Arte paleocristiano

San Juan de Baños es una iglesia visigoda mandada construir por el rey Recesvinto en el año 661 d. C., según consta en una inscripción del arco triunfal. Presentaba planta basilical con tres naves (la central más alta que las laterales) y lo que podrían ser tres ábsides en su origen, que quedaron convertido en uno en época bajomedieval. Tras su reconstrucción desaparecieron los ábsides laterales y se añadió la espadaña (campanario). Los muros son gruesos y los contrafuertes que aparecen son posteriores La puerta exterior presenta un arco en herradura de estilo puro visigodo. En la clave está tallada la cruz patada con un clípeo. Extradós y línea de impostas labradas con cuadrifolias simétricas que recuerdan la orfebrería de los visigodos. El templo se ilumina a través de ventanas en forma de herradura abocinadas con vistosas celosías. En el interior destacan los arcos visigodos sobre columnas de mármol, reaprovechadas de algún templo romano, de color beige, rosa y gris, con los capiteles ocre que contrastan junto a los muros de piedra caliza. Los capiteles de tipo corintio presentan hojas de acanto, algunos son aprovechados de obras romanas y otros son originales pero muy esquemáticos. Los arcos están engarzados, ya que comparten dovelas. Sobre los arcos, en la nave central, se abren ventanas aprovechando la diferencia de altura. La entrada al presbiterio es la única abovedada, con bóveda de cañón de herradura. El arco de entrada al presbiterio también tiene un arco herradura coronado por la cruz patada y sobre ella una inscripción de Recesvinto. En el prebisterio de la basílica se encuentra una reproducción de la corona votiva del rey Recesvinto. Los muros tienen decoración de franjas con rosetas muy lineales.

San Miguel de la Escalada es uno de los ejemplos más elegantes del Arte Mozárabe. Se encuentra muy cerca de León y fue fundado en 913 por monjes mozárabes cordobeses que repoblaron un antiguo monasterio visigodo. Tiene una sencilla planta basilical de tres naves y crucero no marcado en planta. Éstas se corresponden con tres ábsides de planta ultrasemicircular adosados entre sí y formando un solo muro continuo al exterior. El ingreso se realiza desde un elegante pórtico que se abre al sur del edificio. El material es pobre fundamentalmente mampostería menos en algunas esquinas y en el pórtico que son sillares, y mármol de algunas columnas La nave central es más ancha y alta que las laterales y con ello permite abrir vanos en el muro que son la fuente de la iluminación del edificio. En el exterior el tejado es una cubierta a dos aguas que termina en aleros soportados por modillones de rollo. Un iconostasis separa la nave central del crucero. Todo el edificio utiliza elegantes columnas exentas sobre las que voltean arcos de herradura con una clara inspiración en el arte Omeya de Al-Ándalus. Lo mismo se puede decir de las ventanas decoradas con alfiz. Las naves de la iglesia se cubren con madera y tejado a dos aguas, mientras que los ábsides llevan bóvedas de horno gallonadas. La iglesia da una imagen de horizontalidad tanto al interior como al exterior con un dominio de las líneas horizontales. El interior es muy diáfano a lo que ayudan las delgadas columnas y la iluminación blanca y difusa, generando un ambiente sencillo y carente de decoración (en las antípodas del Arte Islámico).

Santiago es la meta de los peregrinos, siendo la culminación del ROMánico español y europeo. Las obras se iniciaron en 1075 por el Obispo Diego Peláez y terminaron en 1105, siendo consagrada por el Arzobispo Diego Gelmírez. Santiago de Compostela se convierte durante el Siglo XI en uno de los lugares más visitados por los peregrinos para venerar las reliquias del Apóstol Santiago, y allí se construye uno de los principales ejemplos de iglesias de peregrinación. En el año 814 el Obispo de Iría Flavia descubre los restos del Apóstol lo que propicia la construcción de una pequeña basílica. En el año 899, el monarca asturiano Alfonso III consagrada una nueva basílica destruida por Almanzor en el 997. En este mismo lugar se comenzó el templo actual por iniciativa de Diego Peláez, Obispo de Santiago y el entonces Príncipe Alfonso en la década de 1070, el gran impulso se lo daría el Obispo Gelmírez y Alfonso VI. Hacia el 1130 estaba prácticamente terminada, excepto el Pórtico de la Gloria que es obra de transición al gótico de finales del XII. El templo pertenece al ROMánico Pleno. Se comenzó por la cabecera y dirigieron las obras varios maestros, todos ellos siguieron las trazas dadas por el primero: Maestro Berbardo, Maestro Esteban, Maestro Mateo. El exterior está hoy muy desfigurado por los numerosos añadidos barrocos, pero hay que destacar la gran armónía de volúMenes del edificio original del que destacarían las dos torres de los pies y la magnífica decoración escultórica. Esta armónía constructiva muestra una perfecta correlación entre las matemáticas todos sus elementos, la madurez en la solución técnica y su perfección constructiva 

