El Movimiento Obrero y la Oposición al Franquismo
Marcelino Camacho y el Movimiento Obrero bajo el Franquismo
¿Quién fue Marcelino Camacho?
Fue un destacado sindicalista y político español. Fue fundador y primer secretario general de Comisiones Obreras entre 1976 y 1987, y diputado comunista por Madrid entre 1977 y 1981.
El movimiento obrero bajo el franquismo
La brutal represión franquista, sumada a los efectos de la movilización bélica y del exilio, tuvo efectos devastadores para el movimiento obrero. Sin embargo, socialistas, comunistas y libertarios se esforzaron en crear redes clandestinas que evitaran su completa desaparición. Por otra parte, junto con la inevitable sumisión al Estado y a los patronos, los trabajadores mostraron actitudes de rechazo y resistencia y, esporádicamente, de protesta ante las nuevas condiciones de vida y de trabajo impuestas, así como de aprovechamiento de la propia legalidad franquista para defender sus intereses. Desde el inicio de la década de los años sesenta, un movimiento obrero renovado con las Comisiones Obreras se convirtió de nuevo en un actor importante en la vida sociopolítica española, contribuyendo de manera determinante a la crisis final de la dictadura.
La Oposición al Régimen Franquista y la Revista Cuadernos para el Diálogo
¿Qué fue la revista Cuadernos para el Diálogo?
Fue una revista cultural, aunque con claro propósito de transmitir un ideario político, el democristiano, que difundió su primer presidente y promotor Joaquín Ruiz-Giménez. El primer número se publicó en octubre de 1963 y dejó de salir en 1978. En 1976 dejó de ser mensual y durante sus últimos meses fue un semanario, que no logró sobrevivir a la Transición. Acogió a un amplísimo espectro social de escritores e impulsó la carrera política de gran número de sus colaboradores. Fue un referente y un símbolo de la cultura progresista de los años 1960-1970.
La oposición al régimen franquista
Los viejos partidos políticos renovaron sus dirigentes y sus actividades a la vez que surgieron nuevos grupos y organizaciones políticas que abarcaban desde la extrema izquierda hasta el liberalismo monárquico. El PCE era el de mayor implantación social como resultado de una línea política que propugnaba la penetración en las organizaciones de masas. El PSOE renovó su actuación y eligió una nueva dirección compuesta por líderes como Felipe González. En la extrema izquierda surgieron partidos como el PCE-ML, PCI y grupos terroristas como el FRAP. Uno de los grupos de oposición moderada fue la Democracia Cristiana, que reunía diversos partidos de centro, minoritarios socialmente, pero con líderes de prestigio. Los partidos nacionalistas históricos, como ERC, se revitalizaron. En 1974 nació Convergencia Democrática de Cataluña, un partido dirigido por Jordi Pujol. La nueva organización, mezcla de ideas socializantes y de nacionalismo radical, propugnó una estrategia de lucha armada contra el franquismo a partir de 1968.
Movimientos Ciudadanos y Nuevas Opciones Políticas en la España Reciente
El 15M y la Reconfiguración del Sistema de Partidos
¿Qué fue el 15M?
También llamado movimiento de los indignados, fue un movimiento ciudadano formado a raíz de la manifestación del 15 de mayo de 2011, convocada por diversos colectivos. Después de que 40 personas decidieran acampar en la Puerta del Sol esa noche de forma espontánea, se produjeron una serie de protestas pacíficas en España, con la intención de promover una democracia más participativa alejada del bipartidismo (PSOE-PP) y del dominio de bancos y corporaciones, así como una «auténtica división de poderes» y otras medidas con la intención de mejorar el sistema democrático.
La formación de nuevas opciones políticas tras la crisis de 2011
La crisis de soberanía del Estado español produjo una respuesta popular de inusitada fuerza, lo que puso en evidencia la crisis de la estructura de comunicación entre la sociedad civil y la esfera pública política. El aspecto central de esta última crisis es la de los partidos políticos, de cada uno en particular y de la estructura fuertemente bipartidista de dicha esfera política. Los efectos de esta crisis de la comunicación democrática se hacen sentir en los partidos establecidos y en la aparición de nuevos. Uno de ellos, Podemos, se pretende expresión de las movilizaciones populares, lo que introduce dentro de él una tensión territorial muy fuerte, pues como tal partido que compite en las elecciones generales, debe operar con una fuerte centralización; esta centralización política ocurre en cada uno de los diferentes territorios autónomos y a nivel estatal. Por otra parte, la cuestión de la corrupción de los partidos políticos y la proliferación de nuevos medios de comunicación política hace más densa esa complejidad.