El Modernismo: Origen y Estética
El Modernismo, que llegó a España desde Hispanoamérica de la mano de Rubén Darío, surge de la crisis espiritual de finales del siglo XIX, al igual que la Generación del 98. Ambos movimientos comparten la insatisfacción ante la época y los mismos rechazos (a la literatura anterior, al sistema político imperante, a los males de la patria…). Sin embargo, mientras que la Generación del 98 reacciona sobre todo política y socialmente, el Modernismo es más cosmopolita y responde buscando conscientemente la belleza.
Influencias del Modernismo
La mayor influencia del Modernismo le viene de dos corrientes francesas:
- El Parnasianismo: Persigue la perfección formal. Su lema es “el arte por el arte”.
- El Simbolismo: De Baudelaire, Mallarmé y Verlaine, que busca la unión entre las sensaciones y el símbolo escondido tras la apariencia de las cosas.
Características Generales del Modernismo
- Voluntad de innovación.
- Cosmopolitismo.
- Uso de símbolos de elegancia y aristocracia, como el cisne.
- Temas exóticos.
- Vocabulario muy rico con abundante adjetivación.
- Renovación de la métrica.
Autores Clave del Modernismo Español e Hispanoamericano
La influencia del Modernismo es patente en las primeras décadas del siglo, no solo en autores estrictamente modernistas, como Manuel Machado, sino en poetas noventayochistas e incluso novecentistas.
Rubén Darío
Figura principal del Modernismo, es nicaragüense. En su obra se distinguen dos etapas:
- Primera etapa: Predomina el culto a la forma, con una poesía sensorial y artificiosa. Obras destacadas: Azul y Prosas profanas.
- Segunda etapa: Elimina los elementos decorativos en favor de una poesía más personal y de mayor profundidad. Obra destacada: Cantos de vida y esperanza.
Manuel Machado
Cultivó un modernismo refinado, con ecos simbolistas y andaluces. Entre sus obras destacan Alma (1902) y El mal poema (1909), donde combina decadentismo y un tono bohemio.
Juan Ramón Jiménez (Primera Etapa)
En su primera etapa fue plenamente modernista, con un estilo delicado y musical. Obras representativas son Arias tristes (1903) y La soledad sonora (1911). Posteriormente evolucionó hacia una poesía “pura”.
Novecentismo o Generación del 14
El Novecentismo se orienta hacia una lírica más intelectual y deshumanizada, con un lenguaje preciso y voluntad de europeizar la cultura española.
Autores Representativos del Novecentismo
- José Ortega y Gasset: Filósofo que renovó el pensamiento español con obras como La deshumanización del arte.
- Juan Ramón Jiménez: Evoluciona desde el Modernismo hacia una poesía pura y esencial, como se aprecia en Eternidades.
- Ramón Pérez de Ayala: Novelista de estilo intelectual.
- Eugenio d’Ors: Ensayista.
La Generación del 98
Surge tras la crisis de 1898 provocada por la pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que evidenció el atraso del país y la necesidad de regeneración. Se caracteriza por la preocupación por España y por la reflexión existencial.
La Institución Libre de Enseñanza (ILE)
En este momento es de gran importancia la Institución Libre de Enseñanza (ILE), fundada en 1876 por Francisco Giner de los Ríos, que introdujo en España una pedagogía innovadora inspirada en el krausismo.
Propósito y Legado de la ILE
Su propósito era formar ciudadanos libres, críticos y tolerantes, con un método educativo basado en la ciencia, el laicismo y el contacto directo con la naturaleza. La ILE no solo transformó la enseñanza, sino que fue un motor cultural que impulsó las artes, la literatura y la ciencia, formando a varias generaciones de intelectuales que renovaron la vida cultural española (Unamuno, Machado, Ortega y Gasset…). Encarnó la aspiración modernizadora, convirtiéndose en símbolo de progreso frente al inmovilismo conservador.
Antonio Machado: Símbolos y Evolución Poética
El poeta más importante de esta etapa es Antonio Machado, cuya obra abarca el influjo modernista (Soledades, galerías. Otros poemas) y el noventayochista (Campos de Castilla), e incluso actitudes comprometidas por la preocupación social por el pueblo castellano en la segunda edición de este último título.
En su obra emplea símbolos recurrentes como:
- La mañana.
- El reloj (el tiempo).
- El agua (la vida).
- El camino (la vida que se va haciendo al andar).