Ábside de San Clemente de Tahull,


Lérida s. XII. ESCUELA CATALANA. Pantocrátor o Cristo en Majestad Análisis formal Técnica: Fresco con retoques de temple Gran importancia el dibujo que enmarca las figuras. Colores vivos ,planos, sin gradación esto supone la no existencia ni de luz, ni tampoco volumen. No existe profundidad o perspectiva. Sí un canon jerárquico , la figura de Cristo es mayor y ocupa el lugar central. Composición: – Cerrada y simétrica. Cristo ocupa el lugar central. – Gran importancia de la simetría • Una línea vertical que pase por el centro de Cristo dividiría el ábside en 2 partes iguales. • Destaca la simetría del rostro, la media melena que cae hasta los hombros y la barba.


Santa María del Naranco


Durante el periodo ramirense (842-850) se producen las más originales creaciones del arte asturiano. En las laderas del monte Naranco edifica un conjunto palaciego cercano a la corte del que sólo nos queda el Aula Regia, convertida en iglesia de Santa María ya en vida del monarca, en el año 848, y la Iglesia de San Miguel de Lillo. Su destino era el de Aula Regia, es decir, el espacio que el rey usaba para descansar y prepararse antes de una batalla: higiene, vestimenta, reunir a los jefes del ejército, arengar a las tropas, etc. El aparejo es de sillarejo y sillares en las esquinas y contrafuertes, estos articulan el muro, se corresponden con los arcos fajones interiores y proporcionan esbeltez a un edificio, ya de por sí, de gran altura. Es de planta rectangular con dos pisos de análoga distribución, cuerpo central y dos laterales.  El piso principal es muy elevado, se accede a través de una escalera de doble tiro situada en el frente norte. Está dividido en tres zonas, una central muy luminosa, en la que se reunía el monarca con sus jefes para organizar la táctica militar y prepararse mentalmente para la guerra, y dos balcones laterales que fueron utilizados como logias de exclamación. En ellas el rey era aclamado por el pueblo y desde ellas se arengaba a las tropas antes de partir a la batalla. Como era una guerra de religión desde estos miradores los soldados recibían la bendición y en ellos se oficiaban misas de campaña. Los miradores prolongan las arquerías ciegas del alzado, están cubiertos con bóveda de cañón reforzada con un arco fajón. Los 3 arcos de los miradores recuerdan al arco de triunfo romano, el altar que se encuentra en uno de ellos pertenecía a San Miguel de Lillo y se colocó aquí cuando fue consagrado el edificio. En la fachada sur, desde donde se ve la ciudad, se supone que había un tercer mirador que no se conserva. La sala central es larga y estrecha, está cubierta con bóveda de cañón reforzada por arcos perpiaños o fajones que se apean sobre ménsulas y pilastras de cuatro columnas que forman una arquería ciega que refuerza el muro y crea un ritmo en la decoración interior. Al exterior todo el sistema está reforzado con contrafuertes. El piso inferior, para dependencias de servicio y baño, es de poca altura, la zona central está cubierta con bóveda de cañón y las laterales con madera La decoración es sogueada en las columnas y clípeos (medallones tallados), y tiene arquerías ciegas, tallos, aves y otros animales y figuras humanas que pueden proceder de los lujosos tejidos orientales que se usaban en la corte.

Abadía de cluny


Se trata del paradigma de monasterio medieval ROMánico. Esta situado en la Borgoña francesa, y pertenecía a la Regla monástica de San Benito (benedictina). Esta abadía ejercerá una tremenda influencia en el arte ROMánico y detentará un enorme poder político y económico en toda Europa. Prueba de ello lo constituye su largo periodo constructivo y las dimensiones espectaculares que su último templo llegó a tener. El conjunto tenia todas las dependencias carácterísticas de un monasterio: claustro, biblioteca, sala capitular, refectorio, cocinas, escuela de novicios, hospedería, establos, el palacio del abad, huertos molinos… El abad de un monasterio actúa como un auténtico señor feudal. Lo más destacado del recinto era su iglesia. Se distinguen tres fases constructivas en esta abadía y especialmente en su iglesia: Cluny I: iglesia muy modesta comenzada en el 910 y consagrada en el 926. Cluny II: comenzada en el 948 y consagrada en el 981 Cluny III: proyectada por el Abad Hugo (gran impulsor de la orden y el responsable de extender la costumbre de las peregrinaciones) y comenzada en 1085, al haberse quedado pequeño el templo anterior. Se consagra en 1130. Parte del dinero utilizado en esta última ampliación fue donado por el monarca español Alfonso VI en agradecimiento por la conquista de Toledo. La planta del templo es de cruz arzobispal o patriarcal, es decir, una planta de cruz latina con doble crucero (no confundir con la ortodoxa o rusa). Presenta 5 naves y una amplia cabecera con girola y 5 capillas radiales o absidiolos. Consta de un amplio pórtico de entrada de 3 naves y 5 tramos flanqueados por dos enormes torres. Sus espectaculares dimensiones hicieron de este templo el más grande de la cristiandad, y su perfección constructiva sigue la proporcionalidad y armónía de un patrón matemático. Pudiera estar extraído del “Tratado de Arquitectura” de Vitruvio, manuscrito que la abadía tenía en su biblioteca. En la actualidad solo se conserva parte de uno de los cruceros ya que esta abadía fue destruida casi en su totalidad por los revolucionarios franceses en 1790.


