El Sexenio Democrático y la Restauración Borbónica en España (1868-1902): Claves Históricas

El Sexenio Democrático (1868-1874)

La Crisis del Reinado de Isabel II

La inestabilidad que condujo a la caída de Isabel II se debió a una triple crisis:

  • Crisis económica: Se manifestó con la quiebra de compañías ferroviarias y una grave crisis agraria que hizo que subieran los precios de los alimentos.
  • Crisis política: El gobierno de moderados y unionistas impedía gobernar a progresistas y demócratas, generando una profunda frustración.
  • Crisis social: Se produce el auge del movimiento obrero, que protesta activamente contra la crisis económica.

La situación política se deterioró. Los progresistas intentaron acceder al poder mediante pronunciamientos encabezados por Prim, que fracasó, se exilió y firmó el Pacto de Ostende (1866) para destronar a Isabel II. A la muerte de O’Donnell en 1867, su sucesor, el general Serrano, al frente de la Unión Liberal, aceptó el pacto. En 1868, un grupo de generales desembarcó en Cádiz, comenzando la revolución.

La Revolución de 1868: La Gloriosa

La Gloriosa comenzó en septiembre de 1868 con el pronunciamiento de la flota al mando de Topete en Cádiz, seguido por Prim y Serrano para derrocar a Isabel II. Con el manifiesto España con Honra, las masas se organizaron en juntas locales contra el gobierno. Este pronunciamiento militar dio paso a una revolución popular. Isabel II se exilió a Francia, dando comienzo al Sexenio Democrático (1868-1874).

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1869

Tras el exilio de Isabel II, se constituyó un Gobierno Provisional formado por progresistas, unionistas y demócratas, encabezado por Serrano. En su política, disolvió las juntas locales, lo que fue criticado por el Partido Demócrata, y convocó elecciones a Cortes mediante Sufragio Universal Masculino (S.U.M.), que ganó la coalición gobernante. Las Cortes elaboraron la Constitución de 1869, estableciendo un régimen democrático basado en:

  • La soberanía nacional, que residía en la nación y no en el rey.
  • El reconocimiento de la libertad de culto.
  • El reconocimiento de amplios derechos individuales.
  • El poder legislativo residía en una Corte bicameral.

El Reinado de Amadeo I (1871-1873)

Tras aprobar la Constitución, Serrano fue nombrado regente hasta que el gobierno de Prim encontrase un rey que no fuera Borbón, que fuera democrático y que fuese aceptado por las potencias europeas. Prim y los progresistas consiguieron que las Cortes votaran a Amadeo de Saboya, procedente de la monarquía italiana.

Antes de que jurase la Constitución como Amadeo I (1871), Prim fue asesinado. Durante su reinado, Amadeo I aceptó la Constitución como moderador entre los partidos, pero fracasó por varias razones:

  • Falta de apoyo político: La muerte de Prim dividió a los constitucionalistas de Sagasta y a los radicales de Zorrilla.
  • Rechazo de la oposición: Fue rechazado por alfonsinos, carlistas y republicanos, que querían restaurar a los Borbones.
  • Conflictos armados: Se sumó la Tercera Guerra Carlista (a favor de Carlos VII), la Guerra de Independencia de Cuba y el auge del movimiento obrero.

Ante la falta de apoyo, Amadeo I abandonó España en 1873.

La Primera República (1873-1874)

Tras el vacío de poder dejado por Amadeo I, se proclamó la República. Los republicanos y los radicales de Zorrilla se hicieron con el poder y tuvieron que hacer frente a múltiples desafíos:

  • División interna: Los republicanos estaban divididos en federalistas y unitarios.
  • Oposición política: Carlistas y alfonsinos de Cánovas (que atrajo a conservadores y moderados) se opusieron frontalmente. Los progresistas radicales también se alejaron de los republicanos.
  • Conflictos bélicos: La Tercera Guerra Carlista y la Guerra de Independencia de Cuba.
  • Movimiento Cantonal: La insurrección cantonal.
  • Falta de apoyo internacional: La Primera República fue reconocida solo por Estados Unidos y Suiza.

