Luces de bohemia max estrella y don latino

Max Estrella es un personaje complejo, de difícil análisis, que llega incluso a la contradicción. Es descrito con nobleza, con grandilocuencia,tanto por las acotaciones del autor como por los propios parlamentos del personaje. la propia ceguera de Max, más allá de la simple identificación con el personaje real de Alejandro Sawa, lo iguala al mismísimo Homero. Será testimonio ciego (¿cómo la justicia?), de la injusticia social, de la corrupción de la clase política, de la degradación de la sociedad, de la falta de reconocimiento después contemporáneos en lo literario. En este sentido parece producirse en Max una cierta evolución, que va de lo personal (su mala condición económica y su enclenque salud) a lo social, colectivo, general, que lo conducirá a la muerte. Parece confesar, ante el obrero catalán su mala conciencia por la despreocupación social. Hay, en este encuentro, una definición de la evolución del personaje, que, poco a poco, va entrando en la consideración social y política, pasando de lo propiamente artístico y estético, característico de la bohemia, a la toma de conciencia ideológica que lo acerca a las consideraciones anarquistas del obrero catalán. Y, a pesar de ello, se trueca egoísta de nuevo al consentir la ayuda económica de su antiguo amigo y hoy ministro, quien le ofrece, en una escena entre lo grotesco del asunto y lo tierno de la consideración de la antigua amistad ,una paga vitalicia. Esta es una de las contradicciones del personaje, así como, quizás, su dejación de funciones familiares, consintiendo la muerte de su mujer e hija. Por otro lado, Latino de Hispalis es, quizás, el personaje más esperpéntico, siempre en constante caricatura deformada, acompañado de su perrillo siendo él mismo el perro faldero (traidor y vendido al mejorpostor, al dueño del hueso más grande). Zamora Vicente nos dice no haber encontrado vínculo con ningún personaje real. Afirma ser un artificio del propio Valle para dar dos caras de la misma manera, a modo de cara oscura del propio Max. Sería una manera de redondear el esperpento de la obra, cara y cruz de una sociedad degradada que se retuerce entre la supervivencia personal y la lucha obrera del momento.

Valle-Inclán inicia su carrera literaria tras el denominado desastre del 98, fecha de la pérdida de las últimas colonias. España era un país rural, con una industrialización creciente en focos alejados del poder político (Cataluña y Euskadi), con salarios muy bajos, altos niveles de analfabetismo y gran conflictividad social a los que el régimen político de la Restauración (basado en la alternancia de liberales y conservadores) ya no sabía dar respuesta.
LdB apareció publicada por entregas en la revista España en 1920. En 1924 se editó en forma de libro y Valle hizo numerosos cambios, supresiones y adiciones que dotaron a la obra de mayor intensidad, sobre todo en los aspectos de denuncia social y política. En esta obra Valle nos acerca a la vida bohemia, tema de muchas producciones literarias y de otras artes. La bohemia había sido para muchos artistas de fin de siglo más de un simple modo de vivir: fue una forma de entender el arte y la vida. Fue una época heroica, donde con orgullo aristocrático, se confinaba el Arte al mundo de la Belleza, fuerza del alcance de la vulgar sociedad burguesa, cuyos valores se
despreciaban. Ese es el mundo de Max, pero este mundo en 1920 ya no tiene sentido. El liberalismo burgués desemboca en la I Guerra Mundial y en la revolución rusa de 1917, donde se alumbraban nuevos caminos de organización económica y social. LdB es una particular elegía de este mundo ya acabado. España se mantuvo neutral durante la I Guerra Mundial y la aprovechó para oxigenar su proceso de industrialización. Pero los beneficios de la exportación no se reinvirtieron en la industria, lo que provocó su ruina, sino en la compra de fincas y la construcción de grandes edificios en las principales ciudades. De este modo la riqueza generada no sirvió para mejorar la sociedad en general, sino más bien al contrario pues debido a la fuerte subida de los precios, consecuencia de la exportación y la especulación, la clase obrera se ve empujada hacia la miseria más absoluta. El paro y los bajos salarios tanto en la agricultura como en la industria provocaron revueltas campesinas y la movilización obrera. Se producen enfrentamientos y los primeros atentados anarquistas en Barcelona, todos duramente reprimidos por los gobiernos de turno. En 1920 se fundó el Partido Comunista de España, aunque son la CNT y el Partido Socialista los que reúnen mayor número de militantes en estos momentos. Por otra parte, todavía no recuperado del desastre del 98 se suman los problemas que produce el arcaico colonialismo español de África, que culmina con la derrota de Annual en 1921. Ante un estado incapaz de actuar la Monarquía promueve el golpe de estado de Primo de Rivera en 1923. Sin embargo el cambio no sirve para regenerar el panorama político y social y el fin de la dictadura arrastra a la monarquía y en 1931 se proclama la II República. Desde el punto de vista literario tanto Valle como LdB son excepcionales en su época y difíciles de incluir en ninguna clasificación. Valle es una mezcla excepcional del decadentismo modernista, el malestar por la degradación de la sociedad y la política española, propios de la generación del 98, y la necesidad renovadora de las vanguardias. LdB es la obra excepcional de un ser excepcional que escapa a las clasificaciones porque tiene algo de todas.

