Teatro Español (Siglo XX – 1939)
Los gustos del público poco depurados y el escaso interés de los empresarios teatrales impedían renovar el panorama teatral; los intentos de renovación vinieron de la Generación del 98 y la Generación del 27. El teatro español de la primera mitad de siglo se repartía en dos frentes principales:
1. Teatro Comercial
1.1. La Comedia Burguesa
Jacinto Benavente prefiere los ambientes cotidianos y ofrece una crítica amable de los ideales burgueses. Así sucede en su obra Los intereses creados. Otras veces intenta el drama rural con La Malquerida. En 1922 se le concede el Premio Nobel.
1.2. El Teatro en Verso
- Francisco Villaespesa: Doña María de Padilla.
- Eduardo Marquina: Las hijas del Cid.
- Los hermanos Machado: Las adelfas o La Lola se va a los puertos.
1.3. El Teatro Cómico
Destacan subgéneros como la comedia costumbrista y el sainete. Los hermanos Álvarez Quintero llevan a escena una Andalucía típica donde reina la gracia salerosa, como en El patio. Carlos Arniches orienta su obra en dos sectores: los sainetes de ambiente madrileño, como El santo de la Isidra, y la tragedia grotesca donde se mezclan lo risible y lo conmovedor, como en La señorita de Trevélez.
2. Teatro de Innovación y Vanguardia
El teatro europeo ya había sufrido transformaciones muy profundas con los escenarios móviles y la luminotecnia, con grandes maestros como Stanislavski y Bertolt Brecht.
2.1. El Teatro de la Generación del 98
- Unamuno: Su teatro presenta los conflictos humanos con diálogo denso, como en Fedra y El otro, que plantea el problema de la personalidad.
- Azorín: Sus experimentos teatrales se sitúan en la línea de lo real y lo simbólico, como en Lo invisible, trilogías que comparten el sentimiento de angustia ante la muerte.
- Jacinto Grau: Su teatro, denso y culto, despertó interés en París, Londres y Berlín, pero fracasó en España. Destaca Don Juan de Carillana.
- Valle-Inclán: Su obra suele agruparse en tres ciclos:
- El mito: La acción transcurre en una Galicia mítica e intemporal, como en Divinas palabras.
- La farsa: Obras situadas en un espacio más ridículo, propio del siglo XVIII, como La marquesa Rosalinda.
- El esperpento: Con obras como Luces de Bohemia y la trilogía Martes de carnaval. Es un intento de presentar la realidad española de una manera exagerada y burlesca, deformada para que el espectador la relacione con su propia realidad cotidiana. Es un teatro de crítica de una realidad falsa y de los valores que ya no tienen sentido. Luces de Bohemia cuenta el recorrido de Max Estrella y su compañero Latino por las noches madrileñas. Este, después de haber sido encarcelado, abofeteado y perdido su dignidad, se muere arrimado al quicio de una puerta y es traicionado por su lazarillo. Bajo los personajes de ficción se esconden muchos personajes reales de la época.
2.2. El Teatro de la Generación del 27 y del Vanguardismo
- Ramón Gómez de la Serna estrenó Los medios seres, cuyos personajes aparecen con la mitad del cuerpo totalmente negra, símbolo de la personalidad incompleta.
- En el teatro de la Generación del 27, varios componentes de la generación se vieron tentados por el teatro, como en El dictador o El adefesio.
- Federico García Lorca es el único cuyo teatro conquistó, en la misma medida que el de otros dramaturgos europeos, amplios auditorios internacionales. El tema central se ha definido de varias formas: el mito del deseo imposible, el enfrentamiento entre el principio de autoridad y el principio de libertad. Este conflicto nace del choque entre un individuo (normalmente una mujer) y las fuerzas externas que impiden su realización personal, con desenlace de frustración. Su teatro se ha calificado como poético.
Obras destacadas de Lorca:
- Dos farsas para teatro de guiñol: Tragicomedia de don Cristóbal, La señá Rosita y Retablillo de don Cristóbal.
- Dos farsas para personas: La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín.
- Un drama histórico en verso: Mariana Pineda.
- Dos obras calificadas por el autor como ‘comedias imposibles’ por las dificultades de representación: El público y Así que pasen cinco años.
