Geografía de la UE y España: Territorio, Economía y Sociedad en el Contexto Global

Términos Clave en Geografía de la UE y el Contexto Global

Acta Única Europea: Tratado firmado en 1986 que estableció la base para la creación del mercado único europeo, eliminando barreras comerciales y facilitando la movilidad dentro del territorio de los países miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE).

BCE (Banco Central Europeo): Institución con sede en Fráncfort, Alemania, encargada de la política monetaria de la Eurozona y de la estabilidad del euro en los países que lo han adoptado como moneda oficial.

Banco Mundial: Organismo financiero internacional que ofrece préstamos y asistencia técnica a países en desarrollo para apoyar proyectos de infraestructura y reducir la pobreza. Tiene una influencia geográfica directa en la distribución del desarrollo económico global.

Comisión Europea: Órgano ejecutivo de la Unión Europea con sede en Bruselas, Bélgica, responsable de proponer y ejecutar políticas, así como de supervisar el cumplimiento de los tratados de la UE en todo su territorio.

CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero): Organización creada en 1951 con la firma del Tratado de París, que integró la producción de carbón y acero en Europa occidental (principalmente Francia, Alemania, Italia y los países del Benelux) para evitar guerras futuras y fomentar la cooperación económica.

CEE (Comunidad Económica Europea): Organización creada en 1957 con el Tratado de Roma con el objetivo de establecer un mercado común entre sus países miembros, que más tarde evolucionó en la actual Unión Europea.

Consejo Europeo: Institución de la UE que reúne a los jefes de Estado o de Gobierno de los países miembros para definir la dirección política general y las prioridades estratégicas de la Unión. Se reúne en Bruselas, Bélgica.

Consejo de la UE (Consejo de Ministros de la UE): Órgano legislativo que representa a los gobiernos de los Estados miembros. Sus reuniones pueden celebrarse en Bruselas o Luxemburgo, y su composición varía según el tema tratado (por ejemplo, ministros de economía, educación, etc.).

Eurozona: Conjunto de países de la Unión Europea que han adoptado el euro como moneda oficial. Se extiende por gran parte de Europa occidental y central, incluyendo países como Alemania, Francia, España e Italia.

Fondos de Cohesión: Recursos financieros destinados a reducir las disparidades económicas y sociales entre las regiones menos desarrolladas de la UE, aplicados en infraestructuras, medio ambiente y transporte en distintos territorios del bloque.

FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura): Agencia especializada de la ONU que se encarga de combatir el hambre y mejorar la seguridad alimentaria. Desde un enfoque geográfico, analiza la distribución espacial de los recursos agrícolas, la nutrición y la gestión del territorio.

FMI (Fondo Monetario Internacional): Organización internacional que supervisa el sistema financiero mundial y otorga asistencia económica a países con problemas de balanza de pagos. Tiene un papel geopolítico clave en la gobernanza económica mundial.

Globalización: Proceso de interconexión creciente entre las distintas regiones del planeta a través del comercio, las tecnologías, las comunicaciones y los flujos migratorios. Geográficamente, implica la integración de los espacios económicos, sociales y culturales a nivel global.

IDH (Índice de Desarrollo Humano): Indicador elaborado por la ONU que mide el nivel de desarrollo de los países considerando la esperanza de vida, la educación y el ingreso per cápita. Es fundamental en geografía para comparar el bienestar entre regiones.

Movimientos antiglobalización: Conjunto de protestas y posturas críticas hacia los efectos negativos de la globalización, como la pérdida de soberanía, desigualdades económicas o daños medioambientales. Estos movimientos tienen un impacto territorial y geopolítico en la configuración del mundo actual.

OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos): Grupo de países desarrollados que promueven políticas para mejorar el bienestar económico y social a nivel global. Desde el punto de vista geográfico, actúa como un espacio de cooperación entre países con alto nivel de desarrollo.

OMC (Organización Mundial del Comercio): Institución internacional que regula el comercio entre países. Su papel geográfico se centra en la organización del comercio global y los flujos económicos entre regiones.

