La Reconquista y la Consolidación de la Monarquía Hispánica: Un Análisis de los Reyes Católicos y los Habsburgo

Introducción

Con los Reyes Católicos se consuma la reconquista con la toma de Granada y se produce la unión dinástica de las dos principales coronas peninsulares. Castilla culmina la monarquía autoritaria y logra expandirse alcanzando cotas inimaginables con el descubrimiento de América.

Conclusión

Con los Reyes Católicos nace una España unida por arriba, es decir, que comparte reyes en común, aunque en la práctica cada Corona mantenga su autonomía e instituciones. Castilla, con Isabel, se proyecta hacia la universalidad con el descubrimiento de América; Aragón, con Fernando, consolida su dominio sobre Italia y mantiene a raya a Francia. Con ambos, una gran superpotencia europea y mundial está surgiendo.

1. Isabel Castilla + G. Sucesión

Enrique IV de Castilla designa sucesora al trono a su hermanastra Isabel, en el Tratado de los Toros de Guisando (1468), a condición de que se casara con el rey de Portugal, Alfonso V. Pero en 1469, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla se casan en secreto y sin permiso del Papa (eran primos Trastámaras), era el matrimonio que más les convenía a ambos. Enrique IV entonces nombró a su hija Juana “la Beltraneja” (considerada por algunos hija de la reina y Beltrán de la Cueva, favorito del rey) y se inicia una Guerra Civil (1475-1479). El apoyo de Aragón fue fundamental para Isabel, que contaba con gran parte de la nobleza y ciudades a su favor. Portugal apoyaba a Juana, pero su derrota en Toro (Zamora) aseguraba el triunfo de Isabel. En el Tratado de Alcaçovas (1479), Portugal reconocía a Isabel como reina. El mismo año fallece el rey de Aragón, Fernando es coronado rey. Unidas las dos Coronas por matrimonio, los Reyes Católicos coinciden en la necesidad de incorporar todos los reinos peninsulares a la nueva monarquía hispánica, ya fuese mediante la conquista o a través de la diplomacia, para consolidar un Estado fuerte.

2. Política de Unificación Religiosa

La sociedad medieval española presentaba un gran pluralismo religioso en el que cristianos, judíos y musulmanes convivían en los límites del enfrentamiento. Un rasgo de la Edad Moderna es la uniformidad religiosa, la imposición católica. Los RRCC utilizaron la Inquisición (creada en la Edad Media) para perseguir a judíos y musulmanes conversos (aquellos que se habían convertido, pero de los que se dudaba). A algunos se les acusa de practicar su anterior religión en secreto y la Inquisición, controlada por los reyes, se convierte en instrumento de control. Los judíos que no aceptaron convertirse son expulsados en 1492; unos 50,000 se instalan por el Mediterráneo llevando su cultura española “sefardí”, actualmente sus descendientes tienen concedida la nacionalidad española. Con la conquista de Granada (1492), les llegará el turno a los musulmanes. Aunque inicialmente se garantizó el mantenimiento de su religión, se les intentó convencer para que se convirtieran al cristianismo. La medida no dio resultado y el inquisidor general de Castilla, el cardenal Cisneros, impulsó los bautismos obligatorios, lo que provocó la rebelión del Albaicín (barrio de Granada) y de las Alpujarras, que fueron aplastadas. A partir de ahí, en 1502 se forzó a todos los mudéjares de Castilla a elegir entre bautizarse (serían los denominados moriscos) o exiliarse. Desde 1518 se les prohibió el uso de su lengua y de sus hábitos culturales.

3. Conquista de Granada

Los Reyes Católicos emprenden la conquista definitiva de Granada y, tras 10 años de guerra continua, lo conseguirán. Emplean la diplomacia, ya que se aprovecharon de las luchas internas por el trono de Granada (entre Boabdil y su tío el Zagal) y la artillería, que se empleó por primera vez a gran escala en los asedios a las ciudades. La campaña se preparó como una cruzada y el Papa emitió una bula que otorgaba gracias especiales a cuantos participaran o contribuyeran en dicha campaña. Los reyes, la Iglesia y la nobleza, que aportó la mayor parte de las tropas, permitieron la ocupación de Granada. Después de tomar Málaga, Baza, Almería y Guadix, los cristianos sitiaron la capital. Destacó el militar Gonzalo Fernández de Córdoba, “El Gran Capitán”. En las Capitulaciones de Granada (noviembre de 1491), firmadas en Santa Fe, se estipuló que los habitantes de Granada podrían conservar su religión, idioma, propiedades, costumbres y leyes. El 2 de enero de 1492, Boabdil se rinde, entregando las llaves de La Alhambra. La habilidad diplomática de Fernando consiguió recuperar para la Corona de Aragón el Rosellón y la Cerdaña, que su padre había cedido a Francia. A cambio, los Reyes Católicos se comprometían a no interferir en las campañas militares francesas en Italia, algo que no se cumplió porque Aragón también quería el sur de Italia. Navarra se hallaba en manos de una dinastía francesa y sus habitantes estaban divididos entre los partidarios de esta monarquía y los defensores de una aproximación a Castilla. Tras la muerte de Isabel, Fernando el Católico se adelantó a Francia y ocupó Navarra. En 1515 se anexiona el reino a Castilla, pero mantuvo sus propias instituciones y leyes.

