Introducción a La casa de Bernarda Alba
Federico García Lorca: Vida y Obra
El presente comentario se centra en fragmentos de La casa de Bernarda Alba, obra cumbre de Federico García Lorca. Nacido en Fuente Vaqueros, Granada, en 1898, Lorca fue una de las figuras más destacadas e ingeniosas de la poesía española del siglo XX, además de un prolífico autor de obras de teatro y novelas cortas. Entre sus creaciones más célebres se encuentran Yerma, Bodas de sangre y, por supuesto, La casa de Bernarda Alba.
Lorca nació en una época de gran inestabilidad, pero el apoyo familiar fue crucial para su desarrollo, siendo su madre su primera influencia literaria. Estudió Filosofía, Letras y Derecho, lo que le llevó a residir en diversas instituciones estudiantiles. Fue en este periodo donde decidió dedicarse seriamente a la escritura, publicando su primer libro de poemas y estableciendo contacto con la Generación del 27, un influyente grupo de poetas. Posteriormente, viajó por diferentes países para escribir y presentar sus obras, cosechando un notable éxito.
Su polifacética carrera incluyó roles como director teatral, conferenciante, compositor de canciones (gracias a sus estudios musicales desde la infancia), poeta y un notable dramaturgo.
Trágicamente, debido a su marcada posición antifascista y su creciente fama, Federico García Lorca fue fusilado en Víznar en 1936, durante la Guerra Civil Española.
Contexto Socio-Político de la Época
Lorca vivió en un periodo de preguerra caracterizado por un profundo descontento social. La España de entonces se enfrentaba a problemas como un alto índice de analfabetismo (afectando a un 60% de la población) y la denigración de la mujer. Además, fue testigo de importantes acontecimientos históricos, como la Restauración y, posteriormente, el golpe de Estado llevado a cabo por Primo de Rivera.
Su trágico final durante la Segunda República se debió a su defensa de los partidos de izquierda. A pesar de la inestabilidad política, fue un periodo culturalmente vibrante, marcado por la coexistencia de movimientos artísticos vanguardistas, las corrientes novecentistas y la efervescencia de la Generación del 27.
Sinopsis General de La casa de Bernarda Alba
La trama de La casa de Bernarda Alba se inicia tras la muerte del segundo marido de Bernarda. En ese momento, Bernarda impone su férreo criterio en la casa, donde reside con sus cinco hijas y dos criadas, decretando un luto riguroso de ocho años de encierro. Es entonces cuando Angustias, la hija mayor (fruto del primer matrimonio y heredera de una considerable fortuna), es pretendida por Pepe el Romano, quien le propone matrimonio. Angustias acepta, ignorando que su hermana menor, Adela, es la amante de Pepe. Paralelamente, otra de las hermanas, Martirio, también se enamora del mismo hombre.
Cuando Bernarda descubre la relación ilícita entre Adela y Pepe, estalla una violenta discusión. Bernarda dispara a Pepe, pero este logra escapar. Al escuchar el disparo, Adela cree que su amante ha muerto y se ahorca. Al final de la obra, Bernarda, obsesionada con la honra y las apariencias, declara que Adela murió virgen para evitar el juicio social y exige un silencio absoluto.
Acto Primero: Análisis Detallado
Contexto del Fragmento
Este fragmento corresponde al primer acto de la obra, situándonos en el funeral del marido de Bernarda. Tras despedir a los invitados, Bernarda, en presencia de sus hijas y criadas, impone su autoridad, decretando un luto de ocho años durante los cuales “no ha de entrar en esta casa ni el viento de la calle”. En este periodo, las hijas solo podrían dedicarse a bordar el ajuar. Las hijas, aunque muestran negación y rebeldía, son silenciadas por Bernarda, quien impone su voluntad basada en las tradiciones.
Temas Principales
El tema central de la obra es el enfrentamiento entre la libertad individual y la autoridad opresora, junto con el machismo social y la obsesión por las apariencias. Otros temas relevantes incluyen:
- La imposición del luto: “en ocho años que dure el luto no ha de entrar el viento de la calle”.
- El machismo: “respeta el luto de tu padre”.
- La frustración, como tema global que permea toda la obra.
Estructura de la Obra y del Fragmento
La obra se divide en tres actos, siguiendo la estructura clásica de planteamiento, nudo y desenlace. Cada acto presenta una secuencia similar: calma inicial, desarrollo de conflictos y un clímax de violencia. Es importante destacar que la obra posee una estructura circular, comenzando y terminando con la muerte (la del padre y la de Adela, respectivamente).
