El Descubrimiento de América y la Expansión Ultramarina
Castilla y Portugal fueron los dos reinos pioneros en las exploraciones atlánticas. Ambos disponían de una marina cualificada y de enclaves insulares. También habían perfeccionado la cartografía, empleaban instrumentos como la brújula y el astrolabio y navegaban en carabelas. No obstante, los marinos portugueses estaban mucho más adelantados: ya habían bordeado la costa africana occidental en busca de la ruta oriental hacia las Indias y las especias, y habían alcanzado el cabo de Buena Esperanza. En 1492, se encontraban muy cerca de lograr su objetivo; de hecho, Vasco de Gama logró llegar a la actual India entre 1497 y 1499.
En este contexto, Portugal rechazó los proyectos del genovés Cristóbal Colón. En cambio, la corte castellana consideró que una ruta hacia el oeste podía eliminar restricciones en el Atlántico. Con financiación genovesa y tras firmar con Colón las Capitulaciones de Santa Fe en abril de 1492, se organizó el primer viaje.
Los Viajes de Cristóbal Colón
En su empeño por llegar a las islas de las especias por el oeste, Colón organizó cuatro viajes entre 1492 y 1502. Estaba convencido de la esfericidad de la Tierra, pero se equivocaba en su tamaño, ya que la imaginaba más pequeña. Como plataforma para sus viajes, utilizó la costa suroeste española y las Islas Canarias.
- Primer Viaje (1492): Llegó a la isla de San Salvador (actual Watling) en las Bahamas el 12 de octubre de 1492 y exploró las Antillas: la isla Juana (Cuba) y La Española (República Dominicana y Haití).
- Viajes Posteriores (1493-1502): En los tres viajes posteriores, descubrió Puerto Rico, Jamaica, la desembocadura del Orinoco y la costa de América Central. Sin embargo, Colón no encontró las especias ni un paso para llegar a ellas y murió en 1506 convencido de haber llegado a Asia.
Consecuencias y Reparto Territorial
Tras el primer viaje de Colón, los Reyes Católicos obtuvieron las bulas Inter caetera, dictadas por el papa Alejandro VI. Estos documentos otorgaban a Castilla el dominio de las tierras que estuvieran al oeste de una línea imaginaria a cien leguas de las Islas Azores. Portugal estuvo en desacuerdo, y ambos llegaron a un acuerdo mediante el Tratado de Tordesillas: Castilla se quedaría con la zona occidental del meridiano 46 oeste y Portugal con la del este.
En 1499, los Reyes Católicos autorizaron las exploraciones privadas de las Indias a cambio de la quinta parte de los beneficios obtenidos. Este tipo de expediciones, caracterizadas por la insuficiente planificación y la nula intervención de la Corona, fueron habituales en los primeros años del siglo XVI. Recorrieron la costa desde el Río de la Plata hasta Florida, con escasos resultados económicos y sin encontrar el paso hacia las islas de las especias.
En 1513, Vasco Núñez de Balboa, tras atravesar el istmo de Panamá, descubrió el océano Pacífico, confirmando así que un continente se interponía entre Europa y las islas de las especias.
La Proyección Exterior: Objetivos e Instrumentos de los Reyes Católicos
La política exterior de Isabel y Fernando continuó los objetivos marcados por los Trastámara, entre los que sobresalen los siguientes:
- Recuperación de territorios: La recuperación de los territorios perdidos por los Trastámara aragoneses. El rey Fernando los reivindicaba como patrimonio familiar. Estos territorios eran:
- Navarra (territorio donde había reinado su padre, Juan II, y ahora los condes de Foix, de origen francés).
- Rosellón y Cerdeña (condados cedidos por Juan II al rey de Francia).
- Nápoles (reino que gobernaban los Trastámara pero que Francia reivindicaba).
- Consolidación de la expansión mediterránea: La consolidación de la expansión mediterránea de la Corona de Aragón. Este objetivo conllevaba conflictos con los reinos musulmanes del norte de África, una zona de gran interés para ambas Coronas. Además, la expansión incluía al Reino de Nápoles.
- Avance de la expansión atlántica: El avance de la expansión atlántica del Reino de Castilla hacia el Atlántico sur. Esta aspiración tenía muchas limitaciones debido a los acuerdos firmados con Portugal. Con respecto a las rutas atlánticas del norte, la ruptura de la alianza con Francia obligaba a cambiar de aliados (Inglaterra, el Imperio Alemán, Países Bajos).
Instrumentos de la Política Exterior
Para llevar a cabo sus objetivos exteriores, los Reyes Católicos se sirvieron de varios instrumentos:
- Diplomacia ágil: Los reinos peninsulares establecieron por primera vez embajadores estables en las distintas cortes europeas.
- Ejército permanente: Tras la campaña de Granada, se creó el primer ejército permanente sufragado por la Corona, que llegó a absorber más de la mitad del presupuesto real.
- Política matrimonial: Esta estrategia se utilizó en las relaciones con Portugal, Inglaterra y el Imperio Alemán para lograr alianzas. El único hijo varón de los Reyes Católicos murió prematuramente. Como consecuencia, Carlos, hijo de Juana y Felipe de Habsburgo, heredaría como patrimonio familiar los Países Bajos y Alemania (línea paterna) y las Coronas de Castilla y Aragón (línea materna).
La Reforma Religiosa y la Inquisición en el Reinado de los Reyes Católicos
Isabel y Fernando intentaron lograr la unidad religiosa de todos sus súbditos y reinos, promoviendo el catolicismo y abandonando la convivencia y tolerancia religiosa.
Para conseguir esta unidad, adoptaron un programa de reforma religiosa, la creación de la Inquisición y la expulsión de las minorías religiosas de sus dominios.