LdB es la primera obra de VALLE-INCLÁN califica como esperpento. Si la naturaleza del esperpento es crear una antitragedia, LdB es un ejemplo paradigmático. Los personajes se enfrentan a un destino trágico, pero el distanciamiento del autor nos lo muestra como algo grotesco. En LdB asistimos a una enorme tragedia a nivel colectivo (la situación social) y a nivel individual (la muerte de Max y el suicidio de su mujer y su hija), pero estos hechos aparecen como ridículos debido a los personajes que les dan vida. La muerte de Max es ridícula. No hay nada elevado en su muerte, y mucho menos en su velatorio. Max muere en la calle, sus últimos momentos son una parodia y su velatorio una burla grotesca y cruel. Además no es su muerte la que cierra la obra, como en la tragedia clásica, sino que, para mayor escarnio, la obra concluye finalmente con las palabras de un borracho. Se denuncia el hambre, la injusticia, la corrupción. Los personajes viven un momento trágico, terrible, pero no son capaces de verlo porque carecen de valores morales. Zaratrusta, Don Latino, incluso los obreros…, son unos sinvergüenzas que denuncian las corrupciones ajenas, sin ver las suyas propias. A esta mayoría de personajes que carecen de altura moral se oponen Max, el obrero anarquista o la madre del niño asesinado por los soldados. Ellos intentan enfrentarse a esta realidad desde sus propios valores; sin embargo esta altura moral no los salva. La deformación esperpéntica supone una quiebra del sistema lógico y de las convenciones sociales. Se produce una mezcla y superposición de modelos opuestos. Esto es obvio en la cosificación de algunos personajes (ej.- don Latino es retratado en alguna acotación como un títere), otras veces se animalizan personajes (ej.- a don Latino se le llama “perro” o “cerdo”; Rubén Darío es un “cerdo triste”) o se humanizan animales u objetos inanimados. También afecta el esperpento a los modelos literarios. En LdB , VALLE-INCLÁN escribe el epitafio del modernismo, la estética en la que se había iniciado en la carrera literaria. También la épica y la tragedia aparecen retorcidos y deformados (Max es ciego como Homero y realiza un viaje de conocimiento como los protagonistas de la épica y la tragedia). Hay referencias a Dante y su Divina Comedia (Max, guiado por don Latino como Dante por Virgilio, siente que ese mundo en el que viven es un círculo más del Infierno de Dante), a la literatura
romántica (Espronceda, Víctor Hugo), citas directas de Shakespeare, de Darío, críticas a Galdós y a la literatura realista… La cita literaria, que había sido un armazón esencial en la literatura
modernista, se utiliza ahora como un recurso más de deformación. Normalmente hay una distancia tan grande entre el mundo evocado por la cita y la realidad de la situación que sólo
puede provocar amargura. Pero sin duda uno de los recursos más significativos del esperpento en LdB es la deformación del lenguaje. Los personajes han abandonado la exquisita lengua modernista. Es un habla expresiva y singular, fruto de la fusión del habla más culta y la más vulgar. La presencia en la lengua literaria del lenguaje arrabalero y marginal era una moda generalizada en su momento, incluso un juego habitual entre las clases elevadas. Aparece en las obras de Arniches y Muñoz Seca. La lengua de LdB es viva, libre, sincera. Encontramos las voces de todos los sectores de la sociedad (del ministro, del poeta excelso, del que no escribirá en toda su vida un verso medio decente, de las prostitutas, los obreros iletrados, de los periodistas, los guardias, los serenos, los desheredados…). Otra de las características del esperpento visible en LdB es la indefinición de géneros. El esperpento se caracteriza por mezclar novela y teatro. Esta mezcla es evidente en el uso especial de las acotaciones, que son muy extensas, tienen carácter literario y están integradas en el diálogo. Con ellas se describen, con rapidez e intensidad (mediante el uso muchas veces de la frase nominal), personajes y ambientes.