Las coplas a la muerte de su padre Jorge Manrique

LENGUAJE:capacidad de los seres humanos para comunicarse entre si a través de signos.

LENGUA:sistema formado por los signos(orales o escritos) y por las reglas de combinación que usan los hablantes de una misma comunidad lingüística.

HABLA:empleo concreto que un hablante concreto hace de la lengua en una circunstancia de comunicación determinada.

-variedad diatópica:comunidad de hablantes.

-variedad diaastrática:niveles sociales,nivel cultural.

-variedad diafásica:habla individual de un hablante concreto.

NIVELES  DEL ESTUDIO DE LA LENGUA

-FÓNICO:-sonidos(unidad mínima),-sílabas(combinación de sonidos),-acento(=sílaba tónica),-entonación(determina el sentido de una palabra/enunciado en un contexto)

-MORFOLÓGICO:-estudia la estructura de las palabras.-divide las palabras en unidades mínimas(morfema)

-SINTÁCTICO:-estudia las relacioness entre palabras(y su jerarquía),-unidad mínima:la oración.

-TEXTUAL:-estudia la interpretación de un texto en un contexto(el texto es la unidad mínima).-SEMIOLOGÍA-SEMIÓTICA.

-SEMÁNTICO:-estudio del significado de las palabras(significado literal o otros significados(sentido))


NIVEL FÓNICO:la ´fonética  estudia los sonidos considerados como materia fónica:órganos y mecanismos de la producción  sonora;su articulaión en la cadena hablada;sus propiedades físicas…

la fonología estudia los sonidos ideales,los fonemas,que permiten diferenciar signos o palabras.

Existen 24 fonemas,cada uno presenta unos rasgos para diferenciarlo de los demás.

-fonemas vocálicos:pueden contituir por si solos una sílaba.

-fonemas connsonánticos:necesitan siempre el apoyo de una vocal para poder pronunciarse.

FONEMAS VOCÁLICOS:SE CARACTERIZAN POR:

-el grado de obertura de la boca al pronunciarlos.

-la localización según se articulen en la parte anterior de la cavidad bucal,en la abertura media o la posterior.

FONEMAS CONSONÁNTICOS:19

-punto de articulación:

– Sonidos labiales: Intervienen los labios superiores e inferiores.

– Sonidos labiodentales: Interviene el labio inferior sobre el que se apoyan los dientes superiores.

– Sonidos dentales: La lengua se apoya en los dientes superiores.

– Sonido interdental: La lengua sale ligeramente en  los dientes superiores.

– Sonido alveolar: La lengua se apoya en los alvéolos.

– Sonido velar: La lengua se retrasa hasta el velo del paladar.

– Sonidos palatales: La lengua se apoya en el paladar duro.

-el modo de articulación:

-oclusivos:el canal está cerrado y tiene que abrirse de golpe:

-fricativos:la obstrucción no es completa.

-africados:el canal se cierra y a continuación de deja salir el aire con una pequeña obstrucción.-laterales:el aire sale solo por los lados de la boca.

-vibrantes:el aire sale de manera intermitente.

-nasales:el aire sale por la nariz.

-SONORIDAD:las cuerdas vocales hacen vibrar el aire para producir el sonido,pero ellas pueden vibrar o no.Cuando vibran,añaden otro rasgo distintivo que permite distinguir entre fonemas sonoros y sordos.

EL NIVEL MORFOLÓGICO:

-La forma(cariaciones que adquiere al emplearse en los textos)—La morfología estudia las palabras aisladas:clases o categorías,la estructura y desinencias que pueden adoptar al emplearlas en el discurso y los modos de combinar sus elementos para formar nuevas palabras.

-la función(que realiza en la oración)—-La sintaxis estudia las palabras consideradas como parte de una oración,es decir, las combinaciones y funciones que realizan en el grupo sintáctico y en la oración.

-El significado(que explican los diccionarios)—La semántica estudia el significado de las palabras;la lexicografía,las técnicas de componer diccionarios.

LÍRICA TRADICIONALLÍRICA CORTESANA
-los textos son casi siempre anónimos.-hay un autor culto y conocido
-las primeras manifestaciones,las jarchas,aparecen en el Siglo XI.-su apogeo se alcanza en el Siglo XV en Castilla.
-Son canciones breves escritas en versos cortos,llenas de sencillez y expresividad.-Se trata de composiciones extensas,cargadas de refinamiento,artifiosidad y palabras cultas.
-Las composiciones tienen dimensión colectiva:se cantan en grupo o a coro.-Se expresa el interés o punto de vista individual.
-Se desarrollan en un ámbito rural:campo,aldea,plaza.-El marco es típicamente cortesano:castilo,palacio.
-Los temas son el amor,el trabajo en el campo,la llegada de la primavera,la noche de San Juan o la vendimia-El tema gira en torno al amor cortés:el poeta manifiesta su devoción a la dama,aunque no espere ser correspondido.
-Las composiciones tienen dimensión colectiva:se cantan en grupo o a coro.-Se expresa el interés o punto de vista individual.
-Se desarrollan en un ámbito rural:campo,aldea,plaza.-El marco es típicamente cortesano:castilo,palacio.
-Los temas son el amor,el trabajo en el campo,la llegada de la primavera,la noche de San Juan o la vendimia-El tema gira en torno al amor cortés:el poeta manifiesta su devoción a la dama,aunque no espere ser correspondido.

