El Modernismo: Definición y Características
El Modernismo es un movimiento literario basado en el esteticismo y el inconformismo que se desarrolló fundamentalmente en la poesía y afectó a todo el ámbito hispánico. En gran medida fue también una actitud vital y tuvo una gran relevancia en las artes plásticas. Se dio aproximadamente entre 1885 y 1915.
Orígenes e Influencias
El punto de partida del Modernismo se encuentra en una serie de movimientos poéticos y artísticos que se desarrollan en Europa y que sirven de base a la nueva estética:
- Parnasianismo: Surge en Francia de la mano de Théophile Gautier, quien popularizó la expresión “el arte por el arte” y promovió una poesía armoniosa y equilibrada en la que la perfección formal era la aspiración básica.
- Simbolismo: Nace como una reacción al Parnasianismo y propone una poesía en la que se hagan presentes los estados de ánimo a través de los símbolos que se encuentran encerrados en la realidad circundante. Algunos representantes de este movimiento son Baudelaire, Verlaine y Rimbaud.
- Decadentismo: Se basa en el gusto por recrear un mundo que desaparece y que queda reflejado en su elegancia y refinamiento. Este movimiento procede del anterior. Como autores podemos citar a Gabriel D’Annunzio.
- Romanticismo tardío: El de Rosalía de Castro y de Bécquer. Los atisbos simbolistas de este último y todo el fluir intimista y sentimental de sus Rimas marcan el camino hacia el Modernismo.
Temas Característicos del Modernismo
Los temas más característicos son:
- El escapismo: Los modernistas son inconformistas con el mundo que les ha tocado vivir y huyen a paraísos artificiales. Esta huida puede darse en el tiempo (Edad Media, Neoclasicismo,…) y en el espacio (dando entrada a lo oriental y a lo exótico). A veces se manifiesta con el recurso a un mundo decadente de princesas, palacios y jardines galantes.
- El cosmopolitismo: Para los modernistas, París se convertirá en la gran ciudad del arte y de la bohemia.
- La sensualidad y el erotismo: Aparece el tema del amor, muchas veces tocado por el matiz de lo sensual, mostrando un gusto por la sugerencia de lo erótico y por el goce de los sentidos.
- La tendencia a la melancolía y al hastío: Temas muy románticos, con referencias y símbolos que aluden a la desazón de la existencia, tales como los crepúsculos, el otoño, la noche, etc.
Aspectos Formales
En cuanto a los aspectos formales podemos destacar:
- El esteticismo y la búsqueda de la belleza (utilización de un léxico refinado, referencias a lo exótico —plantas, flores, animales, lugares—,…)
- La presencia de lo sensitivo: Musicalidad, ritmo, gusto por las sinestesias, por las aliteraciones,…
- Métrica libre en la que predomina el uso de alejandrinos, dodecasílabos y eneasílabos, metros poco usados con anterioridad.
El Modernismo en España: Rubén Darío
Félix Rubén García Sarmiento (1867-1916) nació en Nicaragua y viajó desde temprana edad por muchos países. Su poesía es una de las claves de la poesía en español de las primeras décadas del siglo XX, por lo que tiene de renovadora y revolucionaria.
Sus temas se enmarcan en la estética del Modernismo y nos ofrece los ambientes refinados, la sensualidad y la esencia de la naturaleza, pero también, en la etapa final, las preocupaciones sociales, ligadas a la raza y a América, y la reflexión metafísica.
Formalmente, sus poemas muestran toda la fuerza de las innovaciones métricas (sonetos alejandrinos, versos dodecasílabos) a la vez que plasman el ritmo y la musicalidad, siempre con la presencia de figuras retóricas que se recrean en lo sensitivo, en lo sugerente, en lo sonoro.
Etapas de la Producción Literaria de Rubén Darío
Distinguimos tres etapas en su producción literaria:
- Azul… (1888): Donde mezcla la prosa y el verso y muestra el influjo del Parnasianismo. Supone el arranque del Modernismo hispánico.
- Prosas profanas (1896): Su gran libro modernista, en el que ocupan un lugar destacado los temas exóticos, lo decadente y la presencia de los principales motivos del Modernismo, como los cisnes, las princesas, las flores de lis, la flora exuberante,…
- Cantos de vida y esperanza (1905): Caracterizada por una humanización de la poesía, presente en los temas americanos (con poemas como “A Roosevelt”) y en las preocupaciones existenciales (“Lo fatal”), sin que por ello dejen de estar presentes los cisnes modernistas.