4. Instrumentos de los Reyes Católicos

Para someter a los grupos poderosos a su autoridad: Nobleza, Iglesia, Ciudades, se crean, sobre todo en Castilla, los siguientes instrumentos o mecanismos:

  • Ejército permanente: Se modernizó y se hizo permanente. El nuevo ejército, comandado por Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, recibía solo órdenes del rey.
  • Embajadores permanentes: Que atendían los asuntos diplomáticos y de política exterior.
  • Corregidores: Representan el poder real en villas y ciudades, presiden los ayuntamientos y asumen funciones judiciales y de orden público.
  • Santa Hermandad: Con atribuciones policiales, judiciales y de recaudación de impuestos. Estaba formada por milicias financiadas por los municipios que se encargaban de mantener el orden y la seguridad. Es el esbozo de un ejército permanente que dependía de la monarquía.
  • Consejo Real: Órgano consultivo en el que fue apartada la gran nobleza, introduciendo letrados y secretarios de la baja nobleza y burguesía. Nombrados y pagados por el rey, sus atribuciones fueron ampliándose.
  • Otros Consejos: Con funciones específicas fueron la Inquisición (los reyes la controlan, único tribunal común a toda España) y las Órdenes militares (los reyes controlan su dirección).
  • Cortes: Las Cortes fueron perdiendo protagonismo, sobre todo en Castilla, ya que los reyes prácticamente no las convocaban.
  • Sistema judicial: Fue reorganizado escalonando la importancia de los tribunales: corregidores a nivel local; Audiencias o Chancillerías de Valladolid y Granada; y el Consejo Real de Castilla como tribunal supremo. En Aragón se mantuvieron las instituciones tradicionales, así como el mayor peso político de las Cortes. Se instituyó el cargo de virrey, como representante de los monarcas en cada uno de los reinos, y que ejercía plenamente la autoridad real. En Aragón siguió vigente la figura del Justicia Mayor, cuya misión consistía en ejercer de árbitro entre el rey y sus súbditos. La reforma de la Hacienda se inició con la creación de dos organismos: La Contaduría Mayor de Hacienda, para recaudar los impuestos de los ciudadanos no nobles, y la Contaduría general, para controlar gastos e ingresos.

5. Política Internacional (aislar Francia + matrimonios)

Para Fernando el Católico, Francia era la gran amenaza exterior. Consigue el apoyo de Isabel para asegurarse el control de Italia, ha incorporado Navarra, Rosellón y la Cerdaña (actualmente sur de Francia) y, para evitar que los franceses busquen la revancha, diseña una política matrimonial tendente a conseguir un objetivo claro: aislar Francia. Por ello, los 5 hijos de los RRCC van a ser casados estratégicamente con las familias reinantes de las potencias europeas vecinas de Francia: Isabel con Portugal para cubrirnos las espaldas; al morir su infante Alfonso, con su tío Manuel; al morir Isabel, casan a la hermana María con Manuel de Portugal. Juan, heredero de todo, con los Habsburgo y Juana (la loca) con Felipe el Hermoso, también Habsburgo, principal familia rival de los franceses, tienen los derechos al título imperial y controlan los Países Bajos y territorios franceses muy ricos. A la menor, Catalina, la casan con Inglaterra, con Arturo y, al morir éste, con su hermano Enrique VIII. Francia tiene difícil encontrar aliados, aunque esta política se vino abajo con la muerte de Juan y todo lo conseguido irá a parar de manos Trastámara a Habsburgo.

Introducción

Una nueva familia entra a reinar en España: los Habsburgo o Austrias, siendo Carlos I y su hijo Felipe II, conocidos como los Austrias Mayores. Durante dos siglos, los intereses españoles estarán sujetos a los de la familia Habsburgo. Castilla soportará el peso de la herencia centroeuropea de nuestros reyes. Con ellos, se alcanza la hegemonía mundial y también nos llegará la decadencia al estar sumidos en continuas guerras por toda Europa.