OMS (Organización Mundial de la Salud): Agencia de la ONU encargada de coordinar la salud pública internacional. Su acción tiene un fuerte componente geográfico al analizar la distribución de enfermedades, el acceso a servicios sanitarios y las respuestas regionales ante crisis sanitarias.

Orden geopolítico: Distribución del poder político, económico y militar en el mundo, que determina las relaciones entre Estados y regiones. Se estudia en geografía para entender cómo se organiza y jerarquiza el espacio mundial.

OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa): Organización internacional centrada en la seguridad, los derechos humanos y la estabilidad política, principalmente en Europa, pero también en Asia Central y Norteamérica. Tiene una influencia espacial clara en el ámbito euroasiático.

OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte): Alianza militar entre países de Europa y América del Norte para la defensa colectiva. Representa un bloque geopolítico clave en la seguridad global y en la estructura territorial de las alianzas militares.

Parlamento Europeo: Institución legislativa de la UE con sede en Estrasburgo (Francia) y oficinas en Bruselas (Bélgica) y Luxemburgo, compuesta por diputados elegidos por los ciudadanos de los Estados miembros.

PESC (Política Exterior y de Seguridad Común): Marco de acción de la UE en asuntos de relaciones internacionales y seguridad, con implicaciones geopolíticas en Europa y en otras regiones del mundo.

Tratado de Maastricht: Acuerdo firmado en 1992 en Maastricht, Países Bajos, que estableció la Unión Europea y sentó las bases para la moneda única (euro), además de fortalecer la cooperación en política exterior y justicia.

Tratado de Roma: Documento firmado en 1957 en Roma, Italia, que creó la CEE y la Euratom (Comunidad Europea de la Energía Atómica), estableciendo la base del proceso de integración europea.

Tribunal de Cuentas Europeo: Institución con sede en Luxemburgo encargada de auditar las finanzas de la UE y supervisar el correcto uso de su presupuesto en los distintos países miembros.

Tribunal de Justicia Europeo: Máxima autoridad judicial de la UE, con sede en Luxemburgo, que garantiza la correcta interpretación y aplicación del derecho comunitario en todo el territorio de la Unión.

Unión Europea (UE): Organización política y económica compuesta por 27 países europeos que cooperan en diversas áreas, como economía, comercio, justicia y seguridad, con un mercado común y, en muchos casos, una moneda compartida (el euro).

UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura): Agencia de la ONU que promueve la cooperación internacional en educación, cultura y ciencia. Desde la geografía, es relevante por su papel en la protección del patrimonio cultural y natural mundial.

El Espacio Geográfico de la Unión Europea

El Relieve

El relieve de la Unión Europea está compuesto por varias unidades morfoestructurales. En primer lugar, el Escudo Báltico, que abarca gran parte de Finlandia, Suecia y el noroeste de Escocia, es una superficie plana y muy erosionada, correspondiente a una antigua cordillera precámbrica arrasada. Luego, encontramos los zócalos, macizos antiguos y cuencas sedimentarias. Los zócalos son superficies planas, mientras que los macizos antiguos, como los Montes Escandinavos, tienen formas suaves. Los macizos Hercinianos se localizan en Europa Central (Sudetes, Selva Negra) y suroccidental (Vosgos, Macizo Central Francés, Macizo Hespérico). Las cuencas sedimentarias, actualmente relieves llanos, pueden ser caledonianas o hercinianas, como la fosa del Rin, del Duero y del Tajo-Guadiana. Las cordilleras Alpinas, formadas en la era terciaria, se localizan en el sur de la UE e incluyen a las Béticas, Pirineos, Alpes, Apeninos y Cárpatos. A ambos lados de estas cordilleras se sitúan las depresiones prealpinas, que son llanuras recorridas por grandes ríos como el Ebro, Danubio y Po. Al norte de la UE se extienden vastas grandes llanuras, moldeadas por las oscilaciones climáticas del Cuaternario. Por último, las islas volcánicas como Canarias, Azores y Madeira también se originaron en la era terciaria.

