Libro de buen amor pdf castellano

Tema 2. La literatura medieval (II)


Asíndeton y polisíndeton (mediante el asíndeton consigue dar sentido de unidad a una larga enumeración; mediante el polisíndeton logra potenciar cada uno de los miembros).

Anáfora (la utiliza de tres clases: repetición de la palabra al principio del verso, repetición de la palabra al comienzo del segundo hemistiquio y repetición de la palabra al principio del primer hemistiquio y al principio del segundo.

• Utilización del diálogo.

Comparaciones, metáforas y alegorías (la base de las comparaciones, metáforas y alegorías son siempre con cosas sencillas, las cosas del campo, los animales, las flores, frutos… Así no se sale del ámbito de comprensión de sus oyentes).

Hipérbaton (la ordenación hiperbática de las palabras es habitual en su sintaxis; es frecuente la dislocación de términos que lógicamente debieran ir unidos, y su distancia- miento por interposición de otros elementos).

3.1.3.5 Métrica
3.1.3.6 La intención de la obra

La obra parece cumplir una intención didáctica: poner al alcance de la gente los relatos inaccesibles para ella de los textos latinos, utilizando un lenguaje sencillo. Pero a la vez quiso con sus obras dar fama y prestigio al monasterio convirtiéndolo en un centro de peregrinación; por ello, casi todos los santos cuya vida relata estuvieron conectados con San Millán o sus cercanías. Además, se presenta como unjuglar, con referencias y llamadas de atención al público carácterísticas de la juglaría.

3.2 Juan Ruiz, Arcipreste de Hita: El Libro de Buen Amor (s. X

3.2.1 Título y fuentes

Ninguno de los códices que se han conservado del Libro del Arcipreste lleva título y a lo largo de nuestra literatura recibíó diversos nombres. Fue Menéndez Pidal quien le dio el título actual, basándose precisamente en el texto mismo del libro (señala las varias veces que aparece la expresión buen amor en el Libro).

En líneas generales, podemos decir que el Libro de Buen Amor tiene dos tipos principales de fuentes: las literarias, por un lado, y la propia experiencia, por otro. El Arcipreste estuvo influido por el entorno eclesiástico de la época y por sus primeros estudios de retórica. Por lo que respecta a las fuentes que influyen de una manera general en la obra conviene destacar en primer lugar la Biblia y, muy especialmente, el “Libro de los Salmos”, con continuas referencias a él. Es explicable por la consideración de libro por excelencia que las Sagradas Escrituras tenían en la Edad Media. Por otro lado, la influencia latina es fundamental, entendiendo que comprende también la literatura latina medieval. De los autores antiguos cita a Platón, Aristóteles, Ptolomeo, Hipócrates y el Pseudo Catón.

3.2.2 Estructura

El libro está compuesto de abundantes materiales muy heterogéneos, unidos por el hilo narrativo de la primera persona y precedidos por unos prliminares a modo de presentación:

• Prólogo en prosa, bastante ambiguo, donde expone la intencionalidad de la obra. Este prólogo está relacionado con el tipo de sermones cultos dirigidos a los clérigos, aunque aquí está puesto en tono paródico. Héroe sólo conoce fracasos en sus intentos amorosos; después hay un núcleo central ene! Que el enamorado increpa y mantiene una dura controversia con el Amor, que está personificado; finalmente, el protagonista pone en práctica los consejos del Dios y consigue unos frutos más beneficiosos). Esta autobiografía es el eje central de la obra y la que mantiene su unidad. Es un procedimiento de ficción, de técnica literaria, aunque esto no quiere decir que en algunos casos no pueda inspirarse en hechos reales (todo depende de cómo se interprete la obra). Esta narración se continúa a lo largo del libro y en ella inciden los otros elementos.

• Una colección de enxiemplos, formada por una serie de cuentos y fábulas. Se insertan como ilustración o conclusión de una aventura, como elemento didáctico o como ar gumento de discusión entre los personajes. (De cualquier forma, estos cuentos tienen valor literario por sí mismos. Unos son de tradición latina y otros de tradición oriental).

• Una serie de sátiras (contra el dinero, contra los clérigos de Talavera).

• Un conjunto de disquisiciones de tipo didáctico y moral sobre el derecho civil, el derecho canónico, los sacramentos y los pecados, un tratado acerca de las armas del cris tiano, etc.

