La Crisis del Antiguo Régimen en España (1808-1833): De Carlos IV a Fernando VII

Introducción: La Decadencia del Antiguo Régimen (1808-1833)

Hasta 1808, el sistema político, económico y social vigente en España era el Antiguo Régimen, caracterizado por una sociedad estamental (nobleza, clero y pueblo llano). Al ser un sistema obsoleto, comenzó su inevitable decadencia.

El Reinado de Carlos IV (1788-1808)

La monarquía de Carlos IV era débil e incapaz de tomar decisiones firmes. El estallido de la Revolución Francesa en 1789 provocó que las ideas revolucionarias e ilustradas, difundidas por filósofos como Rousseau o Montesquieu (quien postuló la separación de poderes), comenzaran a expandirse.

Carlos IV, consciente del peligro ideológico, estableció fronteras ideológicas, prohibiendo la entrada de libros con tintes revolucionarios. La Revolución tuvo un impacto directo en Euskal Herria (EH).

Sustituyendo al Conde de Aranda, fue nombrado Manuel Godoy como Primer Ministro.

La Guerra de la Convención y la Alianza con Francia

Tras la ejecución de Luis XVI en 1793, la Primera Coalición declaró la guerra contra los revolucionarios franceses, conocida como la Guerra de la Convención. Esta guerra fue un desastre para la monarquía española, que perdió territorios en Cataluña y Euskal Herria.

  • Godoy, para financiar la guerra, subió impuestos y llevó a cabo la desamortización de bienes de la Iglesia.

El general Napoleón Bonaparte, aprovechando la precaria situación española, firmó el Tratado de San Ildefonso (1796), obligando a España a declarar la guerra a Portugal (aliada de Inglaterra).

Las diferencias entre Francia e Inglaterra desembocaron en la Batalla de Trafalgar (1805). Francia utilizó la armada española para intentar conquistar Inglaterra, pero la derrota fue total. Esto desencadenó el empeoramiento de las relaciones con las colonias americanas debido a la falta de recursos.

Posteriormente, Francia declaró el bloqueo marítimo a Inglaterra en toda Europa (Napoleón controlaba gran parte del continente).

Más tarde, Francia firmó el Tratado de Fontainebleau (1807) para permitir el paso de tropas francesas por España con el supuesto fin de “llegar a Portugal”.

España pronto se dio cuenta del garrafal error cometido, ya que las tropas francesas ocuparon puntos estratégicos como Barcelona o Pamplona. Debido a su localización geográfica, invadieron Euskal Herria en primer lugar, encontrando un fuerte rechazo por parte de sus habitantes.

A la impopularidad de Godoy se sumó el descontento general, lo que llevó al Príncipe de Asturias (Fernando) a encabezar el Motín de Aranjuez en marzo de 1808, forzando la abdicación de Carlos IV.

La Guerra de la Independencia (1808-1813)

Tras las Abdicaciones de Bayona, donde Napoleón forzó a Fernando VII y Carlos IV a cederle la corona, la resistencia española se organizó:

  1. Se produjeron levantamientos por toda España, siendo el más remarcable el de Madrid el 2 de mayo de 1808.
  2. A pesar de los levantamientos iniciales, Francia recuperó terreno, manteniendo solo Cádiz libre de ocupación.

Desde 1812, las tropas francesas se debilitaron debido a la fallida invasión rusa. El ejército español, ayudado por tropas británicas y la acción de las guerrillas, logró hacer retroceder a Francia hasta los Pirineos. Finalmente, Napoleón cedió la corona a Fernando VII mediante el Tratado de Valençay en diciembre de 1813.

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

Las Cortes se reunieron entre 1810 y 1812 para llenar el vacío de poder tras las Abdicaciones de Bayona (provocadas por el Motín de Aranjuez).

Surgieron Juntas Locales (que asumieron la soberanía) y, posteriormente, la Junta Central para estructurar el país y dirigir la guerra.

Las Cortes estaban compuestas por representantes elegidos sin distinción, ya que debido a la ocupación francesa no se podían escoger representantes locales de manera uniforme. En consecuencia, unas 300 personas se reunieron en Cádiz.

