Novecentismo y Generación del 14: Literatura, Novela y Ensayo en España

El Novecentismo y la Generación del 14: Características, Novela y Ensayo

Definición y Contexto Histórico

En 1914, Azorín afirmó que había surgido una nueva generación, la **Generación del 14**. Se trataba de jóvenes que tenían una mayor preparación científica: críticos, historiadores, filósofos, profesores… Son algunos de los que se insertan en sus filas.

Este movimiento busca nuevas orientaciones ideológicas y estéticas, rompiendo con el Modernismo y la Generación del 98, aunque no llegan a la ruptura que suponen las Vanguardias. Surge entonces el grupo de la Generación del 14 o **Novecentismo**. Este término, acuñado por Eugenio D’Ors, significa lo que no es modernista ni noventayochista, y lo que todavía no es vanguardismo. De este modo, el Novecentismo surgió en la primera década del siglo XX, alcanzando su madurez hacia 1914. Convivió con las Vanguardias de los años 20 e inició su decadencia a partir de 1930.

Se trata, pues, de un movimiento renovador que pretende evitar todo lo humano en el arte, huir del sentimentalismo y buscar la **perfección formal**, rechazando la decoración modernista.

Fue un movimiento artístico y literario impulsado por pensadores que valoraban la inteligencia, la disciplina en el trabajo y la percepción del artista. Proclamaron la **deshumanización del arte** y el **intelectualismo**. Sus características son:

Características Fundamentales del Novecentismo

  • Racionalismo: Los novecentistas persiguen el rigor intelectual y el análisis objetivo de las circunstancias.
  • Antirromanticismo: Se rechaza lo sentimental y lo pasional.
  • Clasicismo: Vuelve a imponerse la serenidad de los modelos griegos y latinos.
  • Defensa del arte puro: El arte ha de tener entidad por sí mismo. Se defiende el concepto de “el arte por el arte”. Debe limitarse a proporcionar placer estético y no ser, por tanto, motivo de preocupaciones políticas, religiosas o emocionales. Esto lo convierte en un nuevo juego intelectual.
  • Aristocratismo intelectual: La literatura está concebida para minorías selectivas.
  • Europeización: Los novecentistas identifican Europa con la ciencia. Para ellos, era necesario renovar el país y superar su atraso científico. Por tanto, se opusieron al patriotismo anterior.
  • Cientificismo: Propusieron el **cientificismo** como solución al atraso de España, por lo que había que formarse en la razón y la ciencia.
  • Nueva sensibilidad vital: Los novecentistas veían la vida con optimismo y alegría frente al pesimismo de la generación anterior.
  • Reforma política: Trataron de racionalizar la vida política.
  • Ensayismo: Manifestaron su preferencia por el **ensayo** como forma de expresión.
  • Estilo cuidado: El ideal de la **obra bien hecha** lleva a una extrema preocupación por las estructuras de las obras y por su lenguaje.

La Novela y el Ensayo Novecentista

Características de la Novela Novecentista

  • El argumento pierde importancia: Es simplemente un soporte para las reflexiones filosóficas del narrador o de los personajes.
  • Perspectivismo: Se ofrecen distintos puntos de vista sobre un hecho, oponiéndose al narrador omnisciente.
  • Se analiza el **interior de los personajes**.
  • El novelista prefiere la **vida urbana y moderna**.
  • Se da mayor importancia a la **forma y al estilo** que al contenido.

Autores Representativos de la Novela Novecentista

Continuadores de Modelos Anteriores

Por un lado, están los que continúan los modelos de etapas anteriores. Destaca el realismo tradicional de **Concha Espina** con El metal de los muertos (sobre una huelga minera) y **Ricardo León**, defensor de los valores del pasado, con Castilla de hidalgos.

Intentos de Renovación

Por otro lado, encontramos los intentos de renovación. Aquí destaca **Wenceslao Fernández Flórez**, gran maestro de la novela humorística y crítico con las creencias tradicionales (El bosque animado); **Benjamín Jarnés** con Locura y muerte de nadie (sobre el sentido de la vida) o El profesor inútil; **Gabriel Miró**, creador de novelas que destacan por su capacidad de captar sensaciones, por su lirismo y por su gran dominio del lenguaje (Cerezas del cementerio). Más tarde compuso Nuestro padre San Daniel y El obispo leproso. Ambas ambientadas en el espacio imaginario de Oleza (Orihuela natal), dominado por la intransigencia religiosa de sus habitantes.

Ramón Pérez de Ayala: Máximo Exponente

Pero, sin duda, sobresale **Ramón Pérez de Ayala**, quien fue el máximo representante de la **novela intelectual**. Comenzó como poeta modernista, pero pronto abandonó estas tendencias para crear ensayos como Política y toros. Sin embargo, sus obras principales son novelas. En ellas plantea temas como la soledad del ser humano, las relaciones humanas, etc., con un estilo depurado que se caracteriza por un deseo de transcribir sus pensamientos.

Grupos de su Producción Novelesca

Su producción novelesca se divide en tres grupos:

  • Novelas autobiográficas: Constituyen un alegato a favor de la educación liberal y una crítica a la educación de los jesuitas (Troteras y danzaderas).
  • Novelas poemáticas de la vida española: Aquí lo autobiográfico desaparece y ganan terreno las ideas (Prometeo).
  • Novelas de temas universales: La acción se hace más leve, los personajes representan ideas o actitudes vitales. Son novelas próximas al ensayo. Los títulos más representativos son: Belarmino y Apolonio y Los trabajos de Urbano y Simona.

El Ensayo Novecentista: Género Predominante

Por otra parte, el **ensayo** es el género que mayor importancia adquiere en este periodo. Los ensayistas más importantes son:

Ensayistas Destacados

  • Eugenio D’Ors: Defendió una vuelta al clasicismo y una actitud optimista ante la vida. Obra destacada: Tres horas en el Museo del Prado.
  • Gregorio Marañón: Escribió ensayos sobre temas políticos, sociales, morales, artísticos, etc. Uno de sus ensayos más famosos es Vocación y ética.
  • Manuel Azaña: Gran erudito y presidente de la República. Escribió El jardín de los frailes, de carácter autobiográfico, y La velada de Benicarló, de tema político, entre otros.
  • José Ortega y Gasset: Es, sin duda, la figura clave de esta generación y la máxima figura de la filosofía española del siglo XX. Su estilo es claro y elegante, destacando el manejo magistral de las metáforas. Escribió obras filosóficas en las que reflexiona sobre el hombre y su entorno. En sus ensayos ofrece su punto de vista sobre todo tipo de temas. La preocupación por España es constante, observándose en él su orientación europeísta que denuncia el aislamiento de nuestro país. Habla de la decadencia española e intenta explicar las causas de la situación actual en obras como España invertebrada o La rebelión de las masas, donde propone que una minoría de intelectuales llevaría nuestro país a la modernidad. Ocupa un puesto central en la literatura española por su ensayo La deshumanización del arte. En esta obra propone crear un **arte minoritario y antipopular**, un **arte puro**, eliminando todo lo humano. Por tanto, las emociones humanas deben desaparecer para que surja un arte intelectual. Propone componer una poesía antirromántica y, en definitiva, quiere convertir el arte en un puro juego.