La influencia de Rubén Darío y de sus viajes a España (1892 y 1899) será esencial en el surgimiento del Modernismo en nuestro país, que contará con precursores como los poetas Manuel Reina y Salvador Rueda.
El Modernismo español dará menos importancia a la forma y cultivará más una temática intimista. Podemos destacar como autores modernistas a Manuel Machado (Alma), Antonio Machado (Soledades, galerías y otros poemas) y Juan Ramón Jiménez (Arias tristes). Nos centraremos en la etapa modernista de Valle-Inclán:
Generación del 98: Definición y Características
Denominamos Generación del 98 a un grupo de autores que comenzaron a escribir en torno a la fecha del desastre colonial español (1898), en cuyas obras se presentaron preocupaciones comunes sobre la identidad española y la necesidad de una regeneración nacional. Podemos destacar los siguientes temas:
Temas Centrales de la Generación del 98
- El tema de España: Para estos autores, España es una preocupación, y el desastre colonial vino a ser el punto de referencia sobre el que se reforzó la idea de regeneracionismo: había que regenerar España, volver a crearla a partir de sus raíces y de sus tradiciones, pero también a partir de la educación.
- Castilla y su paisaje: Se convierte en materia de reflexión, ya que, a través de ellos, se busca la esencia auténtica de España.
- Preocupaciones existenciales: Llevan a los autores del 98 a plantearse asuntos tan profundos como la inmortalidad del alma, el conflicto entre la razón y la fe, o la esencia misma del ser humano.
- La envidia (el cainismo): Se considerará uno de los grandes males de España y de los españoles, y desembocará en una fragmentación que llevará al poeta Antonio Machado a hablar de las dos Españas.
Se consideran miembros de esta generación: José Martínez Ruiz (Azorín), Ramiro de Maeztu, Pío Baroja y, más tardíamente, Antonio Machado y Ramón del Valle-Inclán.
Evolución de los Autores del 98
Podemos distinguir varios momentos en la evolución de estos autores:
- Etapa de juventud: Marcada por el espíritu de rebeldía y materializada en el carácter revolucionario de Maeztu, la pertenencia al PSOE de Unamuno y el anarquismo de Azorín y Baroja.
- El Grupo de los Tres: Formado por Azorín, Maeztu y Baroja, que pretendían contribuir a la creación de “un nuevo Estado social en España”, según afirman en su manifiesto de 1901.
- La madurez del 98 (a partir de 1910): Aparece asociada al abandono del radicalismo juvenil y a la toma de posturas individuales que tienen en común una tendencia al idealismo marcada por una serie de rasgos: el acercamiento a las corrientes filosóficas de orientación irracionalista (Nietzsche, Schopenhauer), el afianzamiento de las preocupaciones existenciales y metafísicas y el tema de España desde puntos de vista subjetivos.
Estilo de la Generación del 98
En cuanto al estilo, aunque cada escritor se esforzara por encontrar un estilo propio, personal y diferenciador, todos coincidieron en un rechazo al barroquismo y en la búsqueda de la precisión y la claridad. Utilizan un lenguaje sencillo y expresivo, rompiendo con la retórica recargada de la época. Utilizan un vocabulario apropiado, es decir, abundan palabras cultas, extranjeras y populares. Predomina la oración simple, concisa y breve para evitar párrafos largos y la subordinación.
La Prosa del 98: Narrativa y Ensayo (Baroja, Azorín, Unamuno)
Pío Baroja
Pío Baroja fue un hombre marcado por su personalidad pesimista y su carácter solitario y amargo, lo que le llevó a reflexionar sobre los comportamientos humanos, denunciando a menudo la crueldad y poniéndose siempre del lado de los necesitados y marginados. Influido por la filosofía de Schopenhauer, pensaba que la vida no tiene sentido, por lo que también tenemos que referirnos a su postura escéptica en materia religiosa. Considera la novela como un género multiforme y abierto, en donde tienen cabida aspectos filosóficos o psicológicos, pero también la aventura y la acción. Le parecen importantes la imaginación y la observación como cualidades propias de un novelista. Su estilo se ha definido como antirretórico, en busca de la sencillez y está marcado por el uso de frases y párrafos cortos, que aportan gran dinamismo. El diálogo refleja con perfección el habla de las gentes. Entre sus novelas más destacadas tenemos: La busca, El árbol de la ciencia o Zalacaín el aventurero.