Conclusión

Felipe III, Felipe IV y Carlos II reinarán durante todo el siglo XVII y serán conocidos como Austrias Menores, porque estos reinados se caracterizaron por su incapacidad y por delegar el gobierno del país en Validos. España entró en una etapa de crisis y decadencia, herederos de enormes territorios y enormes problemas.

1. Herencia de Carlos V (1500-1558)

Hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, nació en Gante (Bélgica) y recibió una gran herencia territorial de sus abuelos:

  • De su abuelo paterno: Maximiliano recibió Austria y los derechos al título de emperador del Sacro Imperio.
  • De su abuela paterna: María de Borgoña obtuvo Países Bajos, Luxemburgo y el Franco Condado.
  • De su abuelo materno: Fernando heredó la Corona de Aragón, Cerdeña, Nápoles y Sicilia.
  • De su abuela materna: Isabel, la Corona de Castilla, Navarra, Canarias, plazas norteafricanas y las Indias.

Este patrimonio estaba formado por estados muy heterogéneos (diversos), con lenguas, culturas e instituciones propias, así que su principal problema fue gobernar territorios dispersos con leyes diferentes.

2. Política Exterior de Carlos V

La idea imperial de Carlos I (Universitas Cristiana; unir a los cristianos bajo su liderazgo) no encontró el apoyo ni del Pontífice, ni de Francia, y los conflictos exteriores fueron constantes y numerosos, originando enormes gastos que debilitaron la economía de Castilla. La política exterior se desplegó en tres frentes, que a veces se activaron al mismo tiempo:

  • La rivalidad con Francia: La lucha por la elección imperial llevó a enfrentarse con Francisco I de Francia, que, rodeada por las posesiones de los Austrias, buscaba abrirse camino hacia el Mediterráneo. La rivalidad se va a desarrollar en Italia en dos etapas: Francia invade Navarra y Milán, pero el rey francés es derrotado y hecho prisionero en Pavía (1525), teniendo que firmar el Tratado de Madrid (1526), en el que se compromete a renunciar a sus pretensiones. Se produjo el saqueo de Roma (1527), donde los Tercios españoles, compuestos en su mayoría por mercenarios, saquearon Roma durante una semana, para protestar por la ayuda que el Papa había dado a Francia. El monarca francés, una vez en su país, se niega a cumplir los compromisos de Madrid y firma la “Liga Clementina” con el Papa Clemente VII, Florencia, Venecia y Milán para expulsar a los españoles de Italia. Después se alió también con Enrique VIII (Liga de Cognac). Francisco I es derrotado y se ve obligado a firmar la Paz de Cambrai o de “Las Damas” (1529). Carlos V renuncia al ducado de Borgoña y Francisco I a Italia.
  • La amenaza turca: Francia, a pesar de ser un país católico, se alió con el sultán Solimán el Magnífico y fue por frentes. El Imperio otomano se fue extendiendo por Europa continental, aunque Carlos V consiguió frenarlos en Viena. En el Mediterráneo, el pirata Barbarroja atacaba las islas y las penínsulas Ibérica e Itálica desde el norte de África. La expedición española para rescatar Argel (1541) fracasó y el Mediterráneo occidental siguió siendo un mar inseguro.
  • La guerra en Alemania: El problema protestante. A finales de la Edad Media, había descontento por el lujo exagerado de los altos cargos del clero, la compraventa de cargos eclesiásticos y la venta de bulas e indulgencias. En 1515, el Papa León X puso a la venta nuevas indulgencias para pagar la construcción de San Pedro del Vaticano. Lutero publicó entonces sus 95 tesis, criticando la doctrina y jerarquía católica. El emperador tuvo que afrontar la difusión del protestantismo por el norte de Europa, ya que se estaba extendiendo la Reforma en el Imperio. Carlos I intentó solucionar el problema con la convocatoria de Dietas o Asambleas, pero no tuvo éxito y hubo que pasar a las armas, solicitando más tarde al Papa la celebración de un Concilio en Trento (1545-1563) para luchar contra la Reforma, en lo que se conoce como Contrarreforma. Aunque pudo vencer a los protestantes en Mühlberg (1547), al final, en la Paz de Augsburgo (1555) tuvo que reconocer la existencia de dos religiones en el Imperio, pues los súbditos de cada territorio podrían seguir la religión de su príncipe. Esta paz representó el fracaso de la “Universitas Christiana” como heredero del antiguo Sacro Imperio Romano-Germánico.

3. Política Interior de Felipe II

Heredó de su padre la condición de defensor del catolicismo e invirtió muchos esfuerzos para mantener a Europa católica.

