Las Desamortizaciones y la Cuestión Agraria
En el siglo XVIII se planteó el problema agrario: se mantenía el régimen de propiedad feudal en el campo. Las tierras estaban en manos de la nobleza y la Iglesia, quienes se desentendían de la explotación directa y se limitaban a percibir rentas. Cultivaban campesinos descapitalizados que practicaban la agricultura de subsistencia con técnicas tradicionales. Por otro lado, la propiedad estaba vinculada al linaje o institución (tierra de manos muertas), lo que resultaba en una agricultura de subsistencia de baja productividad.
En el siglo XIX, los liberales abordaron la desamortización con el objetivo de la modernización agraria.
Precedentes y Pasos de la Desamortización
Los primeros precedentes se remontan al reinado de Carlos IV, José I, las Cortes de Cádiz y las del Trienio, que apenas tuvieron consecuencias significativas.
Los pasos fundamentales de la desamortización fueron:
- Abolición del régimen señorial: La nobleza mantuvo sus propiedades, salvo que los campesinos pudieran acreditar que la tierra era suya.
- Desvinculación de patrimonios nobiliarios: Las tierras pasaron a ser de libre compraventa.
- Confiscación y venta en pública subasta de tierras de manos muertas.
Fases Principales de la Desamortización
Esta última se dividió en dos fases clave:
- La primera fue la desamortización de Mendizábal (1836) o desamortización eclesiástica, centrada en las tierras de la Iglesia.
- La segunda fue la desamortización general de 1855, durante el Bienio Progresista, impulsada por Pascual Madoz, que puso en venta las tierras que quedaban (tierras comunales) pertenecientes a los ayuntamientos.
Consecuencias de las Desamortizaciones
Las desamortizaciones supusieron una gran movilización de la propiedad agraria: aproximadamente el 40% de la tierra cambió de manos. Los compradores fueron nobles y burgueses, quienes se fusionaron en un nuevo grupo social: la burguesía agraria. Sin embargo, la influencia de la nobleza en este grupo mantuvo actitudes rentistas, sin invertir significativamente en la tierra.
Deterioro Económico para el Campesinado
La forma en que se ejecutaron las desamortizaciones no facilitó el acceso a la tierra a los campesinos. Aunque los precios eran accesibles, los plazos de pago eran demasiado breves. Una minoría de campesinos en mejor posición pudo comprar tierras, pero la mayoría perdió sus derechos de uso y se convirtió en jornaleros.
Se mantuvo la distribución geográfica histórica:
- Minifundio en Galicia.
- Predominio de la pequeña propiedad en el norte.
- Grandes latifundios en el sur del Tajo.
La producción agraria siguió siendo propia de la agricultura de secano. El cereal ocupó la mayor parte de las tierras, y aunque aumentó la producción debido al incremento de la superficie cultivada, no aumentaron los rendimientos por hectárea. La agricultura se orientó a la comercialización, tanto para el mercado interior como para la exportación. Cultivos como la vid, cítricos, arroz y caña de azúcar iniciaron su expansión.
Inicios de la Industrialización y el Ferrocarril (1830-1875)
La Revolución Industrial tuvo una escasa repercusión en España; la aportación de la industria a la renta nacional era solo del 20% en 1875. Solo Cataluña se industrializó significativamente en este periodo.
Causas de la Escasa Industrialización
- Escasez de capitales: Debido a la acumulación de capital durante el periodo inicial del capitalismo, pero sin invertir en industria.
- Escasez de mano de obra: Debido al escaso crecimiento demográfico y la falta de transformaciones agrarias profundas.
- Mercado pobre e irregular: Agravado por las deficiencias del transporte terrestre.
- Bajo nivel técnico y cultural.
El Caso Catalán: La Industria Textil
Entre 1830 y 1875, solo se transformó Cataluña, principalmente a través de la industria algodonera. Esta industria surgió con carácter artesanal en el siglo XVIII, impulsada por inversiones de comerciantes catalanes y el proteccionismo borbónico, que aseguraba el mercado hispánico y americano.
A finales del siglo XVIII se inició la mecanización, pero la Revolución Industrial se retrasó por la Guerra de Independencia y la emancipación de las colonias americanas.
El despegue (a partir de 1830) se debió a:
- La iniciativa empresarial.
- La introducción de maquinaria inglesa, más rápida en el hilado.
- El abaratamiento de los precios.
- El proteccionismo.
La necesidad de vapor de agua provocó la concentración geográfica en los cursos de los ríos. La industria textil generó un efecto de arrastre y propició la diversificación industrial, aunque predominó la industria ligera.
El Desarrollo del Ferrocarril
El ferrocarril supuso una revolución en los transportes, ofreciendo rapidez y capacidad de carga, lo que condujo al abaratamiento de los costes.
Legislación Ferroviaria
Los primeros precedentes se remontan a la Real Orden de 1844, que trajo las primeras realizaciones de tendidos ferroviarios.
La Ley General de Ferrocarriles de 1855 fue más eficaz: aseguraba una rentabilidad del 6% sobre la inversión y autorizaba la importación de materiales libres de aranceles. Esta ley determinó las características de la red ferroviaria española:
- Estructura radial con centro en Madrid (reflejando el modelo de Estado centralizado).
- Un ancho de vía diferente al europeo.
Ante la escasez de capital español, el tendido ferroviario se realizó con capital, materiales y maquinaria extranjera. Inicialmente, el ferrocarril no tuvo un efecto de arrastre significativo, no provocando el despegue de la siderurgia.
Durante la Restauración se inició una fase constructiva al amparo de la Ley de Ferrocarriles de 1877. Esta ley incrementó la presencia de capital español y tuvo un efecto de arrastre para la siderurgia hispana: la primera locomotora se fabricó en 1883.