Pórtico de la Gloria, de la catedral de Santiago de Compostela


Se realizó entre el año 1168 y el 1188, por lo tanto es un ROMánico tardío, de transición al gótico. Localización: Nártex de la catedral de Santiago de Compostela.  Material: Piedra (granito y mármol) y policromía.
Dimensiones: 18m de largo x 11m de alto.  Función: Religiosa/didáctica  Talla (trabajando la piedra con cincel y martillo). Alto relieve donde las figuras parecen estatuas casi independientes del soporte. Aunque prima la ley de adaptación al marco y el miedo a los espacios vacíos (horror vacui), las figuras muestran cierta corrección anatómica y no se encuentran los escorzos o deformaciones exigidas por la ubicación arquitectónica, frecuentes en otras portadas. La escala de los personajes varía en función de su importancia (perspectiva jerárquica). Las estatuas aparecen en posturas estáticas, aunque algunos se giran y parecen conversar. No se ha empleado ningún recurso que indique perspectiva o profundidad, principalmente porque el fondo o paisaje queda totalmente cubierto por las figuras. En cambio la sensación de volumen está bien conseguida, fundamentalmente a través de ropajes amplios. Como se trata de un relieve, la pieza ha sido concebida para ser vista desde un único punto de vista: el frontal. La profundidad del nártex es de 5m por lo que la visión completa es difícil. Se tallaron más de 200 figuras por diferentes artistas pero con estilo común y gran dinamismo. Su proceso de restauración se inició en 2009 y terminó en 2015. Esta restauración ha permitido conocer diversos aspectos como las diferentes etapas constructivas, las transformaciones del espacio, su uso, significación, programa iconográfico, los materiales empleados para la talla, las técnicas decorativas utilizadas para el policromado y la adaptación de su estética a través de los siglos. Policromías: Se ha confirmado la existencia de 3 policromados al óleo que cambiaron la imagen del Pórtico. Una primera policromía con decoración medieval de la que se conservan bastantes vestigios como se puede apreciar en el ángel que porta la columna o los que portan la cruz y que conservan por completo la primera policromía (azul lapislázuli). Se han podido identificar la cuidada técnica y los ricos pigmentos empleados para su ejecución: albayalde, lapislázuli, bermellón, pigmentos de tierras, resinato de cobre, cardenillo, negro carbón vegetal y negro de huesos siempre aglutinados con aceite de lino. Emplearon láminas metálicas de oro puro y de manera puntual plata. Un apartado destacable son las encarnaciones, ya que en gran medida aportan una información muy descriptiva respecto a la elaboración de la policromía de las figuras humanas, pues el color logrado es el que le da vida y expresión a las mismas. Las encarnaciones de la primera policromía están aplicadas en capas muy finas, compuestas principalmente por albayalde, carbonato cálcico y bermellón, y de modo general el color que se aprecia es un rosado muy claro. La segunda policromía se dataría en el Siglo XVI coincidiendo con las modificaciones primeras de la portada exterior y momento de importantes obras en el templo. La utilización del color es diferente en este caso; los azules son azuritas en algunos casos muy alteradas en la actualidad; para los rojos, utilizan bermellón y laca roja de cochinilla; para los verdes, verde de cobre y para los blancos pigmentos de plomo. Las encarnaciones son de color más intenso que en la primera policromía. Si bien los materiales utilizados no fueron tan exclusivos, la singularidad más destacable de esta segunda intervención es la decoración de mantos y túnicas con brocados aplicados, técnica de origen flamenco que consiste en imitar en relieve los ricos tejidos bordados con oro de la época. Se conservan en la actualidad en mayor porcentaje en los mantos y túnicas de los profetas y apóstoles. Las figuras del apóstol Santiago del Parteluz y el Pantocrátor probablemente también tuvieron decoración con brocados en los mantos, pero no se conservan restos X. La tercera policromía es la que se encuentra más visible en la actualidad. Se realizaría en el Siglo XVII. La paleta cromática utilizada es muy similar a la renacentista. Destacando una mayor presencia de la lámina de oro, aportando un carácter barroquizante al pórtico. Crispín de Evelino policromó los rostros, manos y pies en 1651, dejando constancia en un documento conservado en el archivo de la Catedral, único documento que se conserva sobre las policromías del Pórtico A partir de este momento aparecen policromados parciales realizados para reparar las zonas más degradadas, así como veladuras en las figuras y encalados blancos o coloreados en la arquitectura del nártex que se aplicarían a partir del Siglo XIX.