En cuanto a la estructura interna de este fragmento, el diálogo se divide en tres partes:
- Las recriminaciones de Bernarda, quien critica las malas intenciones de los invitados.
- La escena del abanico y la imposición del luto por parte de Bernarda.
- La resignación y los lamentos de las hijas.
Personajes Destacados
En este acto, sobresalen los siguientes personajes:
- Bernarda: Encarna el principio de autoridad y la preocupación por el “qué dirán”. Es una mujer autoritaria y matriarcal, como se evidencia en frases como: “Dame uno negro y aprende a respetar el luto de tu padre”.
- Adela: Representa la libertad y la rebeldía. Su búsqueda de libertad tendrá consecuencias debido a sus romances ocultos y el erotismo que la caracteriza.
- Magdalena: Simboliza la rebeldía contenida.
- Martirio: Encarna el resentimiento, los complejos y la envidia.
Tiempo y Espacio
Tiempo externo: La obra está ambientada en los años 30, lo que subraya su intención de denuncia social.
Tiempo interno: No hay referencias temporales concretas, pero las alusiones al calor (“Yo no tengo calor”) sugieren que la acción transcurre en verano. Los acontecimientos de este fragmento en particular suceden al mediodía.
Espacio escénico: La casa es el único lugar donde transcurre la acción. Sin embargo, el espacio dramático se amplía más allá de sus muros, aludiendo a escenarios externos a los que no se tiene acceso, como en la expresión: “maldito pueblo sin río, pueblo sin pozos”.
El espacio tiene una importancia vital, ya que evoluciona a lo largo de la obra. Por ejemplo, las paredes de la casa, inicialmente blancas, se van oscureciendo en cada acto, simbolizando la pérdida de la pureza de Adela.
Lenguaje y Estilo
Las acotaciones son claras, sencillas y abundantes. Las más significativas en este fragmento son:
- Los golpes del bastón de Bernarda, que simbolizan su autoridad.
- El abanico de flores que Bernarda recibe de Adela y que luego arroja al suelo.
Se observa la maestría del diálogo, caracterizado por su fluidez e intensidad. Predominan las réplicas cortas y rápidas, como en el intercambio:
Martirio: Tome usted el mío.
Bernarda: ¿Y tú?
Martirio: Yo no tengo calor.
Los diálogos están vinculados al habla andaluza, pero poseen una profunda dimensión poética: “para llenar mi casa con el sudor de sus refajos y el veneno de sus lenguas”.
Lorca emplea diversas figuras literarias para aportar belleza y expresividad. Destacan:
- Metáforas: “el sudor de sus refajos y el veneno de sus lenguas”.
- Símiles: “igual que si hubiera pasado una manada de cabras”.
Además, el simbolismo es fundamental:
- El negro representa la muerte.
- El blanco, la pureza.
- El pozo, la represión.
- El bastón, el poder.
Acto Segundo: Análisis Detallado
Contexto del Fragmento
Este fragmento pertenece al segundo acto de la obra y narra la rebelión de Adela ante Martirio, quien ha descubierto la relación ilícita entre Adela y Pepe el Romano.
Temas Principales
El tema principal de este fragmento es la envidia y los celos, manifestados en el conflicto entre Adela y Martirio, y la revelación del posible embarazo de Adela. Ejemplos de diálogo que lo ilustran son:
- Adela: “¡Él me quiere para su casa!”
- Martirio: “¡He visto cómo te abrazaba!”
- Adela (cogiéndose el vientre): “¡No! ¡No!”
Además, se reiteran temas fundamentales de la obra como el autoritarismo y la moral rígida de Bernarda, la obsesión por las apariencias, la honra y la tradición. También se exploran el amor prohibido entre Adela y Pepe el Romano y la crítica a la situación social de la mujer.
Estructura de la Obra y del Fragmento
La estructura externa de La casa de Bernarda Alba se compone de tres actos:
- El primer acto inicia con el funeral del segundo marido de Bernarda, la presentación de los personajes y el compromiso entre Angustias y Pepe el Romano.
- El segundo acto desarrolla los movimientos de Adela y el conflicto creciente.
- El tercer acto culmina con la revelación de Martirio y el desenlace trágico.
La estructura interna de la obra es lineal, sin saltos temporales.
