EL Romanticismo
La nueva forma de entender la literatura una serie de rasgos Romanticismo:
- Individualismo. El hombre ROMántico piensa que la realidad auténtica está en el propio espíritu humano. De aquí se manifiesta en la exaltación de los sentimientos y las pasiones
- Nacionalismo. La expansión de las ideas revolucionarias y la reacción ante las invasiones napoleónicas alientan la independencia y la; búsqueda de los elementos carácterísticos de cada nacíón.
- Búsqueda del Absoluto. El artista ROMántico aspira a alcanzar el Absoluto, es decir, lo eterno; pero se encuentra con ía imposibilidad de trascender la realidad material.
- La función del artista. El arte es entendido como una forma de conocimiento, y el creador, un ser favorecido por un don sobrenatural
- Libertad. Para los ROMánticos, el principal valor de la condición humana es la libertad personal.
- Rebeldía. La insatisfacción ante una realidad . Esa actitud rebelde se refleja en la literatura a través de una serie de personajes carácterísticos.
- La evasión. El artista huye de la realidad y escapa hacia mundos creados por su imaginación. Cuatro evasiones spn propias del Romanticismo:
En el espacio: la naturaleza es proyección de los sentimientos y, en consecuencia, el paisaje se caracteriza por lo tormentoso, oscuro y cargado de misterio.
En el tiempo: el pasado, la Edad Media, atrae a los ROMánticos, ya que el desconocimiento de aquellos siglos envuelve el período en un encanto misterioso.
En el misterio: el hombre encuentra en lo desconocido la razón para vivir que la realidad le niega, es un camino que se abre para la búsqueda del Absoluto.
En lo onírico: los sueños abren la posibilidad de eludir la realidad ordinaria.
El estilo. La literatura ROMántica se caracterizó por una renovación estilística que se resume en el desarrollo de los elementos narrativos,
La preocupación social y política. La literatura comprometida
Este será otro de los temas literarios fundamentales y recurrentes en el siglo XX. Este siglo ha sido muy conflictivo desde el punto de vista social y político (grandes guerras, revoluciones, insatisfacción, lucha por las libertades, lucha contra la opresión política, económica o militar, etc.). Como es lógico, la literatura no ha cerrado los ojos a estos problemas. En muchos casos los escritores han querido usar sus palabras como armas (“la poesía es un arma cargada de futuro”, decía el poeta español Gabriel Celaya) que sirvieran para denunciar la injusticia e, incluso, para cambiar el mundo existente por otro mejor
La lírica es el género literario más adecuado para la proyección del yo, aunque no debe entenderse como simple reflejo de la experiencia biográfica real de sus autores. En los poemas tienen cabida las vivencias sometidas siempre a elaboración artística y en confluencia con ideas, visiones y perspectivas personales o culturales sobre el mudo habitado por el artista. En la poesía del Siglo XX, el yo está presente de forma constante, unas veces angustiado, otras rebelde; en ocasiones melancólico, pero también vital y optimista; comprometido con las circunstancias históricas y con la condición humana, sin olvidar el compromiso del escritor con la propia labor creadora. El yo, entendido de esta manera extensa, es la sustancia que se vierte en múltiples formas a lo largo del siglo, desde las más apegadas a la tradición hasta las propuestas radicales que buscan romper las bases en que se sustenta el arte literario. La importancia de la forma es tal en la poesía del Siglo XX, que se convierte en objeto de discusión y, en algunos autores y tendencias, en verdadero núcleo temático de las composiciones.
La novela del Siglo XX se caracteriza por la expansión que alcanza. Llega a convertirse desde el final de la Segunda Guerra Mundial no solo en el y género literario predominante, sino también en una de las más extendidas manifestaciones culturales junto al cine. Esta expansión constante se manifiesta en la consideración de la novela como género abierto que permite la inclusión de. Elementos procedentes de otras modalidades comunicativas y que hacen posible hablar de novelas líricas, intelectuales, novelas-reportaje, narraciones dialogadas, etc. El predominio del género se manifiesta también en su extensión geográfica, ya que se incorporan al panorama novelístico escritores de todos los rincones del planeta, incluso de lugares en los que la literatura había optado tradicionalmente por otras formas, como es el caso del Lejano Oriente, más vinculado a lo lírico y teatral, o del Tercer Mundo, donde el aumento de la alfabetización abre el camino hacia lo escrito en sustitución de lo oral. Además, la novela presenta en el Siglo XX otro carácter unificador: el deseo de renovación que lleva a la búsqueda de formas de expresión alejadas del Realismo decimonónico.
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PROBLEMAS DE LA LITERATURA DEL Siglo XX 2.1
Si algo puede definir la actitud de los escritores e intelectuales europeos en las primeras décadas del Siglo XX es la palabra “angustia”.
La incertidumbre científica. Características:
- El progreso técnico y las amenazas que éste esconde.
- La condición temporal del ser humano.
- La frustración de los deseos humanos.
- La injusticia social.
- El problema de la existencia de Dios y del sentido de la vida.
han adoptado diferentes actitudes:
- Algunos dedicaron sus obras a expresar esas “angustias”.
- Otros intentaron cambiar el mundo mediante sus escritos ejerciendo la protesta social y política.
- Muchos escritores buscaron en la religión y en Dios algo que diera sentido a sus vidas dominadas por la angustia y la frustración.
Podemos intentar descomponer este tema en una serie de motivos temáticos que lo integran:
El problema de la existencia humana.-
- La vida humana no tiene sentido, porque hagamos lo que hagamos, terminaremos castigados con la muerte y el olvido: La vida humana es, por tanto, absurda. . A pesar del absurdo de nuestra vida, el hombre debe aspirar a mantener su dignidad
- El problema religioso:
- Negación de Dios y de lo religioso: ateísmo o agnosticismo.
- Afirmación de Dios y de lo religioso: sin Dios, vivir sería absurdo e inútil.
- Cristianismo Trágico: la razón niega la existencia de Dios y convierte la vida humana en algo inútil y sin sentido, pero estos autores quieren creer en Dios, quieren creer que hay una justificación del sufrimiento humano. Esta lucha entre lo que se cree y lo que se querría creer nos la encontramos en la obra de Unamuno