- Tres tragedias:
- Bodas de sangre: una pasión amorosa que desborda las normas sociales y los odios familiares y conduce a la muerte de sus protagonistas.
- Yerma: tragedia de la mujer estéril que ve frustrada su realización personal.
- La casa de Bernarda Alba: el conflicto entre el autoritarismo de Bernarda Alba y el deseo de libertad de sus cinco hijas, condenadas por la madre a ocho años de luto. La obra termina con el suicidio de la hija menor al intentar rebelarse.
El Teatro Español desde 1939 hasta la Actualidad
1. El Teatro en el Exilio
Max Aub publica San Juan, que trata de emigrados judíos que huyen de los nazis en un barco y que no logran ser recibidos en ningún puerto. Alejandro Casona estrena en Buenos Aires La dama del alba.
2. Los Años 40: Censura y Teatro Soterrado
Durante el franquismo, no solo se censuraban los textos, sino que los ensayos y las representaciones estaban sometidos a un rígido control. Los empresarios teatrales preferían piezas acordes con el gusto burgués de la época, de corte benaventino. Algunos autores trataron de llevar a escena problemas de mayor hondura y escribir teatro existencial, teatro social, pero apenas llegaron a los escenarios importantes. Por ello, se ha calificado este tipo como teatro soterrado. Destacan el teatro de humor de Jardiel Poncela y Miguel Mihura con Tres sombreros de copa, donde se enfrentan dos mundos: la vida burguesa y prosaica de Dionisio y la vida poética y de libertad de Paula.
3. Los Años 50: Teatro Realista, Existencial y Social
El teatro realista manifiesta su oposición a la dictadura, abordando temas como la injusticia social, la explotación, la vida de la clase media y baja, y la condición humana de los humillados y los marginados. Destacan dramaturgos como Alfonso Sastre con Escuadra hacia la muerte, Lauro Olmo con La camisa y Antonio Buero Vallejo. En sus obras se pueden distinguir tres etapas:
Etapa Existencial:
Reflexión sobre la condición humana. En Historia de una escalera (1949), la obra refleja un mundo gris donde las frustraciones se repiten no solo por el peso del medio social, sino también por la debilidad personal.
Etapa del Teatro Social:
Denuncia de injusticias que atañen a la sociedad. Destacan El concierto de San Ovidio, que denuncia la explotación de un grupo de ciegos en el París de los años previos a la Revolución Francesa, y El tragaluz, con personajes marcados por la Guerra Civil.
Etapa de Innovaciones:
La novedad técnica más llamativa fueron los efectos de inmersión, la corporización escénica de sueños por parte del espectador a través de los personajes. Sus últimas obras son Música cercana y Las trampas del azar.
4. Los Años 60 y 70: Experimentación y Teatro Independiente
Dentro del teatro comercial siguen triunfando las comedias de Mihura y Ana Diosdado. Entre los nuevos sobresale Antonio Gala. En la experimentación, los nuevos autores consideran acabado el realismo social y buscan nuevas propuestas. Muchas de estas obras no encontraron facilidades para ser representadas, ya sea por problemas con la censura o porque no gustaban al público, por lo que se habla de teatro soterrado.
Fernando Arrabal, con elementos surrealistas y lenguaje infantil, destaca con El triciclo. Propone un teatro total que exalta la libertad creadora y el escándalo del espectador. También surge el teatro independiente con grupos como Los Goliardos y Els Joglars.
5. Desde 1975: La Transición y el Teatro Actual
En estos años es cuando la crisis del teatro español se ha hecho más evidente. Un importante fenómeno ha sido la creación de instituciones teatrales que dependen de instancias oficiales, como el Centro Dramático Nacional. Francisco Nieva es el más importante de los dramaturgos de la segunda mitad del siglo; su teatro camina por la senda de lo surrealista y lo onírico. El propio dramaturgo divide su obra en Teatro de Crónica y Estampa, Teatro de Farsa y Calamidad, y Teatro Furioso. Otros autores de esta época son Sanchis Sinisterra con ¡Ay, Carmela!, José Luis Alonso de Santos con Bajarse al moro, y Fernando Fernán Gómez con Las bicicletas son para el verano.