Un relato alegórico y paródico (la batalla de Don Camal y Doña Cuaresma; se apoya en una floreciente tradición europea de poemas del Carnaval y de la Cuaresma).

• Una paráfrasis del Pamphilus de amore, comedia latina del Siglo XII, cuyo texto es reelaborado por el Arcipreste. Se trata de una recreación de la comedia latina Pamphilus, que cuenta los amores entre doña Endrina y don Melón, en los que interviene como mediadora la vieja Trotaconventos.

Una colección de poesías líricas profanas (canciones, cuatro serranas, cantigas de escolares y de ciegos, una “troba cazurra”) y religiosas (gozos y loores a la Virgen, canciones a la pasión de Jesucristo). Estas piezas líricas constituyen un amplio repertorio de formas métricas y géneros líricos, de una riqueza y variedad sorprendentes para esta época en que las canciones populares en castellano no se consignaban por escrito.

3.2.3 El tema del buen amor

Desde el prólogo en prosa el Arcipreste se refiere a la oposición entre el loco amor y el buen amor. El contraste que refleja continuamente entre ambos refleja la pugna en que se debate el hombre medieval, representa la crisis de costumbres (no de fe) de su tiempo, tal como la refleja la literatura coetánea. (No hay por qué dudar de que Juan Ruiz es sincero en su fe, esa fe que le lleva a escribir las cantigas a la Virgen, pero también es cierto que esta religiosidad chocaba con la vitalidad y las costumbres disipadas de la época: la relajación del clero que el Arcipreste muestra en el “Libro” está confirmada por datos históricos).

El amor es una ley natural a la que el hombre no puede renunciar. El amor requier de un ars amandi, un ejercicio necesario, que aunque se pierda se gana en experiencia y técnica. Juan Ruiz preludia un cambio en la sensibilidad, clasifica los pecados en una larga prédica de sabor medieval; pero lo original es que el sennón tiene un carácter irónico. La inclusión de un Dios pagano, Don Amor, aleccionando a un católico indica la necesidad del aprendizaje para conseguir el amor y el arte. Saber es, pues, amar. Los dos preceptos capitales del Ars Amandi son elección de la mujer amada y de la alcahueta. La mujer de Juan Ruiz es toda problemática. La amada debe conocer bien al festejante y la alcahueta conoce bien a las dos; es ella la que hace que el amor triunfe. Hay abundantes atisbos psicológicos que hacen que los amantes puedan mejor comprenderse y sea más fácil la uníón. Entre las trece amadas destacan Dña. Garoza y Dña Endrina. La viuda es la preferida por tener mayor acicate, mayor fortuna.

3.2.4.- Estilo

El Realismo


Una de las notas que más destaca de loa obra es la captación que Juan Ruiz hace del mundo que le rodea. (Recoge una serie de elementos de la experiencia cotidiana que hasta entonces no habían tenido cabida en el arte y precisamente esta captación de la realidad hace que todavía hoy el poema tenga valor de documento por lo que se refiere a la sociedad de la época. El libro nos hace conocer los usos de la ciudad y del campo, las costumbres de los clérigos, los adornos de las mujeres, e incluso ciertas costumbres de los judíos o los árabes, ya que la obra nace en una sociedad en la que conviven tres castas distintas. También hay alusiones tomadas de textos literarios, pero la mayoría proceden de la experiencia vivida por el escritor. Además, si comparamos las fuentes que utiliza el Arcipreste y la fábulas y episodios concretos del Libro de Buen Amor, vemos cómo los elementos están actualizados en la realidad concreta que vive Juan Ruiz: La batalla de Don Camal y Doña Cuaresma tiene lugar en las tierras del arzobispado de Toledo, los ratones que aparecen en la fábula del poema son iecinos de Monferrado y Guadalajara, y así muchos ejemplos más. Además, con esta concretización el autor logra que su sátira sea más aguda y directa).

La parodia y la comicidad


Insistencia en los aspectos ridículos del amor carnal. Las cuatro serranas constituyen una parodia del género de la pastorela, que se toma como modelo, pero invirtiendo uno por uno sus rasgos. Se apoya en el folklore medieval sobre las mujeres salvajes. En el encuentro con las serranas hay primero una narración en cuaderna vía en la que se intercala una “cántica serrana”, que libremente glosa el suceso en forma lírico-dramática.

