Panorama de la Poesía Española desde 1975
En la poesía posterior a 1975, como en otros géneros, es difícil establecer movimientos claros; hay trayectorias poéticas individuales con características propias, por lo que perviven muchas tendencias. Continúan publicando muchos poetas anteriores, como José Hierro, que gana el Premio Nacional de Literatura con Cuaderno de Nueva York; otros retornan del exilio, como Alberti, que publica Versos sueltos de cada día. Los poetas más jóvenes empiezan a publicar más obras, destacando la irrupción de las mujeres en la poesía.
Los Novísimos (Poetas de los 60)
Durante los primeros años de la Transición, la tendencia dominante fue la impuesta por los poetas que se habían dado a conocer durante los 60, los llamados Novísimos. Se dieron a conocer por una antología de José María Castellet y entre ellos destacan Leopoldo Panero, Pere Gimferrer, Félix de Azúa, Antonio Colinas, Luis Alberto de Cuenca y Luis Antonio de Villena. Son representados como un movimiento de vanguardia que rompe con la poesía social y de indagación, proponiendo un nuevo lenguaje de experimentalismo formal.
Características de los Novísimos
- Deseo de ruptura con la poesía anterior, oponiéndose al estilo realista y alejándose de las posturas sociales.
- Modelos poéticos muy variados, recuperando la vanguardia, pero también el simbolismo o el modernismo.
- Culturalismo: abundancia de citas literarias y referencias al cine, la literatura o la música en las obras.
Los temas recurrentes son el amor, el erotismo y los asuntos contemporáneos. Estos escritores buscan una expresión poética llamativa, caracterizada por un lenguaje rico, practicando la escritura automática o técnicas como el collage.
Tendencias en los Años 80
En torno a los años 80, se inicia un cambio de estética y aparece un nuevo grupo de escritores que se caracterizan por un distanciamiento de los Novísimos para expresar la intimidad y recuperar las formas métricas tradicionales.
Poesía del Silencio
Poesía del Silencio: Poesía minimalista, procedente de la poesía pura y del existencialismo. Compone poemas breves en los que se elimina la anécdota y se depura el lenguaje para alcanzar lo esencial. Es una poesía intelectual y filosófica. Destacan los últimos libros de José Ángel Valente o Jaime Siles con Música de Agua o Clara Janés con Rosas de fuego.
Poesía de la Experiencia
Poesía de la Experiencia: Es una de las tendencias más importantes, que arranca con los poetas de la generación de los 60. Fue iniciada por un grupo granadino liderado por Luis García Montero, quien publicó su manifiesto La otra sentimentalidad en 1983 en el diario El País. Esta poesía es realista, habla de la vida y surge de acontecimientos concretos y cotidianos a partir de los cuales se expresan los sentimientos del autor. Los temas que trata son los clásicos como el amor, el paso del tiempo o la esperanza, a los que se añaden los conflictos generacionales, el consumismo o la droga.
Características de la Poesía de la Experiencia
- Antivanguardismo y anticulturalismo: el poeta no es marginal, sino alguien normal que habla de sus vivencias personales.
- Ambientación urbana y contemporánea, situadas en el contexto de la España de la época.
- Inclusión de elementos narrativos como anécdotas o historias con progresión argumental.
- Función civil de la poesía, que sirve para contar la realidad histórica.
- Tono conversacional, con un lenguaje coloquial que puede incluir ternura o parodia, recuperando las formas métricas tradicionales como el verso medido o los sonetos.
Luis García Montero es el autor más destacado, con obras como Habitaciones separadas (1990) o El Jardín Extranjero (1983). Otros autores relevantes son Felipe Benítez Reyes con Paraíso Manuscrito (1982) o Benjamín Prado con Asuntos Personales (1991).
Otras tendencias menos importantes, pero también presentes, incluyen el neosurrealismo.
Hacia el Siglo XXI
Hacia el Siglo XXI: Al finalizar el siglo XX, la poesía se vuelve más social porque el poeta se compromete en la denuncia de un mundo injusto e insolidario. Fernando Beltrán publica una antología con el título El hombre de la calle, que se caracteriza por una poesía ‘entrometida’ en la que se abordan temas sociales como la globalización o preocupaciones existenciales como la incertidumbre, con un tono desgarrado.
Destacan Jorge Riechmann con Poesía desabrigada (2006), Ana Merino con La voz de los relojes (2000) o Carlos Marzal con El corazón perplejo (2005).
Un fenómeno más reciente es la ‘generación tuit’, que se trata de una generación que ha crecido y divulgado su obra en la calle y en las redes, como Elvira Sastre, Irene X o Berta García, entre otros, que han alcanzado cifras de venta impensables.
Los poetas ‘millennials’, a menudo vinculados a la música (raperos) o las redes sociales (influencers), han logrado que un público muy joven siga a estos autores y que la poesía alcance una gran visibilidad cultural.
En definitiva, la poesía más reciente se mueve en diversos frentes, y la aparición de autores y textos, a menudo predeterminados por autores o editoriales, dificulta su sistematización.