Los Paisajes Bioclimáticos

La Unión Europea presenta una gran diversidad de paisajes bioclimáticos. El Paisaje Oceánico se encuentra en las Islas Británicas y en la costa occidental europea, con un clima oceánico que se vuelve más continental hacia el interior. Su vegetación está compuesta por bosques caducifolios, landas y praderas, y sus ríos (como el Rin, Loira o Mosa) tienen un régimen pluvial-oceánico con caudales regulares y abundantes. El Paisaje Mediterráneo, ubicado en el sur de la UE, posee un clima con precipitaciones escasas y sequía estival. Su vegetación está formada por bosques perennifolios y matorrales, y sus ríos son cortos y con caudal reducido e irregular. En el norte y este del continente, especialmente en Suecia, Finlandia y las repúblicas bálticas, se desarrolla el Paisaje Continental y Subártico, caracterizado por un clima con inviernos fríos, veranos frescos y escasas precipitaciones, y una vegetación dominada por bosques de coníferas y taiga, además de ríos de régimen nivo-pluvial o nival y lagos de origen glaciar. También existen otros paisajes menos extensos como el Paisaje Ártico (norte de Finlandia y Suecia), con tundra; el Paisaje de Montaña (cordilleras Alpinas), con vegetación escalonada y mayor pluviosidad; y el Paisaje Subtropical (Azores, Madeira y Canarias), con vegetación endémica.

Rasgos Socioeconómicos de la UE

La Población de la UE

La población de la Unión Europea ronda los 450 millones de habitantes y presenta varios rasgos destacados. Su distribución es desigual, siendo la franja más densamente poblada la que va desde los Países Bajos hasta el noroeste de Italia, debido a su mayor industrialización y concentración de servicios y ciudades. También destacan los litorales mediterráneos y el eje oriental hasta Silesia y Bohemia, mientras que las zonas con menor densidad se encuentran en las regiones árticas, montañosas o rurales del interior. El crecimiento natural es escaso o negativo, debido a las bajas tasas de natalidad y mortalidad. Las tasas de fecundidad más bajas se dan en España, Italia, Grecia y países del este de Europa, mientras que las tasas de mortalidad más altas corresponden a los países más envejecidos (como Alemania) o con menor nivel de vida. Además, se ha intensificado la presión migratoria desde países extracomunitarios, especialmente desde la crisis económica de 1975, afectando en particular al sur de Europa. Finalmente, la estructura poblacional es envejecida y terciarizada, como resultado de una baja fecundidad y una mayor esperanza de vida, con contrastes notables entre países como Irlanda (más joven) y otros como España o Alemania (muy envejecidos).

La Urbanización de la UE

La Unión Europea presenta un elevado grado de urbanización, con cerca del 80% de su población viviendo en ciudades, y una alta densidad urbana. Predominan las ciudades pequeñas y medianas, aunque también existen grandes aglomeraciones urbanas. La distribución de estas ciudades se organiza en torno a varios ejes, destacando el eje central o gran dorsal europea que va del sureste de Inglaterra al noroeste de Italia, configurando una megalópolis. Otras zonas urbanas importantes son el eje mediterráneo, que ha tenido un crecimiento notable; el eje atlántico, desde el oeste de Gran Bretaña hasta el norte de España y Portugal, con ciudades de menor dinamismo; y las periferias del sur, que incluyen el sur de las tres penínsulas mediterráneas. En Europa central y oriental, las ciudades, especialmente las capitales cercanas a las principales rutas de transporte hacia el oeste, han experimentado un crecimiento significativo.