  • Leyenda negra: Siempre le ha acompañado una leyenda negra centrada en aspectos de su vida privada. Se le acusó de encerrar a su hijo, que con problemas mentales, acuchilló al Duque de Alba; su defensa del catolicismo le valió el odio protestante, y se le presenta como un monarca cruel, fanático y vengativo. Esta imagen negativa fue alimentada por la traición de su antiguo secretario Antonio Pérez y muy celebrada por las potencias enemigas de España.
  • El caso de Antonio Pérez: Antonio Pérez fue secretario del Consejo de Estado, siendo uno de los más altos funcionarios. En la pugna que enfrentaba al duque de Alba (partido castellano, partidario del centralismo y autoritarismo) y al príncipe de Éboli (partido aragonés, partidario del pactismo), Antonio Pérez (partidario del pactismo) se vio acusado de traición por el asesinato de Juan de Escobedo, hombre de confianza de Juan de Austria. Huyó a Aragón y reclamó la protección del Justicia Mayor, quien se negó a entregarlo a Felipe II. El rey acusó de herejía a Pérez, ya que este Tribunal se encontraba en ambos reinos, aunque siguió la negativa del Justicia Mayor. Felipe II envió un ejército, violando los fueros de Aragón y provocó el inicio de una revuelta rápidamente aplastada. Antonio Pérez consiguió huir a Francia y posteriormente a Inglaterra.
  • La Guerra de las Alpujarras (1568-1571): Los moriscos mantenían sus costumbres y eran acusados de ayudar a los piratas berberiscos y turcos en el Mediterráneo. En 1566 se les prohibió el uso de su lengua, vestimentas y tradiciones, lo que provocó una rebelión comandada por Aben Humeya, con apoyo desde el norte de África. Los Tercios españoles se encontraban en Flandes, por lo que tuvo éxito hasta que Juan de Austria trajo su ejército y terminó la revuelta en 1571. Se dictaminó dispersar a los moriscos por Castilla para evitar un nuevo foco rebelde.

1. Capítulo Santa Fe + viajes de Colón

Frente a la ruta portuguesa para llegar a la isla de las especias de Asia, existía otra alternativa propuesta por el marino genovés Cristóbal Colón: atravesar el Atlántico rumbo al oeste. El rey Juan II de Portugal rechazó la idea, así que Colón se trasladó a Castilla (1486) y presentó a los Reyes Católicos su propuesta, que no tuvo buena acogida. Colón tuvo que esperar 6 años, parte de ellos en el convento de La Rábida (Huelva), donde entabló amistades con navegantes y nobles cercanos a los reyes, quienes finalmente accedieron a financiar su viaje. Una vez terminada la conquista de Granada, la reina Isabel firmó con el marino genovés las Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492), contrato que establecía las condiciones de la expedición: los territorios descubiertos serían para Castilla. A cambio, Colón recibía el título de almirante de las tierras que descubriera, el 10% de las ganancias, el título de Almirante del mar océano y el de virrey y gobernador, heredable por sus sucesores. La expedición estaba compuesta por las carabelas la Pinta, la Niña y la Santa María, que no medían más de 30 metros de largo y 8 de ancho, con menos de 100 hombres de tripulación, la mayoría soldados durante la Reconquista. Tras varios retrasos, salieron del puerto onubense de Palos el 3 de agosto. Tras reparar La Niña en Canarias, se adentran en el mar y, tras varios intentos de motín y 33 días de penoso viaje, llegaron a la isla caribeña de Guanahaní (San Salvador) el 12 de octubre de 1492. Días más tarde llegaron a la isla de La Española, hoy Haití y Santo Domingo, donde fueron bien recibidos por los nativos, que les obsequiaron con oro. El 24 de diciembre encalló «la Santa María» y Colón edifica el «Fuerte Navidad» con sus restos (primera “colonia” española en el Nuevo Mundo). Colón vuelve a España el 15 de marzo de 1493. Colón realizó tres viajes más a América: Segundo viaje (1493) se organiza una expedición de 17 buques y 1,500 hombres, descubriendo Cuba, Puerto Rico y Jamaica. Tercer viaje (1498) llega a Trinidad y la desembocadura del Orinoco (Venezuela). Regreso a La Española lo tomaron preso por el descontento con su mando. Regresó encadenado a España, donde la reina Isabel lo liberó, pero perdió su prestigio y sus poderes. En el cuarto viaje (1502) tuvo una serie de prohibiciones, como la de tocar tierra en La Española. Exploró las costas de América Central (Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá). Sufrió graves descalabros entre sus barcos, regresando enfermo en 1504. Morirá pobre y olvidado en Valladolid (1506), sin saber que ha descubierto un nuevo mundo. El nombre de América lo recibió por Américo Vespucio, navegante italiano al servicio de Castilla, quien difundió que el territorio encontrado no eran las Indias, sino un nuevo continente.