La Filosofía de David Hume: Naturaleza Humana y Conocimiento
Hume reconoce, como antes hicieron Descartes y más tarde haría Kant, que la filosofía a lo largo de su historia no ha llegado a ningún conocimiento seguro. Ante esta situación, Hume propone un planteamiento nuevo. Si todas las ciencias, incluida la filosofía, parten del hombre, debemos comenzar por conocer la naturaleza humana.
En su obra fundamental, Investigación sobre el entendimiento humano, Hume establece que al hombre se le puede considerar bajo dos puntos de vista:
- Como ser racional: La ciencia del hombre se convierte en una investigación sobre el entendimiento, sobre el conocimiento y sus leyes (Epistemología).
- Como ser de acción: La ciencia del hombre es un estudio de su comportamiento, una moral que toma como punto de partida la observación de la conducta humana (Ética).
El Emotivismo Moral de Hume: Sentimiento vs. Razón
La moral consiste en diferenciar las acciones que son buenas de las que son malas. A lo largo de la historia de la filosofía, podemos ver dónde han puesto algunos pensadores estos criterios:
- Platón: El criterio se situaba en las Ideas, donde las virtudes guiaban hacia el Bien.
- Aristóteles: El criterio se situaba en la naturaleza, considerando bueno aquello que permitía la autorrealización.
- Santo Tomás de Aquino: Sigue el esquema de Aristóteles, añadiendo la acción de Dios.
En estos tres autores, la razón juega un papel fundamental.
La Razón como Auxiliar, el Sentimiento como Motor
Sin embargo, para Hume, el juicio moral te inclina a actuar, te hace querer el bien y rechazar el mal, al contrario que la razón, que solo te enseña sobre lo que es el bien y el mal. Esta afirmación va más allá del conocimiento que otorga la razón y constituye el Emotivismo Moral: la moral no solo describe lo que está bien y lo que está mal, sino que te mueve a actuar.
Hume afirmó que los juicios morales no pueden depender de la razón porque esta no hace más que conocer, mientras que los juicios morales determinan o impiden nuestro comportamiento. Dado que la razón no puede hacer esto, no es el fundamento de nuestros juicios morales. Sin embargo, de alguna manera conocemos qué es el bien y qué es el mal.
Refutación de los Tipos de Conocimiento en la Moral
Si podemos conocer qué es el bien y qué es el mal, debería ser bajo un conocimiento tipo Relaciones de Ideas o bajo el conocimiento de Cuestiones de Hecho.
- Relaciones de Ideas: Si los juicios morales se conocieran bajo este tipo de conocimiento, deberían ser algo evidente, universal y conocido antes de la experiencia, lo cual no ocurre.
- Cuestiones de Hecho: Si fueran un conocimiento de Cuestiones de Hecho, deberían ser visibles, ya que existirían como una “cosa” o un hecho perceptible por los sentidos. Dado que la maldad o la bondad no son hechos que entren por los sentidos, tampoco se consideran un conocimiento de Cuestiones de Hecho.
Si no es ni una ni la otra, debe existir otro constitutivo de la naturaleza humana que sea el fundamento último de la moralidad: este es el sentimiento moral. Con esto, Hume defiende que el papel que tiene la razón es simplemente auxiliar.
El Sentimiento Moral y la Utilidad
Este sentimiento moral es un sentimiento de agrado o desagrado que es común a grupos humanos. Hume plantea las causas de este sentimiento moral, y aunque su caracterización no es totalmente precisa, considera que aparece cuando se dan las siguientes circunstancias:
- Aparece con independencia de nuestro interés particular.
- Aparece con la percepción de la felicidad de los demás, a lo que Hume llama simpatía. La simpatía es algo que se puede educar y permite sentir en sintonía con los otros, ya que los seres humanos somos análogos y sentimos análogamente (gracias a las neuronas espejo).
- Aparece con la utilidad. La simpatía hace que sintamos aprobación o desaprobación por aquellas acciones que afectan positiva o negativamente a nosotros o a los demás. El ser humano es un ser egoísta, pero que busca su felicidad en sociedad.
Algunos principios nos parecen mejores que otros porque favorecen a nuestros intereses y a los de nuestros coetáneos con los que simpatizamos. Los seres humanos aprobamos normas que promuevan la utilidad pública de la sociedad.