Actividades Económicas de la UE

Actividades Agrarias

El sector agrario en la Unión Europea ha perdido peso tanto en términos de población activa como en su aportación al PIB. Aun así, sigue siendo relevante, y presenta diferencias importantes entre los países. Mientras que en Europa Occidental predominan técnicas de producción modernas y mecanizadas, en muchos de los nuevos países miembros existen deficiencias técnicas. Las áreas agrarias de la UE se han especializado según el clima: en las zonas de clima oceánico predomina la ganadería; en el clima continental, los sistemas mixtos de agricultura cerealística y ganadería extensiva, así como zonas vitivinícolas como Burdeos o el Rin; en el área mediterránea destacan la trilogía mediterránea (vid, olivo, cereal) y los cultivos intensivos de frutas y hortalizas; y en el clima subártico y ártico, se practica la explotación forestal y la ganadería extensiva de renos. La Política Agraria Común (PAC), en vigor desde 1962, regula el sector agrario a través de subvenciones para compensar diferencias de precios y modernizar explotaciones. La incorporación de países con gran peso agrario ha exigido una profunda reestructuración del sector en estos territorios.

Actividad Pesquera

La Unión Europea es la tercera potencia pesquera mundial, aunque este sector ha visto disminuir su población activa. La pesca ha experimentado una modernización progresiva de sus técnicas. La Política Pesquera Común (PPC) regula las actividades pesqueras en la UE mediante mecanismos como las organizaciones comunes de mercado, el control del acceso a caladeros tanto comunitarios como extracomunitarios, y la fijación de cuotas para especies en peligro. Estas medidas buscan un equilibrio entre la productividad y la sostenibilidad de los recursos marinos.

La Actividad Minera

La minería ha perdido relevancia en la economía de la UE en las últimas décadas debido al agotamiento de recursos y la competencia global. Sin embargo, sigue siendo fundamental para el suministro de materias primas estratégicas. Entre los recursos energéticos, se extrae carbón y lignito, sobre todo en Polonia y Alemania, aunque su uso disminuye por razones medioambientales. En cuanto a los recursos metálicos, destacan la bauxita (Grecia), el cobre (España, Portugal, Polonia) y el zinc (Irlanda, Suecia). También se explotan minerales no metálicos como potasa, sal y materiales de construcción. La minería en la UE se enfrenta a dos grandes desafíos: la alta dependencia de importaciones de minerales estratégicos, como las tierras raras, y el fuerte impacto ambiental que obliga a adoptar medidas sostenibles, reducir la extracción de combustibles fósiles, y fomentar el reciclaje y la economía circular.

La Actividad Energética

La energía es un sector estratégico para el desarrollo económico y social de la Unión Europea. La UE persigue un modelo energético más sostenible, seguro y autónomo, reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles e impulsando las energías renovables. A pesar de ello, las fuentes fósiles siguen siendo importantes, aunque en declive. El carbón, explotado sobre todo en Polonia y Alemania, y el gas natural, importado de países como Rusia, Noruega y Argelia, están siendo progresivamente sustituidos. Francia lidera el uso de la energía nuclear, seguida de Alemania, que ha reducido significativamente sus centrales. En cuanto a las energías renovables, están en constante crecimiento y destacan la energía eólica (Dinamarca, Alemania, España), la solar (España, Italia, Grecia), la hidroeléctrica (Suecia, Austria) y la biomasa (Finlandia, Polonia).

La Industria

La Unión Europea es una gran potencia industrial, como lo demuestra su aportación del 30% al PIB y una población activa industrial que representa el 25%. Sin embargo, la globalización ha obligado a una progresiva internacionalización de las empresas, y tanto los sectores tradicionales como los dinámicos han visto reducir su peso en términos laborales. La zona más industrializada es el eje que va desde el Canal de la Mancha hacia el valle del Rin, la llanura del Po y, hacia el este, las regiones de Sajonia, Bohemia y Alta Silesia. También existe un eje mediterráneo, mientras que en otras zonas las industrias están más dispersas. Las áreas industriales son diversas: las de base extractiva, vinculadas al carbón y a la siderurgia, están en declive; las zonas portuarias acogen industrias de transformación como la petroquímica y el aluminio; las áreas urbanas han atraído industrias innovadoras; y la industria dispersa se encuentra en espacios periurbanos y rurales. La política industrial de la UE se orienta a la reestructuración de sectores en crisis, el impulso a las nuevas tecnologías, la inversión en I+D, el apoyo a las pymes y la sostenibilidad ambiental.

