Quattrocento

GIL DE SILOÉ


Escultor del siglo XV (gótico flamígero) que trabaja fundamentalmente en Burgos y su entorno. Su estilo tiende al detallismo minucioso cuando trabaja en alabastro para grandes familias (Sepulcros reales de la Cartuja de Miraflores), mientras que tienden a una mayor expresividad de formas angulosas y duras en la madera para retablos y figuras que sirvan para fomentar el sentimiento religioso del pueblo (Ecce Homo), aunque siempre con un gusto flamígero por los espacio muy decorados (horror vacui). Todas estas carácterísticas han hecho pensar a los especialistas en un origen septentrional (norte de Europa)

CLAUS SLUTER

Escultor gótico de los siglos XIV-XV que trabajará en la corte borgoñona. Su estilo marca el inicio de una nueva forma de escultura que se aleja de las formas suaves y esbeltas de la escultura del s XIV para buscar figuras de gran volumetría y fuerte expresividad que consigue por el trabajo en los rostros y en las vestiduras. Se interesa también por el Naturalismo de esas figuras que abrirán el camino hacia el renací en la zona norte de Europa. Nombrado escultor oficial de la corte de Borgoña, sus principales obras se relacionan con ella: tumba de Felipe el atrevido (con sus magníficos plorones encapuchados), la portada de la cartuja de Champmol o el pozo de Moisés GIOTTO
Pintor del Trecento italiano iniciador de la escuela florentina (Siglo XIV). Tras formarse con Duccio, revolucionará la pintura, alejándose de sus modos bizantinos. Su interés por hacer creíbles las escenas le llevaron a estudiar la perspectiva, sustituyendo los fondos dorados anteriores por espacios arquitectónicos o paisajísticos y manejando la luz para que el claroscuro generara figuras tridimensionales. Su obra, frente a la grazia de Simone Martini, buscó también la humanización de las figuras y la expresión de los sentimientos, influyendo con todas sus propuestas en la versión + experimental del Quattrocento. Alguna de sus obras + reséñables son los frescos de la Basílica de Asís , la Capilla Scrovegni en Padua o los de Santa Croce en Florencia, aunque también realizará tablas.

VAN DER WEYDEN


Pintor de la corriente de los primitivos flamencos (Flandes, Siglo XV), posiblemente formado con Campin. Junto a Van Eyck representa las innovaciones de esta escuela en sus primeros momentos (uso del óleo, interés por el claroscuro y perspectiva, detallismo, valoración de las texturas). Frente a las fórmulas más hieráticas y simétricas del citado Van Eyck, su obra busca una mayor expresividad de los temas, pues se encuentra dirigida a un público + modesto que necesita imágenes de devoción sobre las que volcar sus sentimientos religiosos, tal y como puede observarse en su Descendimiento del Prado, la Crucifixión del Escorial, Tríptico de Miraflores, tríptico de San Juan Bautista o sus múltiples piedades. En sus retratos (siempre de tres cuartos y busto hasta los hombros) se muestra mucho más contenido, con su habitual detallismo.

VIGNOLA

Arq manierista (2ª mitad del XVI) Continuador de muchas de las obras de Miguel Ángel, del que recoge sus formas manieristas llenas de tensión, es especialmente conocido por el diseño de la planta del Gesú que marcará una parte importante de la arquitectura barroca, especialmente jesuita. Partiendo de ideas ya planteadas por Alberti en Mantua crea una nave central amplia cubierta por bóvedas de cañón con lunetos sobre órdenes gigantes, capillas laterales comunicadas entre sí y amplio crucero de brazos cortos cubierto por cúpula. La fachada del Gesú será realizada por su discípulo Giacomo della Porta.

MANTEGNA

Pintor de la segunda mitad del Quattrocento que conseguirá unificar la herencia clásica (de la que era un gran apasionado) con la pintura de los primitivos flamencos (óleo, detallismo) y las investigaciones sobre la perspectiva. Trabajará fundamentalmente en el norte de Italia, relaciónándose con la pintura veneciana a través de Bellini, con el que emparentó. Destacan su Cámara de los esposos (extraordinario trampantojo en donde se celebra el poder de la familia Gonzaga, Mantua), el Cristo Muerto (uno de los escorzos más atrevidos realizados en el renací que se entremezcla con el carácterístico Realismo de las mujeres que le lloran) o la Muerte de la Virgen en donde la ventana abierta se une a una perspectiva lineal que componen la arquitectura y las figuras.

EL BOSCO Pintor perteneciente a la corriente de los primitivos flamencos en el Siglo XVI. Sus cuadros, en ciertas ocasiones de temática sexual, hablan del pecado y el castigo a través de numerosos símbolos, con clara intención moralizante. Al igual que el resto de la escuela de los primitivos flamencos pinta al óleo, sus figuras son estilizadas e idealizadas, con un gran interés por las texturas y el detallismo en los objetos. La luz de sus obras cobra una gran importancia buscando con ella mayor Realismo, y suele utilizar perspectivas tomadas desde un punto alto para conseguir un mayor espacio en donde situar las múltiples figuras que componen sus cuadros. Este pintor fue muy estimado por Felipe II que colecciónó muchas de sus obras (algunas de las cuales influirán directamente en el Surrealismo de Dalí). Algunas de sus obras más representativas son: El jardín de las Delicias, el Carro de Heno, Las Tentaciones de San Antonio o la Mesa de los Pecados capitales.