La inclusión de elementos líricos


Estas piezas líricas incluidas por Juan Ruiz en el “libro de Buen Amor” constituyen un amplio repertorio de formas métricas y géneros líricos, de una riqueza y variedad sorprendentes para esta época en que las canciones populares en castellano no se consignaban por escrito. Las composiciones religiosas se encuentran sobre todo al final del poema, aunque algunas se han insertado entre los episodios. Uno de los temas favoritos lo constituyen los “gozos” de la Virgen, que son como una especie de meditaciones líricas sobre los sucesos más importantes de la vida de María.

3.2.5.- Intención

Desde el prólogo en prosa, el Arcipreste se refiere en diversas ocasiones a la redacción de su obra, a su intencionalidad y a su interpretación; pero es difícil determinar si se trata de una obra de carácter didáctico o de entretenimiento debido a la superposición de elementos religiosos y profanos, así como el vaivén entre el tono admonitorio y el burlesco. Esta ambigüedad sobre la finalidad se pone de manifiesto ya desde el mismo prólogo del libro. (No olvidemos tampoco ese primer núcleo narrativo de la obra, la disputa mímica entre griegos y romanos, en la que el autor a primera vista parece queremos explicar que hay que saber interpretar su libro, pero la conclusión final que sacamos es la de que todos tienen razón).

Podemos también considerar la obra como una desbordada manifestación de alegría vital. El arcipreste más que moverse entre las nociones de virtud y pecado, lo hace entre las vivencias del impulso vital y las tristezas y desengaños que obstaculizan esta vitalidad. Este continuo pasar de la gravedad moral al deseo amoroso constituiría un juego artístico, no un código de moralidades.

3.3.- Otras obras del mester de clerecía

El anónimo Libro de Alexandre narra la vida de Alejandro Magno, de Macedonia, desde su nacimiento hasta su muerte, con un claro carácter doctrinal.
Alexandre es presentado como paradigma del caballero perfecto, y el saber es componente básico de su personalidad y elemento estructural, lo cual supone una uníón de caballería y clerecía, armas y letras. (Sin embargo, la soberbia del protagonista, mal vista por Dios, precipita su muerte, y el poeta saca unas consecuencias morales.)


El Libro de Apolonio, también anónimo, narra los accidentados viajes y aventuras del rey Apolunio de Tiro, que aparece presentado como el perfecto caballero.

El Poema de Fernán González cuenta la independencia de Castilla respecto a León través del primer conde castellano. Es también anónimo. En el poema se mezclan datos históricos, elementos novelescos y elementos fabulosos. Se trata de la inica obra de clerecía que se ocupa de un tema épico con un héroe nacional, esto hace que la obra adquiera especial interés como fusión de ambos mesteres. (Comienza haciendo un resumen de la Historia de España en la época goda, habla de la invasión musulmana y de algunos reyes y caudillos cristianos. Luego entra en la genealogía de Fernán González, que a partir de aquí pasa a ocupar el primer plano del Poema, narrando su educación y sus batallas y conquistas. El poema se interrumpe en la estrofa 752.)

El último poema importante en cuaderna vía, el Rimado de Palacio, obra del canciller Pedro López de Ayala, refleja una visión pesimista y desengañada de la vida.

4.- LA PROSA MEDIEVAL

4.1.- La escuela de traductores de Toledo

A principios del Siglo XII un grupo de científicos cristianos, árabes y judíos, reunidos por el arzobispo Raimundo, tradujeron al latín gran cantidad de obras escritas en árabe que recogían una buena parte del saber griego y oriental, tanto en Córdoba durante el califato, como en las cortes de Arabía.

Estos trabajos de los traductores toledanos, permitieron que se pasaran al latín las obras de muchos personajes relevantes, como Aristóteles, Tolomeo, Galeno, Arquímides, Averroes, Avicena, Alfarabí, entre muchos otros.

Toledo se convirtió así en un gran centro cultural, a la que acudieron estudiosos de toda Europa, como el alemán Hermann (llamado Herman el Dálmata), el italiano Gerardo de Cremona o el inglés Adelardo de Bath.

La escuela de traductores de Toledo fue el centro más importante en el Siglo XIII para la realización de la obra de Alfonso X el Sabio, su gran impulsor, ya en lengua castellana. La norma lingüística toledana se impondría en los reinos de Alfonso X.