Servicios Terciarios

Los servicios constituyen el sector dominante de la economía de la UE, tanto en número de trabajadores como en su peso en el PIB, que ronda el 70%. Entre los servicios más relevantes están los transportes y las telecomunicaciones, esenciales para integrar el mercado único y reducir los desequilibrios regionales. La política europea de transporte busca desarrollar redes transeuropeas, mejorar infraestructuras en regiones periféricas y fomentar el transporte intermodal. En el ámbito comercial, la UE es una gran potencia mundial, ocupando posiciones destacadas tanto en importaciones (alimentos, energía, materias primas) como en exportaciones (productos farmacéuticos, maquinaria, equipos de transporte). Además, el turismo ha cobrado gran relevancia gracias al alto nivel de vida. La política turística busca potenciar su papel integrador, diversificar las modalidades de turismo y reducir la estacionalidad.

La Construcción y el Futuro de la UE

Proceso de Integración Europea

La integración europea comenzó con el Tratado de París en 1951, que creó la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero), un mercado común para estos productos entre seis países: Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Francia, Alemania Occidental e Italia. En 1957, el Tratado de Roma fundó la CEE (Comunidad Económica Europea) y EURATOM (Comunidad Europea de la Energía Atómica), sentando las bases de la futura Unión Europea. A lo largo del tiempo, nuevos tratados han profundizado la integración, como el Acta Única Europea (1987), que aumentó los poderes del Parlamento Europeo; el Tratado de Maastricht (1992), que formalizó la creación de la Unión Europea y estableció tres pilares (unión económica y monetaria, política exterior y de seguridad común, y asuntos de justicia e interior); y el Tratado de Lisboa (2007), que reformó la estructura institucional para mejorar el funcionamiento tras el fracaso del intento de Constitución europea.

El Proceso de Ampliación

La Unión Europea ha pasado de contar con 6 miembros fundadores en 1957 a tener 27 en la actualidad. Las sucesivas ampliaciones han incluido a Dinamarca, Irlanda y Reino Unido en 1973 (aunque este último salió en 2020 tras el referéndum del Brexit); Grecia en 1981 y Portugal y España en 1986; Austria, Suecia y Finlandia en 1995; diez países del centro y este de Europa, además de Malta y Chipre, en 2004; Rumanía y Bulgaria en 2007; y Croacia en 2013. Este crecimiento ha supuesto un desafío para la cohesión interna, pero también ha fortalecido el papel global de la UE.

El Funcionamiento de la UE

La Unión Europea cuenta con varias instituciones clave para su funcionamiento. El Consejo Europeo, formado por los jefes de Estado o de gobierno de los países miembros, define las grandes orientaciones políticas. El Consejo de la Unión Europea reúne a los ministros según las áreas temáticas (como Economía o Medio Ambiente) y legisla junto al Parlamento Europeo, que es la única institución elegida directamente por los ciudadanos y aprueba leyes y presupuestos. La Comisión Europea, compuesta por un presidente y comisarios, vela por el cumplimiento de los tratados y gestiona el presupuesto. Otras instituciones relevantes son el Tribunal de Justicia, el Tribunal de Cuentas, el Banco Central Europeo, y organismos como el Banco Europeo de Inversiones, el Comité Económico y Social, el Comité de las Regiones y el Defensor del Pueblo Europeo. En cuanto a la integración política, existen dos posturas: los europeístas, que apoyan una mayor cesión de soberanía hacia la UE, y los euroescépticos, que la rechazan total o parcialmente, defendiendo la soberanía nacional. Además, existen varias políticas comunes, como la económica (con el euro como moneda común adoptado entre 1999 y 2002 por los países de la eurozona, actualmente 20), la de justicia e interior (con libre circulación de personas, cooperación judicial y políticas comunes de asilo e inmigración), la exterior y de seguridad común (PESC), y otras relacionadas con los derechos de ciudadanía, la educación, la ciencia y la cultura.

