Apuntes sobre la Historia Moderna de España

1. Los Reyes Católicos: Unión Dinástica e Instituciones de Gobierno. Guerra de Granada.

La Unión dinástica de Castilla y Aragón comenzó con el matrimonio secreto de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón (1469) y se consolidó en 1479 tras la guerra civil castellana contra Juana la Beltraneja y la muerte de Juan II de Aragón. Este acuerdo no fusionó administraciones: cada reino mantuvo sus leyes, lengua y costumbres, aunque compartieron política exterior e Inquisición, como se estipuló en la Concordia de Segovia (1475).

Castilla asumió un papel hegemónico debido a su mayor tamaño, población y economía, mientras que Aragón conservó su pactismo. Los Reyes Católicos establecieron una monarquía autoritaria (RRCC): fortalecieron el poder real sometiendo a la nobleza, integrándola en la Corte y nombrando corregidores en los municipios. Crearon un aparato burocrático con Consejos, audiencias y una Hacienda eficiente, además de un ejército permanente.

En cuanto a la unidad religiosa, implantaron la Inquisición, expulsaron a judíos (1492) y musulmanes de Castilla (1502), justificando su política en la cohesión de los reinos. Finalizaron la Reconquista con la conquista de Granada en 1492, garantizando inicialmente la libertad de los musulmanes que permanecieran, aunque esto se revertiría posteriormente. Este triunfo consolidó la monarquía autoritaria y la unidad territorial y religiosa de la península.

2. Exploración, Conquista y Colonización de América

–Exploración: Tras la conquista de Granada, Isabel de Castilla financió la expedición de Colón para encontrar una ruta a las Indias a través del Atlántico, ya que las rutas tradicionales estaban cerradas o controladas por los portugueses. En las Capitulaciones de Santa Fe se estableció que las tierras descubiertas pertenecerían a Castilla y Colón recibiría títulos y beneficios. El 12 de octubre de 1492, Colón llegó a San Salvador y luego exploró Cuba y La Española. Para evitar conflictos con Portugal, se firmó el Tratado de Tordesillas, dividiendo las tierras descubiertas entre ambas coronas.

–Conquista: Castilla promovió expediciones posteriores, como la llegada de Núñez de Balboa al Pacífico (1513) y la vuelta al mundo de Elcano (1522). La conquista de América estuvo en manos de particulares bajo capitulaciones que regulaban las áreas de conquista. Hernán Cortés derrotó al imperio azteca, Francisco Pizarro al Inca, y otros conquistadores extendieron el dominio español en Chile, el Amazonas y más.

–Colonización: La colonización utilizó sistemas como el repartimiento, la encomienda y la mita para explotar el trabajo indígena, con graves consecuencias demográficas y culturales debido a enfermedades y explotación. A pesar de las Leyes de Indias y los esfuerzos de religiosos como Bartolomé de las Casas, las condiciones para los indígenas fueron duras. Para Castilla, la colonización convirtió al reino en una potencia mundial gracias al monopolio comercial y la riqueza en metales preciosos. Sin embargo, la “revolución de los precios” y una mala gestión económica llevaron a que gran parte de estas riquezas se usaran en guerras europeas y acabaran en manos de banqueros extranjeros, afectando a la economía española.

3. Austrias del Siglo XVI: Política Interior y Exterior.

—-Carlos I (1516-1556) fue el primer rey de la dinastía Habsburgo en España, heredando territorios de los Reyes Católicos y su padre, Felipe el Hermoso. Su política interior enfrentó la Revuelta de las Comunidades en Castilla (1520-1522) y las Germanías en Aragón, ambas sofocadas con apoyo de la alta nobleza. En política exterior, luchó contra Francia (Batalla de Pavía), el Papado (Saqueo de Roma), los príncipes protestantes (Batalla de Mühlberg) y el Imperio Otomano, logrando algunas victorias como en Túnez pero fallando en Argel. Abdicó en 1556, dejando el título imperial a su hermano Fernando y el resto de posesiones a su hijo Felipe II.

—-Felipe II (1556-1598) centralizó el gobierno en Madrid, fundó las Secretarías Reales y expandió su dominio añadiendo Portugal tras la muerte de Sebastián I. Enfrentó conflictos internos como la sublevación de los moriscos en las Alpujarras (1568-1570) y las Alteraciones de Aragón (1590). En política exterior, venció a Francia (Batalla de San Quintín), triunfó sobre los turcos en Lepanto (1571), pero sufrió la derrota de la Armada Invencible frente a Inglaterra (1588). La rebelión en Flandes dividió el territorio entre las Provincias Unidas (protestantes) y los Países Bajos del sur (católicos). La presión fiscal y los elevados gastos marcaron su reinado, que consolidó a España como una potencia hegemónica.

6. La Guerra de Sucesión, Paz de Utrecht y Pactos de Familia.

Tras la muerte sin descendencia de Carlos II, estalló la Guerra de Sucesión (1701-1714) entre los Austrias y los Borbones por el trono español. Carlos II había nombrado heredero a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, con la condición de mantener la unidad del Imperio y separar las coronas de Francia y España. Sin embargo, Felipe V no renunció a la unión de ambos tronos. La guerra tuvo dos vertientes: internacional, con la Gran Alianza apoyando al archiduque Carlos de Austria, y nacional, con la Corona de Aragón apoyando al archiduque y el resto de España a Felipe V. Tras varias victorias borbónicas, el Tratado de Utrecht (1713) reconoció a Felipe V como rey de España, pero renunciando a la unión de los tronos.

En la paz, España perdió Flandes, Milanesado, Nápoles, Cerdeña (para Austria), Gibraltar y Menorca y ventajas comerciales (Inglaterra), y sufrió una disminución de su poderío europeo. Tras la firma de los Pactos de Familia, Felipe V buscó recuperar territorios perdidos, logrando la recuperación de Nápoles y Sicilia para su hijo Carlos. El tercer pacto, firmado durante el reinado de Carlos III, implicó a España en la Guerra de los Siete Años (1756-1763) contra Gran Bretaña, lo que resultó en la pérdida de Florida a cambio de mantener La Habana y Manila. Sin embargo, España recuperó Florida y Menorca tras la victoria de los colonos norteamericanos en la Guerra de Independencia, aunque no Gibraltar.

7. Nueva Monarquía Borbónica: Decretos de Nueva Planta, Modelo de Estado y Alcance de las Reformas.

Tras la victoria de Felipe V en la Guerra de Sucesión (1700-1714), la dinastía Borbónica reemplazó a los Habsburgo. Con los Borbones, España adoptó un modelo centralista, inspirado en el de Francia, con un sistema absolutista y despotismo ilustrado. La Ley Sálica francesa se introdujo, impidiendo que las mujeres reinaran. Los Decretos de Nueva Planta (1707-1716) suprimieron los fueros y privilegios de los territorios de la Corona de Aragón, estableciendo la uniformidad administrativa y fiscal, y extendiendo el modelo castellano. Solo Navarra y las provincias vascas conservaron sus fueros, por apoyar a los Borbones. El nuevo modelo de Estado centralizó el poder, sustituyendo los antiguos Consejos por las Secretarías de Estado, que gestionaban la administración de manera unipersonal. Además, se reforzó la administración territorial mediante la división del territorio en intendencias, órganos de origen francés que gestionaban aspectos fiscales, económicos y militares. A nivel local, se implantó la figura del corregidor en la Corona de Aragón. Durante el reinado de Fernando VI, se intentó implementar una única contribución basada en la riqueza de las personas, pero fracasó debido a la oposición de los grupos privilegiados, que defendían sus ventajas fiscales.