Durante la Primera República se sucedieron cuatro gobiernos:

  1. Figueras: Convocó elecciones a Cortes Constituyentes, dando la mayoría a los federales.
  2. Pi y Margall: Redactó el proyecto de Constitución de 1873, proponiendo una república federal que nunca entraría en vigor. La división de los republicanos federales en benévolos e intransigentes, y su incapacidad para controlar a sus seguidores, provocó su dimisión.
  3. Salmerón: Tuvo que enfrentar la insurrección cantonal, alentada por republicanos federales y anarquistas, que se extendió por Levante y Andalucía, incorporando reivindicaciones sociales. Salmerón dimitió por no querer firmar la pena de muerte de los cantonalistas, facilitando la llegada de los republicanos unitarios.
  4. Castelar: Intentó dar un giro conservador para tranquilizar a la burguesía. Suspendió las Cortes y reforzó el ejército para acabar con las guerras carlistas y cubanas.

Durante una sesión, el general Pavía entró disolviendo las Cortes en enero de 1874. Se nombró un gobierno militar dirigido por Serrano. Mientras tanto, las conspiraciones de Cánovas del Castillo culminaron el 29 de diciembre de 1874 con la proclamación de la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII.

La Restauración Borbónica (1874-1902)

El Reinado de Alfonso XII y el Inicio de la Restauración

La Restauración supuso el establecimiento de una monarquía conservadora y la elaboración de la Constitución de 1876 (vigente hasta 1923). La estabilidad política llevó a la modernización económica y al abandono del gobierno por parte del ejército, pero también puso en marcha nuevas prácticas políticas (turnismo, caciquismo, fraude electoral) que provocaron la oposición del movimiento obrero y los nacionalismos, y culminaron en la pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

La Crisis de 1898

La Crisis del 98 fue provocada por la corrupción interna, el auge de los nacionalismos y la pérdida de las colonias.

Tras el golpe de Pavía, Cánovas del Castillo se encargó de preparar la vuelta de Alfonso XII y presentó el Manifiesto de Sandhurst, que defendía la vuelta a la monarquía conservadora, la unidad del Estado y el catolicismo. El general Martínez Campos realizó un pronunciamiento militar en Sagunto que dio inicio oficial a la monarquía de Alfonso XII.

Características del Sistema de la Restauración

  • Sistema político oligárquico y autoritario.
  • Sistema políticamente estable gracias a la Constitución de 1876.
  • Bipartidismo (Partido Conservador de Cánovas y Partido Liberal de Sagasta).
  • Fin de la Guerra Carlista y de la guerra en Cuba (firma de la Paz de Zanjón).

El Sistema Canovista: Bipartidismo y Turnismo

El sistema canovista copió el modelo inglés de alternancia pacífica entre partidos. El rey se convertía en árbitro del turnismo entre:

  • Partido Conservador: Liderado por Cánovas, contaba con el apoyo de la clase alta burguesa, la oligarquía agraria y el alto clero.
  • Partido Liberal: Liderado por Sagasta, contaba con el apoyo de la clase media.

Este sistema consiguió aislar al ejército de la política. El rey encargaba al ministro de Gobernación el proceso electoral: se convocaba a los líderes políticos, los gobernantes recogían las listas de ‘encasillados’, y cada gobernador se ponía en contacto con los clientes políticos (alcaldes, caciques). El resultado de los partidos se hacía efectivo mediante el fraude electoral, que incluía:

  • Compra de votos a cargo del cacique (ofreciendo dinero, trabajo o comida, o mediante coacción).
  • El ‘pucherazo’ (manipulación directa de los resultados).

La Constitución de 1876

La Constitución de 1876 fue de carácter integrador y se basó en principios conservadores:

  • Soberanía: Compartida entre el rey y las Cortes.
  • Forma de gobierno: Monarquía constitucional.
  • Poder Ejecutivo: El rey.
  • Poder Legislativo: Cortes bicamerales y el rey.
  • Poder Judicial: Tribunales y juicio por jurado.
  • Derechos individuales: Iguales a los de 1869, aunque limitados por leyes posteriores.
  • Religión: Confesionalidad católica y tolerancia a otras religiones.
  • Sufragio: Universal masculino para el Congreso y censitario para el Senado (aunque el sufragio universal masculino se restableció en 1890).

Esta Constitución permaneció vigente hasta 1923.