La Integración Española en la UE

Consecuencias de la Integración de España en la UE

España ingresó como miembro de pleno derecho en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986, tras años de negociaciones. Este ingreso tuvo importantes consecuencias en diferentes ámbitos. A nivel político, supuso un refuerzo para la joven democracia española, ayudó a superar la tradicional marginación del país en Europa y aumentó notablemente su visibilidad y participación en la escena internacional. En el plano económico, significó el fin del aislamiento comercial y permitió el acceso al mercado único europeo, aunque también obligó a una profunda modernización y adaptación de los sectores económicos españoles a las políticas comunitarias. Gracias a ello, España recibió importantes ayudas económicas estructurales que favorecieron su convergencia con la media europea. Para incorporarse a la Unión Económica y Monetaria, el país tuvo que alinear su política financiera, monetaria y fiscal con los criterios establecidos en los Planes de Convergencia. Socialmente, la integración impulsó la modernización del país, contribuyendo a la construcción de un Estado del bienestar similar al del resto de países europeos, con mejoras en sanidad, educación y prestaciones sociales. Por último, en el ámbito cultural, España se benefició del aumento de los intercambios científicos y culturales, y de una mayor movilidad de las personas para viajar, estudiar y trabajar en Europa.

Posición de España en la UE y Retos Futuros

España es el segundo país más extenso de la Unión Europea y el cuarto en población, con una representación de 61 eurodiputados en el Parlamento Europeo. Su situación socioeconómica la sitúa en una posición intermedia entre los países más desarrollados y los que se han incorporado en las últimas ampliaciones. Aunque es el cuarto país por PIB total, ocupa el puesto 12 en PIB per cápita, lo que refleja una menor productividad y competitividad. Uno de los principales problemas que enfrenta es el alto nivel de desempleo, el más elevado de la UE. Este problema se relaciona con el retraso en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), la escasa implantación de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y un bajo nivel formativo, siendo el país con mayor tasa de abandono escolar temprano. Desde 2004, la ampliación de la UE ha hecho que España reciba menos fondos europeos. De cara al futuro, los principales retos que enfrenta son: impulsar un crecimiento inteligente mediante mayor inversión en I+D+i, fomentar un crecimiento sostenible que combine competitividad con respeto medioambiental y apoyo a las pymes, y lograr un crecimiento integrador que garantice un empleo digno, reduzca la pobreza y la exclusión social, y aumente el nivel educativo.

España en el Contexto Mundial

Posición de España en las Áreas Socioeconómicas

España pertenece al grupo de los países desarrollados, ya que cuenta con un elevado nivel de bienestar social y riqueza económica. Sin embargo, en comparación con las grandes potencias, se considera una potencia intermedia. En el plano sociocultural, España se distingue por su considerable volumen demográfico, con alrededor de 48 millones de habitantes, lo que la sitúa en el puesto 32 a nivel mundial. Además, mantiene amplios contactos personales con otros países gracias al turismo y a la inmigración, y su cultura tiene una gran proyección internacional, especialmente en Iberoamérica, debido a su pasado imperial. El idioma español, hablado por más de 400 millones de personas, junto con el trabajo de instituciones como el Instituto Cervantes, contribuye a su influencia cultural global.

Posición Económica de España

España ocupa el puesto número 15 en el ranking mundial del PIB, lo que refleja su peso económico. Su economía está cada vez más integrada en el mercado global, como se aprecia en la presencia de empresas multinacionales, el aumento del comercio exterior, la expansión de las relaciones financieras y la liberalización de su mercado, en contraste con el intervencionismo de décadas anteriores. Aun así, España tiene ciertas limitaciones económicas que la alejan de las grandes potencias: una internacionalización empresarial aún limitada, déficit comercial, escasa inversión tecnológica en el exterior y una alta dependencia energética.

