El Bienio Radical-Cedista y la Crisis de 1933
El año 1933 comenzó con un acontecimiento trágico. La buena cosecha había derrumbado los precios, lo que provocó un aumento del paro en el campo y suscitó nuevos levantamientos campesinos. En enero, en el pueblo gaditano de Casas Viejas, se produjo una auténtica masacre, cuando miembros de la Guardia de Asalto sitiaron y mataron a un grupo de anarquistas que se habían hecho fuertes en una casa del pueblo. La violencia empleada y la ausencia de explicaciones del Gobierno provocaron un escándalo y una grave crisis política. En el PSOE comenzó a imponerse la opinión de los partidarios de abandonar la coalición.
Mientras tanto, la derecha se organizó. Los católicos lo hicieron en la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), bajo el liderazgo de José María Gil-Robles. Su programa incluía la modificación de la Constitución, la eliminación de todas las medidas reformistas y la defensa de los intereses económicos de los propietarios. Los monárquicos fundaron Renovación Española, bajo la dirección de José Calvo Sotelo. Y la ultraderecha se agrupó en Falange Española, fundada por José Antonio Primo de Rivera.
La crisis se desencadenó en septiembre. Manuel Azaña dimitió. Diego Martínez Barrio formó un nuevo Gobierno, previo acuerdo con el presidente de la República, para disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones en noviembre de 1933. La CEDA ganó las elecciones, seguida del Partido Radical.
Causas del triunfo de la derecha en 1933:
- El desgaste del Gobierno anterior.
- La presentación de candidaturas unidas por parte de la derecha.
- El impacto del voto femenino, que se ejercía por primera vez en unas elecciones generales.
- La elevada abstención de sectores de izquierda.
- El sistema electoral, que favorecía las grandes coaliciones.
La victoria de la derecha fue contestada por una insurrección armada organizada por la CNT en Aragón, La Rioja y pueblos del sur. El movimiento fracasó, pero causó cerca de un centenar de muertos. Niceto Alcalá-Zamora nombró jefe de Gobierno a Alejandro Lerroux, candidato del Partido Radical.
Las Elecciones de 1936 y la Formación del Frente Popular
Para las elecciones de 1936, dos grandes bloques electorales se perfilaban. El programa del Frente Popular, fruto de un pacto difícil, acordó restablecer de inmediato toda la legislación del primer bienio. Además, se decretaría una amnistía por la Revolución de 1934 y se restablecerían las garantías constitucionales, suspendidas desde entonces.
Composición del Frente Popular:
- Izquierda Republicana
- Esquerra Republicana de Catalunya
- Unión Republicana
- El PSOE (Partido Socialista Obrero Español)
- El PCE (Partido Comunista de España)
- El POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista)
- Además de la UGT (Unión General de Trabajadores)
La CNT (Confederación Nacional del Trabajo) no participó, pero tampoco pidió expresamente la abstención.
La coalición de derechas la formaron el Bloque Nacional monárquico y la CEDA. Sin embargo, en muchas circunscripciones se presentaron divididos en varias candidaturas. Falange Española quedó fuera de la coalición.
El Frente Popular obtuvo la victoria, sobre todo gracias a su triunfo en las grandes ciudades y en las provincias del sur y de la periferia, mientras que la derecha se imponía en el norte y en el interior.
El Gobierno del Frente Popular y la Escalada hacia la Guerra Civil (Febrero-Julio 1936)
Sin esperar a la segunda vuelta de las elecciones ni a la proclamación oficial de los resultados, los grupos de izquierda abrieron las cárceles y liberaron a todos los detenidos desde octubre de 1934. El presidente del Gobierno dimitió, y Manuel Azaña formó un Gobierno sin participación del PSOE. El Gobierno puso en marcha el programa del Frente Popular.
Medidas iniciales del Gobierno del Frente Popular:
- Decretó una amplia amnistía.
- Se restableció el Estatuto de Autonomía de Cataluña.
- Azaña decidió enviar a los generales más sospechosos a puestos alejados de Madrid y distantes entre sí.
- Se inició la reocupación de fincas y la reanudación de la reforma agraria. Los jornaleros expulsados decidieron no esperar: 80.000 campesinos de Cáceres y Badajoz ocuparon los principales latifundios, un proceso que se extendió rápidamente a otras provincias.
- Se restableció la Ley de Reforma Agraria.
- El Gobierno también inició la tramitación parlamentaria de nuevos Estatutos de Autonomía (como el de Euskadi).
Nada más constituirse las nuevas Cortes, su primera decisión, el 7 de abril, fue destituir al presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora. La decisión fue fruto de un acuerdo entre Azaña y Indalecio Prieto para asumir, respectivamente, la Presidencia de la República y la Jefatura del Gobierno. El 10 de mayo fue elegido Manuel Azaña presidente de la República. Sin embargo, las luchas internas del PSOE entre Francisco Largo Caballero, partidario de la revolución y de la alianza con el PCE, y la tendencia moderada liderada por Indalecio Prieto, dificultaron la estabilidad. El resultado fue que Azaña tuvo que nombrar jefe de Gobierno a Santiago Casares Quiroga.
Conflictos internos y escalada de violencia:
En realidad, el Frente Popular tuvo fisuras desde el principio. La izquierda obrera adoptó una posición revolucionaria. Desde el mes de abril se sucedieron las luchas callejeras, las provocaciones y los asesinatos entre grupos radicales. El resultado fue una escalada de violencia entre mayo y julio. El enfrentamiento fue especialmente duro entre grupos falangistas y milicias socialistas, comunistas y anarquistas.
La conspiración militar y el estallido del golpe:
Con la victoria del Frente Popular, se iniciaron contactos para organizar una sublevación militar. Tomó el mando de la conspiración el general Emilio Mola, a quien Azaña había destinado en Pamplona, bajo el seudónimo de “El Director”. No tuvo demasiadas dificultades para organizar la sublevación, pero sí para coordinar los apoyos civiles, porque cada sector de la derecha aspiraba a un modelo distinto de gobierno tras el golpe. Fue el común rechazo hacia la política reformista del Frente Popular y hacia una posible revolución social lo que unió a todos los grupos.
El golpe militar se precipitó a raíz del asesinato, el 12 de julio, de un oficial de la Guardia de Asalto. El crimen fue respondido de madrugada por sus compañeros radicales con el secuestro y asesinato del líder del Bloque Nacional, José Calvo Sotelo. En medio de los rumores de golpe, el jefe de Gobierno, Casares Quiroga, se mantuvo inactivo. Finalmente, en la tarde del 17 de julio de 1936 se produjo la rebelión militar en Marruecos.