En este fragmento específico, la acción comienza con el descubrimiento de los amantes por parte de Martirio, seguido de una intensa discusión entre ella y Adela, y finaliza con la revelación del estado de Adela. El fragmento se inicia con la intervención de la criada, quien llega de la calle anunciando un suceso externo. Bernarda le ordena investigar, lo que desencadena la disputa entre las hermanas a raíz de la investigación de Martirio. Tras la revelación del “chisme”, Adela se siente aludida y teme por la reacción de su madre y por su futuro.
Personajes Destacados
En este acto, los personajes clave son:
- Bernarda: Continúa encarnando el principio de autoridad y la preocupación por el “qué dirán”, siendo una mujer autoritaria y matriarcal. Su moral impuesta a las mujeres en una sociedad machista prevalece sobre los deseos y sentimientos de sus hijas: “¡Acabar con ella antes que lleguen los guardias!”.
- Adela: La menor de las hermanas, representa la libertad y la voluntad de decidir por sí misma, a pesar de la oposición social: “Hace la que puede y la que se adelanta. Tú querías, pero no has podido”.
- Angustias: La menos agraciada, se promete a Pepe el Romano, quien la quiere solo por su dinero, y su presencia constante genera conflicto entre las hermanas.
- También aparecen Martirio, La Poncia y la Criada, cada una con su rol en el desarrollo del drama.
Tiempo y Espacio
Tiempo histórico: La obra está ambientada en los años 30, lo que refuerza su intención de denuncia social.
Duración de la acción: La acción dramática abarca varios días, incluso semanas, como se infiere de las referencias a varias noches en las que Pepe el Romano visita la ventana de Angustias. El tiempo dramático comienza una mañana con el duelo. En el segundo acto, la acción se desarrolla desde el inicio de la tarde, y el tercer acto concluye al final del día.
Espacio: Se establece una dualidad entre el espacio interior (la casa, donde reside la familia) y el espacio exterior (donde se encuentran los hombres y la vida fuera de los muros). La casa es el único espacio escénico donde transcurre la acción, pero el espacio dramático se amplía mediante alusiones a otros escenarios a los que no se tiene acceso directo.
Lenguaje y Estilo
El lenguaje utilizado por Lorca se caracteriza por la ausencia de cultismos, lo que genera una notable sencillez lingüística.
En cuanto al simbolismo, destacan expresiones como “terrenos del olivar” o “varas de olivo”, que se utilizan para designar al hombre dominante frente a la mujer sumisa.
Se emplean diversos recursos literarios:
- Hipérbole: “Sí, y vamos a salir también nosotras.”
- Metáforas: “¡Carbón ardiendo en el sitio de su pecado!”, “¡Y que pague la que pisotea su decencia!”.
- Símil: “he ido como arrastrada por una maroma”.
Las modalidades oracionales son variadas:
- Imperativas: Presentes en el habla de Bernarda: “¡Corre a enterarte de lo que pasa!”, “¡Vosotras, al patio!”.
- Interrogativas: Indican incertidumbre: “¿Un hijo?”.
- Exclamativas: Expresan el aumento de la tensión dramática y el ritmo agitado de la escena: “¡Que la dejen escapar!”, “¡matadla!”.
Las acotaciones son importantes en toda la obra de Lorca, y en este fragmento destacan:
- “(Se asoman Magdalena y Angustias. Se siente crecer el tumulto.)”
- “(Cogiéndose el vientre.)”
Acto Tercero: Análisis Detallado
Contexto del Fragmento
El fragmento objeto de comentario pertenece al tercer acto de la obra dramática La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca.
Estructura de la Obra
La obra se divide en tres actos, con su planteamiento, nudo y desenlace. Dentro de cada acto se presenta la misma secuencia: calma al principio, conflictos crecientes y violencia final. Es importante señalar que la obra es circular, ya que comienza y termina con la muerte (la del padre y la de Adela, respectivamente).
- En el primer acto, se presentan todos los personajes sobre los que gravita la acción (Bernarda, su madre, sus cinco hijas, sus criadas y la alusión a Pepe el Romano).
- En el segundo acto, que coincide con el nudo, el conflicto entre Bernarda y Adela se hace patente, y sus relaciones ilícitas con Pepe el Romano son ya evidentes.
- En el tercer acto, Bernarda es la única que permanece ciega ante la verdad, y la obra concluye con la tensión final de la muerte de Adela y la toma de conciencia de Bernarda sobre la ruptura del sistema en el que tan ciegamente creía.
