Guerra Civil Española: Claves Políticas y Militares de los Bandos en Conflicto

Evolución Política en la Zona Republicana

Las ideas encontradas impidieron una coordinación efectiva entre el Gobierno republicano y el ejército. Mientras los comunistas abogaban por una mejor organización y más disciplina, los anarquistas priorizaban la revolución sobre la guerra, lo que descuidaba la disciplina y la organización militar.

Gobiernos de Largo Caballero y Negrín

En 1936, José Giral dimitió y Francisco Largo Caballero fue nombrado jefe de Gobierno. A pesar de este cambio, las fuerzas no se unificaron, y el Gobierno se trasladó a Valencia.

En 1937 se produjeron los conocidos como Sucesos de Mayo en Cataluña. La Generalitat, presidida por Lluís Companys, pretendió recuperar varios sectores dominados por la FAI (Federación Anarquista Ibérica), lo que motivó un tiroteo entre las fuerzas de la Generalitat y la FAI, que contaba con la ayuda del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Estos últimos se habían pertrechado en el edificio de la Telefónica de la Plaza de Cataluña. El enfrentamiento se saldó con 500 muertos. Companys pidió ayuda al Gobierno central, que ilegalizó el POUM, y la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) perdió poder. Se ha pensado que en estos sucesos intervinieron los comunistas, quienes pretendían desembarazarse del POUM.

En 1937, Juan Negrín fue nombrado jefe de Gobierno, adoptando una política muy personal. Con Negrín se produjo el traslado del Gobierno a Barcelona en 1938.

Consolidación del Bando Franquista

Franco mantuvo una postura ambigua hasta que vio claro que el golpe podía triunfar. Las circunstancias le fueron favorables a la hora de dirigir la guerra. Estas circunstancias se debieron a la desaparición de aquellos generales que podían haber sido los encargados de dirigir el conflicto: Fanjul y Goded fueron eliminados al fracasar el alzamiento en Madrid y Baleares, respectivamente. Sanjurjo murió en un accidente de aviación, y Emilio Mola murió también en otro accidente aéreo en 1937. Franco contó con el hecho de ser el general que encabezó el Ejército de Marruecos.

Hay que añadir el fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera en Alicante, lo que dejaba a la Falange descabezada. Las ayudas internacionales de Italia y Alemania se canalizaron a través de Franco.

Ascenso de Franco al Liderazgo

El 1 de agosto de 1936, Franco fue nombrado comandante del Ejército del Sur; dos días después, fue admitido en la Junta Militar de Burgos. El 21 de septiembre del mismo año, la Junta decidió crear un mando único que recayó en Franco, a quien nombraron “Generalísimo” pese a las reticencias de algunos militares como Mola y Cabanellas. En un principio, el cargo de “Generalísimo” solamente tenía vigor durante la guerra. Los militares solo estaban de acuerdo en acabar con el sistema parlamentario. Franco optó por una monarquía, aunque no eran solamente los militares quienes tenían diferentes visiones: estaban los falangistas (republicanos) y los carlistas (monárquicos). El debate ideológico se pospondría hasta después de la guerra.

Franco, poco a poco, fue minando los diferentes grupos y consiguiendo el liderazgo. Se atribuyó el título de “Caudillo” con la ayuda de Serrano Suñer, quien inició una acción para desacreditar a Gil Robles, una de las pocas figuras que podía hacer sombra a Franco.

Unificación Política y Primer Gobierno

En marzo de 1937, Franco publicó el “Decreto de Unificación”, que unificó todas las tendencias políticas que le apoyaban bajo la denominación de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. Los disidentes de esta nueva formación fueron frenados.

En junio de 1937 murió Mola y el 30 de ese mismo mes, Franco formó su primer Gobierno en Burgos. Serrano Suñer fue nombrado ministro de la Gobernación.

Desarrollo Militar de la Guerra Civil Española

En 1936, el golpe de Estado fracasó y se inició el conflicto. El primer objetivo era Madrid. Las tropas pasaron desde Marruecos hasta la península, desembarcando en Cádiz, y se dirigieron a la capital pasando por Badajoz, que había quedado en manos de la República.

La Batalla de Madrid

Una vez tomado Badajoz, las tropas se dirigieron hacia el este, en dirección a Madrid, pero al llegar a Talavera de la Reina, Franco decidió desviarse y dirigirse a Toledo para rescatar el Alcázar, donde resistía el general Moscardó. Conquistado Toledo, las tropas rodearon Madrid, lo que marcó el inicio de la “Batalla de Madrid”, que duraría toda la guerra. La capital fue rodeada por el norte, por el sur y por el oeste. La defensa recayó en los generales Miaja y Rojo, mientras que el Gobierno de la República se trasladaba a Valencia.

Los ataques a Madrid se efectuaron por la Ciudad Universitaria y la Casa de Campo. Por el sur, las tropas del general Varela iniciaron un movimiento para cortar la carretera de Valencia, al tiempo que las tropas desde el noreste alcanzaban Guadalajara. Se produjo la “Batalla del Jarama”, uno de los momentos más difíciles en febrero de 1937. Las tropas de Varela consiguieron atravesar el río Jarama, pero no pudieron ocupar la carretera, que siguió libre hasta el final de la guerra.

La “Batalla de Guadalajara” tuvo como objetivo la toma de Madrid. Los italianos del general Roatta fueron rechazados por la Brigada Internacional Garibaldi. Madrid no pudo ser tomada, y los frentes se mantuvieron durante todo el conflicto.

El Frente Norte

Mola fue el encargado de dirigir las operaciones en el Norte. La idea era atacar el País Vasco, Cantabria y Asturias y conseguir desviar tropas republicanas hacia el Norte, desprotegiendo Madrid. El 26 de abril de 1937 se produjo el “Bombardeo de Guernica”; en agosto de ese mismo año cayeron Santander y Asturias. El ejército republicano del Norte trató de atravesar las líneas enemigas y llegar a territorio gubernamental; muchos se lanzaron al monte, combatiendo en forma de guerrillas que recibieron el nombre de “maquis”.

Contraofensivas Republicanas

La contraofensiva de la República se produjo con las batallas de Belchite y Brunete, en un intento de salvar el Norte de España distrayendo a las tropas de Franco. Se organizó una contraofensiva en Teruel; la tomaron en 1937, pero posteriormente fue perdida.

La Batalla del Ebro y el Fin del Conflicto

La Batalla del Ebro (1938): Las fuerzas republicanas atacaron camino de Zaragoza. Se enfrentaron durante más de 3 meses, terminando con la victoria franquista. Significó la caída de Cataluña. Manuel Azaña, que se encontraba ya fuera de España, decidió dimitir. Con la caída de Cataluña se inició el éxodo por la frontera francesa.

A finales de 1938 solo quedaba Madrid y parte del Levante. De hecho, en febrero de 1939, Francia e Inglaterra reconocieron al Gobierno de Burgos; otros países lo harían posteriormente. El coronel Casado inició conversaciones con Burgos (Gobierno de Franco) para llegar a la paz. El 1 de abril de 1939, Franco anunció el fin de la guerra y se produjo el desfile de la victoria en la capital. La última ciudad española en caer en manos franquistas fue Alicante.