4.2.- Alfonso X el Sabio (s XIII)

4.2.1.- El autor

Alfonso X (1221- 1284) sucedíó en el trono de Castilla a su padre, Femando lE!, en 1252. Monarca de gran ambición, quiso unir la figura de gobernante ilustrado y el ejercicio de las armas. En la política, Alfonso X fracasó en algunas de sus aspiraciones, pero el periodo de intensa actividad científica y literaria bajo su reinado le hizo merecedor del sobrenombre de ‘el Sabio’.

La gran aportación de la obra alfonsí fue hacer del castellano una lengua de cultura, capaz de transmitir información sobre materias que hasta entonces habían quedado reservadas al latín o al árabe. Las razones que llevaron a Alfonso X a convertir la lengua vernácula en oficial son fundamentalmente dos:

• Dotar de una lengua común a las tres comunidades (cristianos, musulmanes y judíos) y facilitar la unidad cultural de su reino.

• Apartar la cultura del contexto clerical, en el que se utilizaba el latín, y acercarla a la gente de la Corte, que sabía leer, pero no la lengua latina.

4.2 Alfonso X el Sabio

4.2.1.- El autor

Alfonso X (1221- 1284) sucedíó en el trono de Castilla a su padre, Fernando III, en 1252. Monarca de gran ambición, quiso unir la figura de gobernante ilustrado y el ejercicio de las armas. En la política, Alfonso X fracasó en algunas de sus aspiraciones, pero el periodo de intensa actividad científica y literaria bajo su reinado le hizo merecedor del sobrenombre de ‘el Sabio’.

La gran aportación de la obra alfonsí fue hacer del castellano una lengua de cultura, capaz de transmitir información sobre materias que hasta entonces habían quedado reservadas al latín o al árabe. Las razones que llevaron a Alfonso X a convertir la lengua vernácula en oficial son fundamentalmente dos:

• Dotar de una lengua común a las tres comunidades (cristianos, musulmanes y judíos) y facilitar la unidad cultural de su reino.

• Apartar la cultura del contexto clerical, en el que se utilizaba el latín, y acercarla a la gente de la Corte, que sabía leer, pero no la lengua latina.

4.2.2.- Obra Según los temas que tratan las obras, la producción alfonsí se puede dividir en varios apartados:

Obras históricas: son las más importantes desde un punto de vista literario. La Crónica General o Estoria de España, pretendía ofrecer la historia de la península Ibérica y la Grande e General Estoria fue concebida como una historia universal, desde los orígenes del mundo hasta los tiempos de Alfonso X. Ambas quedaron incompletas.

Obras jurídicas:
Alfonso X trató de dotar a sus reinos de un código legal común, del que carecían. Las Siete Partidas es la recopilación de leyes más importante de la Castilla medieval.

• Obras de entretenimiento:


su objetivo era proporcionar normas para el ocio. El Libro de ajedrez, dados y tablas es el título más importante.

Obras científicas:
son básicamente traducciones de tratados astronómicos y astrológicos árabes. Destacan Los libros del saber de astronomía, el Lapidario y las Tablas alfonsíes. Algunos de éstos gozaron de una gran difusión en Europa.

Compuso también obra lírica:

Cantigas de Nuestra señora

4.3.- Don Juan Manuel (SXIT’9

4.3.1.- El autor

Don Juan Manuel (1282-1348), sobrino de Alfonso X el Sabio y míembro de la más alta nobleza, estuvo envuelto en varias luchas con el rey castellano, Alfonso X Su orgullo aristocrático, la conciencia estamental y la preocupación por el mantenimiento de sus propiedades se ponen de manifiesto en sus libros. Su amplia obra en prosa refleja sus preocupaciones políticas y morales. Don Juan Manuel es el primer escritor que muestra una clarísima conciencia de autor.
Se preocupó de que sus obras fueran correctamente transmitidas, a la vez que demuestra su conocimiento de los recursos estilísticos y del lenguaje. Sus obras son de carácter didáctico, con ellas pretende instruir a un público amplio y para ello, se sirve de elementos amenos, como la narración de hechos ficticios.

