La Obra Filosófica de Kant
Es necesario que situemos la reflexión kantiana en el marco de su preocupación por la libertad y la autonomía humanas. Podemos decir que la autonomía de la razón, máxima expresión del ideal ilustrado, se convierte en la espina dorsal de su pensamiento.
Epistemología
Kant otorga un papel central a la razón en su teoría del conocimiento, buscando superar tanto el racionalismo como el empirismo. Critica al racionalismo por desconfiar de los sentidos y construir un sistema de conceptos vacíos basados solo en la deducción. También rechaza el empirismo, que considera que el conocimiento se basa únicamente en impresiones sensibles, reduciendo el saber a una simple asociación psicológica o creencia.
El criticismo de Kant busca superar el racionalismo y el empirismo dando a la razón un papel principal, pero limitando su validez al ámbito de la experiencia. Define el conocimiento como una síntesis entre las impresiones, organizadas por las formas a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo), y las categorías del entendimiento.
- El conocimiento sensible es posible gracias a las formas a priori de la sensibilidad, que ordenan las impresiones; por tanto, las estructuras del sujeto son centrales tanto en el conocimiento sensible como en el intelectual.
- El entendimiento alcanza la verdad al juzgar, mediante una síntesis entre el material sensible (a posteriori) y las categorías del entendimiento (a priori), surgiendo así los conceptos empíricos.
No conocemos las cosas en sí (noúmeno), sino como se muestran al sujeto (fenómeno), según sus propias estructuras. Esta concepción se llama «revolución copernicana»: el objeto se adecúa al sujeto.
Ética
La ética de Kant se caracteriza por:
- Ser una ética deontológica, centrada en cumplir los deberes dictados por la razón, no en buscar la felicidad.
- Ser una ética formal, que no da normas concretas, sino que define cómo debe ser cualquier norma para ser moral.
- Pretender la universalidad, exigiendo que las normas morales puedan aplicarse a todos.
En la ética kantiana, la autonomía es fundamental, y la moral se reduce a la voluntad humana. La voluntad es considerada buena solo por su intención, ya que las acciones y sus consecuencias no dependen completamente del sujeto.
Una voluntad autónoma busca cumplir con su deber, aunque puede estar influenciada por el deseo de felicidad. Esto da lugar a dos tipos de prescripciones morales:
- Imperativos Hipotéticos: Representan acciones como buenas si son medios para alcanzar un fin. Este tipo de moral es heterónoma y se asocia con la “minoría de edad”. Se relaciona con éticas materiales que dependen de fines específicos.
- Imperativos Categóricos: Son obligaciones que consideran una acción buena en sí misma, sin depender de un fin externo. Se relacionan con éticas formales que se centran en la obligatoriedad de la ley moral.
Formulaciones del Imperativo Categórico
- “Obra de modo que puedas querer que tu máxima sea ley”. La acción es buena si se puede desear que todos actúen según esa máxima.
- “Obra de tal modo que uses a la humanidad siempre como fin y nunca simplemente como medio”. Esto enfatiza el respeto por la persona.
Crítica de la Razón Práctica
Kant aborda temas metafísicos desde una perspectiva ética, derivando postulados necesarios para la moralidad:
- Libertad de la Voluntad (1): Es esencial para el ejercicio moral.
- Existencia de Dios (2): Postulado necesario porque el hombre virtuoso merece ser feliz, pero no puede alcanzar esta felicidad solo por su voluntad.
- Inmortalidad del Alma (3): Necesaria para postular una existencia después de la muerte donde se recompense a los buenos y se castigue a los malos.
Filosofía Política: Hacia la Paz Perpetua
Kant, al igual que Hobbes, Locke y Rousseau, defendió la teoría del pacto social, a la que llamó contrato originario, basado en la voluntad general, un concepto de Rousseau.
Artículos Definitivos para la Paz Permanente
- Cada Estado debe tener una constitución civil republicana, donde haya separación entre el poder legislativo y el ejecutivo. Esto asegura que quienes deciden sobre la guerra son los mismos que enfrentarán sus consecuencias.
- Es necesario que cada Estado participe en una unión de Estados para fomentar la cooperación y la paz.
- Se debe implementar el derecho de hospitalidad, permitiendo que pueblos y personas interactúen sin importar su nacionalidad o pertenencia a un Estado.
Antropología
Kant distingue entre el hombre como fenómeno y como noúmeno. Como fenómeno, el hombre está sujeto a las leyes de la naturaleza, mientras que como noúmeno, es un ser libre capaz de establecer sus propias leyes, que van más allá de las leyes naturales. Así, el hombre es una combinación de libertad (noúmeno) y naturaleza (fenómeno).
Kant afirma que el hombre se caracteriza por una “insociable sociabilidad“, donde su naturaleza tiende a la soledad, pero su libertad lo impulsa a buscar la convivencia. Esta dualidad es lo que impulsa el progreso histórico.
La antropología de Kant se basa en que el ser humano es el sujeto central del conocimiento, la moral, la creencia religiosa y la política.
Kant suscribe una visión finalista del cristianismo, donde el ser humano es visto como el fin último de la creación. Este finalismo se expresa en la idea del antropocentrismo, donde el ser humano ocupa un lugar central en relación con otras criaturas.
Según Kant, la razón trasciende los instintos y los transforma para facilitar el progreso humano, permitiendo la proyección y planificación hacia el futuro.
Kant considera que, en general, la humanidad como cosa en sí sería buena; sin embargo, la experiencia revela una tendencia al mal en individuos específicos.