Jorge Manrique:

(Paredes de Navas, España, h. 1440 – Castillo de Garcimuñoz, Cuenca, id., 1479) Poeta castellano autor de las célebres Coplas a la muerte de su padre, máxima creación de la lírica cortesana del Siglo XV y una de las mejores elegías de la literatura española.

Miembro de una familia de la nobleza más rancia de Castilla (era hijo de don
Rodrigo Manrique, maestre de la orden de Santiago, y sobrino del poeta Gómez Manrique), Jorge Manrique compaginó su afición por las letras con la carrera de las armas, participando junto a su padre en las luchas que precedieron al ascenso de los Reyes Católicos. Ambos pertenecían a la orden de Santiago, y combatieron del lado de Isabel la Católica contra los partidarios de Juana la Beltraneja. Perecíó a causa de las heridas recibidas durante al asalto al castillo de Garcimuñoz, en el feudo del marqués de Villena.

La poesía de Jorge Manrique se sitúa dentro de la corriente cancioneril del Siglo XV. Su producción poética menor, reunida en un Cancionero, está formada por medio centenar de composiciones breves, en su mayor parte de tema amoroso,


que siguieron los cánones trovadorescos y cortesanos de finales de la Edad Media. Más originales son sus piezas burlescas, como las “Coplas a una beoda” o la titulada “Convite que hizo a su madrastra”.


Las Coplas a la muerte de su padre

Pero la celebridad de Jorge Manrique se debe fundamentalmente a las Coplas a la muerte de su padre, su obra maestra, compuesta a raíz del fallecimiento de don Rodrigo (1476) y publicada en 1494 en Sevilla con el título Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre, el Maestre don Rodrigo. Esta elegía pertenece a la tradición medieval de la ascética cristiana: contra la mundanidad de la vida, postula una aceptación serena de la muerte, que es tránsito a la vida eterna. Sin embargo, apunta ya una idea original que preludia la concepción renacentista del siglo siguiente: aparte de la vida terrenal y la vida eterna, Manrique alude a la vida de la fama, a la perduración en este mundo en virtud de una vida ejemplar que permanece en la memoria de los vivos.


Tras un primer bloque en el que medita sobre la brevedad de la vida, el paso del tiempo y la muerte, la atención del autor se centró en las figuras desaparecidas de su pasado inmediato, como Juan II, Enrique IV o Álvaro de Luna, para concluir con un repaso de las virtudes morales del maestre y su diálogo final con la Muerte. De este modo, la lírica castellana pasó del concepto abstracto de la muerte a su presencia histórica y a su dimensión particular, en un movimiento de flujo temporal que es uno de los grandes hallazgos del poeta. Las Coplas se apartaron de los tópicos macabros tan abundantes en la literatura moral de la época y consiguieron alcanzar una extraordinaria hondura emotiva.

También destacaron por evitar todo exceso erudito o retórico: el estilo posee una elegante sobriedad, fruto del empleo de los vocablos más sencillos y pertenecientes al habla patrimonial. Exponente de esta búsqueda de simplicidad es la elección de una forma estrófica menor, las coplas de pie quebrado (que, por la popularidad de la obra, pasarían a llamarse coplas Manriqueñas).


Cada copla está formada por dos sextillas de pie quebrado (8a, 8b, 4c, 8a, 8b, 4c, con rima consonante). El tono exhortativo carácterístico del poema refuerza la gravedad de los versos, en una evocación serena del tiempo pasado.

En el desarrollo del poema pueden apreciarse tres partes. La primera (coplas I-XIII) es una exposición doctrinal en la que, de acuerdo con los principios de la religión cristiana y con la mentalidad medieval, se señala el nulo valor de la vida humana terrenal (sometida a los vaivenes de la fortuna y al poder destructor del paso del tiempo y de la muerte), destacándose en cambio el valor de la vida eterna en el más allá, que se alcanza mediante la virtud y el cumplimiento de las obligaciones propias del estado social.

