Legado Histórico de la Península Ibérica: Feudalismo, Al-Ándalus, Romanización y Descubrimientos

El Feudalismo en la Península Ibérica

En el siglo IX, los distintos reyes cristianos se vieron incapaces de garantizar la protección militar a sus súbditos, por lo que se pusieron bajo la protección de los nobles de la zona, quienes se convirtieron en señores feudales.

El sistema del feudalismo se implantó pronto en todos los territorios peninsulares bajo la influencia franca de la Marca Hispánica.

Hacia el siglo XI, la necesidad de proteger el territorio fue mayor, lo que llevó a los nobles a romper sus vínculos con la autoridad real y a hacer sus cargos hereditarios. Mientras tanto, los campesinos dejaron de ser libres y desarrollaron un régimen de servidumbre y dependencia con los señores feudales, acabando por convertirse en siervos.

Como consecuencia de los repartimientos de tierra durante el período de la Reconquista, los señores feudales, el clero y las órdenes militares adquirieron vastos territorios bajo el régimen señorial.

El poder político ya no estaba solo en manos del rey, como en tiempos de Carlomagno, sino que lo compartió con los diferentes señores feudales, que eran poderosos. A esto se le denominó fragmentación del poder político.

Hubo una inexistencia de un poder centralizado y una ausencia de instituciones comunes, como un único ejército o un solo código legal.

Estos territorios independizados se llamaron feudos y surgió una sociedad en torno a los contratos de vasallaje que establecieron el señor y un vasallo.

Los Contratos de Vasallaje y la Sociedad Estamental

Si el vasallo era un campesino, recibiría una parcela para trabajar a cambio de una renta. Si el vasallo era un noble, recibiría un feudo para gestionar a cambio de apoyo militar para su señor.

Los contratos de vasallaje se ratificaron mediante una ceremonia, a la que llamaban juramento de fidelidad. Consistía en que el señor recibía a su vasallo tomándole las manos y ambos juraban fidelidad eterna. Luego, el señor entregaba a su vasallo un símbolo del feudo (por ejemplo, un puñado de tierra o monedas) y, por último, el contrato se sellaba con un ósculo (beso).

De este modo, a finales del siglo XIII, la Península Ibérica estaba regida por una enorme red de relaciones feudales, surgiendo una sociedad estamental.

En esta sociedad, el clero y la nobleza constituyeron los grupos privilegiados, lo que significaba que:

  • No tenían que pagar impuestos.
  • Poseían gran poder por la posesión de la tierra.
  • Recibían rentas (el clero, por ejemplo, recibía obligatoriamente el diezmo).
  • Ejercían derechos jurisdiccionales sobre sus feudos, es decir, ellos mismos juzgaban los delitos.

Por el contrario, los grupos no privilegiados, que eran los artesanos, una incipiente burguesía y los campesinos, poseían el dominio útil de la tierra, pero debían pagar impuestos a los privilegiados. También estaban sometidos a su jurisdicción y, en el caso de los campesinos, estaban sujetos a numerosas obligaciones impuestas por los señores.

Al-Ándalus: Desarrollo y Sociedad

El nuevo Estado musulmán creado en la Península Ibérica, Al-Ándalus, aportó un notable y floreciente desarrollo en contraste con la España cristiana durante la Edad Media. Se integró en el marco general del comercio islámico, y gracias a Al-Ándalus llegaron a Europa productos muy preciados.

Cambios Económicos en Al-Ándalus

La agricultura estaba muy desarrollada. A la trilogía mediterránea (cereales, vid y olivo) se incorporaron nuevos productos y métodos intensivos de cultivo. También se perfeccionaron los sistemas de regadío y la introducción de cultivos como el arroz, algodón, azafrán y caña de azúcar se debe a los musulmanes.

Por otro lado, la artesanía adquirió una importancia excepcional. Destacaron talleres donde se fabricaban artículos de lujo como marfiles, artículos de cuero o brocados. Se comerciaba activamente con el mundo islámico y la Europa cristiana. En esta época, las ciudades adquirieron una gran importancia, siendo Córdoba la mayor ciudad de Europa occidental.

Cambios Sociales en Al-Ándalus

La población se concentró en ciudades. Desde el punto de vista urbanístico, predominaban los planos irregulares y las calles estrechas para garantizar la defensa contra el calor. La parte más antigua era la medina, presidida por la mezquita, donde alrededor se encontraba el zoco (mercado), y en la zona alta estaba la alcazaba (fortaleza).