Juan Ramón Jiménez: La Búsqueda de la Poesía Pura
En la figura de Juan Ramón Jiménez se ven reflejadas todas estas corrientes literarias. Su obra, igual que la de Machado, escapa de cualquier intento de encasillamiento: modernista primero, simbolista después, vanguardista… Incluso tras la guerra, en el exilio, su obra será la referencia de la poesía española. Su obra resume los caminos recorridos por la poesía española desde el Modernismo hacia nuevas formas. En esa trayectoria ininterrumpida, suelen distinguirse varias etapas, siguiendo declaraciones del propio autor. De 1919 es el famoso poema en que Juan Ramón resume la evolución de su poesía hasta ese año: «Vino primero, pura…».
Etapas de la Poesía de Juan Ramón Jiménez
- Poesía sencilla e inocente: En sus comienzos. Destacan Arias tristes y Jardines lejanos.
- Poesía modernista: De esta etapa son La soledad sonora y Sonetos espirituales.
- Etapa de “poesía desnuda” o “intelectual”: Su poesía se dificulta por su contenido intelectual. Se despoja del sentimentalismo y de los adornos, buscando la sencillez expresiva. Aquí encontramos los libros de poemas Diario de un poeta recién casado y Eternidades.
- Etapa final o “verdadera”: La poesía se va haciendo más difícil, solo le interesa la esencia del poema, su emoción. Destaca el libro Dios deseado y deseante.
Las Vanguardias (Los Ismos)
Las Vanguardias surgen en los primeros años del siglo XX y significan una verdadera ruptura con la literatura anterior. Son movimientos artísticos europeos, llamados Ismos, que se oponen a la estética vigente y que proponen, en manifiestos, concepciones nuevas del arte. Se suceden a un ritmo rápido.
Características de las Vanguardias
- Rechazo del sentimentalismo.
- Atención por lo novedoso (máquinas, avances científicos y técnicos…).
- Interés por lo fragmentario, la incoherencia y lo irracional.
- Reivindicación del juego y el humor mediante el tono lúdico.
- Renuncia a imitar la naturaleza en el arte, que es algo autónomo. El poeta crea ese arte.
Principales Ismos Europeos y Españoles
Además de las vanguardias europeas, hubo dos vanguardias españolas:
Vanguardias Europeas
- Futurismo: Exalta la civilización mecánica y técnica y usa temas como el cine, la electricidad o el deporte.
- Cubismo: Propone fragmentar la realidad mediante composiciones libres y jugar con la tipografía formando imágenes visuales o caligramas.
- Dadaísmo: Es la rebeldía pura, recurre a un lenguaje incoherente.
- Surrealismo: Busca la verdad oculta en nuestras conciencias y usa la escritura automática. Tuvo una importante influencia en la poesía española, sobre todo en el Grupo del 27.
Vanguardias Españolas
- Ultraísmo: Cultiva temas maquinistas y deportivos que refleja en los caligramas; destaca Guillermo de Torre.
- Creacionismo: Cuyo fin es que el poema sea una creación absoluta y no una imitación de la realidad. Su principal autor es Juan Larrea.
Etapas del Vanguardismo Español
Pueden observarse cuatro etapas en el desarrollo del vanguardismo español:
- De 1908 a 1918: Primeras manifestaciones de la literatura de vanguardia protagonizadas esencialmente por Ramón Gómez de la Serna y sus greguerías (textos brevísimos que mezclan humor más metáfora).
- De 1918 a 1927: Desde la llegada del poeta chileno Vicente Huidobro hasta los primeros contactos con el Surrealismo. Años presididos por el Ultraísmo y el Creacionismo. Predomina el optimismo vital, el juego, la exaltación de la modernidad y la deshumanización.
- De 1927 a 1930: Es el influjo dominante del Surrealismo y el proceso de rehumanización de la poesía con cierto pesimismo y angustia. Comienza su declive ante la situación política del momento.
El Teatro Español (1900-1939): Tendencias y Autores
En este periodo el desarrollo del teatro español ofrece una clara dicotomía. De una parte, un teatro comercial que cuenta con el favor del público burgués y, de otra, un teatro innovador que aporta nuevas técnicas y enfoques ideológicos, pero que se estrella contra las barreras comerciales o el gusto establecido.
El Teatro Comercial y de Éxito
En este teatro popular se incluyen tres tendencias:
- El Drama Burgués: Realista y suavemente crítico. Es un teatro continuador del realismo del siglo XIX, renovando algunos aspectos para adaptarse a los gustos del público burgués. Su principal representante es Jacinto Benavente (Los intereses creados, La Malquerida).
- El Teatro Costumbrista: De raíz romántica y sin pretensiones críticas; su único propósito es entretener al público. Dentro de esta tendencia se encuadran:
- Los hermanos Álvarez Quintero, representantes del teatro regionalista andaluz (El genio alegre).
