Fernando VII: El Conflicto entre Liberalismo y Absolutismo en España

El Reinado de Fernando VII: Liberalismo frente a Absolutismo

El Proceso de Independencia de las Colonias Americanas

En virtud del Tratado de Valençay (1813), Fernando VII regresó a España. Este regreso planteó el problema de su integración en el nuevo sistema político implantado por las Cortes de Cádiz. En abril de 1814, recibió el Manifiesto de los Persas, un escrito redactado por absolutistas, en el que se animaba al monarca a ignorar las propuestas del liberalismo y restaurar el absolutismo.

Pronto, Fernando VII anuló la Constitución de 1812 y toda la obra legislativa de las Cortes de Cádiz (Decreto de Valencia), restauró el absolutismo y todas las viejas instituciones. Solo confirmó la abolición de los derechos jurisdiccionales en los señoríos. Se inició así el llamado Sexenio Absolutista (1814-1820).

Represión y Pronunciamientos Liberales

Fernando VII acometió una campaña de represión contra los liberales: muchos de ellos pasaron a la clandestinidad y a formar sociedades secretas o recurrieron a los pronunciamientos militares, entre 1815 y 1820; otros se exiliaron a Francia o Inglaterra. El primer pronunciamiento liberal sucedió en 1815 y lo protagonizó el exguerrillero Díaz Porlier, pero fracasó. También lo hizo el del General Lacy.

El 1 de enero de 1820, el comandante Riego se pronunció en Cabezas de San Juan (Sevilla) y proclamó la Constitución de 1812. Posteriormente, la insurrección se generalizó en el resto de España. Finalmente, Fernando VII se vio obligado a capitular y en marzo juró la Constitución de 1812.

El Trienio Liberal (1820-1823)

Se iniciaba así el Trienio Liberal (1820-1823), durante el cual las nuevas Cortes pusieron en marcha un sistema de gestión compartida entre las Cortes y la monarquía. En este período surgieron dos problemas:

  • Fernando VII utilizó el veto suspensivo para boicotear la labor legislativa de las Cortes.
  • Los liberales se dividieron en moderados o doceañistas (Argüelles) y exaltados o veinteañistas (Mendizábal).

Intentaron desarrollar la Constitución de 1812 para acabar definitivamente con el Antiguo Régimen:

  • Se suprimieron los mayorazgos, el régimen señorial y la Inquisición.
  • Se prohibió a la Iglesia la adquisición de bienes inmuebles.
  • Se establecieron las bases para la desamortización de los bienes eclesiásticos.

Oposición Absolutista y la Santa Alianza

A partir del verano de 1822, la oposición absolutista al gobierno liberal fue fraguando en un poderoso grupo, conocido como los realistas, que protagonizaron varios sucesos para restablecer el absolutismo:

  • La sublevación de la Guardia Real (julio de 1822), sofocada por la Milicia Nacional.
  • La organización de fuerzas guerrilleras en Navarra y Cataluña.
  • La creación de la Regencia de Urgel, que pretendió actuar como gobierno legítimo mientras durara la “cautividad” del rey por parte de los liberales.

Entre tanto, las potencias europeas absolutistas formaron la Santa Alianza, que se unieron en el Congreso de Viena (1822) y acordaron encargar a Francia que interviniera en España con un ejército conocido como Los Cien Mil Hijos de San Luis.

La Década Ominosa (1823-1833)

En la Década Ominosa (1823-1833), Fernando VII restauró por segunda vez el absolutismo y declaró nulos todos los actos del gobierno liberal. Además, se emprendió una modernización administrativa caracterizada por la creación del Consejo de Ministros y del Ministerio de Fomento. Sin embargo, Fernando VII se encontró con una doble oposición: los liberales y los apostólicos.

Por otra parte, culminó la independencia de las colonias americanas, excepto Cuba y Puerto Rico, lo que supuso una difícil situación para la Hacienda Real.

El Problema Sucesorio y el Carlismo

En cuanto al problema sucesorio, la Ley Sálica impedía gobernar a su hija Isabel por ser mujer, por lo que se firmó la Pragmática Sanción (1830). Esto supuso una gran oposición frente a los que reconocían como heredero al infante Carlos María Isidro, surgiendo así el carlismo.

Causas de la Independencia de las Colonias Americanas

Las causas de la independencia de las colonias americanas fueron principalmente dos: la política de control económico y político llevada a cabo por los monarcas y las aspiraciones de los criollos (descendientes de españoles nacidos en América), que constituían el grupo social dominante. La lucha por la independencia se tradujo en un enfrentamiento entre los criollos y los españoles peninsulares. En este período se distinguen dos fases:

  • Primera fase (1810-1814): surgieron por todas partes movimientos revolucionarios que crearon gobiernos americanos: se convocaba a un cabildo; la Junta organizaba a un ejército y establecía relaciones con Inglaterra y EE.UU. para obtener su apoyo, y se convocaba un Congreso para elaborar una Constitución.
  • Segunda fase (1815-1824): durante esos años se consumó el proceso de independencia en el que destacaron los libertadores José de San Martín y Simón Bolívar. Fueron fundamentales el apoyo de Inglaterra y EE.UU. y el pronunciamiento de Riego (1820).

Al finalizar el reinado de Fernando VII, el imperio colonial había quedado reducido a Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Hubo varias consecuencias: Inglaterra y EE.UU. suplantaron a España en el control del mercado americano, se redujo el comercio con América y desaparecieron los caudales de las Indias, lo que trajo una situación de crisis a la Hacienda Real.