La Caverna de Platón: Simbolismo, Epistemología y la Idea del Bien en La República

Fragmento A: La Situación de Ignorancia y el Mundo Sensible

1. Contexto y Descripción de la Alegoría

El fragmento pertenece al libro VII del diálogo La República de Platón, concretamente al pasaje conocido como la Alegoría de la Caverna. El personaje de Sócrates describe a Glaucón una escena en la que los prisioneros de una caverna subterránea se hallan encadenados y forzados a mirar al fondo de esta. Sobre sus paredes se proyectan las sombras de unos objetos transportados, por detrás de ellos, por unos hombres que van hablando entre sí. Los prisioneros toman por reales las sombras y los sonidos que perciben, ya que no recuerdan otra cosa desde que fueron encerrados.

La escena del texto presenta el problema filosófico de la educación o de la falta de ella, concretamente la situación de ignorancia del ser humano, habituado a las apariencias engañosas del mundo sensible. En un sentido más concreto, presenta la situación del alma, encerrada en la cárcel del cuerpo.

2. Tesis Filosófica Central: La Imperfección del Mundo Sensible

La tesis filosófica del fragmento es la imperfección del mundo sensible en los planos de la realidad y del conocimiento. El ser humano toma por reales las cosas del mundo sensible y sus imágenes y representaciones, cuando son solo copias imperfectas de una realidad superior: el Mundo de las Ideas. Habituado al mundo sensible, da por reales las cosas que percibe por los sentidos y toma por verdaderos los conocimientos que obtiene de él, aunque son solo “opinión” (doxa) o conocimiento inexacto.

3. Marco Filosófico y la Idea del Bien

El problema del texto se enmarca en el periodo de madurez del pensamiento de Platón, correspondiente a los diálogos Fedón, Banquete, Fedro y La República, en los que el filósofo ha desarrollado plenamente su concepción dualista y sus teorías sobre las Ideas o Formas, la inmortalidad del alma y el conocimiento como recuerdo o anamnesis.

En un contexto filosófico más concreto, el texto trata la función de la educación en la selección de los ciudadanos aptos para gobernar rectamente el Estado, dentro de la teoría política que Platón desarrolla en La República.

En la alegoría platónica, un prisionero es liberado y obligado a trepar y salir de la caverna. Una vez en el exterior, tras acostumbrarse poco a poco a la claridad, podrá contemplar el sol y las cosas iluminadas por este. Las cosas iluminadas por el sol simbolizan las Ideas, la verdadera realidad, y el sol, la Idea del Bien, el fundamento absoluto de la realidad y del conocimiento.

Según Platón, el Bien es el conocimiento más sublime o elevado, el que han de alcanzar forzosamente quienes quieran obrar rectamente en su vida pública y privada y, por supuesto, quienes han de gobernar la polis. La Idea del Bien es la piedra angular del sistema filosófico de Platón, de su doctrina o Teoría de las Ideas y de su teoría política del “Filósofo-Rey”.

4. Simbolismo de las Sombras (Pistis)

Las sombras (palabra subrayada en el texto original) simbolizan en la Alegoría de la Caverna el ínfimo grado de conocimiento que el ser humano puede alcanzar en el mundo sensible, la pistis o creencia, consistente en el conocimiento de sombras, imágenes o símbolos de las cosas materiales. Las sombras son, además, el grado más bajo de realidad, pues su ser consiste en una simple imitación o reflejo de las cosas materiales.


Fragmento B: El Ascenso y la Contemplación del Bien

1. La Liberación del Prisionero y el Ascenso al Mundo Inteligible

El fragmento pertenece al libro VII del diálogo La República de Platón, concretamente al pasaje conocido como la Alegoría de la Caverna, y describe la liberación de uno de los prisioneros, su ascenso al exterior de la caverna una vez que vence su resistencia inicial a salir de ella y el proceso por el que va habituándose a la luz, hasta poder contemplar las cosas iluminadas por el sol y el sol mismo.

El tema del texto es, por un lado, la ascensión del alma al mundo inteligible, el proceso de purificación del alma por medio del conocimiento, desligándose poco a poco del mundo sensible y sus apariencias y ascendiendo al mundo inteligible, donde contemplará de nuevo las Ideas y el Bien.

Por otro lado, el fragmento plantea la importancia del conocimiento de la Idea de Bien en el proceso de educación de los sabios que han de gobernar el Estado ideal. En definitiva, el problema del texto es la importancia de la Idea del Bien, como fundamento absoluto de la realidad y del conocimiento, y como culminación de la educación de los sabios gobernantes.

2. El Proceso de Purificación del Alma y el Conocimiento Verdadero

El significado filosófico de este fragmento establece la siguiente tesis: para alcanzar el conocimiento verdadero de la auténtica realidad, el alma racional ha de iniciar un costoso proceso de purificación, abandonando los conocimientos engañosos procedentes de los sentidos y elevándose hasta el mundo inteligible.

Tras el esfuerzo y la disciplina de la música y la gimnasia (simbolizadas por la escarpada salida al exterior), el alma se ejercitará en el conocimiento deductivo de las matemáticas (simbolizadas por las sombras y los reflejos en el exterior de la caverna), para contemplar a continuación las Ideas (objetos iluminados por el sol) y el Bien (el sol mismo), que es la causa del ser de las Ideas y la condición que hace posible que estas sean conocidas por el alma.

3. La Importancia de la Idea del Bien en la Educación del Filósofo-Rey

Al comienzo de la alegoría, el personaje de Sócrates la presenta como una forma de ilustrar el problema filosófico de la falta de educación filosófica y de la ignorancia. En el contexto del diálogo La República, Sócrates expone a sus contertulios cómo han de ser educados los sabios que han de gobernar el Estado ideal y qué conocimientos necesitan para ello.

Según Platón, el Bien es el conocimiento más sublime o elevado (megiston mathema), que se ha de alcanzar por fuerza para obrar rectamente en la vida pública y privada y que han de poseer quienes gobiernen el Estado. La Idea del Bien es la piedra angular del sistema filosófico de Platón, de la Teoría de las Ideas y de su teoría política del “Filósofo-Rey”. Por tanto, es un texto de gran importancia para entender la metafísica, la teoría del conocimiento, la antropología y la teoría política de Platón en el período de madurez de su pensamiento.

4. Comentario sobre la Necesidad de Acostumbrarse (Dianoia)

Comentario de la frase: «Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba».

Habituados al mundo sensible y a la opinión, no nos percatamos de nuestra ignorancia y tomamos esas “sombras” por cosas reales y por conocimientos verdaderos. El proceso por el que el alma se libera de la tiranía de lo sensible y consigue contemplar las Ideas es lento y trabajoso. El prisionero se ha de habituar a la luz mirando primero a las cosas iluminadas por la luna, a los reflejos en el agua y a las sombras.

Estos elementos de la alegoría simbolizan las ideas de objetos matemáticos, que, aunque pertenecen al mundo inteligible, deben de ser conocidos de forma hipotética, mediante razonamientos y apoyándose aún en el conocimiento empírico (símbolos, dibujos). Se trata de la dianoia o conocimiento discursivo, el primer paso de la dialéctica que permitirá contemplar más tarde las Ideas (en la alegoría, las cosas iluminadas por el sol) de forma directa e inmediata.