- Carlos Arniches, autor regionalista madrileño y creador de la “tragedia grotesca” (La señorita de Trevélez).
- Pedro Muñoz Seca, inventor del “astracán”, parodia en verso del teatro romántico (La venganza de don Mendo).
- El Teatro Poético Modernista: De ideología marcadamente conservadora y tradicional, con continuas alusiones al glorioso pasado del Imperio español. Representan esta tendencia autores como Eduardo Marquina (En Flandes se ha puesto el sol) y Francisco Villaespesa (El alcázar de las perlas).
El Teatro Innovador y Experimental
Frente a este teatro de éxito se levantan otras tendencias más innovadoras e interesantes literariamente, pero que no triunfan —salvo excepciones— porque no se adaptan a los gustos del público. En líneas generales puede hablarse de dos experiencias teatrales, encabezadas por Valle-Inclán y Lorca:
Teatro del 98 y Novecentismo
- Unamuno (El otro)
- Azorín (Old Spain)
- Ramón Gómez de la Serna (Los medios seres)
- Jacinto Grau (El señor de Pigmalión)
Teatro del 27
- Salinas (Judith y el tirano)
- Max Aub (San Juan)
- Alberti (El adefesio)
- Miguel Hernández (El labrador de más aire)
A estos habría que unir a Jardiel Poncela (Eloísa está debajo de un almendro) y Miguel Mihura (Tres sombreros de copa), renovadores del teatro humorístico, quienes alcanzarían su plenitud tras la Guerra Civil.
Ramón María del Valle-Inclán: El Esperpento
Valle-Inclán es el autor más importante del teatro español del siglo XX, y uno de los fundamentales de la escena mundial. En su evolución teatral pueden señalarse tres etapas:
- Primera etapa: Sigue la estética modernista. Obra: El yermo de las almas.
- Segunda etapa: Ciclo mítico. Comedias bárbaras, ambientadas en la Galicia mítica y rural, donde aparecen personajes extraños que actúan por instinto.
- Tercera etapa: El Esperpento.
El Esperpento: Definición y Técnica
El Esperpento es el término con el que Valle-Inclán designa a esas obras en las que lo trágico y lo burlesco se mezclan y cuya técnica se caracteriza por la deformación de la realidad y la degradación de los personajes, precisamente para descubrir sus aspectos más profundos. En el esperpento Valle sintetiza los elementos más dispares: lo vulgar y lo literario, lo social y lo existencial… Destacan Divinas palabras y Luces de bohemia.
En Luces de bohemia, Valle-Inclán da nombre al esperpento, que muestra la realidad de España de forma deformada y grotesca, porque —según él— el país en sí mismo ya es absurdo. No quiere embellecer la realidad, sino reflejar su fealdad moral y social.
El propio autor, en boca de Max Estrella, dice que los héroes clásicos han ido a pasearse al callejón del Gato (una calle real de Madrid, donde había unos espejos cóncavos y convexos colocados en la fachada de un café, que deformaban el reflejo de las personas). Es decir, que España solo puede verse con los espejos cóncavos del esperpento, que distorsionan las figuras y las muestran tal como son. El esperpento es una forma de mirar la realidad desde abajo, con ironía y compasión, para criticar la injusticia, la miseria y la corrupción de la sociedad.
Federico García Lorca: Drama y Poesía
García Lorca es el referente principal del Teatro del 27. Su obra es igualmente variada, plena de elementos líricos y surrealistas. En su obra dramática –de similar evolución a la poética– se distinguen tres etapas:
- Etapa inicial (Años 20): Se caracteriza por la experimentación formal y temática. Lorca busca aún un lenguaje dramático y teatral propio, de ahí la diversidad y heterogeneidad de los títulos:
- El maleficio de la mariposa (carácter simbolista).
- Títeres de cachiporra y Retablillo de don Cristóbal (piezas breves para guiñol).
- Mariana Pineda (drama histórico en verso).
- Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (farsa de amor trágico).
La obra más importante de esta etapa es La zapatera prodigiosa, en la que anticipa elementos de su producción posterior, como la mezcla de verso y prosa.
- Etapa vanguardista (Principios de los 30): De carácter surrealista. Incluye dos obras: El público y Así que pasen cinco años.
- Etapa de plenitud (1933-1936): Lorca se muestra muy prolífico y consigue un gran éxito con sus obras, en las que es capaz de conjugar el rigor estético con el sentido popular. Corresponden a esta etapa:
- La trilogía rural: Bodas de sangre (amor frustrado), Yerma (maternidad frustrada) y La casa de Bernarda Alba (amor y libertad frustrados).
- Doña Rosita la soltera (sobre la espera inútil del amor).