Azorín
La obra de Azorín oscila entre el ensayo y la novela, dos géneros que, a menudo, parecen fusionarse en sus libros. Como narrador destaca la trilogía formada por La voluntad, Antonio Azorín y Confesiones de un pequeño filósofo, cuyo protagonista presenta rasgos autobiográficos. En el campo del ensayo, destaca su profunda meditación sobre el paisaje de Castilla, donde se percibe la esencia de España. El paisaje le sirve al autor para evocar la vida de los españoles como en Castilla, donde revive el pasado con la presencia de personajes históricos o con los elementos del paisaje castellano. Es interesante también, La ruta de don Quijote. El estilo de Azorín es sobrio y se caracteriza por una gran riqueza léxica.
Miguel de Unamuno
La obra de Unamuno abarca todos los géneros literarios (poesía, teatro y novela) y se desarrolla también en el ámbito del ensayo, siempre desde la perspectiva de los dos temas capitales de su literatura: la honda preocupación por España y las inquietudes existenciales, que le llevan a preguntarse por el sentido de la vida humana a partir de sus crisis de fe.
En lo que se refiere al tema de España, por lo general lo vamos a encontrar en los ensayos. Los dos más importantes son En torno al casticismo (se centra en la idea de la regeneración y de la recuperación de los valores eternos de España que encuentra en la “intrahistoria” —la vida cotidiana de la gente sencilla—) y Vida de Don Quijote y Sancho (es una reflexión sobre el alma de España tomando como base la obra de Cervantes).
El otro gran tema es el de la esencia del ser humano y la inmortalidad del alma. Tras perder la fe, el autor se plantea el sentido de la vida, ya que, para él, si no hay nada más allá de la muerte, vivir carece de sentido. Esta es la base de su novela más metafísica San Manuel Bueno, mártir. La otra gran novela es Niebla, que refleja el concepto de que los seres humanos somos juguetes en manos de un ser superior que, cuando se cansa de nosotros, nos mata, “deja de soñarnos”. En esta novela la realidad y la ficción se entremezclan y es difícil distinguir los límites que las separan.
El resto de sus novelas se centran también en problemas humanos, como sucede con Amor y pedagogía (tema de la educación racionalista y científica que fracasa), Abel Sánchez (que desarrolla el tema del cainismo) o La tía Tula (sentimiento de la maternidad frustrada).
El Novecentismo o Generación del 14: Definición y Características
Se conoce con el nombre de Generación del 14 (por su coincidencia con la Primera Guerra Mundial) o Novecentismo (término acuñado por uno de sus componentes, Eugenio d’Ors) a un grupo de escritores españoles, cronológicamente situados entre el Modernismo, la Generación del 98 y la del 27, que ponderan la inteligencia, la disciplina en el trabajo y la perfección artística como los valores más apreciados en el arte. Desde el punto de vista estético, proclaman la deshumanización de la obra de arte y el intelectualismo, lo que favorecerá la penetración y consolidación de las vanguardias europeas en España. Su objetivo principal es renovar estéticamente la literatura y el arte de la época, acercándolo a la modernidad propia del siglo XX. Los escritores pertenecientes a este grupo generacional abordaron diferentes aspectos del saber, sin ceñirse exclusivamente al ámbito literario.
Rasgos Comunes del Novecentismo
En las obras de estos escritores se pueden rastrear ciertos rasgos comunes, que no se reducen a la forma de concebir la literatura, sino que a veces se refieren también a las circunstancias sociales y políticas del momento:
- Los novecentistas se caracterizan por su sólida formación intelectual. De ahí el examen racionalista y objetivo de los problemas, en contraste con el irracionalismo y la angustia existencial del 98.
- Los novecentistas se sienten atraídos por la cultura europea y analizan los problemas de España desde esa nueva perspectiva. Su propuesta consiste en modernizar intelectualmente al país, frente al casticismo del 98. Pero este movimiento no será solamente teorizador, sino que participan activamente en la vida política y social de España.
- La Generación del 14 se caracteriza también por su intelectualismo: el rechazo al sentimentalismo y a la exaltación personal les lleva al análisis racional del arte.
- Relacionado con el rasgo anterior nace el concepto del “arte puro”: El arte ha de perseguir como finalidad única el placer estético, debe alejarse del sentimentalismo noventayochista buscando una mayor objetividad.
- De esa concepción del arte surge la preocupación por la forma: La estética novecentista tiene como principal objetivo la obra bien hecha, estructuralmente perfecta, totalmente acabada y revisada, sin defectos. Este anhelo de perfección conduce a la depuración máxima del lenguaje, a la pulcritud de las formas y, con ello, a una complejidad que convierte el arte en algo minoritario.
