Tomas de Aquinó filosofia segundo

SAN AGUSTÍN

DIOS

El conocimiento de las verdades eternas permite a Agustín de Hipona demostrar la existencia de Dios: dichas verdades por ser inmutables, no puede haberlas creado el hombre, que es un animal mudable y finito, por tanto de ser Dios. También demuestra la existencia de Dios por el oren el universo, que requiere un supremo ordenador, y por el consenso general: la mayoría de los seres humanos afirman que existe una divinidad que creó el mundo. Sobre la creación, Agustín defiende el ejemplarismo: Dios que es trascendente al mundo, lo ha creado de la nada tomando como prototipo las ideas que están en su mente, las ideas ejemplares, en un acto voluntario y libre. La creación implica que las cosas del mundo son contingentes, proceden y dependen de Dios. Dios es necesario: el mundo tiene la razón de ser en Dios, y la razón de ser de Dios es él mismo. Todos los seres han sido producido desde el origen, pero en forma de gérmenes, que debían o deben aún desarrollarse en el decurso de los tiempos, según el orden y las leyes que Dios mismo había previsto. Para Agustín existen dos tipos de realidad: De la realidad superior, Dios-Bien, se produce el mundo material según las ideas, y las cosas son y son buenas en tanto que participan del Bien y son una copia suya. así hay diferentes grados de realidad desde el Ser con plenitud hasta la materia (el grado más bajo de la realidad).

CONOCIMIENTO

Según Agustín de Hipona el hombre puede alcanzar la verdad a través de la interiorización y la iluminación.

La interiorización es el proceso de conocimiento de las ideas y verdades eternas por el cual el hombre se da cuenta de que las verdades que habitán en él no dependen de él, sino que tienen un fundamento inmutable y eterno, DIOS.
Dios es la verdad, razón de ser y garantía de toda otra verdad, y si el hombre puede conocer estas verdades, es porque Dios ilumina la mente

TOMÁS DE AQUINO

ANTROPOLOGÍA

Tomás de Aquino caracteriza a los hombres como seres a imagen y semejanza de Dios, pero la imagen de Dios no se encuentra en el hombre del mismo modo en todas sus partes, si no solo en su alma.
Consideraba el alma como forma del cuerpo, y decía que ambos constituían una sustan-

cia única, pero después el alma subsiste para salvar su inmortalidad y la resurrección.

El alma no es una forma ajena a la materia , si no que se encuentra entre los seres materiales y los espirituales. Ella y el cuerpo se impregnan mutuamente aunque hay una gran diferencia entre ellos: el alma está toda en el cuerpo entero imponiendo unidad a todas sus funciones. Con él y por él ejerce todas sus potencias, que son las capacidades:
vegetativa, que posibilita la alimentación y el desarrollo, propia de todos los seres vivos;
sensitiva, posibilita las sensaciones dotadas por los sentidos, deseos y movimientos, propia de todos los

animales; y la racional, que posibilita el pensamiento y es exclusiva de los seres humanos.

Sto.Tomás afirma una visión teleológica de la vida humana ya que con el desarrollo perfecto de

nuestra alma conseguimos la felicidad, finalidad última a la que tiende el hombre. Esta felicidad

perfecta viene dada con la contemplación de Dios en la otra vida.

humana y le hace ver lo que es eterno e intemporal. Con la teoría de la iluminación
Agustín quiso explicar cómo el hombre llega al conocimiento de ideas y principios eternos. La verdad se irradia desde Dios sobre el espíritu del hombre, algo natural. La revelación es ocasión para la fe, que desde ese momento se convierte en la luz que guía a la razón, sin fe no hay razón ni posible conocimiento. El alma desarrolla una función específica: la de conocer. Su objetivo es alcanzar laverdad, pero esa verdad es una verdad encarnada (DIOS). La verdad revelada es DIOS, y el objetivo de alcanzar la Verdad mediante el conocimiento no es en San Agustín para la satisfacción de la mente , si no para satisfacer el corazón, es decir no se busca un fundamento racional, cuando la felicidad consiste en el reencuentro de esa verdad.

TOMÁS DE AQUINO -ANTROPOLOGÍA

Tomás de Aquino caracteriza a los hombres como seres a imagen y semejanza de Dios, pero la imagen de Dios no se encuentra en el hombre del mismo modo en todas sus partes, si no solo en su alma. Consideraba el alma como forma del cuerpo, y decía que ambos constituían una sustancia única, pero después el alma subsiste para salvar su inmortalidad y la resurrección.El alma no es una forma ajena a la materia , si no que se encuentra entre los seres materiales y los espirituales. Ella y el cuerpo se impregnan mutuamente aunque hay una gran diferencia entre ellos: el alma está toda en el cuerpo entero imponiendo unidad a todas sus funciones. Con él y por él ejerce todas sus potencias, que son las capacidades:
vegetativa, que posibilita la alimentación y el desarrollo, propia de todos los seres vivos;
sensitiva, posibilita las sensaciones dotadas por los sentidos, deseos y movimientos, propia de todos los animales; y la racional, que posibilita el pensamiento y es exclusiva de los seres humanos. Sto.Tomás afirma una visión teleológica de la vida humana ya que con el desarrollo perfecto de nuestra alma conseguimos la felicidad, finalidad última a la que tiende el hombre. Esta felicidad perfecta viene dada con la contemplación de Dios en la otra vida.