Gracias a este concepto de utilidad, se considera a Hume como el fundador de la corriente utilitarista, que defiende que el bien es aquello que da máxima utilidad al mayor número de personas. Este emotivismo moral supuso un giro radical en las concepciones éticas, ya que se establecía como criterio moral un sentimiento y no un hecho de razón.
Conclusión del Emotivismo
La razón nos muestra cómo son las cosas, y el sentimiento nos muestra cómo deberían ser las cosas. La razón no es motivo de acción, mientras que el sentimiento se convierte en motivo de acción y en el resorte o impulso para el deseo y la volición. La razón nos enseña los medios para alcanzar los fines de nuestras acciones, pero el sentimiento marca los fines del actuar humano. Concluye así Hume con su emotivismo moral.
Epistemología y Escepticismo Humeano
En definitiva, los principios empiristas de Hume lo conducen al fenomenismo y al escepticismo. El fenomenismo significa “lo que aparece”; para él, lo que aparece son las percepciones. Su empirismo nos inclina a actuar, a pesar de que el ser humano sea un ser egoísta, nos inclinamos hacia lo que provoca nuestra felicidad o la de los demás. A partir de Hume, la filosofía procurará no afirmar nada a la ligera sobre el conocimiento del hombre.
Tipos de Conocimiento
Según Hume, existen dos tipos de conocimiento:
- Conocimiento de Cuestiones de Hecho (Matters of Fact): Surge a partir de las percepciones del mundo exterior y de la experiencia. Es a posteriori, contingente (es decir, que no es necesario) y no es universal.
- Conocimiento de Relaciones de Ideas (Relations of Ideas): No es aplicable a la realidad, tan solo a las matemáticas y lógicas puras. Este conocimiento siempre es cierto y necesario.
El Conocimiento de Cuestiones de Hecho conoce lo que vemos, tocamos y sentimos. Será cierto si y solo si es cierto que es ese objeto y no otro el que ha producido en mí una impresión.
La Crítica a la Causalidad
Hume se da cuenta de que, si toca el fuego, se quema; y que en el momento en el que asocia esto, el fuego volverá a causarle dolor si lo vuelve a tocar. Ante esto, da por verdadera la ley de causalidad, que todavía no ha demostrado.
La causalidad une un hecho conocido como causa y otro hecho conocido como efecto. Hume critica la relación de causalidad y sus consecuencias. La causalidad no puede ser un conocimiento tipo Relaciones de Ideas, ya que tan solo podemos conocerla por la experiencia. Entonces, debería ser un conocimiento tipo Cuestiones de Hecho, pero esto no es así, ya que no percibimos la causalidad en sí misma (solo percibimos la contigüidad y la sucesión de los hechos).
Por lo que Hume la define como una inferencia causal válida. El hecho de quemarte al tocar el fuego es una inferencia causal; nuestra mente deduce la unión causa-efecto, lo que nos hace prever un suceso.
En las inferencias causales, lo que nos proporciona la certeza es el hábito o costumbre. Estos no proporcionan conocimiento, sino que proporcionan creencia; no dan certeza, dan probabilidad. Hemos confundido hábito con necesidad.
Consecuencias del Escepticismo
Debido a la crítica a la causalidad, Hume critica todo tipo de conceptos metafísicos y científicos:
h4 La Crítica a la Ciencia
Hume critica la ciencia, ya que esta está definida como conocimiento cierto por causas. Su método es la inducción, pero, en realidad, no existe la certeza, ya que no se puede conocer la causalidad. La define como creencia que no da certeza, sino probabilidad.
h4 La Crítica a la Existencia del Mundo Exterior
Justifica que cada mente conoce el mundo con sus propias percepciones y que de lo único que tenemos experiencia directa es de nuestras impresiones.
h4 La Crítica a la Idea de “Yo”
Critica también la idea de “yo” y la propia identidad, que para explicarla recurre a la memoria. Gracias a la memoria conocemos la conexión entre las distintas impresiones pasadas. El error consiste en que confundimos sucesión con identidad.
h4 La Crítica a la Existencia de Dios
Por último, critica la existencia de Dios. Los empiristas lo habían definido como “la causa primera”; debido a la inferencia causal, es imposible que Dios exista como causa, por lo que es inexistente. También critica las demostraciones racionalistas basadas en la necesidad de su existencia a partir de su propia naturaleza.
En definitiva, este fenomenismo lleva a Hume a una actitud escéptica ante la dificultad que tiene por conocer el mundo exterior. A partir de Hume, la filosofía procurará no afirmar nada a la ligera sobre el conocimiento del hombre.