La sociedad andalusí presentaba una notable pluralidad étnica y religiosa, que a su vez era una sociedad muy jerarquizada, a pesar del igualitarismo predicado por la religión islámica.

Los grupos más importantes se dividían en:

  • Árabes: Incluían a los baladíes y los bereberes.
  • Hispanovisigodos: Ocupaban la mayor parte de la población y se dividían en:
    • Muladíes: Conversos al islam.
    • Mozárabes: Cristianos que vivían bajo el islam y pagaban un tributo a los musulmanes.
  • Judíos.

Cambios Culturales en Al-Ándalus

La España musulmana tuvo un elevado desarrollo cultural y científico. La creación de una importante red de escuelas y universidades contribuyó a reforzar la atracción que la cultura andalusí ejerció sobre los reinos cristianos. El desarrollo científico estuvo orientado hacia las ciencias prácticas, pero también se cultivó la filosofía, la historia, la geografía, la música y la literatura. La lengua árabe dejó también su importancia en la lengua castellana, la cual, de este origen, contiene un gran número de palabras. Hubo destacadas manifestaciones artísticas como la Mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada o la Giralda de Sevilla.

La Romanización de Hispania

Tras vencer a los cartagineses, los romanos comenzaron la conquista de la Península Ibérica en el año 218 a.C., encontrando cierta oposición.

El fin de la conquista llegó en tiempos de Augusto, el primer emperador romano, a finales del siglo I a.C.

Los romanos llamaron a su nuevo territorio Hispania y aplicaron un proceso de romanización, es decir, sustituyeron la cultura e instituciones hispanas por las suyas propias.

Estructura Económica y Social Romana en Hispania

Roma impuso en Hispania su estructura económica. Se aplicó la formación de latifundios, la propiedad privada de la tierra y el uso de la moneda, entre otros. La actividad agrícola y ganadera continuó siendo la base económica y, gracias al sistema de calzadas, la artesanía y el comercio tuvieron un intenso desarrollo en las ciudades.

También se asentó una estructura social basada en la formación de clases según su riqueza. Había dos títulos principales:

  • Ciudadanos romanos: Tenían muchos privilegios y un alto honor, aunque este título solo lo poseía inicialmente la gente que colaboraba estrechamente con Roma.
  • Ciudadanos latinos: Tenían menos privilegios.

Al principio, a muchos se les otorgó el título de ciudadano latino, pero con el paso del tiempo todos los habitantes obtuvieron el título de ciudadano romano. El ejército fue una importante vía de romanización, ya que los soldados llevaban la lengua, creencias y costumbres por todo el imperio.

Impacto Urbanístico y Cultural de la Romanización

Con la romanización, las ciudades, que en los inicios eran campamentos militares, aumentaron y se convirtieron en el centro administrativo, jurídico, político y económico. Se llenaron de edificaciones y las calzadas comunicaban las ciudades entre sí y con el resto del imperio. La carretera que iba de Hispania a Roma se llamó Vía Augusta.

Por último, se introdujeron nuevos elementos culturales como la lengua común, que era el latín, la religión romana (y más tarde la cristiana) y el derecho romano.

Las Consecuencias de los Descubrimientos Geográficos

Los descubrimientos geográficos tuvieron una profunda repercusión en la evolución histórica posterior. Supusieron, entre otros aspectos, el final del aislamiento europeo y el asentamiento de las bases de la futura hegemonía mundial de Europa.

Tipos de Consecuencias

Hubo cuatro tipos principales de consecuencias:

  • Demográficas:
    • La población europea emigró a las colonias, absorbiendo los excedentes de población.
    • Hubo mestizaje racial.
    • Se produjo la trata de esclavos negros.
    • Se dio un intercambio continental de enfermedades, que contribuyó al descenso de la población indígena.
  • Económicas:
    • Se produjo el desplazamiento de la actividad comercial desde el Mediterráneo hacia el Atlántico.
    • Los metales preciosos que llegaban de América sirvieron para colmar la necesidad de medios de pago y fomentaron el atesoramiento de oro.
    • El comercio internacional se incrementó, formando nuevos mercados y nuevas materias primas.
  • Políticas:
    • La creación de grandes imperios coloniales.
    • El conflicto por el control de los mares.
  • Culturales:
    • Los valores de los pueblos europeos, junto con su lengua, religión, arte, sentido del derecho y su forma de concebir el mundo, fueron llevados a las nuevas tierras.
    • La llegada de europeos trajo consigo la destrucción de las civilizaciones existentes y la configuración de un nuevo tipo de sociedad en la que la población blanca adquirió una posición dominante.