Desarrollo del Acto Tercero
Este último acto de la obra presenta los encuentros cada vez más frecuentes entre Adela y Pepe, que Martirio, consumida por los celos y la envidia, revela a su madre. A raíz de esto, Bernarda dispara a Pepe el Romano, y Adela se suicida, creyéndolo muerto. La matriarca, obsesionada con la honra, vuelve a imponer el luto y el silencio, recordando a todas las mujeres de la casa que es más importante hacer creer que Adela ha muerto virgen que reconocer la verdad de su suicidio.
Temas Principales
El tema principal de la obra es el enfrentamiento entre la libertad y la autoridad, además del machismo social y la obsesión por las apariencias. Otros temas presentes son:
- La imposición de un luto asfixiante.
- La pasión, condenada a la soledad o la muerte.
- La sumisión, como se refleja en la frase: “No creas que los muros defienden de la vergüenza”.
Personajes Destacados
En este fragmento, los personajes clave son:
- Bernarda: Encarna el principio de autoridad y la preocupación por el “qué dirán”, siendo una mujer autoritaria y matriarcal. Sus imperativos son constantes: “¡Silencio! ¡Las lágrimas cuando estés sola! ¡Nos hundiremos todas en un mar de luto! […] ¿Me habéis oído? Silencio, silencio he dicho. ¡Silencio!”.
- Angustias: La menos agraciada, prometida a Pepe el Romano, quien la quiere solo por su dinero. Su presencia genera conflicto entre las hermanas. En este fragmento, se enfrenta a Adela con acusaciones como: “¡Ladrona!, ¡deshonra de nuestra casa!”.
- Magdalena: Representa la rebeldía contenida.
- Martirio: Encarna el resentimiento, los complejos y la envidia hacia Adela.
- Pepe el Romano: Causa de la muerte de Adela y pretendiente de Angustias.
- Adela: Representa la libertad y la rebeldía, entre otros personajes que completan el elenco.
Tiempo y Espacio
Espacio: Toda la obra se representa en el interior de la casa. Se pueden diferenciar dos tipos de espacio:
- El espacio externo: La obra está ambientada en un pueblo español indeterminado.
- El espacio interno: Representado en el interior de la vivienda en todo momento, simbolizando el encierro y la opresión.
Tiempo externo: La obra está ambientada en los años 30, lo que subraya su intención de denuncia social.
Tiempo interno: Este fragmento corresponde a la última escena de la obra, que transcurre en un solo día. Ya es de noche, como se indica en la acotación: “(Bernarda. Sale en enaguas)”.
Lenguaje y Estilo
Se trata de un texto teatral en el que la acción avanza por medio de discusiones y diálogos, cuyo objetivo es la puesta en escena y que presenta acotaciones explícitas o implícitas. Pertenece al subgénero del drama por tratar con personajes más reales y próximos.
Los diálogos, en general, son rápidos, incisivos, breves y muy personales. Están poblados de imágenes y recursos literarios:
- “¡Esa es la cama de las mal nacidas!”
- “se acabaron las voces de presidio”
En cuanto a las acotaciones, son abundantes y significativas:
- “(Adela arrebata el bastón a su madre y lo parte en dos)”
- “(suena un disparo)”
- “(la criada se santigua)”
- “(Señalando a Adela)”
La función poética está presente en toda la obra, con constantes recursos literarios:
- Metáforas: “un rayo entre los dedos”, “un río de sangre”.
- Símiles: “Ahí fuera está, respirando como si fuera un león”.
El simbolismo es clave:
- El bastón: autoridad.
- Las campanas: muerte (del padre y luego de la hija).
- Los muros: separación entre interior y exterior, significando cierre y presidio.
- La escopeta y el martillo: violencia y muerte.
En el nivel léxico-semántico, abundan los términos relacionados con el campo semántico de la violencia y la muerte: “sangre”, “escopeta”, “muerte”, “golpe”, “disparo”, “martillo”, “matado”, todos ellos vinculados al trágico final de la obra.
Respecto al nivel morfosintáctico, predominan:
- Las oraciones simples exclamativas: “¡Esa es la cama de las mal nacidas!”.
- Las oraciones interrogativas: “¿Por qué lo has dicho entonces?”.
- Las oraciones simples: “Estaba con él”.
- Las frases nominales: “¡Adela!”, “¡Dios mío!”.
Conclusión General
En conjunto, la obra de Lorca supone un intento constante de depuración y de vuelta al origen. La casa de Bernarda Alba es la culminación del estilo lorquiano y el cierre de una madurez literaria, consolidándose como una de las piezas más significativas del teatro español del siglo XX.