Al-Ándalus: Conquista Musulmana y Reconquista Cristiana

Al-Ándalus: La Conquista Musulmana de la Península Ibérica. Emirato y Califato de Córdoba

Las luchas internas entre los visigodos, en concreto entre Witiza y D. Rodrigo, hacen que el conde D. Julián (partidario de Witiza), pida ayuda a los musulmanes del norte de África; Musa envía al líder militar Tariq que vence a D. Rodrigo en la batalla de Guadalete (711). Los musulmanes se dan cuenta de lo fácil que sería invadir el territorio (poca población, desunión política y la lucha entre sus dirigentes) y en ocho años llegan hasta el norte (pactando a cambio de tributos o sometiendo a la resistencia) donde son vencidos por D. Pelayo en la batalla de Covadonga (722); desde entonces, el norte seguirá siendo cristiano y el valle del Duero permanece como “tierra de nadie”.

Se establece entonces en la Península un emirato dependiente de Damasco, hasta que los Omeyas son vencidos por los Abbasíes y el último de la dinastía, Abd-el-Rahman I, llega hasta Al-Ándalus estableciendo el emirato independiente de Bagdad (756); su descendiente, Abd-el-Rahman III, se proclama líder político y religioso (929) comenzando el momento de máximo esplendor, el Califato de Córdoba, con grandes califas, como Al-Hakán, que convirtieron la Península unos de los centros más importantes en comercio, política y cultura.

En los últimos años del siglo X, un líder militar del califato, Almanzor, decide reconquistar los reinos visigodos del norte, con algunos avances y retrocesos; la presión que ejerce sobre la población en esas campañas será una de las causas de la caída del Califato.

Al-Ándalus: Reinos de Taifas. Reino Nazarí

En 1031, la debilidad del califato, debida sobre todo a las presiones de Almanzor y al deseo de independencia de algunos territorios, hace que caiga el último califa, Hisham III, y el territorio se divida en Taifas (facciones).

En los primeros años, se formaron un gran número de ellas. Al ser pequeñas, son muy débiles, además, luchan entre ellas; más tarde, se crearon grandes Taifas como las de Toledo, Zaragoza o Sevilla. Esta situación es aprovechada por los cristianos que les cobrarán impuestos (parias) y darán comienzo a la Reconquista. A pesar de los problemas, no es un mal momento en economía, sociedad o cultura.

Con la caída de la Taifa de Toledo (1085), las taifas piden ayuda a los Almorávides, pueblo ultra ortodoxo del norte de África. Logran unificar en el 1090 el territorio y algunas victorias en la Reconquista, pero pierden la Taifa de Zaragoza (1118) y cae su poder.

Ante esto, los Almohades, deciden en el 1146 conquistar el pueblo almorávide. Son un pueblo militar que sitúan su capital en Sevilla. Logran, de nuevo, unificar las taifas y obtienen victorias importantes como la de la batalla de Alarcos, pero son finalmente derrotados por los cristianos en las Navas de Tolosa (1212), lo que supone el principio de su caída y el avance definitivo de la Reconquista.

La vida de las taifas fue debilitándose y en el siglo XIII, sólo quedaba el reino Nazarí de Granada, estado que contaba con la riqueza que le proporcionaba su amplia fachada marítima desde Tarifa a Gata; y se mantuvo mediante pactos de vasallaje con Castilla hasta 1492.

Al-Ándalus: La Organización Económica, Social y Cultural

Economía: viven durante toda su historia (711-1492) de la agricultura; aportan a la Península nuevas técnicas de regadío (acequias, norias) y nuevos cultivos (arroz, caña de azúcar, cítricos y algodón). Las otras dos grandes actividades económicas serán la artesanía (cerámica, cuero y vidrio) y el comercio tanto interior como exterior; para que haya comercio, es necesario que exista una moneda fuerte, (usarán el dinar y el dírham que se acuñan en la ceca).

Sociedad: será urbana con la medina (con su zoco, mezquita, alcázar y arrabales). La población se divide en libres y esclavos; entre los libres están los musulmanes (los más importantes serán los árabes o sirios que se sitúan en el valle del Guadalquivir y el del Ebro, seguidos de los bereberes en las montañas y los muladíes o cristianos convertidos al islam) y los no musulmanes (judíos y mozárabes o cristianos que viven en territorio de Al-Ándalus.

Cultura: es religiosa basada en la doctrina malequí lo que la lleva a ser iconoclasta. Es, como la sociedad en general, urbana y tiene su momento de esplendor durante los califas Abderramán III y Al-Hakam II (contruyen mezquita de Córdoba) y en el período de las taifas (La Alhambra de Granada).

Las aportaciones en cultura serán: la numeración arábiga y la invención del cero; la traducción de textos clásicos de Aristóteles; los avances en la Medicina. Sus autores más representativos son Averroes y Maimónides y Ibn Hazm

Los Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana. Principales Etapas de la Reconquista. Modelos de Repoblación

Es el proceso en el que los cristianos recuperan los territorios conquistados por los musulmanes. Se dice que la conquista dura 8 años y la reconquista 8 siglos.