Dentro de esta primera parte, las tres primeras coplas exhortan al lector a tomar conciencia de la temporalidad y de la naturaleza efímera de la vida terrenal. La vida y sus placeres pasan rápidamente (coplas I-II) y terminan en la muerte (III), que iguala a “los que viven por sus manos / e los ricos”. En la Invocación (coplas IV-VI), en lugar de dirigirse a las musas paganas, como otros poetas de su época,


el autor se encomienda significativamente a Jesucristo (IV) y expone su concepción cristiana de la existencia (V-VI): nuestra vida terrenal, breve y llena de sufrimientos, es el medio (camino) para alcanzar la vida eterna y la felicidad en el más allá.Y alcanzaremos esta vida eterna mediante la práctica de la virtud y el cumplimiento de las normas de la moral cristiana, obrando “con buen tino”, “como debemos”. Las coplas VII-XIV invitan a considerar la futilidad de los bienes terrenales, que son inevitablemente destruidos por el paso del tiempo o la fortuna (copla VIII). El paso del tiempo acaba con la hermosura y la fuerza de la juventud (IX); la pureza de los linajes se pierde (X), y las riquezas y la posición social están sujetas a la fortuna (XI). Y aunque tales bienes durasen toda la vida, carecerían igualmente de valor por su brevedad, que se contrapone a los sufrimientos eternos del infierno (XII), por lo cual perseguir ciegamente placeres y riquezas es caer en una trampa (XIII).


La segunda parte (coplas XIV-XXIV) es una ilustración de la doctrina expuesta en la primera. El nulo valor de la vida y de los bienes terrenales (riquezas, placeres, linaje) se ejemplifica mostrando los efectos del paso del tiempo, la fortuna y la muerte sobre una serie de personajes poderosos: de nada les sirvió su poder ante la muerte, que los trató igual que “a los pobres pastores / de ganados” (XIV). El autor renuncia a poner ejemplos de épocas antiguas; “lo de ayer”, la historia reciente, le proporciona ejemplos suficientes: El rey Juan II y los Infantes de Aragón (coplas XVI-XVII), Enrique IV (coplas XVIII-XIX), don Alfonso (XX), don Álvaro de Luna (XXI) y los maestres Juan Pacheco y Pedro Girón (XXII). Terminada la lista, el poeta se dirige en apóstrofe a la Muerte para destacar su inmenso poder destructor, ante el que no hay defensa posible (XXIII-XXIV).
Como último de los personajes de la serie anterior, y por lo tanto como nueva y última ilustración de las doctrinas expuestas en la primera, la tercera parte (coplas XXV-XL) se centra en la figura del padre del autor, don Rodrigo Manrique. Se inicia con el elogio fúnebre de don Rodrigo; el poeta exalta primero sus virtudes de modo directo o mediante comparaciones con personajes históricos (coplas XXV-XXVIII) y luego repasa elogiosamente los principales hechos de su vida (XXIX-XXXII). Al elogio fúnebre le sigue un diálogo entre don Rodrigo, próximo a morir, y la Muerte personificada (coplas XXXIII-XXXIX). Inicia el diálogo la Muerte, que expone de nuevo el concepto cristiano de la existencia y afirma que don Rodrigo merecerá la vida eterna por la conducta ejemplar que siempre ha observado. En su respuesta, don Rodrigo acepta su final con modélica resignación cristiana y eleva una oración a Jesucristo rogándole el perdón de sus pecados. En la última copla, el poeta relata con máxima simplicidad el momento de su muerte y halla nuevo consuelo en el recuerdo del difunto.

EL ROMANCE DEL PRISIONERO:

El Romance del prisionero es el más conocido de los romances líricos; se encuentra a mitad de camino entre la poesía narrativa y la lírica medieval, al centrarse en la expresión muy directa de los desolá- dos sentimientos del emisor. Fue tan apreciado que inspiró la glosa de poetas como Garci Sánchez o Nicolás Núñez.
2. TEMA E IDEAS: La riqueza de sugerencias del romance se evidencia –como puedes observar– en la variedad de temas que encierra: aparece de entrada la referencia a la llegada de la primavera, así como el fl orecer de la naturaleza, que ha dado lugar en la poesía popular a las conocidas mayas. A menudo el mes de Mayo aparece asociado también al enaltecimiento del amor, que se muestra a través de elementos propios de la lírica provenzal.
Pero la segunda mitad del poema introduce otra serie de temas, en este caso de índole pesimista y amargada:


la situación de prisionero, con su secuela de soledad, falta de libertad y sufrimiento, en abierto contraste con los versos anteriores.
3. ORGANIZACIÓN Y COMPOSICIÓN: Frente a la extensión de muchos romances, este destaca por su brevedad y concisión: catorce versos, divididos en dos mitades casi idénticas. En la primera se despliega ante nuestros ojos el esplendor de la naturaleza primaveral, en tanto que la segunda da entrada a la fi gura del cautivo con su dramática situación personal.
3.1. Señala cada una de estas partes en el texto. Así pues, tenemos dos partes sucesivas, pero contrapuestas, pues abordan cada una estados totalmente diferentes. En la primera, el mundo de la naturaleza se describe en tercera persona, construida sobre un imperfecto de carácter durativo-narrativo (era) que precede a la insistente referencia temporal al mes de Mayo.


Vienen luego una sucesión de impresiones sensoriales y de manifestaciones de animales y humanos que subrayan este despertar de la naturaleza. Frente a ello, la parte segunda da entrada a la primera persona (yo), que de forma tajante desvela su inexorable padecimiento, que llega a su culminación con la maldición contra el despiadado ballestero que privó al protagonista de su único consuelo.