Medidas de Reforma del Clero
Las medidas de la reforma del clero tenían un doble objetivo:
- Combatir la relajación moral e intelectual: La mayor parte del alto clero procedía de la nobleza y no había renunciado a la riqueza, al lujo, al absentismo y al nepotismo; el bajo clero, por su parte, presentaba una formación intelectual deficiente.
- Aumentar el control de la Corona sobre la Iglesia: En especial sobre las altas jerarquías.
Los Reyes Católicos obtuvieron logros como el derecho de presentación y el patronato regio en la reforma del clero.
Establecimiento de la Inquisición
Las reformas llevadas a cabo por los Reyes Católicos también pretendían lograr que todos sus súbditos profesaran la misma fe. Para ello, se estableció el Consejo de la Suprema Inquisición, que fue la única institución que se impuso en todos los reinos.
En Aragón ya existía un Tribunal de la Inquisición, pero se había quedado obsoleto. Isabel y Fernando decidieron crearlo en Castilla para perseguir a los falsos conversos. El primer Tribunal, autorizado en 1479, comenzó a funcionar en 1480 en Sevilla, dirigido por Tomás de Torquemada. Aunque la Inquisición era una institución eclesiástica, dependía de forma directa de los soberanos. Funcionó hasta el siglo XIX, decreció su rigor pero amplió su campo de acción de los judeoconversos a los moriscos, protestantes y a lo que se consideraba desviaciones morales.
Expulsión de Minorías Religiosas
Para culminar el proceso de unificación religiosa, los Reyes Católicos decretaron en marzo de 1492 la expulsión de todos los judíos de Castilla y Aragón que no accedieran a bautizarse en un plazo de 4 meses. Unos cien mil judíos abandonaron Castilla y Aragón con destino a Navarra y Portugal, de donde también fueron expulsados posteriormente. Los judíos que salieron de la Península se llamaron sefardíes.
Por otro lado, los mudéjares fueron expulsados primero de Granada. En 1502, la expulsión se amplió a toda Castilla; en Aragón, la expulsión se produjo en 1526. La mayoría se bautizó y pasaron a denominarse moriscos, quienes con el tiempo también fueron expulsados.
La Unión Dinástica: Ascenso al Poder y Organización del Estado Moderno
Isabel I de Castilla (1451-1504) y su esposo, Fernando II de Aragón (1452-1516), son conocidos como Reyes Católicos. Este título se les otorgó por haber acabado con el poder del islam en la Península Ibérica. Isabel I alcanzó el trono de Castilla en 1474 y cinco años después, Fernando II logró el de Aragón. Su matrimonio (1469) permitió que ambos reinos tuvieran una política común. Los grandes éxitos obtenidos en el exterior fueron fruto de esa política, que se consolidó cuando Carlos de Habsburgo heredó todo el patrimonio familiar y lo acrecentó con nuevas posesiones en Europa.
A la unión de Castilla y Aragón bajo los Reyes Católicos se le conoce como unión dinástica o también Monarquía Hispánica. Castilla y Aragón no se convirtieron en un Estado unido, sino que ambos reinos permanecieron diferenciados e incluso enfrentados en su manera de entender la política. La alianza entre Castilla y Aragón se hizo en detrimento de Portugal.
Guerra de Sucesión Castellana
Para conseguir el trono, Isabel tuvo que enfrentarse a su hermanastro Enrique IV, rey de Castilla, y posteriormente a la hija y heredera de este, Juana “La Beltraneja”, quien se casó con Alfonso V de Portugal. En su reivindicación para obtener el trono, Isabel se alió con Aragón a través de su matrimonio con Fernando II, heredero de esta Corona. Cuando murió Enrique IV, se desató una guerra civil entre 1474 y 1479 por la sucesión a la Corona de Castilla. Finalmente, el rey portugués se vio abocado a firmar la paz con Isabel en el Tratado de Alcaçovas. En virtud de este, Alfonso V y Juana renunciaban al trono de Castilla, y este se comprometía a no intervenir en el África atlántica, con excepción de las Islas Canarias.
La Monarquía Autoritaria y Reformas del Estado
Los reyes de la familia Trastámara aplicaron la monarquía autoritaria (que otorgaba al monarca hegemonía sobre los señores laicos y eclesiásticos y centralizaba el Estado) en Castilla y Aragón, y la continuaron Isabel y Fernando. El autoritarismo monárquico fue más evidente en Castilla porque tenía instituciones más homogéneas y eficaces para un ejercicio sin trabas del poder monárquico, además de ser un reino más extenso y poblado. En Aragón, las instituciones permanecieron intactas en su mayoría, y el pactismo característico del sistema aragonés se mantuvo.
Reformas Aplicadas por la Monarquía Autoritaria:
- Reorganización de los Consejos: Los Consejos fueron la base del gobierno, estaban coordinados y asesorados por secretarios (personas de confianza de los Reyes y precedentes de los ministros).
- Mantenimiento de las Cortes y creación de virreyes: Se respetaron las Cortes de Castilla, Aragón, Valencia, Cataluña y Navarra. En algunos principados, los Reyes Católicos nombraron virreyes que gobernaban en su ausencia.
- Reforma de la Administración de Justicia: Se organizó en tres niveles:
- Local: Ejercida por corregidores o representantes del Rey en municipios.
- Segunda instancia: Representada por las Audiencias.
- Última instancia: Era el propio Consejo Real de Castilla, que estaba por encima del resto de tribunales.
- Creación de la Santa Hermandad: Cuerpo armado que se encargaba de vigilar los caminos y el orden interior de Castilla; sus gastos eran costeados por los concejos.