Semántica y Lexicología: El Significado de las Palabras
1. Las Palabras
Las palabras son signos lingüísticos compuestos por dos elementos asociados de forma convencional: significante (expresión, cadena de sonidos) y significado (contenido).
2. El Significado de las Palabras
- Denotativo: significado objetivo, el que aparece como primera acepción en el diccionario.
- Connotativo: significado subjetivo, que procede de las asociaciones que se establecen con otros significados y de valores afectivos añadidos a los significados denotativos.
3. El Cambio Semántico
Procedimiento por el cual las palabras amplían o reducen su significado.
3.1. Metáfora y Metonimia
- Metáfora: se basa en una semejanza entre dos términos o realidades.
- Metonimia: se basa en una relación de contigüidad o proximidad entre las realidades que designan.
Variantes de la Metonimia:
- La parte por el todo (sinécdoque).
- El objeto por el usuario.
- La marca o el creador por el producto.
- El continente por el contenido.
- La materia por el objeto.
- El lugar por la institución.
- El lugar o época por el acontecimiento.
3.2. Elipsis
La elipsis ocurre cuando una palabra toma el significado de otra a la que habitualmente acompaña y que se omite.
4. Relaciones Semánticas
4.1. Semejanza de Significados: Sinonimia
- Sinonimia parcial: ocurre cuando las palabras coinciden solo en algunos de sus significados.
- Sinonimia total: ocurre cuando una palabra es sustituible por su sinónimo en cualquier contexto.
4.2. Oposición o Diferencia de Significados: La Antonimia
- Antónimos binarios o complementarios: la afirmación de una palabra implica la negación de la otra (por ejemplo, antónimos de negación, formados por la adición de un prefijo con valor negativo).
- Antónimos inversos o recíprocos: expresan una relación recíproca entre dos elementos o personas.
- Antónimos de grado: representan los extremos opuestos en una escala en la que pueden aparecer ordenados gradualmente otros significados.
4.3. Relación de Inclusión: La Hiponimia
El significado de una palabra está incluido en el significado de otra más general.
El Barroco en España: Contexto, Pensamiento y Estilos Literarios
Contexto Histórico y Social del Barroco Español
El Barroco es el movimiento cultural que se desarrolló en Europa durante el siglo XVII. En España, forma parte de los llamados Siglos de Oro de la literatura. Este siglo estuvo regido en España por la monarquía de los Austrias: Felipe III, Felipe IV y Carlos II. El gobierno estuvo en manos de validos como el duque de Lerma o el conde-duque de Olivares. La situación que se vivió fue de decadencia, y España perdió su hegemonía en Europa a favor de Francia. Todo ello se acompañó de una crisis económica y un considerable malestar social. Las epidemias, la expulsión de los moriscos y la emigración hacia América provocaron un notable descenso demográfico. La nobleza conservaba privilegios y tierras, mientras que los campesinos, debido al empobrecimiento del campo, se vieron obligados a emigrar a las ciudades, donde aumentaron la mendicidad y la delincuencia. Esta situación fue perfectamente reflejada por un género en vigor en esta época: la novela picaresca.
Pensamiento y Sentimientos Dominantes
El pesimismo y el desengaño fueron los sentimientos que dominaron en el pensamiento del Barroco. La difícil situación social y la conciencia de que una gran potencia se desmoronaba generaron esta angustia. La rebeldía o la evasión fueron las únicas salidas. Todo ello llevó a confundir los límites entre apariencia y realidad. Producto de este desengaño fue el gusto por los temas morales y religiosos en la literatura: la fugacidad de la vida, la muerte, etc. En lo religioso, dominó el espíritu de la Contrarreforma y se desacreditó lo mundano y lo terrenal.
Características Artísticas y Literarias
En el arte y la literatura, se apreciaron la complicación formal y la artificiosidad. La dificultad se consideraba sinónimo de belleza. Hubo una fuerte tendencia a la exageración y a la distorsión de la realidad en toda forma artística, lo cual supuso poner de manifiesto los contrastes. Se persiguió, además, la sorpresa del público mediante una expresión original y se exaltó el ingenio.
Corrientes Estilísticas en España
En España, se pusieron en práctica dos corrientes estilísticas que pretendían, por igual, asombrar al público: el conceptismo y el culteranismo.
El Conceptismo
El conceptismo se preocupaba por el contenido del texto. Se basaba en asociaciones ingeniosas de conceptos que eran expresadas con economía de lenguaje (“Lo bueno, si breve, dos veces bueno”, según Baltasar Gracián). Utilizaba abundantes figuras retóricas, entre las que destacaban antítesis, paradojas, elipsis, juegos de palabras, etc. Sus máximos representantes fueron Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián.
El Culteranismo
El culteranismo prestaba más importancia a la forma que al contenido. La expresión era rebuscada y difícil, pero perseguía la belleza estética. Se utilizaban figuras literarias como metáforas e hipérboles, y un léxico culto con numerosos latinismos, giros sintácticos complicados, hipérbatos, etc. Su máximo representante fue Luis de Góngora.