Posición de España en las Áreas Geopolíticas

Desde la restauración de la democracia, España ha mejorado notablemente la calidad de sus instituciones, lo que le ha permitido consolidarse como un país respetuoso con los derechos políticos, las libertades civiles y la propiedad privada. Participa activamente en acuerdos internacionales relacionados con los derechos humanos, laborales y medioambientales. Además, es miembro de numerosas organizaciones internacionales, entre ellas la ONU y sus agencias como la FAO, FMI, Banco Mundial, OMS y UNESCO. También pertenece a organismos de seguridad como la OTAN y a foros económicos como la OCDE.

Posición de España según el IDH

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) de la ONU se basa en tres variables: PIB per cápita, esperanza de vida y nivel educativo. En el informe de 2021, España ocupaba el puesto 27 del mundo, lo que la sitúa dentro del grupo de países con IDH muy alto, reflejando un elevado grado de desarrollo social y económico.

Fortalezas y Debilidades de España

España presenta varias fortalezas en el escenario internacional. Políticamente, es una democracia consolidada, con instituciones estables y una participación activa en organismos como la ONU, la UE y la OTAN. Económicamente, destaca como potencia turística y agroalimentaria, con un sector creciente en energías renovables y una infraestructura moderna. En lo social, cuenta con un sistema de bienestar sólido, alta esperanza de vida y cohesión social. Su cultura es también una gran fortaleza: posee un valioso patrimonio histórico, una lengua de gran influencia mundial y una notable presencia cultural en áreas como el cine, la música y el deporte. No obstante, también enfrenta debilidades. En lo militar, su presupuesto en defensa es bajo y depende tecnológicamente de otros países. A nivel político, la fragmentación parlamentaria y las tensiones territoriales complican la estabilidad. Económicamente, sufre de alto desempleo juvenil, un sector industrial poco dinámico y elevada dependencia del turismo. En el plano social, destaca el envejecimiento poblacional, problemas de integración de inmigrantes y un sistema educativo con elevados niveles de fracaso escolar. Por último, en lo cultural, tiene dificultades para atraer talento internacional, poca inversión en investigación y desarrollo, y problemas para exportar su industria cultural.

Contexto Global: Globalización y Desigualdades

Causas de la Globalización

El proceso de globalización ha sido impulsado por varios factores clave. En primer lugar, la mejora de los transportes ha facilitado el desplazamiento de personas y mercancías a escala mundial, haciendo accesibles espacios geográficos antes remotos. A ello se suma el avance de las telecomunicaciones, que permite una transmisión instantánea de la información y contribuye a la difusión de modelos culturales y sociales. La generalización del sistema capitalista también ha sido fundamental, con la expansión de los mercados, el aumento de las inversiones y del consumo. Además, la ideología neoliberal ha promovido la eliminación de barreras comerciales y ha facilitado los intercambios económicos. Por último, han sido esenciales los agentes internacionales como las multinacionales, que operan con estrategias globales, y organizaciones como la OMC, el FMI, el Banco Mundial o la ONU, que fomentan la globalización política y económica.

Consecuencias de la Globalización

La globalización tiene efectos tanto positivos como negativos en múltiples ámbitos. En el terreno económico, favorece el comercio y los negocios, pero también refuerza el poder de las grandes multinacionales en detrimento de las pequeñas empresas. En el ámbito político, ayuda a difundir la democracia y los derechos, pero también limita la soberanía de los Estados, sometidos a decisiones de instituciones supranacionales y grandes empresas, y puede provocar inestabilidad política. A nivel social, mejora el nivel de vida y el empleo en ciertos contextos, aunque genera precariedad laboral, migraciones masivas y la propagación de enfermedades. Culturalmente, difunde la ciencia, la tecnología y la cultura global, pero a costa de posibles pérdidas de identidad cultural. En cuanto al medio ambiente, si bien ha favorecido una mayor conciencia ecológica y acuerdos internacionales, también ha intensificado la explotación de recursos naturales, con un fuerte impacto ambiental. Finalmente, a nivel internacional, la globalización promueve la integración mundial, pero también acentúa la división del trabajo, lo que aumenta las desigualdades entre territorios.

