La Síntesis Filosófica de Kant: Epistemología Trascendental y Fundamentos de la Ética Formal

Immanuel Kant: La Revolución Copernicana en el Conocimiento (Texto 3)

Immanuel Kant nació en Königsberg en 1724. En 1740, ingresó en la universidad de la misma ciudad, donde estudió la filosofía de **Christian Wolff** y la física de **Newton**. Unos años después de graduarse, pasó a ser profesor en la universidad donde había estudiado hasta su jubilación. Con el tiempo, Kant se fue alejando de Wolff para acercarse a pensadores como **Hume** y **Rousseau**.

La Superación del Racionalismo y el Empirismo

Kant no es un pensador totalmente empirista ni racionalista. Aunque se formó en el racionalismo leibniziano, estudió profundamente el empirismo, especialmente a Hume, quien, según sus propias palabras, lo despertó de su sueño dogmático. Debido a la influencia de Hume, Kant llegó a la conclusión de que nuestro conocimiento no puede extenderse más allá de la experiencia.

Sin embargo, ni el empirismo ni el racionalismo lo satisfacían plenamente. Por ello, desarrolló una filosofía que integra lo fundamental de ambas corrientes, superándolas. Acepta la importancia de la experiencia, como los empiristas, pero le otorga universalidad y necesidad al conocimiento científico, como los racionalistas.

El texto comienza afirmando que nuestro conocimiento comienza con la experiencia, pues no podríamos conocer de otra forma. Todo esto lo relaciona con su **Teoría del Conocimiento**, en la que diferencia entre:

  • Sensibilidad: La facultad por la que los objetos nos son dados.
  • Entendimiento: La facultad de los conceptos o de los juicios, que “producen por sí mismos representaciones”.

Sensibilidad y Estética Trascendental

Para explicar el conocimiento, Kant hace referencia a la sensibilidad o **Estética Trascendental**. La sensibilidad es la facultad por la que nos son dados los objetos. En todo conocimiento, Kant distingue:

  1. La **materia**: Lo que viene dado, la sensación (lo a posteriori).
  2. La **forma**: Lo que es puesto por el sujeto (lo a priori), es decir, las estructuras subjetivas que ordenan la sensación (espacio y tiempo).

El Entendimiento y los Juicios Sintéticos a Priori

Kant explica que el entendimiento trata de comparar representaciones para elaborar juicios. El sujeto organiza y elabora las impresiones (la materia de la sensibilidad), lo que nos da la posibilidad de conocer, siempre contando con la experiencia. Kant reafirma que no se puede conocer sin experiencia, diciendo que no existe un conocimiento al margen de la experiencia ni tampoco uno que se limite solo a ella.

En la facultad del entendimiento, Kant también diferencia entre materia y forma:

  • La **materia** representa el fenómeno (el contenido empírico).
  • La **forma** son los conceptos que pueden ser empíricos o **categóricos** (las categorías o conceptos puros del entendimiento).

Aunque Kant separa materia y forma para explicar la teoría del conocimiento, en realidad, no están separadas en el acto de conocer. ¿“Existe semejante conocimiento independiente de la experiencia”? No cabe la posibilidad de un conocimiento completamente a priori, pues es necesaria una materia (lo dado, lo a posteriori) y una forma (lo que pone el sujeto, lo a priori).

Ahora bien, en los juicios universales, la mente organiza la experiencia emitiendo los fundamentales **juicios sintéticos a priori** (aquellos en los que el predicado no está contenido en el sujeto, pero que son, a la vez, universales y necesarios).


La Ética Formal de Kant: El Imperativo Categórico y la Dignidad Humana (Texto 8)

Kant nació en Königsberg en 1724. En 1740, ingresó en la universidad de la misma ciudad, donde estudió la filosofía de Christian Wolff y la física de Newton. Unos años después de graduarse, pasó a ser profesor en la universidad donde había estudiado hasta su jubilación. Kant se fue alejando de Wolff para acercarse a Hume y Rousseau.

El Imperativo Categórico frente al Hipotético

Este texto desarrolla el concepto del **Imperativo Categórico**, que, a diferencia del hipotético, vale por sí mismo y no es un medio para alcanzar un fin. Esto se expresa con la famosa formulación: “obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre al mismo tiempo como fin, y nunca simplemente como medio”.

A raíz de esto, Kant asegura que el imperativo categórico es un imperativo del deber, pues nuestro deber es cumplirlo, y debemos cumplirlo **por deber**. Este imperativo se distingue del hipotético, el cual no vale absolutamente, sino que es un medio para conseguir un fin que no es universal para todos los sujetos.

Por este motivo, Kant pretende formar una ética cuyos principios imperativos sean universales, oponiéndose a todas las éticas anteriores.

Éticas Materiales vs. Ética Formal

La **Ética Kantiana** es una **ética formal**, que se distingue de las anteriores, denominadas **éticas materiales**:

h4. Características de las Éticas Materiales

  • Son éticas con contenido.
  • Establecen un bien supremo (ej. felicidad, placer).
  • Señalan normas o preceptos concretos para conseguir ese bien.
  • Los actos se consideran buenos si se acercan al bien supremo y malos si se alejan.

h4. Características de la Ética Formal Kantiana

La ética que Kant establece no tiene contenido y, por lo tanto, carece de un bien supremo. Se simboliza con el concepto del **Reino de los Fines**, lo que significa que la ética formal es a priori y el imperativo es categórico, ya que vale por sí mismo y no es un medio para alcanzar un fin, como se establecía en las éticas materiales.

El Valor Incondicional: Precio y Dignidad

El Reino de los Fines se caracteriza por la distinción entre aquello que tiene precio y aquello que posee dignidad:

  • Precio: Todo aquello que tiene un equivalente. Las cosas que mueven nuestros deseos o intereses tienen un valor comercial o afectivo.
  • Dignidad: La moralidad, que se entiende en el Reino de los Fines, no tiene precio ni puede ser valorada particularmente. Posee dignidad, lo que significa que no admite nada equivalente.

Para el filósofo, las cosas que valen por sí mismas, dentro de las que se encuentra el ser humano, no tienen un precio comercial o afectivo, sino que poseen **dignidad**.

En conclusión, el valor de las personas radica en la dignidad. Si lo que primase fuera el respeto incondicional a la dignidad, los conflictos éticos y sociales serían mucho menores.