El Sistema Político de Cánovas y la Restauración (1874-1923)
El sistema político de Cánovas tiene lugar durante la etapa de La Restauración, entre el 30 de diciembre de 1874 (con el pronunciamiento del General Martínez Campos y la proclamación de Alfonso XII como Rey) y el 13 de septiembre de 1923 (con el Golpe de Estado del General Primo de Rivera).
Ideología y Objetivos de Cánovas del Castillo
Cánovas consideraba los años anteriores (correspondientes a la monarquía de Amadeo de Saboya y a la Primera República) como un periodo de caos. Veía como única salida a la situación de España la reposición de la dinastía histórica, pero no en la figura de Isabel II, desacreditada por sus errores, sino en la del heredero, el príncipe Alfonso.
Cánovas también se proponía poner fin a los golpes militares y pretendía que el príncipe Alfonso se convirtiera en rey por petición popular tras una intensa actividad de propaganda. Para crear tal estado de opinión, redactó, y el príncipe Alfonso firmó, el Manifiesto de Sandhurst, en 1874. Sin embargo, el sueño de Cánovas no se cumplió: el regreso de los Borbones se debió a un golpe militar, al pronunciarse el General Martínez Campos en Sagunto el 29 de diciembre de 1874.
Pilares Fundamentales del Sistema Canovista
El objetivo de Cánovas era crear un sistema político en el que la base fuera la Monarquía y los partidos políticos fuesen instrumentos a favor de dicha Monarquía. Basándose en esto, los cuatro pilares en los que se fundamenta su sistema serían:
- Rey
- Cortes
- Constitución
- Turno de dos partidos
En este sistema, el Rey sería el encargado de administrar el poder entre los dos partidos. Las Cortes, junto con la Monarquía, constituirían la base del poder y la legitimidad del nuevo sistema. Es decir, aunque desapareciera la Constitución escrita, pervivirían el Rey y las Cortes como columna vertebral de la nación.
La Constitución de 1876
Este nuevo sistema se dotó de una nueva constitución cuyo inspirador fue el propio Cánovas del Castillo. Los principales rasgos de la Constitución de 1876 fueron:
- Soberanía compartida: Cortes con el Rey.
- Cortes Bicamerales: Congreso elegido y Senado en el que se representan las clases poderosas del país.
- Fortalecimiento de la Corona: Se constituyó como eje del Estado.
- Derechos y libertades: Reconocimiento teórico, que en la práctica fueron limitados o aplazados durante los gobiernos de Cánovas.
- Libertad religiosa: Recortada, ya que la religión católica fue declarada como religión oficial del Estado.
El Turno de Partidos y el Bipartidismo
En lo referente al turno de partidos, y siguiendo las lecciones del parlamentarismo inglés (en el cual se basaba Cánovas), el ideal era la existencia de dos partidos (en Inglaterra serían los Whigs y los Tories): uno en el poder y otro en la oposición, que se turnarían de forma pacífica en el ejecutivo.
Estos partidos eran:
- El partido de centro derecha Conservador, liderado por Cánovas.
- El partido de centro izquierda Liberal, dirigido por Sagasta.
Este sistema se apoyó en el caciquismo, la corrupción y el fraude electoral, que, junto a la abstención generalizada de la población en las votaciones, garantizaban unos resultados concretos en las elecciones que aseguraban la alternancia en el poder de ambos partidos. Es decir, el sistema político ideado por Cánovas estaba basado en el bipartidismo.
En estas cuatro ideas se resume el modelo político que Cánovas instaura en España: monarquía histórica, Cortes que representan la soberanía de la nación, una Constitución duradera (1876-1923) y dos partidos en turno pactado.
Cánovas moriría asesinado en 1897 por un anarquista.
Movimientos Obreros e Ideologías en la Restauración
Las dos corrientes ideológicas más destacadas en España entre los obreros y el campesinado durante el último cuarto del siglo XIX fueron el socialismo y el anarquismo.
El Socialismo
En 1879, Pablo Iglesias fundó el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), como partido de clase que defendía los derechos del proletariado.
A partir de 1883, el PSOE combinaría el ideario revolucionario marxista con medidas más realistas, como la participación en la vida política. En 1886, apareció el semanario “El Socialista”, pronto convertido en diario, que fue el principal instrumento de interrelación entre los diversos grupos socialistas del país.
En 1888, se creó el sindicato de orientación socialista, la UGT (Unión General de Trabajadores). Los socialistas también crearon las Casas del Pueblo y la Mutualidad Obrera.
El socialismo tuvo peso en Extremadura, lo que actualmente es Castilla-La Mancha y, especialmente, en Madrid. Desde aquí se extendió a los núcleos mineros e industriales de la periferia asturiana, vizcaína y valenciana.
A partir de 1891, el PSOE se concentró en la política electoral, y a principios del siglo XX se inició la colaboración con los republicanos. En 1910, se formó la conjunción republicano-socialista, que produjo un importante crecimiento numérico en sus filas.
El Anarquismo
Fue la ideología obrera más influyente en la Restauración. Fue introducido durante el Sexenio Democrático (1868-1874) por el italiano Fanelli, discípulo de Bakunin, el fundador del anarquismo.
En esta etapa, el anarquismo se centró en la captación de seguidores y la acción terrorista, por lo que sus organizaciones fueron clandestinas y perseguidas. La mayor difusión se dio entre el campesinado andaluz y los obreros catalanes.
Su oposición a toda forma de poder y la acción violenta contra miembros del gobierno o de la burguesía lo convirtieron en una amenaza contra el poder establecido.
El área geográfica de este anarquismo estuvo comprendida desde los Pirineos al Guadalquivir, en especial Barcelona, Zaragoza y las provincias de la Baja Andalucía.
Las luchas internas debilitaron su organización y, con el cambio de siglo, el anarcosindicalismo llevó a cabo una reforma que dejó de lado la acción revolucionaria para aceptar una acción colectiva.