4.3.2.-La obra

Su obra más conocida es el Libro de Patron4 pero escribíó otras como son: Libro del caballero y del escudero, Tratado de las armas, Libro de la caza, Libro infinido o Libro de los consejos o castigos (es una obra dirigida a su hijo Fernando, consistente en un manual para la educación de príncipes), la Crónica abreviada (un compendio de la Crónica General de Alfonso X), entre otras.

4.3.3.- El conde Lucanor

4.3.3.1.- El titulo

El titulo completo de El conde Lucanor o Libro de Patronio es Libro de los enxiemplos del conde Lucanor et de su ayo Patronio y debíó de escribirse entre 1330 y 1340.

4.3.3.2.- Estructura

El conde Lucanor contiene dos prólogos, una colección de cincuenta y un ejemplos, que es la parte más extensa y central del libro, un conjunto de cien proverbios, que tienen un contenido moral y filosófico y un tratado sobre la salvación del alma.

La colección de exempla o cuentos morales presenta siempre la misma estructura:

1. Planteamiento de la situación (el conde Lucanor plantea un problema a su ayo Patronio) (Diálogo) tras una intervención de don Juan Manuel (frase introductoria que introduce el tópico del senex-puer).

2. Enxiemplo y aplicación (Patronio le cuenta una historia para aconsejarle y la aplica al caso que plantea el conde Lucanor) tras otra intervención de don Juan Manuel (marca la transición al enxiemplo, frase introductoria)

3. Intervención de don Juan Manuel e inclusión de una moraleja (Intervención y Moraleja)

4.3.3.3.- El tema

El tema constante de la obra es cómo salvar el alma dentro del estamento al que pertenece cada uno.

Las historias que se incluyen en El conde Lucanor proceden de las numerosas colecciones de cuentos. Durante toda la Edad Media, circularon profusamente cuentos de origen tanto árabe como cristiano, llegando a ser utilizados por los predicadores en sus sermones populares; entre ellas, el Gaula e Dimna y la Disciplina Clericalis.

4.3.3.4.- El estilo

En cuanto al estilo, sabido es que don Juan Manuel, más que la originalidad de sus relatos (inventio), buscaba su reelaboración (dispositio y elocutio), consciente de las posibilidades artísticas de la lengua. Y aquí tenemos un logro exquisito. Sin dejar de mantener un registro de habla propio de las clases cultas (era heredero del scriptorium alfonsí), funde en el texto la amenidad con los rasgos típicos del didactismo tradicional: claridad, sencillez y precisión. Algunos de los recursos que emplea para ello son: los escenarios de este relato le dan verosimilitud y intriga; refleja la psicología de los personajes; el desenlace se obtiene tras una magistral gradación; hace gala de un empleo mínimó de latinismos en el léxico, pero, en cambio, sostiene la armónía de su estructura fraseológica en paralelismos y simetrías carácterísticas el latín. Todo ello, junto con el procedimiento de la abreviatio de la moraleja en los versos finales, lo muestra como un experto conocedor de las retóricas literarias más difundidas de su tiempo.

4.3.3.5.- La intención

Segmi declara don Juan Manuel en el prólogo, el estilo de la obra pretende ser sencillo y natural, por estar destinado a gentes también sencillas que no poseen grandes conocimientos. El quería que todos pudieran entender la obra, por eso pensando en los destinatarios quiso darle un carácter didáctico, con dos rasgos carácterísticos: la utilidad y sencillez.

5.- EL TEATRO MEDIEVAL

En la Edad Media española existieron representaciones teatrales, unas de carácter religioso y otras, de carácter profano. Eran los primeros pasos de un teatro primitivo. Las representaciones religiosas se hacían en los templos o en portales y atrios, sobre temas tomados de la Biblia, para hacer interpretar más fácilmente los pasajes religiosos o los significados de las festividades. Eran ‘autos’ o escenificaciones de escenas de los misterios, y también moralidades, con personajes alegóricos.

Existieron también un teatro profano culto (representado en las cortes y en colegios, sobre temas de los clásicos griegos y latinos) y un teatro profano popular (que se representaba al aire libre, en esquinas o mesones, interpretado por comediantes y juglares).

Del teatro religioso primitivo, medieval, la pieza más antigua que se conserva es El Auto o Misterio de los Reyes Magos, fragmentos en verso que datan de la segunda mitad del S. XII, y que fueran hallados en la Catedral de Toledo en el S. XIII.