Movimientos Antiglobalización

Frente a los efectos negativos de la globalización, han surgido movimientos antiglobalización o pro-globalización alternativa, integrados por organizaciones muy diversas. Estos movimientos comparten la crítica hacia un proceso de globalización que, según denuncian, se ha desarrollado al margen de la sociedad y beneficia únicamente a una minoría, a costa de la pérdida de identidades culturales y del medio ambiente. Consideran que la sociedad ha perdido el control de la globalización, ya que los estados democráticos han cedido ante la presión de organizaciones internacionales dominadas por los intereses de los países ricos y las grandes multinacionales. Denuncian que el sistema global actual amplía las desigualdades entre ricos y pobres mediante un comercio injusto, sustentado por aranceles y subvenciones de los países desarrollados que perjudican a los más pobres. Además, alertan de que este modelo impone los valores occidentales sobre otras culturas, erosionando su identidad, y fomenta un capitalismo insostenible que ha generado una grave crisis medioambiental.

Causas de las Desigualdades Territoriales

Las desigualdades territoriales en el mundo tienen múltiples causas que han sido interpretadas de distintas maneras a lo largo del tiempo. Las explicaciones tradicionales atribuyeron estas diferencias al medio físico, considerando que las condiciones naturales menos favorables en ciertos territorios, como climas extremos o la escasez de recursos, dificultaban el desarrollo. Sin embargo, las explicaciones actuales consideran una visión más amplia, señalando tanto factores internos como externos. Entre los internos se encuentran aspectos económicos y extraeconómicos como la estructura política, las relaciones sociales y la cultura. Los factores externos hacen referencia a la forma en que las relaciones internacionales han beneficiado a unos territorios mientras han perjudicado a otros, perpetuando así las desigualdades.

Países Desarrollados

Los países desarrollados, ubicados principalmente en América del Norte, Europa Occidental, Japón, Australia y Nueva Zelanda, se caracterizan por una economía sólida basada en la industria avanzada y los servicios, con un fuerte componente tecnológico e innovador. La agricultura tiene un peso muy reducido. Estos países presentan una elevada renta por habitante. En cuanto a la población, el crecimiento natural es bajo debido a las bajas tasas de natalidad y mortalidad, lo que produce un envejecimiento progresivo. El proceso de urbanización es muy alto, con la mayoría de la población residiendo en ciudades. Socialmente, destacan por una amplia clase media, un alto nivel de vida, una gran capacidad de consumo y una buena red de infraestructuras y servicios. A pesar de su desarrollo, también presentan desequilibrios internos, ya que las actividades económicas tienden a concentrarse en zonas específicas. Políticamente, gozan de estabilidad, con democracias consolidadas y paz social.

Países en Vías de Desarrollo

Los países en vías de desarrollo, también conocidos como países del sur por su localización geográfica relativa, se encuentran en América Latina, África y el sur de Asia. Su economía se centra mayoritariamente en la agricultura, mientras que la industria y los servicios tienen un peso limitado, lo que se traduce en una renta per cápita baja. Su población crece de forma acelerada, aunque se ha moderado desde los años 80 gracias a políticas de control de natalidad. Aun así, predomina una población joven, lo que impulsa una fuerte emigración hacia países desarrollados. La urbanización está creciendo rápidamente por el éxodo rural y el crecimiento natural de las ciudades, lo que genera grandes periferias pobres con barrios de chabolas, en contraste con centros urbanos más desarrollados. Socialmente, existe una profunda desigualdad entre una minoría rica y una mayoría con necesidades básicas insatisfechas, lo que conlleva un nivel de vida bajo. Territorialmente, las actividades económicas modernas se concentran en pocas áreas, mientras que el resto del territorio permanece en la pobreza. Políticamente, muchos de estos países enfrentan inestabilidad, corrupción, regímenes autoritarios y conflictos derivados de cuestiones étnicas o fronterizas. Aun así, existen diferencias dentro del grupo: mientras que países como los del África subsahariana presentan una situación más grave, otros como China, India o Brasil han experimentado un desarrollo significativo.