- El movimiento novecentista se inspira en el Modernismo y en el 98, de los que hereda la preocupación por el ritmo y la musicalidad o el tratamiento profundo de determinados temas; y también se inspira en los modelos clásicos griegos y latinos, cuya serenidad y elegancia son apreciadas e imitadas.
La Novela y el Ensayo Novecentistas
En el Novecentismo se inscriben intelectuales, pensadores y filósofos que convierten el ensayo en instrumento principal de divulgación ideológica en su intento de europeizar España y buscar un arte puro. Sus máximos representantes son Ortega y Gasset y Eugenio d’Ors, pero junto a ellos destacan figuras tan relevantes como Manuel Azaña, Américo Castro, Gregorio Marañón o Claudio Sánchez Albornoz.
José Ortega y Gasset
Nació en Madrid (1883-1955) y vivió unido al periodismo y a la política, ocupando un lugar destacado en la vida intelectual española durante la primera mitad del siglo XX. Es uno de los filósofos más importantes de la historia de España, cuya obra aborda temas sociológicos, filosóficos, históricos y, por supuesto, literarios. Defendió en sus obras la preponderancia de la actividad intelectual por encima de la sentimental. Según este pensador, se debía deshumanizar el arte; el arte no debe inspirarse en la vida humana. Explicaba el arte como algo moderno y adaptado al siglo XX, un arte nuevo al que solo unos pocos podían acceder. En La España invertebrada reflexiona sobre la decadencia de España desde un punto de partida diferente de la Generación del 98, puesto que considera que nunca existió un estado previo de plenitud.
En La rebelión de las masas, aboga por una minoría selecta en vez de la masa, que tiende a no diferenciarse del resto y, por tanto, en la política, el arte o la ciencia tiene pocas aspiraciones, por lo que la civilización puede peligrar. En La deshumanización del arte, engloba todas las características de las nuevas tendencias artísticas concluyendo que el nuevo arte va dirigido a una minoría que lo aprecia por su belleza estética y no por su sentimentalidad.
Ramón Pérez de Ayala
El género novelesco se impregnará de la intelectualidad del movimiento. La prosa precisa, pulcra y llena de recursos expresivos se combinará con la actitud crítica. Los mejores exponentes de la prosa novecentista son Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala y Wenceslao Fernández Flórez.
Este novelista ovetense (1880-1962) buscó la experimentación tanto en su forma de escribir, como en los temas seleccionados, de marcado tinte intelectual. Asimismo, innova en cuanto a las técnicas narrativas utilizadas. Se pueden diferenciar varias etapas en su producción, que se corresponden con diferentes enfoques literarios:
- Las novelas autobiográficas (1907-1913) tienen un personaje común: Alberto Díaz de Guzmán, pseudónimo bajo el que el autor cuenta sus años escolares con los jesuitas o la vida bohemia de la época. La más famosa es Troteras y danzaderas.
- La etapa de novela lírica, crítica social y renovación narrativa (1914-1920) está representada por las novelas Prometeo y La caída de los limones.
- Por último, las novelas intelectuales, a partir de los años 20, tratan temas como el honor o el amor desde una perspectiva intelectualizada. Destaca Belarmino y Apolonio.
Antonio Machado: Evolución Poética y Campos de Castilla
PARA EL POEMA:
Antonio Machado nació en Sevilla, en el seno de una familia liberal, y vivió en tierras castellanas desde los ocho años. Fue un hombre de ideología progresivamente radical y de un profundo humanismo existencial. Poco antes de la finalización de la Guerra Civil se exilia en Francia, donde muere el 22 de febrero de 1939. La obra poética de Machado evoluciona desde un suave modernismo inicial hacia una poesía comprometida con los ideales del 98. Se trata de una poesía que recorre el camino entre el yo y el nosotros, entre el individualismo y la solidaridad. Podríamos dividir su trayectoria en tres periodos: etapa modernista (coincide con su libro Soledades, galerías y otros poemas, de 1907), etapa comprometida (representada por Campos de Castilla, de 1912-1917) y la última etapa, la de Nuevas canciones (1924), caracterizada por ser una poesía más reflexiva. Campos de Castilla, su obra principal, es un conjunto de poemas que refleja la decadencia de España de finales del siglo XIX de una forma personal y profundamente lírica. La historia, los campos castellanos, su propia relación con ese entorno y sus más íntimos sentimientos conforman un ejemplo excepcional de la poesía de la Generación del 98.