Valle del Duero (s. X hasta 1085): Alfonso III rey astur-leonés se extiende por Castilla y pasa su capital a León; en el s. X, el conde de Fernán González declara Castilla condado independiente. Sancho III de Navarra consigue que su hijo sea el primer rey de Castilla, será Fernando I.

La repoblación de esta época y la anterior será la presura, basada en el Derecho Romano; la población está bajo la protección de la Iglesia (abadengos), del rey (realengos) o de un noble (solariegos). Serán señoríos territoriales y son origen de la pequeña propiedad.

Valles del Tajo y del Ebro (1085-1147) En 1085 Alfonso VI de Castilla conquista la Taifa de Toledo; es el rey de El Cid. En 1147 Alfonso I “El Batallador” de Aragón conquista Zaragoza.

Esta zona, y una pequeña parte de la anterior, se puebla con la repoblación concejil, era una zona con población musulmana que se organizará en villas con una “carta puebla”; habrá muchas tierras comunales y da lugar a la mediana propiedad.

Valles del Guadiana, Turia y Júcar (1147-1212) Es el período de los almohades, una coalición cristiana, encabezada por Alfonso VIII de Castilla, vence a los musulmanes en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). Se crean las Órdenes Militares que llegarán a controlar la zona.

Valle del Guadalquivir, Turia y Segura (siglo XIII). En la primera mitad del siglo, Fernando III “El Santo” conquista las Taifas de Córdoba y Sevilla; su hijo, Alfonso X “El Sabio”, ya en la segunda mitad del XIII, conquista Niebla, en cuyo sitio se usaron por primera vez en España armas de fuego y controla las Órdenes Militares creando ciudades como Ciudad Real. Jaime I de Aragón, “El Conquistador”, conquista Valencia, Murcia, Mallorca; Murcia la entrega a Castilla (tratado de Almizra) a cambio de su boda con la hija de Alfonso X.

Las dos últimas etapas se repueblan con señoríos jurisdiccionales y donadíos (sobre todo del Valle de Guadalquivir) grandes propiedades que se entregan a las Órdenes Militares y a los nobles, origen de los latifundios de estas zonas.

Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Organización Política, Régimen Señorial y Sociedad Estamental

Los procesos de reconquista y repoblación (de las que tomamos las fechas) contribuyeron de forma decisiva a la organización de la vida política y social de los habitantes de la Península Ibérica. Será una sociedad esencialmente rural, donde, a cambio de seguridad, los campesinos se ponían bajo la protección de la Iglesia, el rey o los nobles (ver denominaciones) y, como resultado, perdieron la propiedad de la tierra y la posibilidad de abandonarla, (salvo si se pagaba una remensa en Cataluña o una behetría en Castilla) lo que dará lugar a los señoríos territoriales.

Los señoríos tienen una parte donde trabajaban para el señor (reservas) y otra de explotación por campesinos libres (solares en Castilla o casares en Galicia) a cambio de pagar una renta al señor (censos).

El régimen político es una monarquía, que por influencia del feudalismo europeo, se trasmitió a los señores atribuciones de administrar justicia, cobrar impuestos y establecer monopolios (como el uso obligatorio de molino o del horno que se les impone), dando lugar a los señoríos jurisdiccionales.

Desde el siglo XIII, con renacimiento de las ciudades y el mayor desarrollo del comercio, comenzó el paulatino cambio de este modelo social. Sociedad estamental (grupos cerrados por nacimiento): rey, privilegiados( no trabajan con manos, no pagan impuestos, ley especial, puestos administrativos) y no privilegiados ( campesinos, comerciantes)

La Organización Política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de Navarra a Final de la Edad Media

Durante la Edad Baja Edad Media (sXIV y XV) se incrementa el poder del rey: basándose en el Derecho Romano, aparece el concepto soberano-súbdito.

En Castilla el rey tendrá un poder casi absoluto ya que las Cortes no son vinculantes. Las instituciones se dividen en generales (Consejo Real o Curia, creada por Juan I; Audiencia o Real Chancillería en Valladolid; Contaduría o la Hacienda, creada por Pedro I) y locales (merindades administrativas; regimientos, creados por Alfonso XI también administrativas; municipios controlados por el rey; corregidores, que son los representantes del rey en los municipios).

En Aragón la monarquía, desde Pedro III, es pactista (entre Aragón, Cataluña y Valencia); las Cortes son vinculantes e independientes y tienen funciones legislativas y vigilar el contrafuero, Tienen, también, órganos generales (Diputaciones que se ocupan de nuevo del contrafuero y de los impuestos; Generalitat con funciones de gobierno) y locales (veguerías paralela a las merindades; amplia funciones de los municipios controlados muchas veces por burgueses como El Consell del Cent de Barcelona creado por Jaime I).

En Navarra, tras no aceptar al rey francés Felipe VI se corona Juana II (1328); ya independiente de Francia y en la mitad del siglo XV se producen los problemas de sucesión del Príncipe de Viana y su padre Juan II, a la muerte del primero la corona acaba en manos de Catalina de Foix que fue depuesto por Fernando El Católico. Las instituciones son paralelas a las de la Corona de Aragón con poder de las Cortes (logran poner en libertad al Príncipe de Viana o la Diputación consigue deponer reyes)