La Filosofía Política de Platón: El Estado Ideal y la Justicia
1. Crítica Platónica a la Democracia
Platón rechaza la democracia como forma de gobierno por las siguientes objeciones:
- En la democracia ateniense, no era el pueblo el que gobernaba, sino una minoría de políticos y demagogos que perjudicaban al pueblo y solo buscaban su beneficio personal.
- Rechaza que cualquiera pueda desempeñar funciones públicas sin recibir ninguna preparación y sin poseer los conocimientos y la virtud necesarios.
- Finalmente, la injusta ejecución de su maestro Sócrates fue una razón fundamental para su rechazo.
2. El Gobierno de los Filósofos: La Propuesta Platónica
Platón propone un gobierno de filósofos como remedio a los males políticos de su tiempo y como alternativa a otras formas de gobierno, como la democracia y la oligarquía. Afirma que los males de la humanidad solo tendrán remedio cuando el gobierno esté en manos de los filósofos, quienes han alcanzado la sabiduría y la virtud.
Esto se relaciona con el intelectualismo moral de Sócrates aplicado a la política: solo pueden ser individuos justos y buenos aquellos que saben en qué consisten la justicia y el bien. Por esto, solo los filósofos pueden ser gobernantes, porque ellos son los únicos que, a través de la filosofía, han alcanzado el conocimiento de la esencia de la justicia y del bien, indispensable para conducirse rectamente a uno mismo y a la sociedad.
2.1. Requisitos para el Gobierno Filosófico
Para llevar a cabo el gobierno de los filósofos, es necesario:
- Seleccionar las mejores naturalezas: aquellos individuos que, por naturaleza, posean capacidades y cualidades innatas para la filosofía y el gobierno (como la capacidad de aprender, honestidad, generosidad, etc.).
- Potenciar estas cualidades y capacidades naturales mediante una educación adecuada, hasta conducir a los individuos, mediante la filosofía, a la contemplación de las Ideas eternas. Solo después de este largo proceso educativo estarán preparados para gobernar, y deberán ser forzados a ello. Será el Estado quien se encargará de la selección de las mejores naturalezas y de su educación.
3. La Estructura del Estado Ideal Platónico
Según Platón, el ser humano no es autosuficiente y, por tanto, necesita de la cooperación con los demás para cubrir sus necesidades básicas y producir todo aquello que es necesario para la vida. Así, solo un Estado en el que cada ciudadano cumpla adecuadamente su función será un Estado justo y armónico, y sus individuos podrán alcanzar la felicidad y la virtud. El Estado ideal sería aquel en el que esto es posible. Para ello, el Estado se compondrá de tres clases sociales, a imitación de las tres partes del alma.
La disposición anímica de cada individuo determinará la clase social a la que pertenece y el lugar que ocupará en la sociedad. Cada clase desempeñará la función que le es propia. Estas tres clases sociales serán:
3.1. Las Tres Clases Sociales
- La Clase de los Productores: Está compuesta por artesanos, campesinos, obreros asalariados, etc. Su función será producir todo aquello que la comunidad necesita para sobrevivir. En esta clase predomina la parte apetitiva del alma. A diferencia de las otras dos clases, conservará la propiedad privada y la familia, y tendrá acceso a las riquezas y al dinero.
- La Clase de los Guardianes: Su función será la defensa de la ciudad, para lo cual recibirán una educación especial basada en la gimnástica y la música. En esta clase predomina la parte irascible del alma. Para evitar la ambición, se les ponen fuera de su alcance las riquezas y la propiedad, y para que desempeñen mejor su función, se les prohíbe la familia.
- La Clase de los Gobernantes-Filósofos: Es la clase superior, que tendrá como función el gobierno de la ciudad. En esta clase predomina la parte racional del alma. Serán seleccionados de entre los mejores guardianes para recibir, posteriormente, una educación especial, destacando el aprendizaje de las matemáticas y de la filosofía.
3.2. La Justicia en el Estado Platónico
Al igual que en el alma del hombre justo es la parte racional la que dirige y controla a las otras dos, en el Estado justo es la clase de los gobernantes-filósofos la que deberá dirigir a las otras dos.
La justicia del Estado consistirá en la armonía entre las clases sociales, de manera que cada una de ellas desempeñe a la perfección la función que le es propia y desarrolle la virtud que le corresponde. El Estado justo será un reflejo del alma justa, y ambos son un reflejo de la justicia en sí.
Es un Estado estatalista porque Platón antepone el bien del Estado al bien individual, y organicista porque cada clase realiza una función en beneficio de la comunidad.
Política y Educación en el Pensamiento Platónico
1. La Educación como Pilar de la Política
Platón está convencido de que debe existir un arte del político, dedicado al bien del Estado, y que deben aprenderlo aquellos que asumen la responsabilidad de dirigir el gobierno. Para Platón, este arte es la filosofía. En el pensamiento platónico, la educación está al servicio de la política y del bien de la ciudad, y su misión es formar a los individuos sabios y justos, destinados a gobernar el Estado.
Para ello, la educación tiene que orientarlos hacia lo inteligible, que es el fin del proceso educativo.
La educación es para Platón un proceso duro, pues el cuerpo arrastra al alma hacia el mundo material y sensible, donde solo hay apariencias, copias deformadas de lo bueno y de lo justo.
2. La Dialéctica: Cima del Proceso Educativo
La última etapa del proceso educativo es la dialéctica, la ciencia suprema, el saber acerca de las Ideas y de las relaciones entre Ideas, la única capaz de ofrecer el verdadero conocimiento.
Platón dice que no es bueno comenzar la educación del filósofo-gobernante con la dialéctica. Esta solo es la etapa final. La razón de esto es que el alma, acostumbrada solo a contemplar las cosas del mundo sensible, antes de iniciarse en la dialéctica, debe familiarizarse con el razonamiento abstracto y con lo inteligible. Para ello hay que utilizar el estudio de las matemáticas:
- Porque sirve para que el alma se aparte de lo sensible.
- Porque son un buen entrenamiento para la inteligencia y el pensamiento abstracto. Constituyen un paso indispensable para la dialéctica.
3. Los Dos Caminos de la Dialéctica
La educación del filósofo-gobernante se basará primero en el cultivo de las matemáticas, y después en el de la dialéctica. Pero una vez que el filósofo-gobernante haya alcanzado el conocimiento de la verdad, tendrá que volverse al terreno de los asuntos humanos e intentar que la sociedad y el Estado se acerquen lo más posible al ideal contemplado, para lo cual debe gobernar su vida y a la sociedad tomando el Bien como modelo. Por ello, se habla de dos caminos de la dialéctica:
- La Dialéctica Ascendente: Que asciende desde el mundo material hasta las Ideas y culmina con la comprensión de la Idea de Bien.
- La Dialéctica Descendente: Desde el conocimiento de las Ideas hasta la aplicación práctica de ese conocimiento en el mundo de los asuntos humanos.
Tras haber contemplado el orden eterno del ser, el filósofo-gobernante tiene el compromiso ético y político de lograr, mediante la acción política, un orden semejante en el Estado. Quien ha conocido la esencia de lo justo y de lo bueno tiene la obligación moral de poner sus capacidades y ese conocimiento al servicio de la comunidad.