El Rebrote de la Tensión y el Fin de la Guerra Fría
A partir de 1975, las relaciones entre las superpotencias volvieron a enfriarse, llegando a momentos de alta tensión. Sin embargo, a partir de 1985, el bloque comunista dio claros síntomas de agotamiento económico y entró en una fase de descomposición que, finalmente, puso fin a la Guerra Fría.
La Ofensiva Soviética y el Debilitamiento de EE. UU.
Tras la Guerra de Vietnam, EE. UU. había quedado debilitado, poniendo fin a la idea de su invencibilidad militar. Además, sufrió una grave crisis económica provocada por la subida del petróleo, primero en 1973 y luego en 1979.
La URSS, por su parte, salió favorecida al ser menos afectada por la crisis del petróleo. Aprovechando esta situación, la URSS inició un despliegue de misiles nucleares de alcance intermedio por Europa Oriental, con el objetivo de intimidar a los países de Europa Occidental. Además, incrementó su apoyo a todos los movimientos revolucionarios del Tercer Mundo.
1979: Un Año Clave en la Escalada de Tensión
Este año fue fundamental para el crecimiento de la tensión entre las potencias debido a dos acontecimientos trascendentales:
- La Revolución Islamista de Irán: Irán, un país con un régimen dictatorial aliado de EE. UU. y uno de los principales productores de petróleo, experimentó un profundo rechazo popular a las reformas de su gobierno corrupto. El clero chiita aprovechó este descontento para organizar protestas que derivaron en una revolución en 1979. Esta supuso la caída del sha y la instauración de una república fundamentalista islámica. Como consecuencia, se produjo el asalto a la embajada de EE. UU. en Teherán y el secuestro de 80 empleados.
- La Guerra de Afganistán: Afganistán, un país en el área de influencia de la URSS, fue invadido por esta potencia en 1979 ante la existencia de guerrillas armadas. Los objetivos estratégicos de la URSS eran contener la expansión del fundamentalismo islámico y tomar posesiones cerca del Océano Índico y del Golfo Pérsico. Sin embargo, esta guerra se convirtió en un conflicto de desgaste, donde las guerrillas cobraron una fuerza considerable. La guerra supuso un enorme problema económico y político para la URSS, despertando malestar entre la población y el ejército. Su economía se colapsó ante los enormes gastos y, a nivel internacional, provocó un debilitamiento de su posición frente a EE. UU., generando un rechazo global por esta agresión imperialista.
La Reacción de EE. UU. ante la Ofensiva Soviética
Ante la escalada soviética, EE. UU. planteó la retirada de todos los misiles de Europa, pero los soviéticos rompieron las negociaciones en 1983. En respuesta, EE. UU.:
- Aumentó los gastos militares y la investigación de nuevas armas.
- Promovió la Iniciativa de Defensa Estratégica (conocida como “Guerra de las Galaxias”), que proyectaba un escudo espacial para destruir los misiles soviéticos en caso de un ataque nuclear a EE. UU.
- Potenció la intervención en distintas zonas del mundo para evitar que se acercasen a la URSS.
El Colapso del Bloque Comunista y el Fin Definitivo de la Guerra Fría
A mediados de los años 80, resurgieron movimientos de carácter pacifista y antinuclear, especialmente en Europa. En el bloque comunista, estos movimientos fueron reprimidos, lo que fomentó un sentimiento de rechazo hacia el comunismo.
Varios factores clave precipitaron el fin de la Guerra Fría:
- El Gobierno de Gorbachov en la URSS: Mijaíl Gorbachov inició una política de diálogo con EE. UU. para detener la carrera armamentística y rebajar el gasto militar. Esto se concretó en la firma del Tratado de Washington en 1987 para el desmantelamiento de los misiles de alcance intermedio y en la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán en 1989. Poco después, se retiraron las tropas de Europa del Este y se inició una apertura política y económica de la URSS (Perestroika y Glasnost).
- Las Revoluciones Democráticas en el Bloque Comunista: La suavización del control ideológico y político dio lugar a la aparición de movimientos socialistas favorables al establecimiento de sistemas democráticos. En 1989, se desataron las revoluciones democráticas, que provocaron la caída de los regímenes comunistas en Europa del Este.
- Los Acuerdos de Paz y la Desaparición del Bloque Comunista: La cumbre de Malta entre George Bush y Mijaíl Gorbachov en 1989 confirmó el inicio de una nueva era y el fin de las tensiones entre las superpotencias. En 1991, la disolución del Pacto de Varsovia y la desintegración de la URSS en varios Estados certificaron el final de la Guerra Fría, dejando a EE. UU. como la indiscutida potencia del planeta.
La Reorganización de la Política Internacional Post-Guerra Fría
Con los Acuerdos START I de 1991, se planteó la destrucción de un tercio de los misiles intercontinentales con el fin de reducir el enorme arsenal nuclear existente. Tanto Rusia como EE. UU. presionaron a las repúblicas exsoviéticas para que devolvieran a la primera sus misiles y firmaran el Tratado de No Proliferación Nuclear.
Otro Tratado de Reducción Nuclear se firmó en 2002 entre Rusia y EE. UU., aunque otros países cuentan con armamento nuclear en la actualidad.
El fin del enfrentamiento entre los bloques no ha supuesto la ausencia de conflictos. Han aparecido nuevos conflictos regionales, el renacer de los nacionalismos en zonas del antiguo bloque comunista, la proliferación de armas de destrucción masiva y el terrorismo islámico internacional.