Modelos de Repoblación en la Reconquista
La Repoblación fue el proceso de ocupación efectiva y explotación económica de los territorios reconquistados por los reinos cristianos. Este proceso se realizó mediante diferentes modelos, según la cronología y la zona:
Presura o Aprisio (Siglos VIII-X)
- Ámbito
- Norte del río Duero, Pirineos y la Plana de Vic.
- Características
- Repoblación libre, basada en el principio de que quien ocupaba y cultivaba una tierra despoblada adquiría su propiedad. Predominó la pequeña y mediana propiedad (minifundio).
Repoblación Concejo (o de Fueros) (Siglos XI-XII)
- Ámbito
- Entre el río Duero y los Montes de Toledo, y el Valle del Ebro.
- Características
- El rey dividía el territorio en grandes términos municipales (concejos), gobernados por una ciudad cabecera. Se concedía a los pobladores un Fuero o Carta Puebla que regulaba la vida municipal y el reparto de tierras. Esto fomentó una mediana propiedad.
Repoblación de Órdenes Militares (Finales del s. XII – 1ª mitad del XIII)
- Ámbito
- Zonas de frontera de difícil defensa, como el Valle medio del Guadiana, La Mancha y la zona de Teruel.
- Características
- La Corona entregó grandes extensiones de tierra (encomiendas) a las Órdenes Militares (Santiago, Calatrava, Alcántara). Su objetivo era defender la frontera y repoblar el territorio. Esto fue el precedente de los grandes latifundios, dedicados principalmente a la ganadería.
Repartimientos (2ª mitad del s. XIII)
- Ámbito
- Últimas zonas reconquistadas: Valle del Guadalquivir, Murcia y Litoral sur Levantino.
- Características
- El rey o el noble que dirigía la conquista se apropiaba de la tierra y la repartía entre los participantes (nobles, Órdenes, clero y la propia monarquía). Se crearon dos tipos de propiedades: Donadíos (grandes latifundios para la alta nobleza) y Heredamientos (parcelas más pequeñas para la baja nobleza y los soldados).
La Crisis del Antiguo Régimen y el Inicio del Liberalismo (1788-1833)
1. Crisis de la Monarquía y Guerra de la Independencia (1788-1814)
La Crisis Dinástica
- Carlos IV accede al trono en 1788. El miedo a la Revolución Francesa frena el reformismo ilustrado.
- El poder recae en el ministro Manuel Godoy, cuya política de alianza con la Francia napoleónica provoca la derrota en Trafalgar (1805) y una profunda crisis de Hacienda.
- La oposición, liderada por el príncipe Fernando, provoca el Motín de Aranjuez (marzo de 1808), forzando la abdicación de Carlos IV en Fernando VII.
- Abdicaciones de Bayona: Napoleón convoca a padre e hijo y logra que ambos renuncien al trono español. Nombra a su hermano, José Bonaparte, como rey, quien promulga el Estatuto de Bayona (carta otorgada).
La Guerra de la Independencia (1808-1814)
- El levantamiento popular del 2 de mayo de 1808 en Madrid desencadena la guerra.
- Ante el vacío de poder, se crean las Juntas (gobiernos provisionales), coordinadas por la Junta Central Suprema. Estas juntas asumen la soberanía nacional, legitimando el posterior proceso revolucionario liberal.
- La resistencia se basa en la táctica de la Guerrilla (pequeños grupos armados irregulares) y la ayuda del ejército británico (Wellington).
2. Los Inicios del Liberalismo: Cortes de Cádiz y 1812
La Convocatoria de Cortes
- La Junta Central convoca a Cortes Generales en Cádiz (1810), transformándose de estamentales a una cámara única.
- Los Liberales dominan la asamblea e imponen el principio de la Soberanía Nacional, defendiendo que el poder reside en el conjunto de los ciudadanos.
La Constitución de 1812 («La Pepa»)
Promulgada el 19 de marzo de 1812, fue el primer texto constitucional español y el programa del liberalismo durante el siglo XIX.
Principios Clave:
- Soberanía Nacional (el poder reside en la Nación).
- División de Poderes (Legislativo: Cortes unicamerales; Ejecutivo: Rey, limitado; Judicial: Tribunales).
- Monarquía Constitucional (el Rey debe jurar la Constitución).
- Igualdad legal de todos los ciudadanos (fin de privilegios estamentales).
- Confesionalidad del Estado (la única religión es la católica).
- Sufragio universal indirecto (masculino).
Legislación de las Cortes
- Las Cortes abolieron los señoríos jurisdiccionales (eliminación del sistema feudal), suprimieron la Inquisición y los Gremios, e implantaron la libertad de imprenta.
3. Reinado de Fernando VII: El Enfrentamiento (1814-1833)
1. Sexenio Absolutista (1814-1820)
- Fernando VII regresó y, apoyado por el Manifiesto de los Persas, emitió el Decreto de 4 de mayo de 1814, restaurando el Absolutismo.
- Anuló la Constitución de Cádiz y toda su legislación. Los liberales recurrieron a conspiraciones y Pronunciamientos militares.
2. Trienio Liberal (1820-1823)
- El Pronunciamiento de Rafael del Riego (1820) obligó al rey a jurar la Constitución de 1812.
- Los liberales reinstauraron las reformas de Cádiz, dividiéndose en Moderados (Doceañistas) y Exaltados (Veinteañistas).
- El régimen finalizó en 1823 con la intervención de la Santa Alianza (potencias absolutistas europeas), que envió a los Cien Mil Hijos de San Luis para restaurar el poder absoluto de Fernando VII.
3. Década Ominosa (1823-1833)
- Fuerte represión contra los liberales.
- Conflicto Sucesorio: Al no tener hijos varones, Fernando VII derogó la Ley Sálica (que impedía reinar a mujeres) mediante la Pragmática Sanción para que su hija, Isabel, fuera heredera.
- El sector absolutista radical se negó a aceptar el cambio y apoyó al hermano del rey, Carlos María Isidro (origen del Carlismo).
- La muerte de Fernando VII en 1833 desencadenó la Primera Guerra Carlista, marcando el inicio de la transición definitiva al liberalismo.
4. El Proceso de Emancipación Americana
- El vacío de poder generado por la invasión francesa en 1808 fue aprovechado por la burguesía criolla (descendientes de españoles nacidos en América), que estaba descontenta por las restricciones económicas y la discriminación política.
- Líderes como Simón Bolívar y José de San Martín impulsaron las guerras de independencia.
- La derrota final española en la Batalla de Ayacucho (1824) significó la pérdida de todas las colonias continentales.
- Consecuencia para España: Pérdida de un inmenso mercado y recursos, quedando relegada a un papel de potencia de segundo orden.