primera década del siglo XXI continuaron las tendencias anteriores, pero se observó un auge del cuento o relato breve, adaptado a los ritmos de vida modernos.
Un ejemplo destacado es Alberto Méndez con Los girasoles ciegos (2004), obra que enlaza cuatro relatos de posguerra.
La narrativa reciente se caracterizó por un eclecticismo total: coexistieron memorias, autobiografías, libros de viaje, cuentos, novelas históricas, policiacas, etc.
La novela histórica siguió siendo el género dominante, abordando tanto épocas remotas como el pasado reciente.
Ejemplos destacados:
- Arturo Pérez-Reverte: Cabo de Trafalgar (2004), Un día de cólera (2007), El asedio (2010).
- Ignacio Martínez de Pisón: Enterrar a los muertos, centrada en la recuperación de la memoria histórica.
Finalmente, emergieron y se consolidaron géneros nuevos o reinventados:
- La novela gráfica, que fusiona cómic y literatura. Autores como Paco Roca o Luis Durán la popularizaron.
- El Steampunk, una variante de la ciencia ficción con estética retrofuturista.