El 24 de septiembre de 1810, las Cortes adquirieron carácter constituyente y así se aprobó la primera constitución española, conocida popularmente como “La Pepa” (19 de marzo de 1812). Es considerada una de las más extensas de la historia constitucional española hasta la actual de 1978.

Principios Fundamentales de la Constitución de 1812

Sus seis puntos fundamentales fueron:

  • Soberanía Nacional: El poder reside en la nación.
  • División de Poderes: Siguiendo a Montesquieu (Ejecutivo, Legislativo y Judicial).
  • Proclamación de la Monarquía Constitucional: El poder del rey queda limitado por la Constitución.
  • Cortes Unicamerales: Elegidas por sufragio universal masculino indirecto (aunque el texto original dice “sufragio univ”, se aclara que las mujeres no votaban).
  • Igualdad ante la Ley.
  • Reconocimiento de Derechos y Libertades.

Cabe destacar que tras la formación de las Cortes y la posterior redacción de la Constitución, comienza la etapa liberal en España.

El Reinado de Fernando VII (1814-1833): La Lucha entre Absolutismo y Liberalismo

Tras el Tratado de Valençay, Napoleón reconoció a Fernando VII, quien regresó como un monarca absolutista a un país con fuertes ideas liberales, lo que generó graves conflictos.

El reinado se divide en tres etapas:

  1. Sexenio Absolutista (1814-1820)
  2. Trienio Liberal (1820-1823)
  3. Década Ominosa (1823-1833)

1. Sexenio Absolutista (1814-1820)

Fernando VII se preocupó únicamente de restaurar su poder absoluto, haciendo caso omiso a la crítica situación de la Hacienda española. La gestión de gobierno fue desastrosa, marcada por malas decisiones e inestabilidad, destacando la derogación de “La Pepa” (Constitución de 1812).

En 1820, el teniente coronel Rafael del Riego y su armada se sublevaron, obligando al rey a firmar y jurar la Constitución de 1812.

2. Trienio Liberal (1820-1823)

Durante estos tres años, liderados por figuras como Agustín Argüelles, las Cortes volvieron a redactar una legislación reformista, promulgando leyes que derogaban las anteriores. Las reformas se fundamentaron en:

  • Desamortización de los bienes de la Iglesia.
  • Abolición del Tribunal de la Inquisición.

Se produjo una escisión dentro de los liberales:

  • Moderados: Buscaban cambios mediante reformas legislativas lentas.
  • Exaltados: Buscaban reducir el poder del rey al mínimo y acelerar las reformas.

El régimen liberal avanzó lentamente debido a la falta de apoyo y a la oposición del rey. El periodo liberal culminó en 1823 cuando la Santa Alianza envió a los Cien Mil Hijos de San Luis, restaurando el absolutismo.

3. Década Ominosa (1823-1833)

Fernando VII vuelve al poder absoluto. Cabe resaltar que militares liberales y Rafael del Riego fueron ejecutados.

En esta etapa, Fernando VII adoptó posturas más blandas y reformistas (moderadas), lo que irritó a los absolutistas más radicales, quienes reclamaron como sucesor al hermano del rey, Carlos María Isidro, ya que Fernando no tenía descendencia masculina.

La Cuestión Sucesoria y el Origen del Carlismo

En la parte final del reinado, nació Isabel de Borbón. Con el fin de asegurar que su hija Isabel pudiera reinar, Fernando promulgó la Pragmática Sanción (1830), a través de la cual derogaba la Ley Sálica (que impedía reinar a las mujeres).

Cuando Fernando murió en 1833, el país se dividió entre absolutistas (partidarios de Carlos María Isidro, conocidos como Carlistas) e Isabelinos (partidarios de Isabel, apoyados por los liberales).

Isabel, con solo tres años, era incapaz de gobernar. Su madre, María Cristina de Borbón, ocupó el cargo de Reina Regente. Debido a la falta de apoyo absolutista, los liberales pactaron con ella, ofreciendo su respaldo a cambio de que gobernara según ideales liberales. Ella accedió, marcando el inicio de la transición definitiva al liberalismo en España.

(Nota del profesor: Excelente resumen. Es fundamental recordar que este periodo sentó las bases de la España contemporánea. ¡Nos vemos en la universidad!)